sábado, 30 de mayo de 2009

Zardoz (John Boorman, 1973)

**
DURACIÓN 105 min.
PAÍS: Gran Bretaña
GUIÓN John Boorman
MÚSICA David Munrow
FOTOGRAFÍA Geoffrey Unsworth
REPARTO Sean Connery, Charlotte Rampling, Sara Kestelman, Sally Anne Newton, John Alderton, Niall Buggy
PRODUCTORA 20th Century Fox


A pesar de que es una película ambiciosa que habla sobre temas de calado trascendental como la inmortalidad, el poder, la existencia del hombre y sus instintos y está ambientada en un futuro postapocalíptico como muchos de los clásicos de la ciencia-ficción el guión (del propio Boorman por cierto) confiere al conjunto un tono demasiado abstracto, alegórico y en definitiva opaco para el espectador, que termina por perder interés conforme avanza la película hasta acabarla en la más profunda desidia. Pienso que ese es el peor rasgo de esta obra, no atrapa, no engancha, va de más a menos y te distancia de los temas que trata, lo cual es una pena.

La acción se sitúa en el año 2223 y la humanidad está dividida en tres grupos: los brutales que viven entre deshechos y despojos después de una época oscura que remite a un desastre humano, los exterminadores cuya única misión es eliminarlos a las órdenes de Zardoz y los eternos, una oligarquía humana que vive aislada en zonas llamadas Vortex, donde han conseguido vivir para siempre. Sean Connery es Zed, el protagonista, un exterminador que logra adentrarse en un Vortex y desafiar su statu quo gracias a la instrucción secreta de Zardoz (que como explica la película es un nombre sacado de “The wiZAR of OZ”.

Así presentada, la película tiene su interés por la reflexión a la que invita su tono alegórico y de hecho las primeras imágenes, con una gran cabeza gigante que a modo de nave espacial instruye a los exterminadores y les proporciona armas desde el cielo en algo así como un vómito de rifles son suficientemente hipnóticas para atraer la atención, pero conforme avanza el argumento entramos en una historia que se diluye en la ambición de Boorman por otorgar a la ambientación un aspecto bizarro y psicodélico. En realidad, ni el propio Boorman parece creerse lo que está planteando y desde el principio el dios Zardoz, que abre la película, no parece querer otra cosa que gastar una gran broma (al final de la película lo vuelve a decir). Sean Connery, quizás por ello y con apenas un taparrabos con tirantes, parece como ido y está desaprovechado, con la mirada ausente gran parte de la película, se le nota que no disfruta con un personaje que sólo cobra sentido al final y de forma más bien caprichosa.

Si nos dijeran que Boorman escribió el guión fumado y metido de marihuana hasta las cejas no nos extrañaría y en la película pesa en exceso un cierto tono hippie que perjudica enormemente al diseño de producción que resulta en muchos momentos demodé, cutre y ridículo por no hablar del argumento que termina siendo una sucesión de escenas donde parece importar más llamar la atención que la lógica interna (patéticas todas las que tienen que ver con una cierta provocación sexual como cuando tratan de excitar a Zed con imágenes por no hablar de la sonrojante “historia de amor” que propone la película entre el personaje de Sean Connery y una Charlotte Rampling que está sencillamente espantosa).

Una pena, la intención alegórica daba para mucho más, pero seguramenhte a Boorman se le atragantó la idea la tratar de transformarla en un guión fílmico. Desde luego una de sus peores películas y muy lejos de grandes obras como “Excalibur”, “The general”, “Esperanza y gloria”, “La selva esmeralda” o “Deliverance”.


lunes, 25 de mayo de 2009

Jericho (2006-2008)



*****

Título Original: Jericho
Creador: Jonathan A. Steinberg, Josh Shaer y Stephen Chbosky
Producción Ejecutiva:Jon Turteltaub, Stephen Chbosky y Carol Barbee
Estudio: Paramount
Género: Acción
Fecha de estreno en España: 10 de julio de 2007
Fecha de estreno en USA: 20 de septiembre de 2006
Lugar de rodaje: Santa Clarita (California)
Temporadas: 2
Episodios: 29
Actores: Skeet Ulrich (Jake Green), Gerald McRaney (Johnston Green) Michael Gaston (Gray Anderson), Kenneth Mitchell (Eric Green), Pamela Reed (Gail Green), Erik Knudsen (Dale Turner), Lennie James (Robert Hawkins), Ashley Scott (Emily Sullivan), Sprague Grayden (Heather Lisinski)
Shoshannah Stern: Bonnie Richdmond
Brad Beyer: Stanley Richmon


“Jericho” es una de esas series que terminan siendo de culto con todo merecimiento por su calidad y por el incondicional afecto que gana en sus seguidores al sentir que es el puro ejemplo de una serie maltratada y arrinconada por juicios de valor que tienen más que ver con datos económicos y cifras de espectadores que por su calidad.

Es una serie que pone de manifiesto la tiranía de las audiencias en la televisión actual o la injusticia que es a veces que lo “popular” se imponga y con este comentario no estoy lanzando guiños sobre política o tendencias sociales, pero sí digo que no siempre lo que más se ve y lo que más llama la atención es lo mejor. Es decir taquilla no es necesariamente sinónimo de calidad y la audiencia no siempre acierta aunque sea mayoría. A veces hay programas, series, películas que ve muy poca gente y sin embargo son excelentes. Todo esto seguro que daría para muchas reflexiones y debates, pero lo vamos a dejar para hablar de la serie.

El estreno en Estados Unidos tuvo lugar en septiembre de 2006 y tras su primera temporada de veintidós capítulos la cadena CBS decidió cancelarla por sus escasos niveles de audiencia. Aquello dejó a muchísima gente con ganas de más (lógico porque quien la había seguido se quedaba en el último capítulo en pleno “subidón” en un cliffhanger que prometía muchísimo) y se formó una plataforma de apoyo de la serie que logró que se reconsiderara la decisión y se rodaran varias episodios de una segunda temporada. De nuevo los niveles de audiencia fueron malos y la serie se concluyó en el séptimo capítulo, una pena para muchos entre los que desde luego nos encontramos por estos lares virtuales.

Para quien no lo sepa y sin destripar nada “Jericho” trata sobre la reacción de un pueblo de Kansas tras ver en el horizonte el efecto devastador de un hongo nuclear (poderosa e impactante imagen que sin duda es el icono más representativo de la serie). El productor John Turteltaub (director de “Mientras dormías”, “Phenomenon”, “Instinto” o las dos películas de “La búsqueda”) parte de una idea tratada en muchas novelas de ciencia-ficción pero que el cine y la televisión a menudo han tratado con un tono apocalíptico (véase “Mad Max”, “Mensajero del futuro”, “Terminator”, etc) y le da la vuelta, la convierte en motor argumental para relatar las consecuencias del estallido de numerosas bombas en las principales ciudades de Estados Unidos en un pueblo normal, con gente normal que sólo quiere sobrevivir en medio del desconcierto que produce el hecho.

Para mi gusto y pienso que para el de muchos lo mejor de la serie es precisamente el que la atención se focalice en personas normales y en un pueblo como puede haber miles y nos invita a reflexionar cómo nos comportaríamos nosotros mismos en una situación similar. Además hay, pese al peligro inminente que se cierne sobre el pueblo, algo acogedor en Jericho, en sus calles, en sus gentes y especialmente en todos y cada uno de los personajes que protagonizan la serie. Turteltaub sabe combinar varios géneros en esta serie y consigue hacer un retrato costumbrista y social, sabe emocionar con las relaciones de los personajes, sabe interesarnos con acción o con intrigas políticas y sabe sacar a los escenarios todo el partido posible realzando el carácter bucólico campestre frente al caos que amenaza fuera de Jericho.

Un acierto esencial de esta serie es articularla en base a tres familias: los Green, los Richmond y los Hawkins. En realidad Jake Green, Stanley Richmond y Robert Hawkins son los tres personajes pilares de todos los argumentos de la serie y en torno a ellos y sus familias o más allegados surgen todos los mecanismos de las historias que se cuentan. Jake representa la aventura, es el héroe rebelde, el protagonista por excelencia, lo que todos querríamos ser. Stanley representa la vida cotidiana, es un tipo normal, lo que todos somos. Robert no es un personaje claro, siempre parece que hay algo que oculta e introduce el suspense y la intriga en la serie. Pienso que los personajes de esta serie son su fuerza, lo que la convierte en especial a parte de su propia concepción. Son tipos construidos a la perfección, magnéticos, interesantes. Desde luego dudo que ninguno de los actores haya tenido nunca un personaje tan atractivo para interpretar y lo bueno es que todos tienen su magnetismo y cuando surgen los reveses el impacto en nosotros como espectadores es mayor gracias a ello. Skeet Ulrich está fantástico como Jake y Gerald McRaney como el patriarca de los Green, Johnston, está insuperable y es uno de los auténticos imanes de la serie. Hay muchos más, como Esai Morales en su papel de Mayor Beck en la segunda temporada, en general los actores están todos magníficos en sus papeles.

Los grandes momentos de la serie son muchos. Yo destacaría sobretodo su arranque, la sensación de suspense de los primeros episodios, los numerosos conflictos personales que se van sucediendo después, los encuentros y desencuentros, las pérdidas dramáticas. Resulta extraño pensar que una serie como ésta no haya tenido la audiencia que merecía.

Me parece digno de aplauso que pese a los problemas de audiencia de la primera temporada Turteltaub no modificara en lo sustancial las características de la serie durante la segunda temporada. La acción desinteresada de los fans proporcionó siete episodios más de la misma fórmula para regocijo de los que nos ha encantado esta serie y aunque el aviso de cancelación obligó a precipitar un final éste no resulta traumático argumentalmente y respeta lo visto con anterioridad dando un mero punto y final a la mayoría de líneas argumentales, sin más.

Turteltaub ha anunciado una película sobre “Jericho” con el mismo elenco de actores. Quién sabe, quizás, si acierta con ella consiga el reconocimiento popular que no ha tenido con la serie, lo cual sería como poco irónico.

Lista de episodios (con la puntuación de TV.com)

101-Pilot (9)
102-Fallout
103-Four horsemen (8.9)
104-Walls of Jericho (8,8)
105-Federal response (9)
106-9:02 (8,7)
107-Long live the mayor
108-Rogue river (9,2)
109-Crossroads (9)
110-Red flag (9,2)
111-Box populi (9,2)
112-The day before (9,2)
113-Black jack (9,2)
114-Heart of winter (9,1)
115-Semper fidelis (9,4)
116-Winter’s end (9,2)
117-One man’s terrorist
118-A.K.A. (9,5)
119-Casus belli (9,5)
120-One if by land
121-Coalition of the willing (9,6)
122-Why we fight (9,5)
201-Reconstruction
202-Condor (9,3)
203-Jennings & Rall (9,3)
204-Oversight (9,6)
205-Termination for cause (9,6)
206-Sedition (9,5)
207-Patriots and tyrans (9,5)


Vals con Bashir (Ari Folman, 2008)

****
Dirección y guión: Ari Folman.
Países: Israel, Francia y Alemania.
Duración: 90 min.
Género: Animación, biopic, drama.
Producción: Ari Folman, Yael Nahlieli, Serge Lalou, Gerhard Meixner y Roman Paul.
Música: Max Richter.
Montaje: Nili Feller.
Dirección artística: David Polonsky.




Esta película del cineasta israelí Ari Folman, que participó en la Guerra del Líbano de 1982 fue una de las más premiadas y reconocidas a nivel internacional durante el 2008. Ganó el Globo de oro a mejor película de habla no inglesa y estuvo nominada a los óscars en la misma categoría aunque finalmente venció la japonesa “Departures”. Es otro botón de muestra de la calidad del cine hecho fuera de Estados Unidos, una tendencia que va a más en los últimos años y que durante el 2008 tiene claro ejemplo en películas como “Gomorra”, “Mongol”, “4 meses, 3 semanas, 2 días”, la propia “Departures” la multipremiada “Slumdog millionaire”.

La película es en realidad un documental en el que el propio director y varios veteranos comentan sus recuerdos en el Líbano en una experiencia cercana al psicoanálisis. En realidad la película tiene mucho de sesión en la que el protagonista dialoga tratando de recuperar unos recuerdos que ha perdido seguramente por la experiencia traumática que supuso para él la matanza de Sabra y Chatila y comienza con una jauría de perros que acuden a buscar a Ari en un ambiente de pura pesadilla. De hecho, al ser una película de animación, el director busca con las sombras, los cielos y los fondos recrear un escenario claustrofóbico y malsano de tono surrealista que conecta muy bien con lo que quiere expresar. Lo sorprendente es que cuando, al final, introduce imágenes reales, éstas, con su luminosidad y su crudeza se tornan incluso más impactantes que la propia pesadilla.

Indudablemente la película es antibelicista y polémica y refleja el sinsentido de cualquier conflicto, en el que no deja de haber personas que luchan por vivir o sobrevivir y cuyas vidas se ven afectadas por causas que les sobrepasan ya sean personas de a pie o militares. Me ha gustado especialmente el momento en que uno de los veteranos narra como son atacados dentro de un tanque por un grupo de francotiradores y completamente desubicados, desconcertados por la sorpresa huyen sin armas y sin otro deseo que el de salvarse convirtiéndose después en algo tan innoble como un desertor. Es un episodio que demuestra como en un conflicto cualquiera está en manos del destino, de la casualidad, cómo nada queda bajo tu control y como cada acto termina siendo decisivo en un sentido u otro sin que pueda haber marcha atrás la mayoría de las veces de forma lamentable para uno mismo y para los demás. De alguna manera es una forma de desmitificar el tono épico de la guerra que hemos visto en otras muchas películas. Ari Folman deja claro que la guerra causa muerte y destrucción y provoca secuelas profundas en quien sobrevive.

También es interesante que siendo una película israelí y de un director israelí no se posiciona y en todo caso habla sobre el genocidio que se cometió sobre el pueblo palestino en el Líbano lamentándose del mismo. Hay una suerte de ironía en la historia de Israel cuyo pueblo fue víctima de un genocidio y ha sido o es responsable de otro. La lección a aprender es que la violencia sólo engendra más violencia, horro y pesadilla como la que muestra esta película a través de sus impactantes imágenes animadas.

En definitiva una película comprometida, desmitificadora, impactante, sobrecogedora y peculiar por sus imágenes y su concepción como documental de animación; pero esencialmente una pelìcula necesaria porque recuerda para que nadie olvide.

sábado, 23 de mayo de 2009

"Hermanos de Sangre" (2001)




OBRA MAESTRA
Título original: BAND OF BROTHER
Protagonistas: Damian Lewis, Donnie Wahlberg, Ron Livingston, Matthew Settle, Rick Warden, Frank John Hughes, Scott Grimes, Neal McDonough, Rick Gomez, Eion Bailey, James Madio, Kirk Acevedo, Michael Cudlitz, Richard Speight Jr., Dexter Fletcher, Ross McCall, Shane Taylor, Peter McCabe, Robin Laing, Matthew Leitch, David Schwimmer, Marc Warren, Peter Youngblood Hills, Mark Huberman, Dale Dye, Nicholas Aaron, Ben Caplan, Mark Lawrence, Tim Matthews
Género:BÉLICA
Distribuidora: WARNER
Música: MICHAEL KAMEN
Nacionalidad: ESTADOS UNIDOS.


Había visto ya "Hermanos de Sangre" poco después de que la estrenaran en Tele 5 en uno de esos horarios imposibles gracias a un amigo que me pasó unos vídeos y me pareció magnífica. Durante las vacaciones de verano, aprovechando mis vacaciones me dediqué a recuperarla ya en DVD, con pantalla grande, proyector y dolby digital (no lo digo para fardar, sino para explicar que le ha sacado todo el partido posible a las imágenes) y me pareció definitivamente una OBRA MAESTRA de la televisión y sin duda alguna una de las mejores series de televisión que he visto en mi vida. Desde luego crece con el segundo visionado y eso es sinónimo de calidad.Viendo el cine actual muchas veces en los últimos años nos hemos preguntado dónde están los sucesores de los genios que poblaban los grandes estudios de Hollywood y que hicieron posible décadas de cine tan fabulosas, ricas y memorables como las de los años 30, 40 y 50 (la época dorada de Hollywood). La tradición audiovisual de aquellos tiempos no ha podido perderse y desde luego no lo ha hecho, pero los herederos de tan magníficos operadores, técnicos, guionistas y directores está mayoritariamente en las productoras de televisión. Sólo hay que hacer recuento de las magníficas series que nos llegan y nos han llegado en los últimos años.


"Hermanos de sangre" nace a partir de un proyecto cinematográfico, el de "Salvar al soldado Ryan" y lo hace porque Steven Spielberg y Tom Hanks (productores de la serie) se dieron cuenta que tenían mucho más que contar sobre la segunda guerra mundial, disponían de los medios necesarios para hacerlo y sentían un deber moral con los veteranos con los que trabajaron para hacer la película. Viene a ser algo parecido a lo que el propio Spielberg hizo con el documental homenaje a los judíos víctimas del holocausto tras "La Lista de Schindler" en 1993.La serie la he recuperado en la edición en DVD que con caja casi de edición de coleccionista salió a la venta en España hace unos años. Consta de 6 DVDS con los diez episodios de la serie, un documental con los veteranos de la compañía Easy, vídeos de los diarios de rodaje y un especial de cómo se hizo la serie. En total más de 10 horas de imágenes inolvidables y, sin duda, un homenaje inolvidable para los miembros de la compañía Easy, protagonista de la serie, algunos de ellos todavía con vida y que se reúnen anualmente para compartir experiencias y recordar viejos tiempos.

Como rezan los créditos de la serie:
"En 1942, los voluntarios paracaidistas debían saltar tras las líneas enemigas. Entre ellos, estaba la compañía que luchó en primera línea de la guerra europea. Saltaron con paracaidas sobre Normadía el Día D, lucharon para la liberación de Holanda, resistieron durante la Batalla de las Árdenas y conquistaron el Nido del Águila de Hitler. Esta compañía sufrió el mayor número de bajas de la guerra. Eran los hombres de la Compañía Easy. 506º Unidad Infantería Paracaidista. 101ª División Aerotransportada. Esta es su historia."La serie se estrenó en Estados Unidos en septiembre de 2001 y consiguió 6 premios emmys (entre los que se encuentran el de mejor mini-serie, casting y director) y un globo de oro. Su presupuesto fue de 120 millones de dólares y fue el proyecto estrella de la HBO en colaboración con Dreamworks y Play Tone. Está basada en varios best sellers de Stephen E. Ambrose y en relatos verídicos de veteranos de la guerra que también aparecen al comienzo de los episodios explicando sus experiencias.


Su calidad técnica es innegable. Está rodada con técnicas del momento, simulando algunos de los documentales e imágenes de los que se disponen de la época pero actualizando sus imágenes. Su fotografía, por ejemplo, está desaturizada y da sensación de haber sido rodada en otra época, pero lo que vemos en pantalla suena a real, próximo, verosímil y las escenas de acción están a la altura de las mejores del cine actual. De hecho Hanks y Spielberg se tomaron la serie como un proyecto de gran envergadura y se han aprovechado las técnicas de "Salvar al soldado Ryan", con la que la serie tiene un relación estrecha. Otro aspecto muy destacable es que casi toda la serie fue filmada en escenarios exteriores en Inglaterra (el rodaje tuvo lugar durante nueve meses en Hatfield) y ello contribuye a darle una gran fuerza visual. No obstante, también se usan escenarios y decorados de una calidad sobresaliente (en especial el del bosque de Bastogne).Especialmente reveladores de cómo fue el rodaje y de la importancia que le dieron a la serie son los vídeos que el actor Ron Livingston filmó sobre las semanas en las que el equipo al completo se estuvo formando militarmente con el capitán Dale Dye. Los 40 ó 50 actores que componen el grupo principal fueron adiestrados durante días como si de un pelotón militar se tratara y eso da cuenta de la dedicación y esmero que se puso en la serie y se deja notar posteriormente en sus interpretaciones.Uno de los aspectos que más me gustan de esta serie es que no se hace un canto patriótico al modo del cine bélico de muchas grandes superproducciones. Algunos títulos como "Objetivo Birmania", "Los cañones de Navarone", "El día más largo", "Sangre, sudor y lágrimas", "La patrulla perdida", "Destino Tokio" o "Patton" han tratado de ensalzar el mundo militar y las hazañas del ejército convirtiéndolas en una suerte de épica moderna; pero también hay otras películas como "Senderos de gloria", "Nacido el 4 de Julio", "El regreso", "La delgada línea roja" o "Apocalypse now" que muestran el sinsentido de la guerra o el infierno que ésta supone. "Hermanos de sangre" está a medio camino y resulta mucho más verosímil que cualquiera de estos dos tratamientos. Lo que se pretende hacer es un homenaje a las personas que dieron sus vidas o sus esfuerzos en la segunda guerra mundial, pero no se busca ensalzar al soldado como máquina de matar, ni como defensor de la patria, lo que se busca es la verdad de su experiencia como ser humano y eso es lo que te llega y lo que hace grande a la serie.

De inicio sorprende que la banda sonora de Michael Kamen (magnífica por cierto y de esas que perduran en el recuerdo durante días y días) no es rimbombante ni busca la grandiosidad. Es melódica, melancólica, agridulce y esto es porque se acomoda perfectamente a lo que pretende la serie, a cómo es la serie, a lo que cuenta.Particularmente me encanta que sea sobretodo y ante todo una serie de personajes y que se centre en sus vivencias. En los momentos de alegría, de pena, de recogimiento y de batalla, porque eso la hace más creíble, más verosímil, más próxima. No hay presentaciones, de repente te encuentras como espectador siendo un miembro más del pelotón y como, si de verdad formaras parte de la compañía Easy, vas conociendo poco a poco a tus compañeros. Estoy pensando que esta serie es muy masculina. Es decir, se comprende muy bien en qué consiste entrar a formar parte de un grupo humano formado por hombres, ya que no aparecen apenas mujeres en el relato (no por capricho o machismo, no combatieron). Las bromas iniciales, aparentemente superfluas y superficiales, vas dándote cuenta que son un recurso para huir de la tensión; vas comprendiendo la camaradería entre unos y otros; cómo se apoyan; como se comprenden con una mirada, un guiño o una broma; el respeto que se crea o no entre ellos; la admiración en ocasiones y sobretodo se deja ver la amistad que van formando, el sentido de clan, de grupo que lucha unido contra la adversidad. Terminas sintiéndote compañero de todos los personajes y los conoces casi exactamente a como lo harías estando allí porque sólo hay pinceladas del comportamiento en batalla de cada uno de ellos. Y esto es algo que Spielberg no podía conseguir del todo en "Salvar al soldado Ryan" porque no le daba tiempo en una película para explicarlo adecuadamente y en ese sentido la serie es única.

En realidad es una serie coral sin protagonista porque el protagonista esla propia compañía Easy, pero sí es cierto que hay un personaje que sobresale y que hace las veces de narrador gran parte del tiempo. Se trata de Winters (foto de la izda), un personaje introspectivo, de gran humanidad e innegable valía militar, al que vemos en numerosas ocasiones en silencio, reflexionando, comprendiendo que la guerra y matar no tiene nada de grato.

Pero no sólo está dirigida la serie para quien quiere sacarle un partido digamos humanista, también hay cabida para quien busca emoción, acción, entretenimiento e incluso hay momentos que explican muy bien quién, cómo y por qué se termina convirtiendo en héroe de guerra (fijaros los que la veais en el Teniente Spears, cualquiera le acompañaría hasta el infierno mismo confiando en sobrevivir). Todo hay que decirlo, Spears (foto dcha) es el contrapunto de Winters y ambos mis dos personajes favoritos de esta maravillosa serie.
Si no la habéis visto os recomiendo que lo hagáis y si lo habéis hecho veréis como crece en visionados sucesivos. Antológica.Por cierto, están preparando una segunda parte sobre la segunda guerra mundial en el Pacífico. Ardo en deseos de verla.



miércoles, 20 de mayo de 2009

“X men orígenes: Lobezno” (Gavin Hood, 2009)

**
País: USA.
Duración: 107 min.
Género: Acción, ciencia-ficción.
Interpretación: Hugh Jackman (Logan/Lobezno), Liev Schreiber (Víctor Creed/Dientes de Sable), Danny Huston (William Stryker), Dominic Monaghan (Chris Bradley), Ryan Reynolds (Wade Wilson/Masacre), Taylor Kitsch (Remy LeBeau/Gambito), will.i.am (Wraith), Lynn Collins (Kayla), Daniel Henney (David North/Agente Zero), Kevin Durand (Frederick J. Dukes/La Mole).
Guión: David Benioff y Skip Woods.
Producción: Lauren Shuler Donner, Ralph Winter, Hugh Jackman y John Palermo.
Música: Harry Gregson-Williams.
Fotografía: Donal McAlpine.
Montaje: Megan Gill y Nicolas de Toth.
Diseño de producción: Barry Robison.


“Lobezno” ejemplifica lo que el cine estadounidense ofrece hoy en día desde los grandes estudios para atraer al público que potencialmente llena los cines en época estival, mucha acción, personajes con glamour (en este caso una apuesta segura porque la trilogía de “X men” funcionó muy bien y el careto de Hugh Jackman es hoy por hoy garantía de taquilla) y un ritmo visual bastante elevado que hace que uno no pueda salir del cine enfadado ya que, como mínimo, se le ha pasado el rato rápido.

En fin, sí, la película es entretenida, pero no puedo dejar de pensar que este tipo de películas me gustaban más antes y no sé muy bien si es porque ya he visto muchas de este tipo y ésta no deja de ser otra más o porque realmente es flojita. En cualquier caso deduzco que no soy un buen espectador para esta película porque en general lo que he sondeado no ha sido tan negativo como mi opinión. Lo curioso es que sí he disfrutado con las dos primeras “X men” (con las que “Lobezno” tiene poquito que ver, la verdad), con los “Batman” de Nolan o con los “Spiderman” de Raimi por poner varios ejemplos.

A mí que Lobezno haga un derrape inverosímil ayudándose de sus garras, que se lance sobre un helicóptero y lo destruya, que Wraith entre en una sala sorteando balas con dos katanas, que Gambito escale paredes con dos bastones o que Lobezno, dientes de sable y Wraith peleen como lo hacen provocando ese sumun de la destrucción que es el final me deja frío y es así porque me parece todo excesivo, porque no lo veo creíble y no me emociona. Y cualquiera al leer esto puede decir ¿qué esperas de una película de este tipo? Pues es que yo pienso que hasta en el fantástico y en las películas de superhéroes tiene que haber una suerte de realismo. Es decir, los personajes pueden ser capaces de hacer cosas increíbles, pero tiene que haber siempre una coherencia, que no puedan hacer “cualquier cosa” y “porque sí” y esto es lo que me parece en esta película y no en todas las que he citado antes. Al menos las dos primeras “X men” de Bryan Singer sí tenían esa coherencia, si emocionaban, si te atrapaban en la trama y en la intriga interna de la película (la tercera era floja floja, como ésta y curiosamente fue la que más recaudó para nuestra desgracia porque los estudios en lo que más se fijan es en eso).

“Lobezno” arranca fuerte con unos títulos de crédito iniciales prometedores pero nada más comenzar, con las primeras escenas uno ya se queda K.O. pensando ¿y qué más? Por no hablar de que se desaprovecha por completo lo que podría haber sobredimensionado argumentalmente la película que es la tensa relación cada vez a peor entre “Lobezno” y “Dientes de sable” o el drama romántico de “Lobezno” o incluso su soledad en un momento dado. Cuando la película, justo a mitad, parece querer remontar y nos regala los momentos más emotivos en el encuentro entre Lobezno y los dos ancianos de nuevo entramos en la vorágine de los efectos especiales y la intensidad sólo es visual. La película va dando tumbos en ese sentido y tan pronto te engancha como te vuelve a soltar, que curiosamente es casi siempre cuando quieren noquearte a base de efectos visuales, que por otro lado no siempre están conseguidos (¡¡¡Vaya bazofia por cierto la sorpresita con careto virtual incluido al final!!! que enlaza esta película con la primera “X men” como si de una precuela se tratara).

Argumentalmente la película sí cumple bien el papel de explicar los orígenes de Lobezno con coherencia pero el guión da para bien poco y el director, Gavin Hood (extrañísima elección de la productora porque había dirigido anteriormente “Totsi” y “Expediente Anwar” que nada tienen que ver) se pierde con escenas pirotécnicas seguramente impuestas por lo que 20Th Century Fox y Marvel creen que va a impactar más. Realmente lo que impacta, al menos a mí, es que dejen trabajar a directores como Bryan Singer que saben lo que se hacen o que dejen actuar a Hugh Jackman y Liev Schrieber que podrían haber dado mucho más de sí únicamente hablando y sin tanta pelea que al final termina siendo insulsa (y digo estos dos actores porque el resto, en general, bastante flojitos). Una pena, me he quedao casi como estaba y esperaba mucho más, la verdad.


domingo, 17 de mayo de 2009

"Escondidos en Brujas" (Martin McDonagh, 2008)

***
Guión: Martin McDonagh.
País: Reino Unido.
Duración: 107 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Colin Farrell (Ray), Brendan Gleeson (Ken), Ralph Fiennes (Harry), Clémence Poésy (Chloë), Jérémie Rénier (Eirik), Thekla Reuten (Marie), Jordan Prentice (Jimmy).
Producción: Graham Broadbent y Pete Czernin.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Eigil Bryld.
Montaje: Jon Gregory.
Diseño de producción: Michael Carlin.
Vestuario: Jany Temime.



“Escondidos en Brujas” es la primera película del dramaturgo Martín McDonagh que también firma el guión y trata sobre dos delincuentes irlandeses que se refugian en la ciudad belga de Brujas a la espera de órdenes de su jefe. Donagh construye una película peculiar sobre la amistad y la fatalidad a medio camino entre comedia negra y drama a partir de un guión que si se caracteriza por algo es por la pura imprevisibilidad. Cuando el espectador está frente al argumento no puede anticipar nada de lo que va a ver y queda sorprendido una y otra vez, probablemente esto es lo mejor de la película.

El año 2008 “In bruges”, que ese es su título original, se convirtió en una de las sorpresas agradables del año, más que nada porque poco se esperaba de ella y resultó muy por encima de las expectativas. Pienso que el gran acierto a parte de un guión bien urdido y original es una dirección muy correcta y el buen hacer de los protagonistas aunque al contrario que la mayoría de críticos a mí Colin Farell no me termina de convencer en su papel, está algo sobreactuado, como Ralph Fiennes que en cambio sí me parece que actúa mejor. Desde luego para mi gusto el que se sale, como casi siempre, es un magnífico Brendan Gleeson, que borda su personaje y el enano, perdón “menudo” Jordan Prentice, que termina convirtiéndose en protagonista de uno de los momentos más impactantes de la película. También hay que destacar la banda sonora y la ambientación en la ciudad de Brujas.

En definitiva una película que sorprende, sobretodo si de ella no se espera mucho. Sobretodo lo que no ha de hacerse es verla como una comedia tal y como se quiso vender, porque aunque haya mucho humor negro, mucha mala leche de fondo, mucho escepticismo y fatalidad , no se trata de una película para reír en modo alguno, aunque se termine sonriendo en más de una ocasión.


sábado, 16 de mayo de 2009

"Rommel, el zorro del desierto" (Henry Hathaway, 1951)




***
TITULO ORIGINAL: The Desert Fox: The Story of Rommel
DURACIÓN 85 min.
PAÍS: EEUU
GUIÓN Nunnally Johnson (Historia: Desmond Young)
MÚSICA Daniele Amfitheatrof
FOTOGRAFÍA Norbert Brodine (B&W)
REPARTO James Mason, Cedric Hardwicke, Jessica Tandy, Luther Adler, Everett Sloane, Leo G. Carrol
PROCDUTOR: Nunnally Johnson
PRODUCTORA 20th Century Fox



Henry Hathaway, uno de los grandes directores de todos los tiempos y quizás menos valorado de lo que debería pese a grandes títulos como “El beso de la muerte” (1947), “Niágara” (1953), “El jardín del diablo” (1954), “El fabuloso mundo del circo” (1964), “Los cuatro hijos de Katie Elder” (1965) o “Valor de ley” (1969), firmó en 1951 una película sobre los últimos días de la vida de Rommel con espíritu histórico e intención aleccionadora y un tono a medio camino entre el biopic, el género bélico-histórico y el pseudodocumental.

Rommel fue y es la figura más apreciada del régimen nazi de Adolf Hitler tanto por su importancia militar como por el injusto final que sufrió a pesar de sus méritos. Su valía contrasta con la fatalidad de su destino y refleja claramente el sinsentido y la crueldad despiadada del nazismo.

Los hechos que relata Hathaway hubieran dado para un intenso drama, no obstante, el director elige una narración menos dramática en la que se realza el sentido del honor y el deber del personaje y se opta por un planteamiento pseudodocumental (hay numerosas imágenes reales de documentos bñelicos intercaladas entre las escenas filmadas para esta película) y de tono histórico sin apenas florituras argumentales de cara al público (de hecho se prefieren las escenas de interior y los diálogos políticos-militares del personaje con el alto mando o su familia que los combates en los que destacó Rommel como militar). Esta es la principal razón de que la película tenga más valor como documento que como producto de evasión, pero Hathaway ajusta adecuadamente la duración y el ritmo fílmico para que la película interese y no haga distanciarse al espectador. James Mason hace el resto con una actuación modélica que refleja el carisma y rectitud del personaje al tiempo que emociona sin apenas frases o escenas para conmover, brillante e impactante sí lo es pese a todo la despedida de Rommel de su familia y la manera en que le comunican su final.

En toda la película late el principio del führer de “vencer o morir” y demuestra el sinsentido del propio lema, de un régimen derrotado e incapaz de asumir sus propios errores y de un líder despiadado y brutal (magníficas y muy esclarecedoras todas las apariciones del líder alemán). Además se insinúa la más que posible implicación de Rommel en el complot que intentó acabar con la vida de Hitler y se señala la conexión a través de Kartl Strolin, alcalde permanente de Stuttgart por lo que la película conecta bien con la reciente “Valkiria” de Bryan Singer y protagonizada por Tom Cruise que relata el intento de asesinato de Hitler llevado a cabo por Claus von Stauffenberg en 1944.

Una interesante película que, aunque no posee la intensidad que le hubiera dado un tratamiento más dramático, posee la fuerza de la exposición de unos hechos terribles e impactantes por sí mismos por el mero hecho de ser reales y por el buen hacer de todo el reparto encabezado por un magnífico James Mason.



lunes, 4 de mayo de 2009

“Déjame entrar” (Tomas Alfredson, 2009)

****
Título original: Låt den rätte komma in
País: Suecia
Duración: 115 min.
Género: Drama, Romance, Thriller, Terror
Reparto: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg, Ika Nord, Mikael Rahm, Karl-Robert Lindgren, Anders T. Peedu, Pale Olofsson, Cayetano Ruiz, Patrik Rydmark, Johan Sömnes, Mikael Erhardsson, Rasmus Luthander, Sören Källstigen, Malin Cederblad, Lena Nilsson, Berndt Östman,
Guión: John Ajvide Lindqvist
Productora: Sveriges Television (SVT), EFTI, Chimney Pot, The, Fido Film AB, Filmpool Nord, Ljudligan, Sandrew Metronome Distribution Sverige AB, WAG
Fotografía: Hoyte Van Hoytema
Guión: John Ajvide Lindqvist
Maquillaje: Maria Strid
Montaje: Dino Jonsäter, Tomas Alfredson
Música: Johan Söderqvist
Novela original: John Ajvide Lindqvist

Aunque “Déjame entrar” está produciendo auténticos ríos de tinta, aunque es el último éxito del cine europeo (es sueca para más señas), aunque la crítica la apoya casi unánimemente y aunque a mí me ha gustado y bastante nunca sé si recomendar o no este tipo de películas porque entiendo que su disfrute exige una cierta implicación en quien la ve. Es mucho más fácil recomendar otro tipo de cine más asequible o hubiera sido mucho más fácil recomendar “Crepúsculo” si hubiera hecho la reseña antes y no es caprichoso nombrar esta película y quien vaya a ver “Déjame entrar” sabrá enseguida por qué.

Lo primero que he de dejar claro es que es mejor no decir de qué va esta película, no contar nada de su argumento porque pienso que es mucho mejor enfrentarse a ella sabiendo, sin más, que es un relato de terror y tengo la convicción de que la disfrutará más quien no sepa nada.

Esta película me recuerda una reflexión que le oí a Carlos Pumares (no sé si es suya pero se la recuerdo a él) que consistía en que las historias estaban todas contadas ya y que lo que importaba realmente era cómo estaban contadas. Pues bien, este es el ejemplo claro y evidente de algo que seguramente habréis visto, que os sonará familiar, pero que está contado de otro modo.

Al margen del componente de terror, que sin duda existe y es intenso según a quién le pille y cómo le pille (no la dejaría ver a ningún niño por la intensa carga de terror psicológico que existe) hay una suerte de suspense y estética en esta película que la hace especial y única. Dándole vueltas a esta idea se me ha ocurrido que quizás lo que la caracteriza es que utiliza un aspecto que le es propio a la cinematografía nórdica como la conexión entre el exterior y el estado anímico de los personajes para crear una atmósfera distinta, una ambientación jamás vista. Uno tiene la sensación desde el primer minuto de entrar en un terreno inexplorado, en territorio virgen cinematográfico por así decirlo.

La película arranca con una imagen de nieve cayendo en la oscuridad y extraños sonidos de fondo casi inaudibles que tienen que estar hechos a posta que sólo consisten en el viento y la nieve crepitando y provocan una intensa sensación de inquietud. El desasosiego crece cuando se ve al niño protagonista tras la ventana de su habitación diciendo “grita como un cerdo”. Es un comienzo espectacular que te transporta directamente a otra realidad y que te impulsa a querer saber más y más.

Los mecanismos fílmicos que crean en el espectador ese deseo de conocer porqués y razones y la extraña atmósfera que envuelve a los personajes son sin duda los dos grandes aciertos de esta película, al margen de la visión de su director, Tomas Alfredson, para apostar por este proyecto, basado en la novela de John Ajvide Lindqvist (atención a este nombre) como un nuevo y rotundo éxito internacional y por no hablar de los dos niños protagonistas que están sencillamente insuperables.

No es fácil penetrar en esta película y dejarse llevar por su propuesta, quien más quien menos echará de menos un ritmo narrativo más acelerado o una mayor enjundia argumental, pero es que este es otro tipo de cine del que vemos habitualmente. No importa tanto el qué sino el cómo se cuenta y realmente lo importante no son los sucesos que se ven en pantalla (que también, algunos de ellos brutales e impactantes como pocas veces hemos visto en una película de terror) sino la manera en que se crea el suspense, el terror psicológico (muchas veces con sucesos que acontecen fuera de plano y que nuestra imaginación convierte en mucho peores y más intensos), el tono lírico de muchas escenas y la intensidad de las relaciones entre los personajes, mucho más sobrecogedora y emotiva que en otras muchas películas del género.

En “Déjame entrar” late el buen cine, cada escena apabulla visualmente, cada toma tiene una finalidad expresiva y muestra una manera diferente de entender cómo contar una historia de este tipo y lo mejor de todo, al margen de lo puramente estético o artístico es que los personajes te impactan de una manera definitiva (absolutamente sensacional Lina Leandersson en ese sentido) y puedes comprender mejor que nunca que detrás del horror también existe un drama.

Una magnífica película, eso sí, no la recomiendo a todo el mundo. Hemos de reconocer que hay mucha gente que va al cine a divertirse, incluso en las películas de miedo y esta película no es precisamente la casa del terror en su significado más lúdico. En realidad no sé muy bien si su género no sería otro, quizás este: melodrama lírico de suspense terrorífico.


domingo, 3 de mayo de 2009

"En el estanque dorado" (Mark Rydell, 1981)

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Título original: On Golden Pond
País: Estados Unidos
Fecha de estreno: 17/03/1982
Duración: 109 min.
Género: Drama
Reparto: Katharine Hepburn, Henry Fonda, Jane Fonda, Doug McKeon, Dabney Coleman, William Lanteau, Christopher Rydell
Guión: Ernest Thompson
Música: Dave Grusin
Fotografía: Billy Williams
Distribuidora: C.I.C. (Consorcio Ibérico Cinematográfico)
Productora: Universal Pictures, Incorporated Television Company (ITC), IPC Films


“En el estanque dorado” ha quedado en el recuerdo cinematográfico principalmente porque sirvió a Henry Fonda para conseguir su único óscar como actor principal a poco tiempo de su muerte y a Katherine Hepburn el cuarto como actriz principal y porque reunió en una misma película al patriarca de los Fonda con su hija Jane; pero realmente esta película es mucho más que eso.

Se trata de la adaptación de una obra de teatro que se había representado en Broadway y por ello se centra sobretodo en escenas basadas en diálogos, casi todos de tono costumbrista, de una pareja de ancianos (Norman y Ethel) con su hija (Chelsea) o con un chaval de trece años (Billy), hijo de la última pareja de Chelsea, que queda durante un mes con el matrimonio. Las situaciones son un muestrario de las relaciones humanas de dos ancianos con la muerte a la vuelta de la esquina, con la autoconciencia de que el tiempo y las fuerzas se agotan y a pesar de ello con la ilusión por asirse a la belleza de lo que les rodea y de lo que son (representada físicamente por el paraje natural al que hace referencia el título y emotivamente por la relación entre ellos) y los conflictos generacionales son protagonistas de todos y cada uno de los resortes dramáticos del argumento.

No es una película de acción, no es una película en la que sucedan muchas cosas, sino más bien todo lo contrario. Lo más importante son los diálogos, lo que los personajes dicen y no dicen y en esa tesitura los actores son claves gracias a la carga expresiva de sus gestos en unos primeros planos fabulosos casi siempre (inolvidable sobretodo Henry Fonda en su papel de “viejo bobo” cascarrabias luchando contra su edad: "No es fácil hacerse viejo").
La adaptación del texto teatral es excepcional y gracias a ello Ernest Thompson ganó el tercer óscar para esta película que además estuvo nominada a mejor película, actriz secundaria, director, fotografía, sonido, banda sonora original y montaje y no ganó más porque este año la lista de contendientes en los premios de la Academia quitaba el hipo: “Carros de fuego”, “En busca del arca perdida”, “Rojos”, “Atlantic city” y “Ausencia de malicia”.

Este tipo de película tiene su propio público, de manera diferente a los éxitos revientataquillas como aquel 1981 fue “En busca del arca perdida”, pero en sí misma es perfecta independientemente de si cuenta o no con legiones de seguidores, cuenta a la perfección lo que pretende consiguiendo emocionar profundamente a quien se deja envolver en su atmósfera intimista y su tono poético. A parte de los actores, sin los que la película no sería la misma, destaca la dirección de Rydell, que logra el ritmo preciso para que narrativamente la película funcione sin caer en el aburrimiento, pero considero que son muy importantes la fotografía y la banda sonora para introducirnos en el ambiente con el que se pretende envolvernos, siempre con un tono lírico que multiplica la experiencia que propone la película.

El objetivo de esta película, su planteamiento, la acerca a un tipo de cine que fue muy característico en los finales de los 70’s y principios de los 80’s de corte existencial y costumbrista, a medio camino entre el drama y la comedia y que hablaba de algo tan trivial como las familias, sus conflictos íntimos, los dramas cotidianos huyendo de un cine más grandilocuente y acercándose más a los espectadores, a la gente de la calle a través de los problemas del día a día. Un subgénero iniciado de algún modo por “Annie Hall”, “La chica del adiós”, “Kramer contra Kramer” o “Gente corriente” y que el tremendo éxito “En el estanque dorado” contribuyó a consolidar antes de que llegara “La fuerza del cariño”.

Es tremendamente difícil no dejarse atrapar por la atmósfera lírica de esta película gracias a la envolvente banda sonora de Dave Grusin (ideal para escuchar en calma y relejarse en una atmósfera de placidez), por los idílicos paisajes del estanque del título más dorado que nunca gracias a la fotografía crepuscular de Billy Williams, por los múltiples momentos irrepetibles que nos regala, no reconocer en los personajes a alguien cercano o a nosotros mismos o en los escenarios a algún lugar que un día nos dejó ensimismados con la belleza de la naturaleza.


Tras cada línea de diálogo, tras cada sutil gesto, que gracias a los actores contienen multitud de implicaciones, surgen en esta película multitud de contenidas emociones y en algunos momentos explosiones de intensidad incontenible como en ese preámbulo del final con Henry Fonda y Katherine Hepburn rostro con rostro que a modo de una bomba atómica emotiva consigue derrotarme cada vez que veo esta película, de hecho ya van tres veces y sigue lográndolo. Hay muchos instantes que te remueven por dentro: “¿Sabes viejo bobo?, eres el hombre mas encantador de la tierra, pero yo soy la única que lo sabe” y no sólo instantes, también miradas (en eso Henry Fonda y Kate Hepburn están sensacionales, aunque también los está Jane Fonda cuando por fin se decide a compartir con su padre algo tan trivial y a la vez importante para ellos como ese salto al agua hacia atrás).
“En el estanque dorado” sigue resistiendo como pocas el paso del tiempo y de mi propia evolución y seguro que supera más visionados cuando entre en la edad idónea para disfrutarla, lo que demostrará que, como ya intuyo, esta es una película profundamente emotiva, intensamente lírica, arrebatadoramente sentimental, melancólica y poética como hay pocas. Esta es una película para siempre y en ella vivirán siempre Norman y Ethel como quintaesencia de esos ancianos que un día tuvimos a nuestro lado o algún día seremos.

Un maravilloso homenaje a la vejez y a la vida, a Henry Fonda y a Katherine Hepburn.