domingo, 24 de octubre de 2010

“Cómo entrenar a tu dragón” (Chris Sanders y Dean DeBlois, 2010)

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Título original: How to train your dragon.
País: EEUU.
Duración: 98 min.
Género: Animación, aventuras, acción.
Doblaje original: Jay Baruchel (Hipo), Gerard Butler (Estoico), America Ferrera (Astrid), Jonah Hill (Patán Mocoso), Christopher Mintz-Plasse (Patapez), Kristen Wiig (Brusca), T.J. Miller (Chusco), Craig Ferguson (Bocapodrida).
Guión: Will Davies, Dean DeBlois y Chris Sanders; basado en el libro de Cressida Cowell.
Producción: Bonnie Arnold.
Música: John Powell.
Montaje: Darren Holmes y Maryann Brandon.
Dirección artística: Kathy Altieri y Pierre-Olivier Vincent.
Distribuidora: Paramount Pictures Spain.
Estreno en USA: 26 Marzo 2010. Estreno en España: 26 Marzo 2010.

La división de animación de Dreamworks se ha ido afianzando con el paso del tiempo y aunque, por supuesto, no llega al extraordinario nivel de Pixar ha de tenerse en cada nuevo título muy en cuenta.

Si echamos la vista atrás nos encontramos con algunos títulos francamente conseguidos desde que se estrenara “Antz” allá por 1998, después vinieron “Evasión en la granja” y las dos primeras partes de“Shrek”, “El espantariburones”, “Madagascar”, “Wallace y Gromit” en colaboración con Aardman Animations, “Over the edge”, “Ratónpolis” (una de mis favoritas y a mi juicio infravalorada quizás por su escasa suerte en taquilla) y cuando la compañía parecía flaquear un poco con títulos menores aunque siempre entretenidos como “Bee movie”, “Kung Fu panda”, “Madagascar 2” o “Monstruos contra alienígenas” llegó este año “Como entrenar a tu dragón” que con permiso de las dos primera entregas de “Shrek” a mí me parece la película más completa que han producido.

Casi todos los títulos de animación de Dreamworks se caracterizan por un notable sentido del humor, conscientes de que hacer reír o sonreír (que no es lo mismo) es una baza vital para ganar público de todas las edades, pero no siempre me han parecido atinados. La comedia les ha funcionado con altibajos por así decirlo, así que se ha operado un cambio de género que creo que les ha venido muy bien.

“Cómo entrenar a mi dragón” tiene momentos divertidos, que hacen reír, situaciones cómicas, pero ante todo es una película de aventuras, de acción incluso y habla sobre la amistad entre un niño y un dragón, sobre prejuicios, sobre relaciones paterno-filiales y sociales, es algo más que una película para niños y ahí radica su éxito sobretodo cuando ya ha quedado claro desde hace años que las películas de animación ya no son para los más pequeños, sino para toda la familia y atrás quedaron ñoñerías, canciones cursis y tratamientos edulcorados para no herir sensibilidades que es algo que pertenece a otros tiempos.

En esta película nos encontramos a un pueblo vikingo asolado por los ataques de feroces dragones, a cual más peligroso y el resultado de esos enfrentamientos son casas quemadas, animales de granja devorados o personas con miembros amputados. Bueno, lo estoy poniendo muy tétrico y no lo es tanto, pero quiero dar a entender que hay una amenaza seria, que se siente el peligro, lo que es poco habitual en una película de animación.

El protagonista es Hipo, un chaval inadaptado en su pueblo a pesar de ser el hijo del jefe, que cree que quiere ser como el resto, pero que realmente no lo es, lo que convierte en alguien especial. El tema es algo ya visto, pero lo cierto es que funciona, que te conmueve y atrapa tu interés y que funciona porque terminas identificándote con el personaje y sintiendo como tuyo todo lo que le pasa que es una gran aventura en la que tiene cabida un poquito de todo: cierto suspense, unas gotitas de inquietud, acción, sonrisas, emoción y más sorpresas de las que uno espera, la verdad.

El tema central es la amistad entre Hipo y un dragón (“Desdentado” le llama aunque sólo lo parece), el más veloz, el más peligroso, “Furia nocturna” que es un pleno acierto del equipo de diseño (terrible o amoroso según sus expresiones o la forma de sus ojos), al igual que el resto de personajes, que escapan un poco del trazo habitual al que estamos acostumbrados en la animación. Tiene además esta película algo que la hace especial y es su sentido de la espacialidad, logrado a través de una planificación de escenas que ponen el acento en los movimientos de la cámara, sobredimensionado así la acción como si de una película real se tratara (fijaros en que la cámara parece moverse por un espacio real y juega con ello, rodea a los personajes, hace travellings o vuela literalmente con los dragones y todas las escenas muestran fondos en los que están ocurriendo cosas con lo que se consigue un toque realista muy efectivo).

Por supuesto sonido, música, diseño, todo está muy cuidado y se coordina a la perfección para que la historia funcione. En este sentido la banda sonora de John Powell me parece magnífica y también el trabajo con el sonido que convierte a los dragones de hecho en seres más amenazadores sobretodo en el tramo final que es el no va más.

El film ha cosechado excelentes críticas aunque también otras que la consideran un mero videojuego transformado en película (será por las escenas de vuelo de los dragones, yo para nada estoy de acuerdo) y el caso es que suena con fuerza de cara a los óscars, aunque sólo sea en el apartado de mejor película de animación donde se encontrará con “Toy story 3” que sin duda es otra maravilla. Hasta entonces ya veremos, pero yo os recomiendo que la veais porque merece la pena.

“La reina Cristina de Suecia” (Rouben Mamoulian, 1933)

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País: Estados Unidos
Duración: 97 minutos
Guión: Salka Viertel, S.N. Behrman, H.M. Harwood
Música: Herbert Stothart
Fotografía: William Daniels (B&W)
Género: melodrama, histórica, biopic
Reparto: Greta Garbo (reina Cristina), John Gilbert (Antonio), Ian Keith (Magnus), Lewis Stone (Oxenstierna), Elizabeth Young (Ebba), C. Aubrey Smith (Aage), Akim Tamiroff, Reginald Owen (Charles)
Producción: Metro Goldwyn Meyer


Rodada en 1933 está considerada por la crítica como la película que consagró para la posteridad a Greta Garbo (con permiso de “Ninotchka”), que pasó a ser denominada “la divina”. La razón para ello es que la actriz finge en gran parte de la película ser un muchacho, adopta andares y poses de hombre con cierta rudeza (equívoco impactante para la época y que se aprovecha argumentalmente en varios momentos), pero finalmente cambia el registro y se muestra femenina y delicada. Como el propio argumento de la película su actuación evoluciona para acomodarse primero a las responsabilidades políticas de su cargo y después a un melodrama intenso, pero siempre desde la contención expresiva. En ese sentido su rostro juega un papel muy importante y el director aprovecha los primeros planos para realzar la actuación de un actriz en auténtico estado de gracia, capaz de transmitir muchísimas cosas simplemente con miradas y leves gestos en todo momento con gran elegancia y mesura.

El asunto de la película es relativamente sencillo. Esta adaptación libre inspirada en la vida de la reina Cristina de Suecia no se preocupa de los recovecos políticos ni de la corte sueca y tampoco es un biopic que desglose la vida del personaje. Al contrario, se centra únicamente en un periodo concreto y aunque presenta la situación sociopolítica del momento porque es importante en el argumento, el meollo de la película es el melodrama, la relación entre Cristina y Antonio, Conde de Pimentel.

Dado que estamos ante un melodrama, la importancia del personaje de Greta Garbo es crucial y sobre él pivota la película entera lo que le permite a ella brillar con luz propia, apoderarse de todo el interés del espectador. Su presencia en pantalla es luminosa y absorbente, en cierto modo hipnótica y de ahí que esta película la consagrara por encima de cualquier otra. Tampoco hay que olvidar la presencia de John Gilbert (Antonio), con el que se produce una química muy especial, no en vano era amante de Greta Garbo por aquel entonces y había sustituido a Lawrence Olivier en el papel por deseo expreso de la actriz.

El argumento y el desarrollo, ya digo sencillos, se centran en Suecia en el siglo XVI y en concreto en la figura de la reina Cristina que hereda el trono de su padre el rey Gustavo cuando este perece en Lutzen, en la guerra de los Treinta Años. Por entonces Suecia, protestante, está inmersa en enfrentamientos religiosos y Cristina, ya mayor de edad, recibe al embajador español Don Antonio, Conde de Pimentel, que llega a la corte sueca para proponer a la reina el enlace con Felipe IV, aunque el resultado del encuentro es otro bien distinto.

Es curioso, pese a ser una de las películas emblemáticas de Greta Garbo y haber soportado admirablemente el paso del tiempo esta película, a pesar también de su éxito (triplicando su presupuesto con ganancias), no obtuvo el reconocimiento que sí tuvieron otras coetáneas como “Sucedió una noche”, “La alegre divorciada” o “Imitación a la vida”. En cualquier caso su visión es aún deliciosa y la fuerza de sus imágenes, a menudo primeros planos de los actores, hace que no pase el tiempo por ella. Entre las escenas destacadas hay varias que permanecen en el recuerdo de los cinéfilos, como aquella en la que sin mediar palabra la reina recorre una alcoba tocando los objetos para que perduren en su memoria o ese final intenso y brillante con Greta Garbo apoyada en la proa del barco que es auténtica historia del cine.

En suma una película que si no es grandiosa, eso queda ya a gusto de cada cual, sí es mítica y un clásico indiscutible.




lunes, 18 de octubre de 2010

Trailer de "Tangled"

“Wall street, el dinero nunca muere” (Oliver Stone, 2010)

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Título original: Wall Street: Money never sleeps.
País: EEUU.
Duración: 137 min.
Género: Drama.
Interpretación: Michael Douglas (Gordon Gekko), Shia LaBeouf (Jake Moore), Josh Brolin (Bretton James), Carey Mulligan (Winnie Gekko), Susan Sarandon (Sylvia Moore), Frank Langella (Louis Zabel), Eli Wallach (Jules), Vanessa Ferlito (Audrey). Guión: Allan Loeb y Stephen Schiff, basado en los personajes creados por Stanley Weiser y Oliver Stone.
Producción: Edward R. Pressman y Eric Kopeloff.
Música: Craig Armstrong.
Fotografía: Rodrigo Prieto.
Montaje: David Brenner y Julie Monroe.
Diseño de producción: Kristi Zea.
Vestuario: Ellen Mirojnik.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en USA: 23 Abril 2010.
Estreno en España: 8 Octubre 2010.

Oliver Stone es siempre un director interesante y lo es a dos niveles, el visual y el argumental. En ambos es alambicado y valiente, siempre lo ha sido, pero lamentablemente no ha hecho una gran película desde “JFK” y eso fue en el año 1991. Con esta continuación probablemente quería aprovechar las virtudes de aquel “Wall street” de 1987 que es también una de sus mejores películas con la ya mencionada, “Platoon”, “Hablando con la muerte” y “Nacido el cuatro de Julio”; pero el resultado sólo es correcto, lo cual es una pena, porque la crisis financiera era un buen punto de partida para resucitar el proyecto con una continuación y el reparto era prometedor.

Me ha pasado con “Wall street, el dinero nunca muere”, algo muy parecido a lo que me ocurrió con “Alexander” o con “World trade center”, son películas que tienen su interés, que se pueden ver, que tienen sus aspectos positivos, pero que a fin de cuentas dan la sensación de quedar desaprovechadas, como si Stone no hubiera logrado exprimir de ellas todo el jugo que tenían potencialmente.

Una posible explicación puede estar en un guión que no termina de “explotar” ninguna de sus posibilidades argumentales. En esta ocasión la historia acontece veinte años del ingreso en prisión de Gordon Gekko, no por lo que vimos en la primera parte (de hecho reaparece el personaje de Charlie Sheen en un momento de la película y el trato entre ellos casi es afectuoso), sino por otro asunto posterior. La cárcel le ha cambiado, ha envejecido, pero su visión de los negocios de Wall Street sigue intacta y eso le viene bien a Jacob (Shia Lebouf. Me gusta cuando Gekko le dice algo así como "Nunca te quejes, el llorica de la clase nunca tiene buena prensa"), el novio de su hija Winnie (Carey Mulligan) que sintiéndose traicionada no quiere saber nada de su padre. La crisis económica, la idea de la burbuja financiera, el conflicto entre el padre y la hija y el enfrentamiento entre el joven Jacob y otro tiburón financiero, Bretton James (brillante como siempre Josh Brolin) daban juego para una película más intensa, pero ninguno de los hilos argumentales logra tener la fuerza y el interés que sí tenía la primera parte y no porque los actores no cumplan, que están todos bastante bien (incluido un ancianísimo Eli Wallach).

Por supuesto Oliver Stone vuelve a recrear magníficamente ambientes (visualmente sus imágenes de Nueva York desde el helicóptero son muy atractivas y apuesta por una puesta en escena muy luminosa que contrasta en cierto modo con nocturna de la primera película y por recursos visuales como el time lapse para transmitir la vorágine humana de la ciudad) y logra mostrar en pantalla todo lo que significa el mundillo de Wall Street: ambición, tejemanejes económicos y confabulaciones (qué obsesión tiene este director por los chanchullos de las clases dominantes), ostentación; pero todo lo que propone se queda a medio gas. De hecho un buen ejemplo de ello es la escena de la carrera en motos. En un momento dado Jacob reta a una carrera en moto a Bretton James y como espectador esperas ver una escena impactante, pues bien, visualmente es una escena vistosa, pero realmente queda por debajo de lo que prometía, es un buen ejemplo de lo que es esta película.

Realmente lo mejor de esta continuación no es el argumento (particularmente me parece endeble y el final es incluso poco coherente e insulso), no es el atractivo visual (que sí lo tiene), no es la recreación de ambientes ni la descripción de Wall Street, como sí ocurría con aquella primera parte, todo queda en un quiero y no puedo correcto, sin más; lo verdaderamente interesante son los encuentros y diálogos de los personajes que son a la postre los que salvan la película y le dan interés. Michael Douglas, Josh Brolin, Carey Mulligan y Shia Lebouf con su presencia, con sus primeros planos y sus actuaciones son los que evitan que la película resulte insulsa.

En definitiva, una secuela correcta, lo cual es poco teniendo en cuenta la primera parte y lo que esperábamos puesto que podría haber sido el particular “Padrino” de Oliver Stone (creo que productora y él mismo así lo pensaban también a juzgar por el cartel de la película). Se puede ver, pero no te deja KO salvo por comprobar cómo el paso de los años nos afecta a todos, incluido un Michael Douglas que está ya muy mayor.

Por último un apunte: los títulos de crédito finales merecen la pena aunque solo sea por recuperar el "This Must Be The Place" de los Talking heads.

miércoles, 13 de octubre de 2010

“Noche en la ciudad” (Jules Dassin, 1950)


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Producción: Samuel G. Engel
Guión: Jo Eisinger, Austin Dempster y William E. Watts basado en la novela de Gerald Kersh
Música: Benjamin Frankel (versión británica), Franz Waxman (versión estadounidense)
Fotografía: Mutz Greenbaum
Montaje: Nick DeMaggio, Sidney Stone
País: Gran Bretaña
Género: Policiaco, cine negro, crimen
Duración: 96 minutos
Productora: Twentieth Century-Fox Productions
Distribución: Twentieth Century Fox Film Company
Reparto: Richard Widmar (Harry Fabian), Gene Tierney (Mary Bristol), Googie Withers (Helen Nosseross), Hugh Marlowe (Adam Dunne), Francis L. Sullivan (Phil Nosseross), Herbet Lom (Kristo), Stanislaus Zbyszko (Gregorius), Mike Mazurki (The strangler)

Jules Dassin fue una de las víctimas de la lista negra que elaboraron sus propios compañeros de profesión en Estados Unidos cuando el senador McCarthy y el Comité de Actividades Antinorteamericanas realizaron su particular “caza de brujas” rastreando a aquellos hombre de cultura que pudieran tener ideas comunistas. Aunque este trabajo aún lo firmó para la 20Th Century Fox tuvo que rodarlo ya en Europa, donde se autoexilio después de que su nombre fuera citado en los primeros interrogatorios, concretamente en Londres, donde se instaló allá por 1950.

La película trata sobre Harry Fabian (Richard Widmark), un ambicioso maleante que trabaja llevando pardillos a los que sacar dinero al local de Phil Nosseross, el “Silver Fox”. Fabian pretende enriquecerse con un negocio propio así que engaña a su mecenas con su esposa Helen y se las ingenia para abrir un local con el que convertir la lucha grecorromana en el negocio más rentable de la ciudad, para lo que cuenta con un viejo luchador, Gregorius, enemistado con su hijo Kristo, el mayor promotor de luchas de Londres.

Sin duda se trata de una de las mejores películas de cine negro que he visto nunca y probablemente Jules Dassin estaba en su momento más dulce. El guión, magnífico, adaptado de la novela homónima de Gerald Kersh, ayuda por supuesto a esta consideración, pero además el director logra una atmósfera y una descripción de personajes y ambientes irrepetible, fantástica, absolutamente genial. Quizás influido por el expresionismo (todo el cine negro lo está) y por otras películas del momento Dassin consigue introducirnos literalmente en el mundillo de la noche londinense del hampa y sobrecogernos con ella con un tratamiento del blanco y negro que recuerda mucho a la intención expresiva de la que también hizo gala Orson Welles en títulos como “El tercer hombre”, curiosamente un año anterior a esta película.

La fotografía de Max Greene en esta “Noche en la ciudad” a mí particularmente me fascina puesto que la cámara se mueve en decorados pero también por las calles de Londres, reconocibles en todo momento gracias a la iluminación y las imágenes son nítidas pero también impactantes por los juegos de luces y sombras y muy descriptivas.



Hay detrás de esta película un monumental trabajo de puesta en escena muy meticuloso con los detalles y es algo que se observa cada vez que penetramos en interiores, donde Dassin mueve su cámara con mucha elegancia buscando siempre el ángulo más descriptivo (utilizando a veces el recurso de Welles de mostrar incluso los techos para oprimir a los personajes dentro de un espacio o buscando la profundidad de campo para dar realismo a las tomas, con personajes que se mueven al fondo de la imagen). En exteriores el trabajo es también magnífico como puede observarse en las persecuciones (el personaje de Richard Widmark termina escapando siempre de alguien a la carrera en mitad de la noche) o en esa maravillosa escena en la que, con la cámara en un vehículo, se nos muestra como va corriendo la información por la ciudad entre maleantes, vagabundos y vendedores ambulantes.

La historia en sí es arrebatadora y lo es porque el guión es magnífico y mima todos los personajes, del primero al último, concediéndoles su propia idiosincrasia y su importancia dentro del relato. En este sentido hay que decir que Dassin hace un grandioso trabajo recreando el pequeño microcosmos humano que nos muestra y todos los personajes resultan muy bien definidos, aún cuando tienen escasos segundos de aparición en pantalla. También es mérito de los actores, como no, todos ellos espléndidos del primero al último, aunque hay que destacar a Richard Widmark, en uno de los mejores papeles de su carrera y también a Francis L. Sullivan (Phill Nosseross) y a Stanislaus Zbyszko, fantástico y conmovedor en su papel de Gregorius.

Particularmente creo que todo encaja a la perfección, yo diría que estamos ante una obra maestra del género sin el menor género de duda, aunque no es una película especialmente conocida. En cualquier caso como espectador asistes del primer minuto al último con el máximo interés en un relato trufado de ambiciones, falsas esperanzas, traición en un ambiente sórdido en el que los maleantes campan a sus anchas. Por así decirlo es un viaje a los bajos fondos del que se regresa con una clara moraleja: es un viaje éticamente sin regreso.

Como curiosidad decir que Irwin Winkler hizo un remake en 1992 protagonizado por Robert De Niro y Jessica Lange no tan logrado.


martes, 12 de octubre de 2010

“Manuel Alexandre” (1917 – 2010)



















Ha fallecido a la edad de 92 años un grande del cine español, con una filmografía impresionante. Todo el mundo coincide, si en lugar de español fuera británico o estadounidense habría cosechado innumerables premios, algún óscar y sería conocido a nivel mundial.

Observar la carrera y la filmografía de Manuel Alexandre sencillamente quita el hipo. Pocos actores pueden presumir de tener una filmografía tan extensa como la suya, casi siempre en segundo plano, como secundario, en muchos papeles cómicos (fue un habitual del cine de Luis Gª Berlanga), un rol asumido con completa dedicación y entusiasmo. También trabajó en teatro y en televisión en series como “Los ladrones van a la oficina”.

Sólo verle u oírle ya sea en sus películas o en intervenciones en televisión española dejaban claro que ante todo, mucho más que actor, era persona, una buena persona despojada de egocentrismos y dedicado a su trabajo. Sólo por ello merece nuestro recuerdo y admiración, pero también por su fabulosa presencia en títulos inolvidables que forman parte de la historia del cine español . De hecho la suya es casi la historia del cine español el mejor cine español.

Si queréis disfrutarlo de sus mejores títulos podéis hacerlo rescatando algunos esenciales como “Bienvenido Mr. Marshal”, “Merte de un ciclista”, “Calle Mayor”, “Calabuch”, “Los jueves milagro”, “Plácido”, “Atraco a las tres”, “El verdugo”, “El año de las luces”, “El bosque animado”, “El mar y el tiempo”, “Amanece que no es poco” o “Todos a la cárcel”.

CINE

Dos cuentos para dos (1947)
Bienvenido, Mister Marshall (1952)
Nadie lo sabrá (1953)
Cómicos (1954)
La venganza (1954)
Felices pascuas (1954)
Manicomio (1954)
Muerte de un ciclista (1955)
El Mensaje (1955)
Viaje de novios (1956)
Calle Mayor (1956)
El Malvado Carabel Dr. Solás (1956)
Calabuch (1956)
Todos somos necesarios (1956)
La Vida es maravillosa (1956)
El Andén (1957)
Los Jueves, milagro (1957)
El Inquilino (1957)
El Fotogénico (1957)
La Noche y el alba (1958)
Una Mujer para Marcelo (1958)
La vida por delante (1958)
La venganza (1958)
Hombre del paraguas blanco, El (1958)
Aprendiz de malo, El (1958)
De espaldas a la puerta (1959)
Fulano y Mengano (1959)
Azafatas con permiso (1959)
Sonatas (1959)
Bombas para la paz (1959)
Y después del cuplé (1959)
Secreto de papá, El (1959)
Paz empieza nunca, La (1960)
091 (1960)
Amor bajo cero (1960)
Traje de oro, El (1960)
Sólo para hombres (1960)
Hay alguien detrás de la puerta (1960)
Plácido (1961)
Vamos a contar mentiras (1961)
Cuatro verdades, Las (1961)
Atraco a las tres (1961)
Accidente 703 (1961)
Mano de un hombre muerto, La (1961)
Vampiresas 1930 (1961)
El verdugo (1963)
Juego de la verdad, El (1963)
Batalla del domingo, La (1963)
Chantaje a un torero (1963)
Becerrada, La (1963)
Boda, La (1964)
Muerte silba un blues, La (1964)
Crucero de verano (1964)
Palomos, Los (1964)
El señor de La Salle (1964)
Salario del crimen, El (1964)
Secreto de Bill North, El (1965)
Historias de la televisión (1965)
Primera aventura, La (1965)
Fray Torero (1966)
Mayores con reparos (1966)
Aniversario, El (1966)
Operación Plus Ultra (1966)
Hoy como ayer (1966)
Beso en el puerto, Un (1966)
Barrera, La (1966)
Viuda soltera, La (1966)
Amor en el aire (1967)
Mujer de otro, La (1967)
Hombre que mató a Billy el Niño, El (1967)
Playa de las seducciones, La (1967)
Relaciones casi públicas (1968)
Verde doncella (1968)
Estudio amueblado 2 (1969)
Cuatro noches de boda (1969)
Amor a todo gas (1969)
Adulterio decente, Un (1969)
Pierna creciente, falda menguante (1970)
Cólera del viento, La (1970)
Don Erre que erre (1970)
Enseñar a un sinvergüenza (1970)
¡Se armó el belén! (1970)
¡Vivan los novios! (1970)
Blanca por fuera y Rosa por dentro (1971)
Vikingo, El (1972)
Ligue Story (1972)
Alta tensión (1972)
La Cera virgen (1972)
¡Qué noche de bodas, chicas! (1972)
Corazón solitario (1973)
Don Quijote cabalga de nuevo (1973).
Tres perfectas casadas, Las (1973)
Señora doctor (1973)
Doctor, me gustan las mujeres, ¿es grave? (1974)
Los Nuevos españoles (1974)
Tocata y fuga de Lolita (1974)
Tamaño natural (1974)
Jenaro el de los 14 (1974)
Una chica y un señor (1974)
El asesino no está solo (1975)
Duerme, duerme, mi amor (1975)
Fulanita y sus menganos (1976)
El Señor está servido (1976)
Ambiciosa (1976)
Chely (1977)
La Violación (1977)
Hasta que el matrimonio nos separe (1977)
El Puente (1977)
Vota a Gundisalvo (1977)
Los días del pasado (1978)
Insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona, La (1979)
La Boda del señor cura (1979)
Black Jack (1980)
La Guerra de los niños (1980)
Cariñosamente infiel (1980)
Tú estás loco Briones (1980)
La Mano negra (1980)
Gay Club (1981)
Préstame tu mujer (1981)
La segunda guerra de los niños (1981)
Un pasota con corbata (1981)
Tercera guerra de los niños, La (1982)
Cabezota, El (1982)
Caray con el divorcio (1982)
Adolescencia (1982)
Cuarta guerra de los niños (1983)
El Caso Almería (1984)
Tribulaciones de un Buda Bizco, Las (1986)
El año de las luces (1986)
¡Biba la banda! (1987)
Bosque animado, El (1987)
Sinatra (1988)
Mar y el tiempo, El (1989)
Loco veneno (1989)
Amanece, que no es poco (1989)
Pareja enloquecida busca madre de alquiler (1989)
Fuera de juego (1991)
Amor sí tiene cura, El (1991)
Fuente de la edad, La (1991)
Beso del sueño, El (1991)
Marrana, La (1992)
Mujer bajo la lluvia, Una (1992)
Madregilda (1993)
Tocando fondo (1993)
Sombra del delator, La (1993)
Todos a la cárcel (1993)
Así en el Cielo como en la Tierra (1995)
Ángel de la guarda, El (1996)
Pesadilla para un rico (1996)
Los Porretas (1996)
Adiós, tiburón (1996)
Siempre hay un camino a la derecha (1997)
Nadie como tú (1997)
La Duquesa roja (1997)
La Vuelta de El Coyote (1998)
París-Tombuctú (1999)
Pídele cuentas al rey (1999)
El lázaro de Tormes (2000)
Terca vida (2000)
Maestros (2000)
Clara y Elena (2001)
El Caballero Don Quijote (2002)
Atraco a las 3... y media (2003)
Dos tipos duros (2003)
Incautos (2004)
Franky Banderas (2004)
Elsa y Fred (2005)
Cabeza de perro (2006)
¿Y tú quién eres? (2007)

lunes, 11 de octubre de 2010

Trailer de "The way back" (2010)

Trailer de "Secretariat" (2010)

“Lope” (Andrucha Waddington, 2010)

***
Países: España y Brasil.
Duración: 108 min.
Género: Biopic, drama, cine histórico.
Interpretación: Alberto Ammann (Lope), Leonor Watling (Isabel), Pilar López de Ayala (Elena), Antonio de la Torre (Juan), Juan Diego (Jerónimo Velázquez), Luis Tosar (fray Bernardo), Ramón Pujol (Claudio), Selton Mello (Marqués de Navas), Sonia Braga (Paquita), Jordi Dauder (Porres), Antonio Dechent (Salcedo), Héctor Colomé (Urbina).
Guión: Jordi Gasull e Ignacio del Moral.
Producción: Mercedes Gamero, Edmon Roch, Jordi Gasull y Andrucha Waddington. Música: Fernando Velázquez.
Fotografía: Ricardo Della Rosa.
Montaje: Sergio Mekler.
Dirección artística: César Macarrón.
Vestuario: Tatiana Hernández.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en España: 3 Septiembre 2010.

“Lope” es una superproducción de 13 millones de euros entre España y Brasil que ha dirigido el brasileiro Andrucha Waddington y este año representa al cine hispano de época que otros años representaron “Alatriste”, “Juana la loca”, “Volaverunt”, “La celestina”, “Esquilache” y tantas otras.

Sólo por el trabajo y el dinero gastado en ambientación para recrear el Madrid del siglo XVI (aunque da la sensación de que se “luce” menos que en otras obras de época porque en muchos momentos el director prefiere primeros planos de sus personajes que recrearse en ambientes) la película ya merece la pena y por ello se la esperaba con interés. Al final estuvo en la terna de elegidas por la academia hispana para representarnos en el óscar a mejor película extranjera, aunque finalmente fue “También la lluvia” de Iciar Bollain la que se hizo con la candidatura española. El caso es que producciones como ésta son bienvenidas porque si España tiene un filón argumental es su propia historia y no cabe duda que si la industria cinematográfica española se afianza tendrá material de sobra para contar miles de historias simplemente rebuscando en el pasado.

En este caso lo que se cuenta es con bastante respeto a lo esencialmente histórico, es un fragmento de la vida de Lope de Vega, en concreto el periodo entre su vuelta de la batalla en las islas Terceras (1583) y su destierro a causa de un conflicto por unos textos difamatorios contra su protector el empresario Jerónimo Velázquez (1588). La vida de Lope de Vega da muchísimo juego por todo lo que vivió y en este caso el director pretendía contar sus comienzos, antes de que se convirtiera en el escritor que fue, para narrar las dificultades de sus comienzos como dramaturgo y un conflicto amoroso que aunque no fue tal y como se cuenta (los romances narrados con Elena Osoria e Isabel Urbina fueron consecutivos y no simultáneos) da pie a gran parte de los resortes dramáticos de la película.

Particularmente valoro más la película como reconstrucción de época y por su asunto literario, por su valor como reclamo para aquellos que encuentren interés en los versos y en la figura del autor que como entretenimiento aunque curiosamente ésta es una película de corte histórico y sobre el mundo literario de Lope pero esta planteada como una obra de evasión, lo cual en sí mismo es algo atípico y poco usual y una baza a favor.

En cuanto al meollo en sí, creo que la película no termina de funcionar, aunque en todo momento resulta correcta, quizás porque se echa en falta mayor tensión emotiva, algunos críticos que la vieron en Venecia le achacaban también de falta de sentido del humor. Sea como fuere los actores están todos bien, no se puede poner pegas a ninguno de ellos (aunque si hay que elegir me quedo con Juan Diego) y cumplen con su papel y desde luego, el triangulo formado por el argentino Alberto Ammann, Leonor Watling y Pilar López de Ayala no puede ponérsele peros aunque sin duda falta “chispa”, esa que hace que lo que ves te remueva en tu butaca. Sucede quizás que la película da demasiadas vueltas sobre el mismo asunto y de algún modo se pierde en ello y en imágenes descriptivas, sí, de un tiempo, un ambiente y unos personajes pero a las que falta esa química abstracta y difícilmente explicable que hace que una historia te cale (lo hace puntualmente, como en esa escena en la que Lope demuestra su habilidad poética). Funciona en ese sentido mucho mejor el final, cuando realmente se activa el drama y la película concluye en un inteligente crescendo con unas bellas imágenes y versos, aunque yo tengo la impresión que es más por la mezcla de literatura e imagen que por la intensidad de lo narrado.

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Pienso que seguramente una película sobre Lope podría haber sido mejor de haberse planteado en forma de biopic (de este modo nos perdemos por ejemplo el enfrentamiento con Góngora, que da muchísimo juego), pero en este proyecto al director le interesaba más concentrarse en un momento concreto y desarrollar un conflicto amoroso y otro que tiene que ver con el decoro y las diferencias de clases, tan importantes en una España del siglo XVI donde la honra era el bien social más preciado. Da la sensación de que a Waddington le interesaba hacer algo así como su “Shakespeare enamorado”a la española y lo cierto es que aunque se ha quedado lejos el intento es plausible y merece reconocimiento, sólo le ha faltado rematarlo con esa intensidad que en la película de John Madden te encogía el ánimo.

En definitiva, una película correcta, lo cual es a la vez virtud y defecto dadas sus pretensiones y el asunto que trata, pero en definitiva un proyecto interesante y digno de elogio por lo que significa, sobretodo en estos tiempos en los que no se estila en exceso este tipo de cine.

martes, 5 de octubre de 2010

Trailer de "You again"

“Fantástico Mr. Fox” (Wes Anderson, 2009)

*****
Título original: Fantastic Mr. Fox.
Países: USA y Reino Unido.
Duración: 87 min.
Género: Animación, comedia.
Doblaje original: George Clooney (Sr. Fox), Meryl Streep (Sra. Fox), Jason Schwartzman (Ash), Bill Murray (Badger), Wally Wolodarsky (Kylie), Eric Anderson (Kristofferson), Michael Gambon (Franklin Bean), Willem Dafoe (Rat), Owen Wilson (Skip), Jarvis Cocker (Petey).
Guión: Wes Anderson y Noah Baumbach; basado en el libro de Roald Dahl. Producción: Allison Abbate, Scott Rudin, Wes Anderson y Jeremy Dawson.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Tristan Oliver.
Montaje: Andrew Weisblum.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en USA: 13 Noviembre 2009.
Estreno en España: 23 Abril 2010.

Es posible que cuando leais esta reseña os sintáis tan escépticos como yo cuando el año pasado leí que ésta película era una de las mejores del año y una de las favoritas a entrar en la decena de nominadas a mejor film en los óscars; pero el caso es que es cierto, estamos ante una pequeña perla que, gustando más o menos, está sin duda entre lo mejor del 2009.

Por desgracia las películas de Wes Anderson no suelen estar demasiado bien publicitadas por aquí por España y aunque ignoro el motivo (aunque me lo imagino), el caso es que tiene su encanto “descubrirlas” aunque en honor a la verdad convertir a este director en un hallazgo es poco menos que un delito fílmico cuando ya ha rodado películas tan interesantes como “Academia Rushmore”, “Los Tenembaums, una familia de genios”, “The life aquatic” o “Viaje a Darjeeling”, todas ellas comedias con un poso dramático y guiones muy peculiares sobre gente con problemas personales que precisa del afecto de los más próximos para seguir adelante.

Anderson se sitúa en un subconjunto del cine norteamericano que podríamos denominar “independiente” y que se caracteriza por un exquisito cuidado del guión y puestas en escena imaginativas, del que también formarían parte Michael Gondry o Spike Jonze. De algún modo Anderson me recuerda también a Woody Allen, en el sentido de que construye sus historias en base a personajes excéntricos, perdedores, seres entrañables que buscan afecto y evolucionar en contacto los unos con los otros.

Curiosamente el director ha elegido para esta película un formato completamente inusual en su cine, la animación tradicional basada en la “stop motion” y ha recreado así una fábula con animales, un cuento de Roald Dahl (el escritor de “Charlie y la fábrica de chocolate”) en el que el Sr. Zorro después de unos años de vida tranquila y reposada con su mujer y su hijo decide “alegrarse la existencia” cambiando de casa y dando un último golpe contra los tres granjeros humanos más peligrosos del lugar Boggis, Bunce y Bean (fantástica por cierto la cancioncilla basada en ellos y en general toda la banda sonora de Alexander Desplat, nominada el año pasado).

Absolutamente todo en esta película posee una virtud muy especial y es que resulta una película original, fresca, un regalo para nuestros sentidos y nuestro ánimo. En clave de comedia existencial plaga de grandes momentos Anderson parece desarrollar una idea y una moraleja que es a la postre con la que debemos quedarnos. Por un lado la idea es la que emana del cuento de la rana y el escorpión, no sé si os suena. El caso es que había una vez un escorpión que pretendía cruzar un río y pidió ayuda a una rana y aunque ésta, temerosa y precavida, se negó en un principio, finalmente accedió bajo la promesa de que el escorpión no le picaría; pero al cruzar el río el escorpión picó a la rana sintiendo no haber podido evitarlo. Pues bien, el Sr. Zorro es en este caso como el escorpión y dado que es un zorro, pese a llevar años sin cazar por deseo y promesa hecha a su mujer, a fin de cuentas es un zorro y esa verdad inapelable es el motor argumental de la película. En el tramo final, cuando los acontecimientos se han desencadenado le dice a su mujer: “Felicity, te amo” y ella le contesta “Yo también, pero no debí casarme contigo” y sin embargo es la propia Sra. Zorro la que también comenta “Todos somos diferentes, sobretodo él, pero eso nos hace fantásticos”. Esa es la idea sobre la que pivota el argumento y sobre la que se construye un guión excepcional, lleno de ironía, de un fino humor que en el fondo se ríe de nuestras propias debilidades y complejos (sensacional el hijo del Mr. Zorro, celoso de su primo el “atleta” Kristoferson) y en el que hay tiempo para la sonrisa, la carcajada, la meditación, la acción, la ternura, el amor, etc.

Por supuesto no es una película sólo para adultos, que esencialmente lo es (ya no debería descolocarnos el hecho de que sea de animación porque la animación desde hace muchos años ha dejado de ser un territorio exclusivo para infantes, quizás nunca lo fue), los niños también pueden disfrutar de ella (sensacional el recurso de sustituir las palabrotas por el “taco”: “Me taco en la mar”) puesto que resulta muy entretenida y visualmente sorprendente. A mí particularmente me parece extraordinario todo lo que tiene que ver con el apartado audiovisual, no sólo porque el soundtrack es fabuloso (tanto banda sonora como sonido), sino también porque cada escena está trabajadísima no sólo en los movimientos de los personajes sino también en los decorados y cada uno de los pequeños detalles que son pura artesanía y diseño de la más alta creatividad.

Vamos, que no quiero quedarme corto, pero todo es magnífico de inicio a fin. No sólo se trata de una comedia divertida que te sorprende visual y argumentalmente, además te hace pensar y queda grabada en tu recuerdo. Desde luego es injusto que no se hable más de esta película, que no tuviera más éxito y que pasara desapercibida por los cines y la recomiendo vivamente guste o no la animación, aunque si gusta, no hay ninguna duda, es OBLIGATORIO verla.

Un aplauso por Wes Anderson, con permiso de “Los Tenembaums” ha hecho su mejor película y su trayectoria me hace pensar que tarde o temprano logrará un bombazo reconocido por todos, tiempo al tiempo.

lunes, 4 de octubre de 2010

“Buried” (Enterrado) (Diego Cortés, 2010)

***
Países: España.
Duración: 94 min.
Género: Thriller psicológico
Interpretación: Ryan Reynolds (Paul Conroy), Robert Paterson (Dan Brenner), José Luis García Pérez (Jabir), Stephen Tobolowsky (Alan), Samantha Mathis (Linda Conroy), Warner Loughlin (Donna Mitchell/Maryanne Conroy), Ivana Miño (Pamela), Erik Palladino (agente Harris).
Guión: Chris Sparling.
Producción: Rodrigo Cortés y Peter Safran.
Música: Víctor Reyes.
Fotografía: Eduard Grau.
Montaje: Rodrigo Cortés.
Dirección artística: María de la Cámara y Gabriel Paré.
Vestuario: Elisa de Andrés.
Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Estreno en España: 1 Octubre 2010.


“Buried” se está convirtiendo gracias a la crítica, a Sundance y a una ingeniosa maniobra de publicidad en la película del momento y no sin méritos, pero conviene que puntualicemos y expliquemos bien por qué y a qué se debe.

Digo esto porque hay un dato muy importante a tener en cuenta: es una película de hora y media sobre un tipo enterrado en un ataúd y no hay ni una sola imagen que sea fuera de él. Conviene explicarlo para que nadie anticipe otra cosa y todo el mundo vaya sobre aviso, es preciso estar preparado para lo que se va a ver. Desde luego tal peculiaridad es en sí misma una limitación por el simple hecho de que sólo hay un espacio minúsculo en donde se desarrolla la historia, que a menudo no vemos nada o vemos poquito si el protagonista no se alumbra con algo y que el único diálogo es el que desarrolla con un teléfono móvil. Que esa limitación el director la haya convertido en una ventaja aplaudida demuestra su valía, pero es desde luego un obstáculo que no será salvado por cualquier tipo de público. Mucho ojo, no nos dejemos llevar por lo que escuchamos o leemos.

Particularmente creo que películas con este tipo de planteamiento son un buen sistema para darse a conocer (ocurrió algo similar con “El mariachi” o “El proyecto de la Bruja de Blair” por poner dos ejemplos) o para experimentar con tu carrera ya consolidada (no es el caso, pero sí es lo que Hitchcock hizo con sus episodios televisivos y de ahí qque se compare a Cortés con el maestro) y se convierten en referencia porque el cine experimental siempre lo es; pero lo que dice la crítica puede llevar a engaño a cierto tipo de espectadores. Hagamos un repaso por algunos comentarios para ilustrarlo que he sacado de la reseña de Filmaffinity http://www.filmaffinity.com/es/film856879.html:

"Asombroso Ryan Reynolds (...) El efecto es genuinamente espeluznante, pero ni se te ocurra ver 'Buried' si sufres de claustrofobia" (Rex Reed: The New York Observer)
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"Una obra histórica para el cine español (...) soberbio ejercicio de estilo (...) apabullante entretenimiento (...) cine del grande" (Javier Ocaña: Diario El País)
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"Un ejercicio de talento cinematográfico que asombraría al propio Hitchcock (...) con un sarcasmo trágico y un punto exagerado que resulta tan entretenido y visual como una carga de indios en un western. (...) Reynolds realiza un trabajo sobrehumano (...) Puntuación: **** (sobre 5)" (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
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"El milagro se produce: el espectador queda clavado en su butaca desde el arranque hasta el desenlace sin que la angustia mengüe un solo instante" (Jordi Batlle Caminal: Diario La Vanguardia)
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"Terror psicológico, al más puro estilo Stephen King. (...) Cortés logra transformar un incómodo experimento en una experiencia única (...) Puntuación: ***** (sobre 5)" (Mariló García: Cinemanía)

En efecto, todo es cierto, la película agobia, produce claustrofobia (especialmente al comienzo, cuando todavía estás asimilando la situación, yo pensaba en los primeros quince minutos que no podría aguantar porque me estaba revolviendo en la butaca) y es un poderoso y efectivo ejercicio de estilo y de terror psicológico; pero yo pregunto ¿Puede esta película convertirse en la preferida de alguien? ¿O más bien es el experimento de moda? Lo digo porque por experimental, más que Lars Von Trier en los últimos años pocos directores, pero sus películas son más académicas que entretenidas y yo al menos no concibo una buena película sin ambas cosas. Es decir, lo que quiero explicar es que, de acuerdo, “Buried” es ya una película de referencia y se hablará de ella en todos los manuales de la historia del cine, pero algo muy distinto es que para todos los que la veamos sea una película redonda, como parecen darnos a entender los comentarios. Y matizo aún más mi explicación: Sí será perfecta para quien valore un proyecto en función de sus propias posibilidades, pero no para quien valore una película en un contexto más global. Es decir para quien crea que una película sobre un tipo enterrado no se puede hacer mejor, esta película es un 10; pero para quien valora una película en función de lo que le aporta o en comparación con otras, puede no serlo, puede de hecho ser hasta aburrida e insulsa ( Y ¡ojo! que yo opino lo contrario).

Puntualizados los comentarios que leemos en prensa estos días, sí es cierto que la película está muy lograda, muy trabajada, muy conseguida y que, desde luego cae simpática desde el principio. Saber que es española (aunque esté rodada en inglés), que seguramente es la película hispana con mayor distribución comercial en todo el mundo, que tuvo una gran acogida en el festival de cine independiente de Sundance y que detrás de ella hay un trabajo minucioso son un gran tanto a favor. Además lo experimental suele contar siempre con el apoyo de la crítica, que quiere ver proyectos que se arriesguen y sean distintos que lo habitual y por supuesto “Buried” es todo eso.

Puede parecer que una película rodada en una caja es lo más fácil y barato del mundo, pero nada de eso. El rodaje duró diecisiete días en los que el director trabajó a destajo a razón de unas veinte horas diarias rodando y montando para llegar a tiempo de proyectar la película en Sundance, su mejor escenario de presentación posible. Además las dificultades del rodaje se multiplicaron a causa de la necesidad de evitar el cansancio del espectador a todos lo niveles: se usan recursos argumentales claro (alguno francamente conseguido por la tensión que incorpora, no digo cual pero resulta evidente) pero también visuales y el director juega con el montaje, los puntos de vista, mueve la cámara, realiza travellings y giros imposibles dentro de la caja, lo cual supone un importante trabajo de creatividad y obliga a complicados requiebros artísticos (tuvieron que construirse hasta siete ataúdes de características diferentes para hacer posibles todos los movimientos de cámara).

Y es obvio que una película de estas características no funciona sin un buen guión y un actor capaz de transmitir el agobio del personaje. Tanto uno como el otro son magníficos. El guión incorpora sus buenas dosis de ironía y denuncia y los diálogos nos ofrecen toda la información que necesitamos para “sufrir” con el protagonista; pero desde luego Ryan Reynolds está extraordinario.

Por lo que a mí respecta la hora y media se me ha hecho ligeramente larga, con un comienzo que sí me ha incomodado y agobiado, después asimilas la situación y el estilo de la película y penetras más intensamente en el drama del personaje; pero hay un tramo a mitad de película en el que todo parece “atascarse” un poco y es entonces cuando la película remonta y te brinda una media hora final intensa y realmente apasionante.

Es decir, un reto fantásticamente superado, una película de la que pueden correr ríos de tinta y opiniones de todo tipo, una referencia indudable de aquí en adelante como en otro tipo fueron tantas otras películas experimentales; pero también una película dura de pelar, más apropiada para el estudioso y el voyeur fílmico que para el espectador para quien el cine es ante todo una vía de escape y evasión. Es lo que tiene un proyecto arriesgado como éste.

domingo, 3 de octubre de 2010

“Wall street” (Oliver Stone, 1987)


****
Título original: Wall Street
País: Estados Unidos
Duración: 126 min.
Género: Drama
Reparto: Michael Douglas, Charlie Sheen, Daryl Hannah, Terence Stamp, Martin Sheen, Hal Holbrook, Sylvia Miles, Richard Dysart, Millie Perkins, Annie McEnroe, Sean Young, James Spader
Distribuidora: 20th Century Fox
Productora: Twentieth Century-Fox Film Corporation, Amercent Films, American Entertainment Partners L.P.
Fotografía: Robert Richardson
Guión: Oliver Stone, Stanley Weiser
Maquillaje: Anthony Cortino, Fern Buchner
Montaje: Claire Simpson
Música: Stewart Copeland

Aprovechando el estreno de la segunda parte de “Wall street” y lo plenamente de actualidad que está la crisis financiera a día de hoy recordamos aquella, una película de Oliver Stone, estrenada en 1987, que supuso el óscar a mejor actor para un Michael Douglas por aquellas fechas en auténtico estado de gracia y en la cima de su carrera.

El director venía de triunfar con “Platoon”, óscar a mejor película un año antes, que le supuso también la estatuilla como mejor director y en su haber la crítica de aquel entonces alabó una vigorosa energía tras la cámara que ya había exhibido anteriormente también en “Salvador”. La película tuvo notable éxito y sirvió para afianzar la carrera tanto del director como de un Charlie Sheen en línea ascendente.

El argumento se centra en Bud Fox, un joven novato de Wall Street, aspirante a broker de la bolsa, tan inocente dentro de la jungla de las finanzas como su personaje de Chris lo estaba en la selva vietnamita de “Platoon” (¡¡¡Cuántas veces harían esta comparación los críticos de la época, el caso es que funciona!!!). En realidad Oliver Stone cambiaba una jungla por otra, pero su protagonista sufría un proceso de aprendizaje y desengaño similar en ambos casos, chocándose de lleno contra las miserias de terceros. En “Wall street” Bud Fox cree que quiere ser como su ídolo, el tiburón de las finanzas, Gordon Gekko (impresionante Michael Douglas); pero las circunstancias le hacen ver que se equivoca.

Recientemente he vuelto a ver la película para refrescarla y debo admitir que, aunque me parece buena e interesante, no me trasmite la fuerza que parecía tener en su día. Indudablemente es un título recomendable para introducirse en los vericuetos de la Bolsa y conocer de primera mano los tejemanejes de corredores, agentes y demás especies financieras; pero le veo algunas pegas: primero que su estilo visual ya no es tan novedoso e impactante como fue en su día; segundo, que sufre ciertos altibajos de interés en su desarrollo (particularmente la relación entre Bud y Darien me parece desaprovechada y un tanto insulsa, cuando daba mucho juego dramático) y por último, que por desgracia el protagonista, el personaje con el que deberíamos identificarnos no nos engancha en ningún momento. Admitámoslo, es un niñato al que no se llega a coger simpatía y aunque eso es precisamente lo que pretendía Oliver Stone provoca algo que en el fondo es un sinsentido y es que realmente quien nos termina por interesar es Gordon Gekko, el verdadero plato fuerte de la función, un hijodeputa sin escrúpulos como pocos se han visto en una pantalla de cine.

No quiero dar a entender con todo esto que la película no esté bien, al revés. Se trata sin duda de una de las películas más logradas del director, que aún mantiene un equilibrio estilístico y no se excede ni en el movimiento de cámara ni en el montaje, cosa que después se le va de las manos en otros títulos como “Asesinos natos” o “Un domingo cualquiera”. Además Oliver Stone explica bastante bien el mundillo en que se mueve el argumento, su cámara nos introduce en oficinas, despachos, restaurantes y en la propia bolsa con acierto y pocas veces se han presentado las calles de Wall Street y los recovecos financieros con tanto sentido de la espacialidad; pero sí quiero matizar que el paso del tiempo ha perjudicado un poco a la película. Desde luego no es el bombazo que fue en su vida. Seguramente corrieron ríos de tinta sobre ella por razones que no eran sólo las esencialmente fílmicas.

El verdadero sobresaliente de la película es Michael Douglas, que clava un personaje odioso, un hijo de perra redomado, pero que atrapa nuestro interés por completo. También pienso que la película crece cuando aparece en ella Martin Sheen, que irónicamente hace de padre de su hijo, porque él si es el verdadero antagonista de Gekko y no Bud, que es un mero monigote zarandeado. Lo que es puramente la descripción del mundillo empresarial y financiero es acertado, incluso aun cuando más farragosa se vuelve; sin embargo el drama personal, lo que podía darle a la película una profundidad emotiva fracasa por lo ya comentado, la química entre Daryl Hannah y Charlie Sheen no funciona y además el personaje de éste termina por no hacerse simpático y nos distancia.

En cualquier caso una película que aunque no es redonda merece la pena y que, aunque el paso del tiempo la ha dejado en su sitio, quizás un escalón por debajo de lo que estuvo, sigue resultando un magnífico y acertado acercamiento al mundillo de Wall Street, seguramente uno de los mejores y más vigorosos visualmente que se han hecho.

La moraleja también es importante, la deja entrever Bud al final en la que probablemente es la escena icónica de esta película, en mitad de Central Park: “Supongo que por mucho que quiera ser Gordon Gekko, siempre seré Bud Fox”.


Trailer de "The kings speech"

Trailer de "Reds"

Mis películas favoritas - "Los intocables de Elliot Ness"

viernes, 1 de octubre de 2010

Arthur Penn (1922- 2010)
















Arthur Penn falleció el pasado 27 de septiembre a la edad de 88 años

Iniciado en el mundo del teatro y la televisión Arthur Penn pertenecía a la generación de Franklin J. Schaffner, George Roy Hill, Blake Edwards, Richard Attenborough, Stanley Donen, Robert Altman, Robert Mulligan, Hal Ashby, Sydney Lumet o Sam Peckinpah aunque estilísticamente se aproxima quizás más a los dos últimos.

Su cine se caracteriza por un estilo, podríamos decir, “a la europea” , desmitificador, revelador, intenso en muchos momentos y su filmografía resulta heterogenea y peculiar. Apenas con poco más de una docena de títulos fue reconocido por la Academia de Hollywood con tres nominaciones por “El milagro de Ana Sullivan”, “Bonnie and Clyde” y “El restaurante de Alicia” pero no consiguió la estatuilla. Y es que, a pesar de su corta filmografía de títulos, la mayoría (especialmente los que filmó hasta los años 80’s) resultan muy interesantes. Su título insignia es por su puesto “Bonnie & Clyde”, considerado un clásico indiscutible del cine norteamericano, aunque particularmente me quedaría con “La jauría humana” o "El milagro de Ana Sullivan" que me parecen mucho más intensos y emotivos.

Resulta difícil encontrar características similares en sus películas, más bien fue un todoterreno; capaz de abordar argumentos completamente distintos y con estilos diferentes pero sí que hay un nexo de unión, su intención de desvelar algunas miserias de la naturaleza humana, que lo son también de la sociedad en que vivimos: la intolerencia, la incomprensión, la hipocresía o la compasión mal entendida.

Entre sus mejores películas tenemos "El zurdo", un western muy original protagonizado por Paul Newman e inspirado en la historia de Billy el niño; "El milagro de Ana Sullivan", un intenso y emocionante drama lleno de interés humano sobre el trabajo de una profesora con una niña sordomuda malcriada que les valió los óscars a mejor actriz y actriz secundaria a unas excepcionales Anne Bancroft y Patty Duke; la magnífica e infravalorada "La jauría humana", un tenso drama en el que Marlon Brando te encoge el ánimo con un personaje íntegro e intachable vapuleado por los caprichos de una población llena de prejuicios; esa extraña película desmitificadora del mundo del western que es "Pequeño gran hombre" en la que comedia y drama crean un curioso cocktail muy próximo a la picaresca; el thriller "La noche se mueve", que reactivó el género policiaco y por su puesto la historia de Bonnie & Clyde, también dramática, intensa, emocionante y con un final que también podría haber firmado Sam Peckinpah.

En suma, un director no muy prolífico, pero con una buenísima mano, un póker de títulos de referencia que son un bagaje magnífico y que merece muy mucho la pena ver.

Filmografía

El zurdo (The Left Handed Gun) (1958) ****
El milagro de Ana Sullivan (The Miracle Worker) (1962) *****
Acosado (Mickey One) (1965)
La jauría humana (The Chase) (1966) *****
Bonnie and Clyde (Bonnie and Clyde) (1967) *****
El restaurante de Alicia (Alice's Restaurant) (1969) ****
Pequeño gran hombre (Little Big Man) (1970) ****
La noche se mueve (Night Moves) (1975) ****
Missouri (The Missouri Breaks) (1976)
Georgia (Four Friends) (1981)
Agente doble en Berlín (Target) (1985)
Muerte en invierno (Dead of Winter) (1987)
Penn & Teller Get Killed (1989)
Lumiere y compañía (Lumiere and company) (1995)
Inside (1996) (TV)