domingo, 26 de octubre de 2008

"Quemar después de leer" (Joel Coen, 2008)


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Título original: Burn After Reading
Guión: Ethan Coen
País: Estados Unidos
Duración: 95 min.
Género: Comedia negra
Reparto: Brad Pitt, George Clooney, Tilda Swinton, John Malkovich, Frances McDormand, J.K. Simmons, Richard Jenkins, David Rasche, David Huddleston, Matt Walton, Lenny Venito
Guión: Joel Coen, Ethan Coen
Distribuidora: Universal International Pictures
Productora: Working Title Films, Studio Canal, Relativity Media, Mike Zoss Productions
Cásting: Ellen Chenoweth
Dirección artística: David Swayze
Director de fotografía: Emmanuel Lubezki
Diseño de Producción: Jess Gonchor
Montaje: Ethan Coen, Joel Coen
Música: Carter Burwell
Productor: Eric Fellner, Ethan Coen, Joel Coen, Tim Bevan
Productor asociado: David Diliberto
Productor ejecutivo: Robert Graf
Vestuario: Mary Zophres




A los Coen parece que les gusta alternar entre un cine digamos más “serio”, o quizás más “dramático”, que es el que les ha dado sus mejores títulos y hablo de “Sangre fácil”, “Muerte entre las flores”, “Fargo”, “El hombre que nunca estuvo allí” o “No es país para viejos” y otro cine más “cachondo” o quizás “cómico” con el que, por así decirlo, se toman un respiro y se “echan unas risas” mofándose de todo y hablo por ejemplo de “El gran salto”, “El gran Lebowski”, “O brother!”, “Crueldad intolerable”, “Ladykillers” y ahora esta “Quemar después de leer”.

Particularmente y creo que como yo a mucha gente nos gusta más su cine “dramático” más que nada porque películas como “El gran salto” o “O Brother” creo que pecan de un excesivo sentido paródico que las perjudica porque las vuelve excéntricas y un tanto excesivas, pero debo reconocer que de un tiempo a esta parte han logrado mejorar también su cine “cómico” consiguiendo un mayor equilibrio interno y yo diría que sobretodo “Crueldad intolerable” y la película que nos ocupa están a un buen nivel. Al menos, y aunque se nota que tanto los Coen como todo el reparto, se lo han pasado bien filmando (es algo que se nota literalmente en las actuaciones de George Clooney, Frances McDormand y sobretodo Brad Pitt), quiero vislumbrar una mayor coherencia interna, como si los dos hermanos, director y guionistas, llevaran mejor las riendas de lo que quieren lograr. No sé muy bien si me explico, son sensaciones que tengo viendo estas películas y que podéis o no compartir.

“Quemar después de leer” en concreto me parece que es una magnífica parodia del cine de espionaje y suspense, tamizado como siempre por un realismo “bobalicón” que es el confieren personajes como el de Brad Pitt o George Clooney, que no obstante, son exageraciones que no están tan lejos de personalidades reales. Lo que me parece brillante en esta ocasión es lo bien desarrollado que está el complejo embrollo que es el argumento, el primero original por cierto que escriben desde “El hombre que nunca estuvo allí”, porque está plagado de casualidades que son las que hacen avanzar la historia y le dan su “gracejo” al monumental lío que se monta.

Si hay algo que hacen bien los Coen en esta película es darle a la personalidad de sus personajes una finalidad argumental. Es decir, la forma de ser de cada uno de ellos es la que provoca cada acción y esa acción tiene a su vez unas consecuencias que van mucho más allá de lo esperado porque multiplican los efectos colaterales en el resto de personajes a modo de una sucesión de fichas de dominó que van cayendo una tras otra. Cada suceso tiene una consecuencia que modifica el devenir de los acontecimientos posteriores en unos personajes que solo conforme avanza la película vamos intuyendo que están relacionados por un fino hilo de casualidades. Descubrirlo es uno de los atractivos de esta película que convierte un mero hecho anecdótico en un tremendo lío que termina en los despachos de la CIA con alguna sorpresa inesperada de por medio.

Está claro que la película no ha de tomarse muy en serio, no en vano forma parte de la trilogía que ellos llaman “del idiota” y que está formada por las tres películas que han filmado con George Clooney y que completan “O Brother!” y “Crueldad intolerable” y eso mismo es lo que hacen los propios actores, seguramente aconsejados por director y guionista. Resulta especialmente divertido ver a Brad Pitt (Chad) en plan histriónico exagerando todos sus gestos para convertirse en un monitor de gimnasio con mentalidad de veinteañero, a Frances McDormand (Linda) obsesionándose con la cirugía plástica para encontrar una pareja que tiene a mano en Richard Jenkins (Ted, prototipo en este caso de todos aquellos enamorados de alguien que nunca les tendrá en cuenta) o a George Clooney (Harry) amante incurable que para tener contenta a su esposa construye el artilugio que construye (no lo cuento, hay que verlo jaja). Y no son los únicos porque Tilda Swinton y Jorhn Malkovich también están insuperables en sus papeles, pero sobretodo yo me quedaría con las escenas en las que interviene JK Simmons, porque en ese momento es cuando lo Coen consiguen desplegar todo su arsenal irónico y sarcástico. El final y todo lo que tiene que ver con la CIA es magnífico y recuerda al mejor Wilder.

En suma, una película peculiar, muy de los hermanos Coen y que no todo el mundo va a disfrutar igual. Su humor es muy particular y su propio planteamiento también lo es, pero quien la logre disfrutar le proporcionará un muy buen rato aunque sea intrascendente. Bajo mi punto de vista esta es una de esas películas “menores” que hacen grande una filmografía.

"Once" (John Carney, 2007)


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Guión: John Carney.
País: Irlanda.
Duración: 85 min.
Género: Drama, musical.
Interpretación: Glen Hansard , Markéta Irglová, Hugh Walsh, Gerry Hendrick , Alastair Foley, Geoff Minogue, Bill Hodnett, Danuse Ktrestova, Mal Whyte, Niall Cleary.
Producción: Martina Niland.
Música: Glen Hansard.
Fotografía: Tim Fleming.
Montaje: Paul Mullen.
Diseño de producción: Tamara Conboy.
Vestuario: Tiziana Corvisieri.

Si “Once” no hubiera ganado el premio a mejor canción por “Falling slowly” la pasada edición de los óscars y al hilo de ello no hubiera leído algún comentario apasionado sobre ella seguramente nunca la hubiera visto y aunque ahora hable de ella con la mejor intención para conseguir que alguno de vosotros la veáis probablemente seguirá siendo una película que pasará desapercibida.

¿De qué va “Once”? Su argumento puede resumirse en dos líneas: trata de un cantautor que toca con su guitarra en las calles de Dublín, que conoce a una chica checa (queda bonito esto jeje) y que graba un disco. Sin más, así que quien vea películas para disfrutar de argumentos con “miga”, que se abstenga de recuperarla. Y sin embargo, pese a eso, se la recomendaría a mucha gente. Es una película sensible y tierna, habla de personas, de anhelos e ilusiones, del desamor, de amistad, de música y podríamos considerarla un homenaje a todos aquellos que componen, que tocan, que sienten la música. Su género podría ser el drama musical, pero no hay un tratamiento lacrimógeno, en realidad la sensibilidad está soterrada y cada personaje vive su situación con una permanente sonrisa en la cara. En realidad esta es una película costumbrista, casi casi un documental.

Debo reconocer que está mucho mejor de lo que cabría esperar por el poco bombo que ha tenido y que está un peldaño por debajo de lo que me esperaba y explico también que me esperaba mucho. Quería creer que esta película era una obra maestra que nadie había descubierto porque casi nadie ha visto (para algunos lo será). Bueno, sí es una película pequeña y sí es una joyita, pero tiene sus altibajos, no es una película redonda, para mi gusto empieza y acaba con la intensidad que yo intuía, pero a mitad hay un tramo de cierto “desmayo”, un momento en el que quizás, al no haber mucho que contar la película se repite un poquito como si el director hubiera querido alargar lo que quería contar hasta darle forma de película de hora y media (porque no dura más). Pese a ello me parece una película que hay que ver porque aunque es sencilla, aunque es una película “pequeña”, resulta emotiva y te llega.

La película está grabada con un estilo seudorrealista. Uno acompaña a los personajes por las calles de Dublín y se nota que no se cortó el tráfico ni el discurrir de la gente y por eso hay una fuerte sensación de realidad, los personajes se hacen próximos y te atrapan por su manera de ser y en concreto los dos protagonistas se te hacen muy cercanos, de ambos podríamos opinar que se nota que son buenas personas en cada uno de sus actos y por eso el visionado se hace agradable, plácido. Es el gran acierto de esta película porque de esa manera consigue implicarte en sus vidas, en su pasión por la música, en su vida cotidiana y la música que interpretan cobra mayor intensidad.

Hay varios momentos grandiosos en esta película, conseguidos únicamente con la cámara estando ahí, a modo de testigo ajeno. Uno de ellos es el comienzo mismo y no lo cuento, pero refleja perfectamente como es el protagonista y con qué sensibilidad trata a los demás. Otro es un paseo por las calles con los dos protagonistas llevando uno su guitarra y la otra una “aspiradora” y no lo digo por el hecho en sí sino por lo representativo de lo que es esta película, por lo icónico que tiene (seguramente en Hollywood esa imagen se habría convertido en cartel de la película, casi lo ha sido, al diseñador le ha faltado ojo). Y por su puesto son brillantísimos todos los momentos en que se interpretan los temas de Glen Hansard: el de la grabación en el estudio (¡¡¡madre mía qué tonos consigue este cantante!!!!), el de la tienda de música con esa magnífica y poderosa canción que es “Falling slowly” y muchos más, porque podríamos decir que esta película es un musical perfectamente, pero sobretodo uno termina en pleno subidón con el final porque es verosímil, porque es intenso, porque es emocionante por lo que se ve, por lo que se escucha, por lo que se siente.

Soy perfectamente consciente que recomendar vivamente esta película es decepcionar a determinada gente que no es este tipo de película el que quiere ver y para gustos los colores, pero si ves cine para emocionarte, si te gusta la música y su proceso creativo, si te gusta recuperar otro tipo de cine que no el comercial, el que vemos habitualmente y triunfa en las salas, “Once” es una pequeña joya que no hay que perderse.


I don't know you
But I want you
All the more for that
Words fall through me
And always fool me
And I can't react
And games that never amount
To more than they're meant
Will play themselves out

Take this sinking boat and point it home
We've still got time
Raise your hopeful voice you have a choice
You've made it now

Falling slowly, eyes that know me
And I can't go back
Moods that take me and erase me
And I'm painted black
You have suffered enough
And warred with yourself
It's time that you won

Take this sinking boat and point it home
We've still got time
Raise your hopeful voice you had a choice
You've made it now

Take this sinking boat and point it home
We've still got time
Raise your hopeful voice you had a choice
You've made it now
Falling slowly sing your melody
I'll sing along

miércoles, 8 de octubre de 2008

“Wanted” (Timur Bekmambetov, 2008)

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Título original: Wanted
País: Estados Unidos
Fecha de estreno en USA: 27 de junio de 2008
Fecha de estreno en España: 12 de septiembre de 2008
Duración: 110 min.
Género: Acción
Reparto: James McAvoy, Dato Bakhtadze, Terence Stamp, Common, Thomas Kretschmann, Angelina Jolie, Kristen Hager, Marc Warren, David O'Hara, Morgan Freeman, Konstantin Khabensky
Guión: Derek Haas, Michael Brandt, Chris Morgan
Distribuidora: Universal International Pictures
Productora: Universal Pictures, Marc Platt Productions, Spyglass Entertainment, Stillking Films, Bazelevs Production, Relativity Media, Kickstart Productions, Ringerike Zweite Filmproduktion, Top Cow Productions
Dirección artística: Jan Soufek, Patrick M. Sullivan Jr., Tomas Voth
Diseño de Producción: John Myhre
Fotografía: Mitchell Amundsen
Montaje: Dallas Puett, David Brenner
Música: Danny Elfman
Productor: David Minkowski, Iain Smith, Jared LeBoff, Jason Netter, Jim Lemley, Marc E. Platt, Matthew Stillman, Sally French
Productor ejecutivo: Adam Siegel, Gary Barber, J. Geyer Kosinski, Marc Silvestri, Roger Birnbaum
Vestuario: Varvara Avdyushko


En ocasiones se produce un estreno que por alguna extraña razón o quizás por razones muy concretas que luego trataré de analizar se convierte en la película de moda. Es lo que está pasando con “Wanted”, de la que todo el mundo habla bien y que hay que ver aunque sólo sea por tener una opinión de ella.

Está claro que estamos ante una película que no te deja ni un segundo de respiro, con un ritmo narrativo y visual imparable de principio a fin que la convierte en un entretenimiento de primera, lo que yo me pregunto es por qué está impactando en el público de la manera que lo está haciendo. Me resulta extraño porque no ha inventado nada. Todo estaba ya en el cine previamente y películas que usaron recursos similares no tuvieron tan buen recibimiento. ¿Se trata sólo de una cuestión de modas, de oportunismo, de dar con lo que el público quiere ver en un momento concreto? ¿será que Angelina Jolie pegando tiros a diestro y siniestro da mucho morbo?

Para empezar propone unas “normas del juego” que se basan en el rizo de lo imposible. Es decir, de un tiempo a esta parte, gracias a las posibilidades que ofrecen los efectos especiales el cine ha entrado en una dinámica de “más difícil todavía” que lo está llevando a cotas insospechadas de espectacularidad pero siempre desafiando lo real. Es imposible ver las balas con efecto de “Wanted” y sus imágenes “al ralentí” sin acordarse de “Matrix" con la diferencia de lo que en aquella era realidad virtual aquí se incorpora al mundo real (¿qué dirán ahora acerca de la verosimilitud los detractores de “Matrix" cuando alucinen con los efectos de las balas o los choques entre ellas?) y es imposible ver las imágenes aceleradas y ralentizadas de esta película sin recordar otras muchas que se han ido estrenando a lo largo de los últimos ¿diez años? Por así decirlo “Wanted” reutiliza diversos recursos visuales para conseguir ser visualmente lo más impactante posible. Esto me parece bien y mal a la vez. Está bien porque te deja clavado en tu butaca con cada imagen, pero me parece mal porque el cine de acción se está convirtiendo exclusivamente en eso, en un disfrute por y para los sentidos, sin más y la emoción me parece tan importante como el impacto visual. Ambas deben ir unidas.

“Wanted”, al menos y a diferencia de otras películas similares, tiene además un argumento interesante y unos giros de guión realmente conseguidos y por eso creo que está llamando especialmente la atención, pero ¿qué pasará con la multitud de películas que sigan su estela y descuiden lo esencialmente argumental? ¿qué pasará cuando importe más sobrecoger al espectador con lo que ve en pantalla que emocionarlo con los personajes y sus inquietudes, sus problemas, sus tensiones? Pues pasará que las películas de acción serán planas, las verás y te olvidarás de ellas nada más salir del cine. ¡¡¡Por Dios, ¿por qué hablo en futuro, no está pasando ya eso?!!! Es decir, “Wanted” representa lo mejor y lo peor del cine actual de acción en el que, y comparando con los ochenta, importa más cómo Angelina Jolie se retuerce en una posición imposible para sortear un túnel porque impacta visualmente que el que eso sea verosímil como en su día importaba más como Mel Gibson ponía de los nervios a Danny Glover en medio de un tiroteo que el que eso fuera algo con lógica.

A lo que voy es que sí, que “Wanted” te proporciona casi dos horas de montaña rusa audiovisual y que el cine también es eso y lo viene siendo desde sus comienzos, que entras en la sala y sales de ella un buen rato después sin notar que ha pasado tanto rato y con los ojos como platos por lo que has visto, pero que a la postre lo que la hace especial no son los efectos visuales ni las balas que hacen efectos (joer, no sé qué terminaremos por ver jaja) sino sus actores porque ¿Os habéis preguntado si os gustaría tanto si no estuvieran Angelina Jolie, Morgan Freeman y sobretodo James McAvoy? De hecho estoy convencido que el cocktail funciona con todos los ingredientes y con un McAvoy que está grandioso en su papel protagonista consiguiendo darle una dimensión emotiva y real a lo que es puramente inverosímil que es la que consigue que nos identifiquemos con él y participemos activamente en esta formidable atracción de feria, porque es esencialmente eso en lo que se convierte el cine con esta película para suerte de los que quieran precisamente eso y para desgracia de los que no.

Y por una vez, id al cine para ver un espectáculo visual de primera porque será la forma en que los disfrutaréis a tope. Sin más.

"El niño con el pijama de rayas" (Mark Herman, 2008)

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Título original: The boy in the striped pyjamas

País: Estados Unidos, Reino Unido
Duración: 96 min.
Género: DramaReparto: David Thewlis, Vera Farmiga, Rupert Friend, Richard Johnson, Sheila Hancock, Jim Norton, Asa Butterfield, Jack Scanlon, David Heyman, Cara Horgan, Amber Beattie, Iván Verebély
Guión: Mark Herman
Distribuidora: Buena Vista International
Productora: Heyday Films, Miramax Films
Cásting: Leo Davis, Pippa Hall
Dirección artística: Mónika Esztán, Razvan Radu, Rod McLean, Szilvia Ritter
Diseño de Producción: Martin ChildsFotografía: Benoît Delhomme
Montaje: Michael Ellis
Música: James Horner
Productor: David Heyman, Gábor Váradi, Mary Richards, Péter Miskolczi, Rosie Alison
Productor ejecutivo: Mark Herman
Vestuario: Natalie Ward

Recuerdo que en aquel maravilloso programa que emitían en Antena 3 a la 1:00 de la madrugada, Carlos Pumares solía decir algo así como que ningún mal director puede estropear un buen guión (no sé si la cita es de su cosecha, pero recuerdo habérsela escuchado a él). Pues bien, esta película me lo ha recordado, con el apunte importante de que en este caso no se trata de que Mark Herman sea bueno o malo, se trata simplemente que el libro se ha adaptado sin correr ningún riesgo y que, por tanto, el guión y la película están por debajo de sus posibilidades aunque por encima de un estreno habitual alcanzando un nivel correcto y me pregunto ¿qué mérito tiene cuando el punto de partida era tan bueno?.

Pienso que la novela de John Boyne, de mismo nombre que la película, lo tenía todo para interesar a cualquier espectador y para conmoverlo, de hecho lo tenía todo para dejarnos K. O. en la butaca, sin palabras y con los ojos anegados de lágrimas y pienso que a la hora de llevar a cabo la adaptación los productores no se han complicado absolutamente nada y no lo han conseguido. La responsabilidad de ello probablemente recaiga sobre Miramax y Heyday, que contaban con un caballo ganador al conseguir los derechos del libro y se han limitado a poner la historia en imágenes, pero revisando los créditos me he dado cuenta que el guión lo firma el director lo cual ya es más serio porque cuando alguien firma como director y guionista de alguna manera asume lo que hace con una vocación de “autor” y ésta película sobretodo parece un encargo simplemente bien resuelto.

Quiero puntualizar que estoy hablando desde el punto de vista de alguien que pide mucho al cine cuando se tienen mimbres para ello porque quien vea la película con un interés puramente argumental la va a disfrutar. Aunque yo no pedía “La Lista de Schindler” ni “El diario de Ana Frank”, con los que “El niño con el pijama de rayas” puede emparentarse temáticamente (por cierto, si no las habéis visto son de visión obligatoria), sí que me hubiera gustado una narración más arriesgada, un mayor impacto emocional y un poquito de cosecha propia por parte del director. En cambio creo que se ha recurrido a lo fácil, una adaptación que expone las situaciones que se narran en la novela y que las recrea con mayor o menos fidelidad procurando siempre la máxima corrección. Por su puesto, literatura y cine son diferentes y una adaptación siempre exige cambios, pero en este caso casi todos ellos han eludido todo lo que suponía un riesgo y sobredimensiona la novela (ofrecer la perspectiva infantil de los hechos, la presencia de “el furias”, ahondar en el diferente punto de vista del niño protagonista respecto al de su amigo Shmuel, la huida de un planteamiento maniqueo etc) y por ello esta película me parece que no “rompe”, que no consigue en nosotros como espectadores todo lo que podría haber conseguido. Quiero pensar que si este argumento lo filma Spielberg el cine se inunda de lágrimas y las papeleras revosan cleanex y no es así. De hecho en el cine donde la vi, con un público mayoritariamente adulto y seguramente entregado, lo que más se oyeron fueron expresiones de sorpresa y no lamentos, lo cual me parece excesivamente poco para lo que vemos en esta historia.

Y en cambio y pese a todo, no me gustaría dejar con esta reseña la impresión de que esta es una película prescindible porque no lo es, merece la pena. De ella sacarán buenas impresiones muchas personas y especialmente quienes no hayan leído el libro porque argumentalmente engancha, emotivamente te atrapa y sí es cierto que los dos niños que ha escogido trasmiten la inocencia que se precisaba. El peso específico que se ha perdido en la adaptación sólo lo sentirán quienes devoraran la novela atrapados por todo lo que decía entre líneas y el resto podrá ver una película conmovedora y que se ve en un suspiro y eso pese a que todo resulta previsible desde el mismo momento en que se ve el cartel anunciador. La pena es que esta es una película pensada para quienes han leído la novela y es precisamente con quienes lo han hechos con quienes peor va a funcionar.