sábado, 28 de noviembre de 2009

Trailer - Avatar 2 (2009)

Trailer - Shutter island (Martin Scorsesse, 2009)

Trailer - Where the wild things are

Trailer - The hurt locker (2009)

Trailer - Nine (2009)

"Ponyo en el acantilado" (Hayao Miyazaki, 2008)




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Título original: Gake no ue no Ponyo
País: Japón
Fecha de estreno: 24/04/2009
Duración: 100 min.
Género: Familiar, Animación, Aventuras
Calificación: Apta para todos los públicos
Reparto: Yuria Nara, Hiroki Doi, Jôji Tokoro, Tomoko Yamaguchi, Yuki Amami, Kazushige Nagashima, Akiko Yano, Shinichi Hatori, Tokie Hidari, Emi Hiraoka
Guión: Hayao Miyazaki
Web: www.ghibli.jp/ponyo
Distribuidora: Aurum
Productora: Toho Company, Nippon Television Network Corporation (NTV), Studio Ghibli, DENTSU Music And Entertainment, Mitsubishi, Hakuhodo DY Media Partners, Walt Disney Company, The, Asahi Soft Drinks Company, Lawson, Yomiuri Shimbun


Supongo que a estas alturas a ningún aficionado a la animación se le escapa que estamos viviendo una época dorada de este género a nivel cinematográfico con varios estudios compitiendo por sacar uno o dos títulos al año y entre los que los pesos pesados se encuentran la norteamericana Pixar y los japoneses Estudios Ghibli.

El "buque insignia" de Ghibli es Hayao Miyazaki, el maestro de la animación japonesa, que desde que colaborara con Isao Takahata en las series Heidi, Marco, Ana de las Tejas Verdes o La abeja Maya para el estudio Zuiyô Enterprise se ha dedicado a la animación tradicional llegando hasta nuestros días con un puñado de trabajos soberbios, auténticas obras maestras del género.

La filmografía de Hayao Miyazaki cabe calificarla de "impresionante":

Lupin III: El castillo de Cagliostro (Rupan sansei: Kariosutoro no shiro), 1979 ****
Nausicaä del valle del viento (Kaze no tani no Naushika), 1984 ****
El castillo en el cielo (Tenku no shiro Rapyuta), 1986 ****
Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro), 1988 ****
Nicky, la aprendiz de bruja (Majo no takkyūbin), 1989 ***
Porco Rosso (Kurenai no buta), 1992 ****
La princesa Mononoke (Mononoke Hime), 1997 ****
El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi), 2001 *****
El castillo ambulante (Hauru no ugoku shiro), 2004 ****
Ponyo en el acantilado (Gake no ue no Ponyo), 2008 ****

Particularmente su obra maestra es "El viaje de Chihiro", óscar a mejor película de animación, y su producción más reciente me resulta la mejor, sin que eso suponga un demérito para las anteriores películas, ya digo que simplemente son apreciaciones y gustos personales porque desde un punto de vista objetivo toda su obra resulta exquisita.

"Ponyo en el acantilado" es otra delicia visual al nivel de sus últimos trabajos, pero regresando de alguna manera al tono más infantil de "Mi vecino Totoro", quizás más asequible para los espectadores más jóvenes.

Si se piensa a fondo "Ponyo" viene a ser una revisitación del clásico de la sirenita pero tamizado por la idosincrasia del cine de Miyazaki, que gusta de entremezclar el mundo real con un peculiar mundo de "dioses" en el que visualmente casi todo es posible.

El conflicto producido por el encuentro entre los seres humanos y los "dioses" le ha dado a Miyazaki sus mejores resultados en los últimos años y vuelve a repetir la fórmula en esta ocasión porque Ponyo no es realmente la sirenita, es un ser ajeno a la realidad, con capacidad para hacer "magia" y de amar a su amigo Sosuke de forma tan inocente como destructivas son las fuerzas de la naturaleza que provoca su incursión en el mundo real. Me encanta esto de Miyazaki, realmente no hay buenos ni malos en sus películas, al menos entre sus dioses, sólo hay fuerzas de la naturaleza, energías, seres que simplemente actuando como son y como han sido creados provocan consecuencias que escapan a su control o su deseo. Ponyo en este caso solo quiere estar y querer a Sosuke, pero en su afán, la naturaleza se desequilibra y se producen Tsunamis. Me parece que esta seña de identidad en todo el cine de Miyazaki es un magnífico recurso para demostrar que es un error etiquetar a los demás como buenos o malos ya que lo importante es entenderlos.

Esta película resulta conmovedora, como todas las de este director, pero como sucedía con Totoro el personaje de Ponyo resulta especialmente atractivo para el público más infantil y todos los acontecimientos se centran en su relación con otro niño pequeño, Sosuke, por lo que la perspectiva es esencialmente infantil y de un tono amable. Además no se prodiga demasiado en requiebros abstractos ni argumentales ni visuales como sí ocurría por ejemplo con "La princesa Mononoke" o "El viaje de Chihiro" y la trama viene a ser una aventura infantil no muy difícil de seguir pese a la interacción entre la realidad y la ficción.

Como todas las películas de Miyazaki, las fuerzas desatadas de la naturaleza y la intervención de los "dioses" da lugar a las imágenes más impactantes, de las que yo destacaría en este caso al momento, fascinante, en que Ponyo persigue corriendo sobre las olas a Sosuke o las escenas en que Ponyo y Sosuke usan el pequeño barquito de juguete para navegar y buscar a la madre de éste.

También resulta especialmente atractivo el diseño del pueblo en el que vive Sosuke con su madre y el faro que es también su casa, que se ven casi siempre con una perspectiva aérea muy del gusto de Miyazaki como se puede comprobar en muchos de los argumentos de sus otras películas.

En definitiva una película ideal para dejar volar la imaginación de los peques pero también para recuperar la infancia e introducirse en un mundo mágico que nadie recrea mejor que Hayao Miyazaki, un director único.

La saga de “Crepúsculo”


De pronto, un día, oímos hablar de "Crepúsculo", una novela de Stephanie Meyer publicada en 2005 que se decía estaba siendo un éxito rotundo de ventas en Estados Unidos y al poco tiempo se empezó a escuchar que se había convertido en una serie, que tenía continuaciones tanto o más exitosas y que se había pensado en hacer una saga cinematográfica. Los artículos en revistas y periódicos se multiplicaron, la televisión y el cine presentaron trailers y anuncios y de pronto nos encontramos todos ante un fenómeno sociológico y mundial muy en la línea en cuanto a repercusión de "Harry Potter" o "Millenium" ante el cual da igual que tengas o no interés, porque te rodea quieras o no.

La saga de “Crepúsculo” es pues un buen ejemplo de los fenómenos mediáticos mundiales de la actualidad que, independientemente de su calidad, arrastran una legión de seguidores y nos rodean sin remisión. Uno no está al día si no ha visto, leído o ambas cosas “Crepúsculo”, lo cual es producto de operaciones de marketing y por tanto hay que entender que hay mucho de producto comercial en la saga.

Por otro lado está el hecho de que dudo que ningún producto comercial lanzado a escala mundial pueda serlo sin poseer unos méritos, un cierto poder de captación, un cierto encanto.

Ante “Crepúsculo” hay dos posiciones extremos posibles, la de quienes se dejan llevar por sus méritos (por pequeños que sean) y quedan atrapados en la maraña del impacto mediático y la de quienes rechazan el producto por el mero hecho de serlo, por el mero hecho de crear a su alrededor una parafernalia con la que por principios no se está de acuerdo. Hay en cambio una tercera posición en la que me gustaría situarme que es la de quien pretende valorar el fenómeno de una manera objetiva viendo en él sus aspectos positivos y negativos.

Pienso que la legión de fans que por ejemplo arroparon a los actores en la presentación de “Luna nueva” en Madrid a mediados de noviembre (supongo que mayoritariamente si no unánimemente público femenino) se quedan solo con lo que les atrae de la saga que es su tono romántico, el punto morbosillo del argumento y en el caso de las películas la percha de los actores. En el caso de los detractores y enemigos acérrimos pienso que se quedan con lo negativo que resulta que en la sociedad actual importe más el porte físico o sea tan importante el sentimentalismo desaforado que desprende esta saga.

A mí personalmente no me interesa ni lo primero ni lo segundo. Sólo me interesa si un libro o una película me atrapan, me emocionan, me llegan, me entretienen y yendo ya al grano hablaré sobre el “Crepúsculo” y la “Luna nueva” cinematográficos que es de lo que puedo hablar porque los he visto.



***
Título original: Twilight
País: Estados Unidos
Fecha de estreno: 05/12/2008
Duración: 122 min.
Género: Drama, Romance, Thriller, Fantástico
Reparto: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Billy Burke, Ashley Greene, Nikki Reed, Jackson Rathbone, Kellan Lutz, Peter Facinelli, Cam Gigandet, Taylor Lautner
Guión: Melissa Rosenberg
Distribuidora: Aurum Producciones
Productora: Summit Entertainment, Maverick Films, Goldcrest Pictures, Imprint Entertainment, Temple Hill Entertainment, Twilight Productions


“Crepúsculo” me gustó, le encontré un punto interesante porque el planteamiento era de una cierta originalidad al presentar una historia de amor entre un vampiro y una humana sin caer en la ñoñería. De hecho se aprovechaba bastante bien el morbo y el conflicto que emanan del argumento y de la idea original, se incorporaba el plus de lo que supondría el encuentro en el ambiente cotidiano de un instituto, el fantástico se inmiscuía de manera efectiva en el mundo real y visualmente su directora Catherine Harwicke (responsable de la interesante “Thirteen” apostaba por un estilo indie e independiente que resultaba novedoso y peculiar).

Por su puesto “Crepúsculo” no era la mejor película posible (en poco tiempo se estrenó “Déjame entrar” y con un argumento similar aunque un planteamiento radicalmente distinto lo demostró), pero era una película correcta, entretenida y atrapó a mucha gente por su tono romántico y porque sus actores estaban muy bien escogidos para crear una legión de admiradoras adolescentes, especialmente Kristen Stewart, Robert Pattison y Taylor Lauttner (y con esto no digo que sean buenos actores, digo que están bien “escogidos”). Particularmente eché de menos que la película desarrollara más el componente terrorífico o fantástico del argumento y que se centrara tanto en el microcosmos de la adolescencia-juventud, pero es que al menos en la saga cinematográfica por lo que se ha apostado es por ello, por el melodrama adolescente y no por el fantástico adulto. Quizás se entienda mejor si digo que no se trata de una película fantástica de vampiros, sino más bien de un melodrama en que los personajes son chavales de dieciséis años que no pueden estar juntos porque Bella es humana y Edward un vampiro que la condenaría si se dejara llevar por lo que desea. No sé si se entiende, pero pienso que la sutil diferencia es la clave tanto del rechazo de unos como de la pasión de otros ¿o debería decir “otras”?.

Lo bueno que tenía “Crepúsculo” creo que era sobretodo su directora Catherine Harwicke tanto por el estilo visual que imprimió a la película, que la hacía diferente y con cierto halo de película independiente, como por lo bien que convirtió los devaneos sentimentales de los adolescentes protagonistas en una incursión en el mundo de los institutos tamizada por el toque fantástico que supone el que algunos de ellos sean vampiros y por el particular tono lírico que tenían las imágenes (aunque parte de la crítica considera que todo ello era responsabilidad del director de fotografía y del montaje). La trama y el ritmo de la película además eran apropiados y no se echaban de menos las dosis de acción típicas de este tipo de películas, que no llegaban hasta el final y que probablemente no estuvieron tan bien resueltas o al menos a mí no me convencieron del todo (quizás porque Harwicke era no era tan buena opción para las escenas de acción o porque los recursos para los efectos visuales eran escasísimos).




**
Título original: The Twilight Saga: New Moon
País: Estados Unidos
Año: 2009
Fecha de estreno: 18/11/2009
Duración: 130 min.
Género: Romance, Thriller, Terror, Fantástico
Calificación: No recomendada para menores de 13 años
Reparto: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Ashley Greene, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Kellan Lutz, Nikki Reed, Jackson Rathbone, Bronson Pelletier
Guión: Melissa Rosenberg
Distribuidora: Aurum
Productora: Summit Entertainment

En “Luna nueva”, tras el éxito mundial de la primera parte, se nota un planteamiento diferente por completo. La productora, Summit, tras toparse con un rotundo éxito económico (les costó 30 millones de dólares hacerla y recaudaron más de diez veces más) y después de las dificultades con Harwicke en el rodaje decidieron sustituirla por Chris Weitz, el director de “La brújula dorada”, un director “de encargo” y a las órdenes de producción para hacer una película visualmente más asequible, más luminosa, más proclive a dar a su público lo que quería ver (incluidos torsos desnudos de sus protagonistas femeninos que son jaleados con gritos y gemidos en las plateas, en fin, un argumento a favor de los detractores).

El caso es que visualmente “Luna nueva” ya no es peculiar y argumentalmente se centra sobretodo en los devaneos sentimentales de sus protagonistas resultando en muchos momentos pastelona, lenta cuando pretende ser melancólica y sentimental y ñoña en algunos momentos cuando el morbo debería impedirlo, perfecta para el público al que quiere atrapar pero ya no tan atractiva para el resto. No dudo que habrá muchísimas chicas jóvenes y chicos quizás también (aunque la emoción masculina se activa con resortes muy diferentes) que quedarán atrapados por el tono romántico y melancólico de la película, pero dudo que resistan esas sensaciones en su memoria o en visionados posteriores porque los actores distan mucho de trasmitir realmente lo que pretenden (la mejor del trío principal me parece no obstante Kristen Stewart) y la película se ve afectada por una importante falta de intensidad que sólo se recupera en los pocos momentos en los que se opta por la acción (tampoco bien resuelta pero sí más trepidante al menos).

El triángulo sentimental tenía su interés, pero lo realmente poderoso en esta continuación desde el punto de vista argumental era el acoso de Victoria y el asunto de los Volturi que han quedado en un segundo plano porque a la productora le interesaba más tener en pantalla todo el tiempo posible a sus tres actores principales y en especial a Taylor Lauttner con su impresionante físico o a Robert Pattison con sus rasgos angulosos y su expresión inquietante obnubilando a adolescentes. Pienso que ha sido un error porque eliminando o acelerando escenas en las que se toman demasiado tiempo o se insiste en exceso en primeros planos en los que apenas pasa nada, se podría haber dado más tiempo a las subtramas.

En definitiva una película argumentalmente entretenida, pensada esencialmente para un público adolescente pero que, en realidad, pese a su descomunal éxito comercial a nivel mundial, está peor resuelta de lo que podría haberlo estado (al menos es inferior a la primera parte y se ha desaprovechado lo bueno que aquella aportaba). Para demostrarlo solo diré que no se siente miedo cuando debería haberlo (¿alguien lo siente cuando los licántropos se transforman?), que no hay la tensión que debería haber en las escenas en que se busca (¿acaso la hay al final en el desenlace, que se resuelve de manera facilona y torpe) y que el conflicto sentimental de la protagonista no es tan intenso como debería (la relación de Bella con Edward y Jacob y sus dudas daban para muuuuuucho más).
La curiosidad: Javier Aguirresarobe como director de fotografía.

La tercera parte llegará en junio, ya está rodada y la presentará el director David Slade (“Hard Candy” y “30 días de oscuridad”) y la cuarta aún está en fase de preproducción. Veremos qué nos deparan las continuaciones, en principio “Eclipse” según cuentan quienes han leído las novelas tiene más meollo.



martes, 24 de noviembre de 2009

“2012” (Roland Emmerich, 2009)

**
País: USA.
Duración: 158 min.
Género: Acción, drama, ciencia-ficción.
Interpretación: John Cusack (Jackson Curtis), Chiwetel Ejiofor (Adrian Helmsley), Amanda Peet (Kate Curtis), Oliver Platt (Carl Anheuser), Thandie Newton (Laura Wilson), Danny Glover (presidente Thomas Wilson), Woody Harrelson (Charlie Frost), Morgan Lily.
Guión: Roland Emmerich y Harald Kloser.
Producción: Harald Kloser, Mark Gordon y Larry Franco.
Música: Harald Kloser y Thomas Wander.
Fotografía: Dean Semler.
Montaje: David Brenner y Peter S. Elliot.
Diseño de producción: Barry Chusid.
Vestuario: Shay Cunliffe.
Estreno en USA: 13 Noviembre 2009.
Estreno en España: 13 Noviembre 2009


Durante una semana “2012” ha sido el título preferido en los cines españoles, justo el tiempo en que ha tardado en llegar la segunda parte de la saga de Crepúsculo, “Luna nueva”, así de efímero es el mundo del cine y de las modas de taquilla, aunque no hay que engañarse, la película será de las de mayor recaudación en todo el mundo durante el presente 2009.

La carrera cinematográfica de Roland Emmerich viene marcada por varios títulos en la misma línea que “2012” y se ha convertido en un director en el que confiar para los grandes estudios porque sus películas tienen el gancho de la espectacularidad de las imágenes, que es algo que enganchó con “Stargate” (1994), “Independence day” (1996), “Godzilla” (1998), “El patriota” (2000), “El día de mañana” (2004) o “10.000” (2008).

Basta con ver alguna imagen de los trailers de sus películas para que ir a verla se convierta en algo irresistible aunque dudo que después todo el mundo quede satisfecho. El caso es que ninguna de sus películas está cerca si quiera de ser una gran película, ninguna es redonda y sin embargo, sabiéndolo, siendo consciente de que Emmerich es un encantador de serpientes y de que sabe “vender la burra” como nadie se sigue pagando la entrada y se sigue dando por aceptable lo que se ve. Es un poco el truco de la barraca de feria y en definitiva el cine también es eso, también es evasión sin trascendencia y espectáculo pirotécnico.

Asumido pues que “2010” es “cine palomitero” cabe preguntarse si lo damos por bueno o deberíamos exigir más. ¿Basta solo con sentarse en una butaca y dejarse llevar por las imágenes o pedimos un plus? Y lo pregunto en alto porque yo dudo seriamente que valga todo o al menos a mí no me vale. No me es suficiente pasar dos horas y pico (en este caso largas y no sólo en el sentido cuantitativo) entretenido viendo imágenes espectaculares en una pantalla, además quiero emoción, tensión y soltar toda la adrenalina que pueda.

¿Quién no siente curiosidad por ver cómo un cataclismo destroza medio mundo o cómo una ola gigante inunda los valles del Everest? Visualmente son imágenes irresistibles y argumentalmente es un punto de partida con mucho gancho, la verdad es que toda historia apocalíptica lo es y por eso Emmerich reincide, porque nos tiene ganados a los espectadores de antemano; pero no son sólo imágenes lo que le pedimos a una película de esta índole. Eso Emmerich también lo sabe y por eso introduce varias historias paralelas a la principal, de gente normal y corriente para emocionarnos, lo malo es que no lo consigue o al menos no como nos gustaría.

Yo plantearía una comparación a dos niveles. Por un lado plantearos si “2010” os emociona y tensiona tanto como “Mentiras arriesgadas” (James Cameron), “Depredador” (John McTiernan) o “Parque jurásico” (Steven Spielberg). Ya sé que son historias que nada tienen que ver pero mientras unas te tienen en vilo de inicio a fin y con el corazón en un puño siempre que se desata la acción, “2010” solo lo hace en momentos muy puntuales. Por otro lado pensemos si respecto a otras películas catastrofistas ésta se encuentra a un buen nivel porque yo lo dudo. Al menos “La aventura del poseidón”, “El coloso en llamas”, “Aeropuerto” o la misma “Titanic” me emocionaban y entretenían tanto o más que ésta.

Mi conclusión sobre Roland Emmerich, sobre esta película y sobre todas las que ha hecho es que es un magnífico vende burras pero que el producto que vende a fin de cuentas es como ese juguete que de crío te entraba por lo ojos pero te terminaba aburriendo a los dos días. Emmerich seguramente no tiene dificultades para vender sus historias y proyectos a los grandes estudios (es siempre coguionista) porque todos ellos parte de la espectacularidad y como siempre hace taquilla no tienen miedo en arriesgar en él, pero naufraga al urdir lo que realmente importa, la coherencia interna de lo que cuenta, las relaciones entre los personajes o sus motivaciones y el ritmo mismo de sus películas.

Emmerich está magníficamente dotado para rizar el rizo, para idear escenas tan delirantes como la de un avión pasando entre edificios o bajo un tren descarrilando y cayendo al vacío o la de una ciudad cayendo literalmente al mar; pero cosa muy distinta es que logre emocionarnos, que realmente es lo que le gustaría hacer y no consigue, al contrario de otros directores que sí lo hacen como Spielberg o Cameron. En este sentido Emmerich está más en la línea de Michael Bay, son directores a los que probablemente el tiempo ponga en su sitio en cuanto los efectos de sus películas queden desfasados.

Quizás consciente, de que sus principales virtudes se basan en la capacidad para crear proyectos visualmente atractivos y venderlos y no tanto en la capacidad para emocionarnos con sus dramas o construir argumentos sólidos, Emmerich suele imprimir a los acontecimientos que rodean a sus personajes un cierto tono autoparódico. No sé muy bien si ello me gusta o me disgusta porque de hecho le resta aún más “peso” dramático a algo que debería tenerlo pero cuando menos aporta algo de sensatez aunque parezca contradictorio. Es como si con sus “chistes” nos guiñara el ojo dando a entender que sus películas tampoco han de tomarse muy en serio. Ver en este caso a Woody Harrelson haciendo el locatis o al magnate ruso con sus repelentes hijos haciendo de ser repulsivo sólo causan jocosidad y quitan todo el hierro al asunto que debería tenerlo, es decir, lo que le ocurre al personaje protagonizado por John Cusack. Y eso por no hablar de las escenas del perrito o de todas aquellas que desafían todas las reglas físicas y que tanto me han recordado la que para mí es el no va más de este tipo de escenas: el armadillo lunar de “Armaggedon” dando saltos por el satélite.

En fin, el caso es que no se trata de una película no recomendable, mucha gente se lo pasará teta viéndola y encima es lo que quiere ver y no otra cosa, pero si se es riguroso o simplemente si se ha visto mucho cine de acción y hay con qué comparar, a “2010” le pasa como a “10.000” y en menor medida a las películas anteriores de Emmerich, que mucho ruido y pocas nueces.

Lo que más me entristece es que Emmerich está versionando la obra maestra de Isaac Asimov “Fundación”. ¿Pero es que no había otro director? Por favor, HBO, haced una versión como dios manda.

lunes, 2 de noviembre de 2009

José Luis López Vázquez (Madrid, 11/03/1922 - 2/112009)



Observar la filmografía de José Luis López Vázquez lo cierto es que quita el hipo sobretodo por la cantidad de títulos filmados. Él, mejor que nadie, representa el trabajo duro en la profesión de actor en nuestro país y fue un modelo a seguir, un actor todoterreno que siempre recordaremos por esa dicción peculiar y el desparpajo que desplegaba en la comedia tanto de "altura" ("Atraco a las tres") como en la más castiza y sesentera mientras perseguía a suecas por los guateques. No obstante, López Vázquez era un actor grandioso como demuestran títulos esenciales del cine español en los que participó: "Los jueves milagro", "El pisito", “Plácido, “La gran familia”, “El verdugo”, “Pepermint frappe”, “Mi querida señorita” o “La escopeta nacional” por citar solo unos pocos.

El año 2004 la Academia española de cine reconoció sus méritos con un Goya de honor ya que no había ganado ninguno previamente, no por falta de méritos, sino porque los Goyas se comenzaron a entregar en 1986, cuando él ya había firmado sus mejores actuaciones. Grandes interpretaciones tuvo muchas pero yo destacaría las de “Mi querida señorita”, “Peppermint frappé” y ese fantástico corto televisivo que es “La cabina”.

Sin duda el cine español está de luto con su muerte.

PELÍCULAS

María Fernanda la jerezana (1946)
Esa pareja feliz (1951)
Novio a la vista (1953)
Un caballero andaluz (1954)
Felices Pascuas (1954)
La lupa (1955)
La vida en un bloc (1956)
El Fotogenico (1957)
Los jueves, milagro (1957) ****
Las muchachas de azul (1957)
Madrugada (1957)
Un marido de ida y vuelta (1957)
El aprendiz de malo (1958)
Una muchachita de Valladolid (1958)
El pisito (1958) ****
Una gran señora (1959)
De espaldas a la puerta (1959)
Dias de Feria (1959)
Los tramposos (1959)
Un ángel tuvo la culpa (1960)
Navidades en junio (1960)
El Cochecito (1960)
Policía al habla (1960)
Los económicamente débiles (1960)
Un bruto para Patricia (1960)
Trío de damas (1960)
El pobre García (1961)
Cuidado con las personas formales (1961)
Adiós, Mimí Pompom (1961)
Plácido (1961) *****
Tres de la Cruz Roja (1961)
Usted puede ser un asesino (1961)
Martes y trece (1961)
Tú y yo somos tres (1962)
Vuelve San Valentín (1962)
La gran familia (1962) ****
Atraco a las tres (1962) ****
Los derechos de la mujer (1962)
Accidente 703 (1962)
Sabían demasiado (1962)
Tú y yo somos tres (1962)
El Verdugo (1963) *****
Las hijas de Elena (1963)
La chica del trébol (1963)
Confidencias de un marido: tercero izquierda (1963)
Palomos, Los (1964)
Casi un caballero (1964)
La muerte viaja demasiado (1964)
Totó de Arabia (1965)
La familia y uno más (1965) ***
Historias de la televisión (1965)
Hoy como ayer (1966)
Operación Plus Ultra (1966)
¡Es mi hombre!(1966)
Los guardiamarinas (1966)
Amor a la española (1966)
Crónica de Nueve Meses (1967)
El turismo es un gran invento (1967)
40 grados a la sombra (1967)
Un millón en la basura (1967)
Sor Citroën (1967)
Novios 68 (1967)
Cuarenta grados a la sombra (1967)
Operación cabaretera (1967)
Peppermint Frappé (1967)
¡Cómo está el servicio! (1968)
Cuidado con las señoras (1968)
Objetivo: bi-ki-ni (1968)
Operación Mata-Hari (1968)
Pecados conyugales (1969)
Mi marido y sus complejos (1969)
No somos ni Romeo ni Julieta (1969)
¡Vivan los novios! (1969)
Estudio amueblado 2p (1969)
Las secretas intenciones (1969)
El jardín de las delicias (1970)
¿Por qué pecamos a los 40? (1970)
El austronauta (1970) ***
La decente (1970)
En un lugar de La Manga (1970)
Crimen imperfecto (1970)
Mi querida señorita (1971) ****
Black story (la historia negra de Peter P. Peter)(1971)
Las petroleras (1971)
Españolas en París (1971)
Préstame quince días (1971)
Blanca por fuera, Rosa por dentro (1971)
La Descarriada (1972)
No es Bueno que el Hombre Esté Solo (1972)
Viajes con mi tía (1972)
Carta de amor de un asesino (1972)
Venta por pisos (1972)
No es Bueno que el Hombre Esté Solo (1972)
Las señoritas de mala compañía (1973)
Doctor, me gustan las mujeres ¿es grave? (1973)
Un casto varón español (1973)
Habla mudita (1973)
La prima Angélica (1974)
Una pareja distinta (1974)
La revolución matrimonial (1974)
Nosotros, los decentes (1975)
El señor está servido (1975)
Zorrita Martinez (1975)
Canciones de nuestra vida ((1975)
Manchas de sangre en un coche nuevo (1975)
Lo verde empieza en los Pirineos (1975)
El señor está servido (1975)
Doña Perfecta (1977)
La escopeta nacional (1977) ****
El apolítico (1977)
El Monosabio (1978)
La verdad sobre el caso Savolta (1979)
Mamá cumple 100 años (1979)
La familia bien, gracias (1979)
La miel (1979)
Los viajeros del atardecer (1979)
El gran secreto (1980)
El divorcio que viene (1980)
127 millones libres de impuestos (1980)
Pajaros de ciudad (1981)
Patrimonio nacional (1981)
Nacional III (1981)
La colmena (1982) ***
Adolescencia (1983)
El Cid cabreador (1983)
La Avispita Ruinasa (1983)
Genio en Apuros, Un (1983)
Juana la loca... de vez en cuando (1983)
Akelarre (Akelarre) (1984)
Cafe, Coca y Puro (1984)
Playboy en paro (1984)
Mi amigo el vagabundo (1984)
Violines y trompetas (1984)
Akelarre (1984)
El Elegido (1985)
La Corte del Faraon (1985) ***
Mi General (1986)
Cronica Sentimental en Rojo (1986)
Hay que Deshacer la Casa (1986)
Los presuntos (1986)
Capullito de alhelí (1986)
La verdad oculta (1987)
La Gran Comedia (1987)
Moros y Cristianos (1987)
Soldadito español (1988) ***
Disparate Nacional (1989)
Esquilache (1989)
El rey del mambo (1989)
El largo invierno (1991)
Fuera de Juego (1991)
Los gusanos no llevan bufanda (1991)
El Juego de los mensajes invisibles (1991)
El largo invierno (1991)
El maestro de esgrima (1992) ***
Todos a la cárcel (1993) ***
Lazos (1994)
Maité (1994)
Demasiado caliente para ti (1996)
Memorias del ángel caído (1997) ***
Volavérunt (1998) **
Finisterre (1998)
No respires (el amor está en el aire) (1999)
La gran familia...30 años después (1999)
Torrente 2, misión en Marbella (2000) *

TEATRO

El casamiento engañoso, 1943
La dama boba, 1951
Cartas credenciales, 1960
Los Palomos, 1964
Equus, 1976
¡Vade Retro!, 1982
La muerte de un viajante, 1985
Un par de chiflados, 1997 (basada en The Sunshine Boys)
Tres hombres y un destino, 2004

TELEVISIÓN

Palma y Don Jaime (1960)
Tercero izquierda (1963)
La Cabina (1972)
Este señor de negro (1975-1976)
La forja de un rebelde (1990)
El Quijote de Miguel de Cervantes (1991).
Los ladrones van a la oficina (1993-1996).
Café con leche (1998)
La gran familia... 30 años después (1999)
El botones Sacarino (2000)

domingo, 1 de noviembre de 2009

“Ágora” (Alejandro Amenábar, 2009)


*****
País: España.
Duración: 126 min.
Género: Drama, cine histórico.
Interpretación: Rachel Weisz (Hipatia), Max Minghella (Davo), Oscar Isaac (Orestes), Ashaf Barhom (Amonio), Michael Lonsdale (Teón), Rupert Evans (Sinesio), Homayoun Ershadi (Aspasio), Omar Mostafa (Isidoro), Oshri Cohen (Medoro), Sammy Samir (Cirilo), Richard Durden (Olimpio), Yousef Sweid (Pedro).
Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil.
Producción: Fernando Bovaira y Álvaro Augustin.
Música: Dario Marianelli.
Fotografía: Xavi Giménez.
Montaje: Nacho Ruiz Capillas.
Diseño de producción: Guy Hendrix Dyas.
Dirección artística: Guy Dyas.
Vestuario: Gabriella Pescucci.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en España: 9 Octubre 2009.


Ya han pasado unas semanas desde el estreno de Ágora. A nivel de recaudación, de momento, ha sido todo un éxito; aunque las impresiones que provoca en el público van desde quienes dicen que les parece un poco lenta y por momentos aburrida a quienes la consideran una obra maestra, una más de Alejandro Amenábar.

Personalmente me parece una muy buena película pero el recuerdo le va haciendo perder un poquito de peso específico. Creo que a quien no les gustara tanto cuando la vio le pasará al contrario e irá ganando y es que estoy convencido que “Agora” alcanzará su lugar cuando todos la hayamos “mascado” a fondo y pase el tiempo.

Lo que quiero decir de la película es prácticamente todo bueno y si algún pero le pondría es únicamente que su argumento y tratamiento hace que no la vivamos, por así decirlo, “con las tripas” que es lo que a todos realmente nos gusta. Me refiero que uno ve los acontecimientos más como espectador que como participe y aunque eso fuera realmente lo que quería Amenábar perjudica un poquito a la intensidad de la película. Vi en una entrevista que Amenábar decía que quería que la película tuviera una emoción “intelectual” y se refería a que el verdadero drama que se nos cuenta es el de la ciencia frente a la sinrazón del integrismo y el fanatismo de las ideas y creencias. En realidad esta película, aunque se centra en Hypatia y muestra también un drama personal, trata sobre un drama científico, la pérdida del saber contenido en la biblioteca de Alejandría o los avances del pensamiento masacrados por la sinrazón. Por todo esto “Ágora” es una película que gustará más a quien dedica su vida a la investigación, a la ciencia, a la cultura o al arte porque serán ellos quienes le sacarán todo su jugo a esa emoción “intelectual”. Y no quiere decir esto que otra persona no pueda emocionarse igualmente sin ser de este grupo, pero, para que se me entienda, es más fácil emocionarse con la historia de William Wallace en “Braveheart” que con la de Hypatia en “Agora”.

Por todo lo dicho, por su punto de partida y planteamiento, Alejandro Amenábar vuelve a revelarse como un director muy valiente y ambicioso. Siempre lo ha sido, pues no era nada fácil hablar en su momento de un tema tan controvertido como las snuff movies y lo hizo en “Tesis”; no era fácil jugar con la realidad como hizo en “Abre los ojos”, no era fácil hacer una película de terror psicológico con la base argumental de “Los otros” y por su puesto era dificilísimo contar la historia de Simón Sanpedro (“Mar adentro”) convirtiéndola en una de las mejores películas que hemos visto en los últimos años. En “Ágora” asume de nuevo un amplio abanico de riesgos, se la juega arriesgándose a una polémica social al situar la acción en un momento histórico en que los fanáticos eran los cristianos (¡¡qué inteligente y qué calculadamente irónico resulta esto en los tiempos actuales pues obliga a replantearse posiciones y actitudes a quienes vean la película!!!), habla sobre el saber y la ciencia (algo sorprendente de ver en el cine en los tiempos que corren en los que parece que solo vende la diversión facilona de las emociones fuertes), le da el protagonismo de su película a una mujer que renuncia al amor por el conocimento (nadie lo haría de motu propio y mucho menos ahora que la mujer se ha liberado y no quiere renunciar a nada) y se lanza a reconstruir una época y un lugar tal como fue haciendo el mayor gasto económico que hasta ahora haya hecho una película española (50 millones de euros, ahí es nada).

Alejandro Amenábar ha hecho cinco películas y particularmente creo que todas ellas son de quitarse el sombrero, todas valientes, todas te llegan, te zarandean y te hacen pensar y todas están muy trabajadas, cosa que se nota en cada escena y en cada toma. Y lo mejor de todo es que todas han tenido éxito y han causado un revuelo social y cinematográfico. No estamos ante un director cualquiera, Amenábar tiene inquietud, demuestra con cada película ambición y deseo por superarse y por aunar arte y espectáculo. Como él dice siempre hace la película que le gustaría ver como espectador pero yo añadiría, que por difícil que sea su temática o planteamiento siempre trata de conseguir el ritmo narrativo y mostrar en pantalla imágenes que gusten al espectador. Por así decirlo es un director todo terreno, que pretende aunar arte y espectáculo, y eso le sitúa en la línea de Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick, Steven Spielberg o M. Night Shyamalan, todos ellos directores muy minuciosos, que estudian al detalle todo lo que van a filmar y que pretenden gustar al público pero a la vez hacer arte. Es lo que tyo entiendo como un director “total”.

“Ágora” me parece un prodigio de película independientemente de que te guste más o menos, que te llegue más o menos o que tenga más o menos peso en tu recuerdo. Es una película muy trabajada, muy minuciosa y se nota que está realizada con mucho mimo. Los decorados sorprenden porque están realmente bien y ciertamente se nota que se ha invertido mucho dinero en ellos. Para mí, que recientemente he estado en Egipto, ha sido una gozada comprobar en esta película una ambientación tan cuidada y con ese afán de realismo porque lo que se ve es como lo que puedes ver en Egipto pero reconstruido y hecho real. En ese sentido la película es un acierto, pero creo que también lo es la reconstrucción de la época a todos los niveles, que es algo de agradecer porque viajar en el tiempo, penetrar en otro momento histórico es algo no muy habitual en el cine en estos momentos y casi nunca lo ha sido a nivel realista porque casi todas las películas históricas que podemos rescatar suelen tener un tono épico algo alejado de la realidad (en ese sentido “Ágora” se acerca más al tono de series como “Roma”, otra delicia por cierto).

La película está muy bien ambientada pero también está muy bien reconstruido el momento y el lugar, está muy bien explicado el choque de culturas y creencias y el hervidero social que vivía Alejandría entre paganos, cristianos y judíos) y por su puesto las tramas políticas son un pilar muy importante del argumento y están perfectamente presentadas. Esto lo hace muy bien Amenábar, nos mete muy bien en situación y nos explica muchísimas cosas con sus imágenes, es casi lo mejor que puede decirse de una película como Ágora, que nos hace viajar al momento y nos hace vivir la situación.

Las imágenes son uno de los puntos fuertes de la película y también de Alejandro Amenábar y de Mateo Gil (no nos olvidemos de Mateo Gil, que lleva trabajando con Amenábar desde el principio y firma con él los guiones y le ayuda en la filmación). Cada escena está estudiadísima e impactan muchas de ellas como las tomas cenitales (una brillante aportación de esta película porque se acomoda a la temática, nos da la perspectiva de las estrellas y nos acerca desde el espacio localizando la acción en un lugar del mundo). Me gustaron mucho todas aquellas en las que se ve Alejandría desde el cielo, aquellas que se van acercando como hiciera Google earth o aquellas, en las que más cerca de la acción nos muestran lo que ocurre desde arriba (sensacional la toma de la Biblioteca con los cristianos, con sus ropajes negros, corriendo por el patio con las imágenes aceleradas como si de hormiguitas fueran y lo son desde un punto de vista alegórico porque actúan como tales, instintivamente, alentadas por un impulso inconsciente y fanático). Otras escenas maravillosas son aquellas en las que Hypatia va avanzando en sus teorías astronómicas porque a parte de que están muy bien explicadas, resultan ciertamente emocionantes (la subtrama de las errantes me parece fascinante y de los más intenso que podemos ver en la película, lo es la escena en la que, por la noche, el anciano comenta las teorías de Aristarco sobre el sol como centro de la galaxia, que es algo que en esa época no creían posible). Escenas magníficas hay muchas más y esta película demuestra una vez más la minuciosidad visual de sus creadores, el deseo por contar la historia desde el mejor punto de vista posible y de la mejor manera posible (lo es el volcar la cámara cuando los cristianos ponen “patas arriba” la biblioteca de Alejandría, porque visualmente se explica lo que está pasando). Cuando hablo de “creadores” incluyo a Mateo Gil porque el propio Amenábar en una de sus entrevistas reconoció que las mejores tomas de segunda unidad habían sido rodadas por aquel.

Por su puesto todas las imágenes están al servicio del argumento, que es complejo porque trata muchas cosas a la vez. Me parece una historia muy complicada de llevar a la pantalla y sin embargo lo han resuelto a la perfección. Hay un momento histórico muy complejo que explicar, pero también hay una historia personal llena de recobecos, la de Hypatia que se debate entre su pasión por la ciencia y el amor que llama a su puerta (lo hacen Orestes de manera explícita y Davo en silencio) pero además están todas las intrigas socio-políticas en las que se mueve este personaje. Son muchas cosas que explicar y el guión las amalgama con acierto. Como vengo diciendo desde el comienzo de esta película, este proyecto es muy ambicioso, porque pretendía muchas cosas y en todas sale airoso.

“Ágora” es una película que te cambia, de esas en las que se produce un antes y un después. Se disfruta viendo si logras entrar del todo en ella y lo haces gracias esencialmente a la pasión que pone por el personaje una magnífica Rachel Weisz (el resto de actores están correctos sin más, yo en todo caso destacaría a un sensacional Ashraf Barhom como Amonio al frente de los parabolanos). Su visionado te zarandea, te hace pensar y te susurra cosas. El tema principal reside en su mismo título: el ágora es el lugar donde la gente se reunía a dialogar y a discutir. Dos o más puntos de vista, por contrarios que sean y más si lo son, deben dialogar para entenderse y respetarse y seguir avanzando como fruto de ese entendimiento. El diálogo y la palabra, en contraposición con la violencia y el fanatismo, han de ser los puntos de apoyo del ser humano cuando se enfrentan distintas maneras de entender el mundo y la realidad. Es el espíritu científico, el enfrentamiento dialogado de teorías o posturas lo que nos permite avanzar y es el fanatismo, el terrorismo ideológico de quienes intentan imponer sus ideas lo que nos hace retroceder y destruir lo que con tanto empeño hemos construido durante siglos (como por ejemplo ocurrió con la Biblioteca de Alejandría).

“Ágora” es una película valiente y no sólo por su planteamiento y argumento y porque va contra corriente de gran parte del cine que se hace en estos momentos sino sobretodo porque sale a la palestra aún a sabiendas de que será atacada por aquellos a los que realmente critica o quizás sea por eso, para descubrirlos y desenmascararlos. Quien crea que “Ágora” ataca al cristianismo demuestra que no ha entendido nada en absoluto, pues haber quien los hay. Es la mejor demostración de la tesis que defiende esta película, entendernos unos a otros es muy complicado, por eso mismo hace falta más respeto, más voluntad de entender las posturas que no entendemos, nos hacen falta más “Ágoras”.