miércoles, 27 de julio de 2011

Trailer - "El origen del planeta de los simios"

“Paul” (Greg Mottola, 2011)

***
Dirección: Greg Mottola.
Países: Gran Bretaña y EEUU.
Duración: 104 min.
Género: Comedia, ciencia-ficción.
Reparto: Simon Pegg (Graeme Willy), Nick Frost (Clive Gollings), Jason Bateman (agente Zoil), Kristen Wiig (Ruth Buggs), Jeffrey Tambor (Adam), Bill Hader (Haggard), Jane Lynch (Pat Stevens), Blythe Danner (Tara), Joe Lo Truglio (O’Reilly), John Carroll Lynch (Moses Buggs), David Koechner (Gus), Sigourney Weaver (El Gran Jefe), Seth Rogen (voz original de Paul).
Guión: Simon Pegg y Nick Frost.
Producción: Nira Park, Tim Bevan y Eric Fellner.
Música: David Arnold.
Fotografía: Lawrence Sher.
Montaje: Chris Dickens.
Diseño de producción: Jefferson Sage.
Vestuario: Nancy Steiner.
Distribuidora: Universal Pictures International Spain.
Estreno en Gran Bretaña: 14 Febrero 2011.
Estreno en España: 22 Julio 2011.

Hace unos días se estrenó “Paul”, la tercera película en colaboración de los guionistas y actores británicos Simon Pegg y Nick Frost (los protagonistas para más señas) que anteriormente habían filmado “Shaun of the dead” (en España “Zombies party”) y “Hot fuzz” (“Arma fatal”) todas ellas parodias repletas de homenajes y guiños cinematográficos. En realidad el dúo había sido un trío contando al director Edgar Wright, pero como éste se puso a filmar “Scott Pilgrim contra el mundo” le sustituyó Greg Mottola, director de “Supersalidos” y “Adventureland” (vaya por delante que creo que se nota el cambio y que prefiero a Wright).

Rastreando por las opiniones ya vertidas tras el estreno nos encontramos de todo, desde quien la considera muy divertida hasta quien la crítica por tibia y sin rumbo, pero quizás quienes más atinan son quienes aceptando que es entretenida le veían más posibilidades. Al menos a mí eso me pareció porque aunque te deja buen regusto te queda la sensación de que al personaje de Paul se le podía haber sacado más partido.



















Quizás de las tres comedia paródicas de Pegg & Frost la más conseguida sea “Zombies party” que logra una sorprendente e inesperada mezcla de comedia y terror que resulta mucho más efectiva de lo que uno espera a priori, pero todas ellas con sus aciertos y desaciertos tienen una virtud incuestionable y es que se nota que están hechas con máximo respeto a los clásicos en los que se inspiran, algo que sí “llega” al espectador y que se traduce en el hecho de que gustando más o menos todas resultan películas simpáticas, de visionado agradable y uno sale del cine contento así que “misión cumplida”.

Podríamos decir que son películas de “frikies” para “frikies”, pero en ningún caso entendamos este calificativo como algo negativo sino todo lo contrario. Se nota que Pegg y Frost escriben los guiones dejándose llevar por un sentido del humor sanote y socarrón, dejando claro que quieren reírse con nosotros e incluso con quienes hicieron las películas que parodian. No es extraño por tanto que Spielberg, a quien el homenaje es evidente por los guiños a “ET” y “Encuentros en la tercera fase” los haya reclutado para su próxima versión de “Tintín”. El propio Simon Pegg en la promoción de la película aseguró que "Paul” es una carta de amor a Spielberg" y aunque en castellano no nos damos cuenta el director participa en la película en un cameo de voz.

Respecto al guión, la columna vertebral de toda comedia, digamos que tiene altibajos con momentos y diálogos francamente buenos y otros que no lo son tanto. En general creo que el personaje de “Paul” no termina de estar a la altura de las expectativas que provoca el trailer y defrauda un poquito; gran parte de su encanto reside en lo bien hecha que está la captura en movimiento y en el hecho de ser muy poco alienígena y muy humano y de su desparpajo (para proporcionárselo en la versión española han contratado a Santi Millán así que está garantizado) mucho más que en sus gracias, ocurrencias o acciones. Quizás parte del público esperábamos más de él y en cambio esperábamos menos de los actores y a la postre los que resultan más entrañables son Graeme y Clive, dos amigos unidos por algo más que una simple amistad.

Lo más divertido de la película probablemente sean los guiños y homenajes a series y películas del género desde “Expediente X” a “Alien” pasando por “Starman”, ya iréis descubriendo por qué si la veis (el final en concreto es impagable). Sin desmerecer a Jason Bateman ¡qué bien hubiera quedado en esta película David Duchovny! ¡¡¡¡El agente Zoil es la vuelta de tuerca perfecta de Fox Mulder!!!!





















Para dar meollo al asunto hay varias historias secundarias para mi gusto bastante flojillas. La historia romántica creo que no funciona en absoluto y me parece incluso forzada y metida con calzador y provoca un bajón de interés a mitad de película aunque da juego para incorporar alguna sorpresa al argumento, los apuntes religiosos aportan poco y eran prescindibles y la persecución policial pienso que hubiera funcionado mejor de no haber convertido a los agentes en personajes estereotipados, del mismo modo que esos dos matones de carretera que parecen anticipar un homenaje a “El diablo sobre ruedas” y se quedan en nada; pero en cualquier caso es de agradecer el esfuerzo por urdir un argumento con cabida para la acción.

El argumento trata sobre dos amigos ingleses que viajan a Estados Unidos en sus vacaciones para asistir al Comic Con y visitar el Área 51, el sancto-sanctorum de todos aquellos que creen en que los alienígenas ya tuvieron un primer contacto con nosotros en el incidente de Roswell (los no informados e interesados debéis ver “Expediente X”) y en su viaje encuentran a Paul. No cuento más.

“Paul” es la película perfecta para ver con los colegas en las calurosas tardes de este verano que tan poco de verano está teniendo ¡¡¡¡¡Vaya julio destemplado!!!! No es una comedia redonda, pero verla garantiza entretenimiento y la sensación de haber gastado bien el dinero de la entrada, lo cual no ocurre tantas veces como nos gustaría sobretodo en verano cuando aún no han llegado los grandes estrenos de la temporada. Al verla se comentó que era algo así como un comedia en la línea de “Evolution”, bueno, por ahí van los tiros.

Para acabar una impresión: Simon Pegg y Nick Frost tienen capacidad para hacer una gran comedia. Quizás no lo sea ésta y sí lo fue "Zombies party", pero seguro que repiten logros. Tiempo al tiempo.

MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO QUE HAY SPOILERS!!!!

- Graeme y Clive en el Comic-Con disfrutando de la convención y posteriormente de la zona 51.
- Las curaciones de Paul, especialmente aquella en la que cura el ojo del “cíclope” (Si la véis lo entenderéis)
- Paul dejando de respirar para hacerse invisible: “¿Qué? La tengo pequeña para mi planeta”
- Zoil abofeteando a los dos agentes que le ayudan.
- La aparición estelar de “el gran jefe”.



domingo, 17 de julio de 2011

“Juego de tronos” (“Game of thrones”) - 1ª Temporada

*****
Título original: “Game of thrones”
Género: fantástico, medieval, drama, épico
País: Estados Unidos
Duración: 50 minutos aprox. por capítulo (x10)
Idioma/s: Inglés, dothraki
Banda sonora: Ramin Djawadi
Producción ejecutiva David Benioff y D. B. Weiss
Producción: Mark Huffam y Frank Doelger
Dirección: Thomas McCarthy, Brian Kirk, Daniel Minan, Alan Taylor,Timothy Van Patten
Guión: David Benioff, Bryan Cogman, Jane Espenson, George R. R. Martín, D. B. Weiss
Creador: David Benioff y D. B. Weiss
Novelas: George R. R. Martín
Reparto: Sean Bean (Eddard «Ned» Stark), Emilia Clarke (Daenerys Targaryen), Harry Lloyd (Viserys Targaryen), Peter Dinklage (Tyrion Lannister), Michelle Fairley (Catelyn Stark), Kit Harington (Jon Nieve), Richard Madden (Robb Stark), Isaac Hempstead-Wright (Bran Stark), Maisie Williams (Arya Stark), Sophie Turner (Sansa Stark), Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister), Lena Headey (Cersei Lannister), Mark Addy (Robert Baratheon), Alfie Allen (Theon Greyjoy), Aidan Gillen (Petyr «Meñique» Baelish), Jack Gleeson (Joffrey Baratheon), Iain Glen (Jorah Mormont), Rory McCann (Sandor «Perro» Clegane), Ron Donachie (Ser Rodrik Cassel), Jason Momoa (Khal Drogo), Julian Glover (Grand Maester Pycelle), Amrita Acharia (Irri), Donald Sumpter (Maester Luwin), Conleth Hill (Lord Varys), Jerome Flynn (Bronn), Ian McElhinney (Barristan Selmy ), Susan Brown (Septa Mordane), Harry Lloyd (Viserys Targaryen), James Cosmo (Jeor Mormont), Jamie Sives (Jory Cassel), Francis Magee (Yoren), Gethin Anthony (Renly Baratheon), Charles Dance (Tywin Lannister),
Localizaciones: Irlanda del Norte, Malta y Marruecos
Fecha de emisión: 17 de abril de 2011 (9 de Mayo en España)



Hace mucho mucho tiempo en una España muy lejana las series se estrenaban en las cadenas generales y las veíamos todos a la vez, pero hete aquí que las televisiones crecieron exponencialmente y las series empezaron a verse primero en los canales temáticos o codificados. Esto ha pasado con la última maravilla de la HBO, que si no ha sido un boom social en España sólo se debe a que sólo los afortunados con Canal + han podido verla de momento.

Pues sí, “Juego de tronos” es el título con el que arranca una serie creada por la productora televisiva estadounidense HBO (responsable de grande éxitos como “Hermanos de sangre”, “The Pacific”, “Boardwalk empire” o “Los Soprano”) que pretende adaptar la saga creada por George R. R. Martín, titulada “Canción de fuego y hielo” que se compone de siete novelas de las que hasta el momento ha publicado cinco (“Juego de tronos”, “Choque de reyes”, “Tormenta de espadas”, “Festín de cuervos” y la última, recién publicada en Estados Unidos, “A dance with dragons”, concretamente el pasado 12 de julio y pronto llegará a España gracias a Gigamesh).

El proyecto puede que no sea conocido por muchos, los que todavía no han visto la serie o leído las novelas, pero para todos aquellos que ya hemos hecho una u otra cosa no nos cabe duda que es todo un acontecimiento. Entre los lectores creo que incluso se esperaba la serie con tanta expectación como en su día se hizo con las películas de Peter Jackson sobre “El señor de los anillos” y no es ninguna exageración porque en el ámbito de la novela fantástica no se tienen nada que envidiar una a otra.

Recientes encuestas y opiniones de la crítica especializada revelan que “Canción de fuego y hielo” es seguramente la saga mejor valorada del género junto a la de Tolkien y para comprobarlo solo es preciso leer el primer volumen, con un argumento plagado de sorpresas e intrigas que te atrapa de principio a fin y te obliga a leer más y más hasta su desenlace. La serie que nos ocupa no es menos fascinante teniendo en cuenta que adapta con sumo respeto la obra original (el propio George R. R. Martín firma algunos guiones de los capítulos y supervisa la filmación) y que la HBO es una productora televisiva que si se caracteriza por algo es por su pretensión por entretener cuidando al máximo todos los aspectos de producción.

El resultado que ya hemos podido ver muchos de la primera temporada es, creedme, espectacular y de momento se ha traducido en una buena y ¡¡¡muy importante!!! creciente acogida del público en EEUU, en la renovación para una segunda temporada (sólo faltaría) y en 13 nominaciones a los premios Emmy (ya sabéis, los óscars de la televisión) entre las que están la de mejor drama y mejor actor secundario (imponente Peter Dinklage, al que quizás recordéis por “Un funeral de muerte”) a parte de un buen puñado de categorías técnicas.





















HBO hace series como si fueran películas y basa su éxito en guiones y personajes muy trabajados y una puesta en escena sobresaliente. La esencia de “Juego de tronos” se adapta como un guante a ese estilo de producción puesto que la obra de George R. R. Martín es ante todo un drama de intrigas medievales aunque el género al que pertenezca sea la fantasía épica. Digo esto porque no hay que esperar en esta serie, al menos de momento, grandes batallas (aunque haberlas haylas y no se repara en sus aspectos más truculentos que hay alguno especialmente impactante como aquel de las justas en el que uno de los combatientes termina con el cuello destrozando manando sangre a borbotones), pero digamos que la acción está en un segundo plano y en ocasiones se evita (una elipsis en concreto nos deja con ganas de ver la batalla más importante del primer libro en el capítulo noveno, aunque no es una pega grave porque lo relevante son las consecuencias de la misma). La verdadera “batalla” de la primera temporada se ofrece en los encuentros entre personajes, en sus conversaciones, en lo que se dicen y en lo que callan. Ese es el gran acierto de George R. R. Martin, las intrigas de los siete reinos. El autor es insuperable creando microcosmos humanos, definiendo personajes y haciendo que sus intereses choquen y produzcan un conflicto dramático. Es cierto que hay muchísimos, que la serie (y las novelas) es por momentos difícil de seguir por ello, pero esto forma también parte del encanto de “Juego de tronos” porque nos introduce en un mundo nuevo, con códigos de conducta que son muy diferentes a los actuales pero que tienen el sabor de lo realista y lo verosímil.

Reflexionando sobre por qué “Canción de fuego y hielo” me gustó tanto y en consecuencia también la serie, una de mis conclusiones fue el hecho de que al tomarse tanto tiempo describiendo grupos humanos, al construir con tanta precisión y profundidad a los personajes George R. R. Martin, hace que parezcan más realistas que en un relato de ficción al uso y también lo son sus anhelos, sus deseos y ambiciones. “Juego de tronos” tiene una capacidad como pocas veces se ha visto de hacernos llegar no sólo a uno sino a todos y cada uno de sus personajes, así que cualquier acontecimiento que les suceda nos impacta el doble y en un mundo medieval como el que se ilustra la amenaza está a la vuelta de cualquier esquina y la muerte también, así que el argumento está plagado de momentos impactantes que te encogen el ánimo. Es una serie que tanto en esta primera temporada como en las siguientes va a desplegar una cantidad inacabable de cliffhungers, es decir, de finales que te dejan con el alma en vilo queriendo saber más y más.

Otro aspecto sobresaliente es la forma en la que se nos presentan los personajes. Es evidente que Martin tiene simpatía por los Stark y no tanta por los Lannister (aunque en el caso de Tyrion dejamos la cosa en suspenso) y que estas dos casas se sitúan en los extremos de su peculiar espectro de buenos y malos; pero no hay realmente un tratamiento maniqueo en los personajes, todos se comportan como lo hacen por una razón y muchas veces los códigos de comportamiento que tienen hacen ser “malos” a buenos (véase a Ned Stark haciendo de verdugo en el primer capítulo) o “buenos” a los malos (véase a Jaime Lannister hablando a Catelyn Stark en el último capítulo). El punto de vista es un acierto indiscutible de Martin porque la serie nos hace ver que todo depende de quién eres y dónde te encuentras, como bien le hacen ver a Jon Nieve en el Muro en los dos últimos capítulos. En las novelas queda incluso más claro puesto que cada capítulo corresponde a la perspectiva de un personaje.

Argumentalmente la serie es de un atractivo insuperable porque pasan muchísimas cosas, te mantiene en vilo incluso en las conversaciones más pausadas y aparentemente intrascendentes (¡ojo! todas son importantes, los personajes callan muchas cosas que se van entreviendo) y lo mejor de todo es que uno intuye que sólo es el caldo de cultivo de algo mucho más grande. Ya lo dice el lema de los Stark: “Se acerca el Invierno” y todos sin excepción, viendo la serie o leyendo las novelas, sabemos que ese invierno que se acerca puede ser temible y no sólo por lo que se intuye más allá del Muro en la primera escena de la serie (Impresionante por cierto, una de las mejores escenas de terror vistas en años en una serie hecha para la televisión), sino por la madeja de intereses e intrigas que vemos formar delante de nuestros ojos.























Un espectador más acostumbrado al fantástico de siempre quizás eche en falta más escenas de acción, pero no me parece que sea un problema, primero porque eso llegará en temporadas posteriores y segundo porque el verdadero plato fuerte son las interacciones entre los personajes, sean o no momentos trepidantes. En cualquier caso avanzo que cuando las situaciones se descontrolan y la acción se acelera suceden cosas que dejan literalmente sin aliento porque la serie no se preocupa en absoluto de si es políticamente correcta o no y hay momentos de una violencia explícita impactante.

Escenas brillantes hay muchísimas, tantas como momentos destacados, conversaciones reveladores y grandes personajes y todo esto no sería posible sin una buena labor de dirección y producción, actores magníficos y por supuesto, un buen guión. Esos son los tres pilares de esta serie.

En lo que al reparto concierne decir que me parece inmejorable empezando por un Sean Bean perfecto para el papel de Eddard Stark; pasando por una Lena Hedey (“Lo que queda del día”, “Lluvia en los zapatos”, “300”, “Terminator: las crónicas de Sarah Connor”) que me ha sorprendido muy gratamente como reina Cersei; descomunal Charles Dance como Tywin Lannister (magnífica su escena de presentación desollando un ciervo); idóneo Nikolaj Coster-Waldau como Jaime Lannister y absolutamente prodigioso Peter Dinklage como Tyrion Lannister. La labor de casting, que era una de las más complicadas, ha resultado de un acierto innegable (quizás por ser colaborador el propio autor de la obra original). Ni siquiera me parece que la elección de Michelle Fairley como Catelyn Stark, tal y como decían las críticas de los primeros capítulos sea un error porque es una magnífica actriz. Sin duda los actores hacen un grandioso trabajo y contribuyen de forma decisiva al éxito y la calidad de la serie.

Y por último, en el repaso de esta primera temporada de cuyo argumento no quiero hablar para no chafar nada, decir que todo lo que es puesta en escena, decorados, vestuario, maquillaje, ambientación se nota que está hecho con “primor” porque luce de maravilla en alta definición; pero por elegir algo me quedo con la banda sonora y esos títulos iniciales que cambian según van apareciendo casas y localizaciones, que te dejan anonadado siempre que empieza un nuevo capítulo.

En fin, podría estar hablando durante horas, en resumen es una serie magnífica y de visión obligatoria porque merece la pena, porque te gustará si no la has visto y porque es un auténtico regalo para la televisión....Ardo en deseos de ver ya segunda temporada, aunque en Estados Unidos está programada para Abril de 2012.

Mi reseña de la novela: aquí

CAPÍTULOS

1x01 «Winter Is Coming» «Se acerca el invierno»
1x02 «The Kingsroad» «El Camino Real»
1x03 «Lord Snow» «Lord Nieve»
1x04 «Cripples, Bastards, and Broken Things» «Tullidos, bastardos y cosas rotas»
1x05 «The Wolf and the Lion» «El lobo y el león»
1x06 «A Golden Crown» «Una corona de oro»
1x07 «You Win or You Die»
1x08 «The Pointy End» «Por el lado de la punta»
1x09 «Baelor» «Baelor»
1x10 «Fire and Blood» «Fuego y sangre»

CUIDADOOOOOOOO, A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS DE LA 1ª TEMPORADA




MIS ESCENAS FAVORITAS (CUIDADOOOOOO SPOILERSSSSS)

- La escena inicial del primer capítulo en la que una partida descubre más allá del Muro unas presencias extrañas (Capítulo 1x01)
- Ned Stark haciendo justicia con uno de los guardias de la noche y explicándole por qué lo ha hecho a su hijo Bran (Capítulo 1x0101)
- La llegada del Rey a Invernalia y el encuentro con la familia Stark (Capítulo 1x01).
- Daenerys metiéndose desnuda en una bañera de agua hirviendo impasible asumiendo que su boda con Khal Drogo es inevitable tras hablar con su hermano Viserys (Capítulo 1x01).
- El primer encuentro entre Jaime Lannister y Eddard Stark en Invernalia (Capítulo 1x01).
- El encuentro entre Tyrion y Jon Nieve en el patio de Invernalia mientras el resto está cenando (“A ojos de un padre, un enano es como un hijo bastardo”) (Capítulo 1x01).
- Tyrion sorprendido por su hermano Jaime en el burdel (Capítulo 1x01).
- Jaime Lannister empujando a Bran (“Las cosas que tengo que hacer por amor”) (Capítulo 1x01)
- Las conversaciones en privado del rey Robert Baratheon y Ned Stark recordando viejos tiempos y hablando en confianza sobre el presente tanto en la cripta de Invernalia como en el campo(Capítulo 1x01 y Capítulo 1x02)
- Jon le regala Aguja a Arya antes de marcharse hacia El Muro (Capítulo 1x02)
- Bran apunto de ser asesinado en su alcoba (Capítulo 1x02)
- Jon Nieve preguntando a Ned Stark a cerca de su madre (se lo dirá la próxima vez que se vean) (Capítulo 1x02)
- Joffrey se enfrenta a Arya y el wargo de ésta le muerde (Capítulo 1x02)
- Irri enseñando artes amatorias a Daenerys (Capítulo 1x02)
- Jon Snow subiendo por primera vez a lo alto de El Muro junto a su tío Benjen Stark (Capítulo 1x03)
- Robert Baratheon humillando a su cuñado Jaime Lannister, el hermano de la reina Cersei, con un grupo de prostitutas mientras él hace la guardia (capítulo 1x03)
- La conversación entre Meñique y Ned Stark en Desembarco del Rey tratando de convencerle de que no se fíe de nadie (Capítulo 1x03)
- Ser Allister Thorne les explica a Jon y Sam qué pasará cuando llegue el invierno (Capítulo 1x04)
- Un caballero con el cuelo traspasado en las justas y Meñique asustando a Sansa en la grada con la historia de los Clegane (Capítulo 1x04)
- Viserys explicando a su concubina sus intenciones para recuperar el trono de su padre en los siete reinos (Capítulo 1x04)
- Catelyn Stark pidiendo la ayuda de los nobles leales a la casa Stark en una posada para detener a Tyrion Lannister (Capítulo 1x04)
- Arya descubriendo el complot en la corte contra su padre (Capítulo 1x05)
- Tyrion defendiendo a Catelyn Stark en una emboscada (Capítulo 1x05)
- El enfrentamiento entre Gregor y Sandor Clegane, que defiende a Loras Tyrell, el caballero de las flores en las justas (Capítulo 1x05)

CUIDADO, SPOILERS

- El encuentro privado entre Loras Tyrell y Renly Baratheon (Capítulo 1x05)
- Catelyn Stark llegando a Nido de Águilas y encontrándose a su hermana dando el pecho a su hijo ya de avanzada edad (Capítulo 1x05)
- Tyrion Lannister convenciendo a su carcelero en Nido de Águilas con oro para que le permita hablar con Lady Arryn (Capítulo 1x06)
- El juicio de espadas en Nido de Águilas en el que Bronn defiende a Tyrion Lannister (Capítulo 1x06)
- Viserys Targarien coronado por Khal Drogo ante su irrespetuosa insistencia (Capítulo 1x06)
- Danerys comiéndose un corazón de caballo para demostrarle a Khal Drogo que es su khalesi (Capítulo 1x06)
- Tywin Lannister haciendo su primera aparición en una conversación en la que pone firme a su hijo Jaime mientras desolla un ciervo (Capítulo 1x07)
- Meñique instruyendo a Shae y a otra prostituta (escena explícita de sexo lésbico que nunca se había visto en una serie de TV) (Capítulo 1x07)
- Sam y Jon haciendo el juramento de los hombres de la Guardia de la noche en el Muro (Capítulo 1x07)
- Ned Stark avisándole a Cersei de que escape de Desembarco del Rey porque ha descubierto un ominoso secreto y ésta contestándole: "En el juego de tronos, o ganas, o mueres"(Capítulo 1x07)
- La última escena del capítulo 7, con Ned Stark traicionado (Capítulo 1x07)
- Syrio Forel defendiendo a Arya para que huya con una espada de madera (Capítulo 1x08)
- Catelyn Stark reencontrándose con Robb: "Si pierdes, tu padre muere. Tus hermanas mueren. Todos morimos"(Capítulo 1x08)
- Jon descubriendo el zombie en el Muro (Capítulo 1x08)
- Joffrey tomando la decisión sobre el futuro de Ned Stark ante la presencia de Sansa en audiencia real (Capítulo 1x08)
- Khal Drogo defiende a Daenerys en una pelea con uno de sus hombres y es herido en el pecho (Capítulo 1x08)
- Las conversaciones de Varys con Ned Stark en la prisión de Desembarco del Rey (Capítulo 1x08) y (Capítulo 1x09)
- Tyrion Lannister arengando a sus salvajes antes de la batalla del Tridente (Capítulo 1x09)
- Catelyn negociando con Ser Walder Frey para que las tropas de Robb puedan pasar por el puente que cruza el Tridente a través de su castillo (Capítulo 1x09)
- El maestre Aemon explicándole a Jon que “el amor es la muerte del deber”, con lo que deja entrever quién fue en el pasado y qué decisión tomó. (Capítulo 1x09)
- El final del capítulo 9 es el más impactante y doloroso de toda la primera temporada. Su puesta en escena es magnífica. (Capítulo 1x09)
- Las escenas en las que Joffrey impone su autoridad a Sansa (la de la audiencia en la que cortan la lengua a un juglar y la del puente son especialmente buenas) (Capítulo 1x10)
- Yoren corta el pelo a Arya para que ésta pueda pasar por un chico (Capítulo 1x10)
- Catelyn Stark se aleja del campamento abatida entre unos árboles y encuentra a Robb golpeando un árbol con su espada (Capítulo 1x10)
- Catelyn Strak acudiendo a ver a Jaime Lannister con las peores intenciones y lo que él le dice (Capíutlo 1x10)
- Los nobles que acompañan a Robb deciden proclamarlo rey del Norte (Capítulo 1x10)
- La conversación de Tywin Lannister con su hijo Tyrion explicándole lo que tiene que hacer rumbo a Desembarco del rey (Capítulo 1x10)
- El Lord Comandante Mormont convence a Jon Nieve de su destino: "¿Eres un hermano de la Guardia de la Noche o un hijo bastardo que quiere jugar a la guerra?." Y a continuación se forma una partida para salir más allá del Muro (Capítulo 1x10)
- Daenerys quema en una pila incendiaria a Khal Drogo y a la bruja y a continuación penetra ella. El desenlace es sorprendente e inesperado, es el mejor final posible y te deja con muchísimas ganas de más (Capítulo 1x10)

FIN DE SPOILERS

lunes, 11 de julio de 2011

"El silencio de un hombre" (Jean Pierre Melville, 1967)

*****
Título Original: Le samouraï
País: Francia
Guión: Joan McLeod (novela "The Ronin") / Jean-Pierre Melville / Georges Pellegrin
Música: Henri Decaë
Fotografia: François de Roubaix
Intérpretes: Alain Delon (Jef Costello), François Périer (The Superintendant), Nathalie Delon (Jane Lagrange), Cathy Rosier (Valérie, la pianiste (as Caty Rosier)), Jacques Leroy (Gunman), Michel Boisrond (Wiener), Robert Favart (Barkeeper)
Duración: 105 minutos

“El silencio de un hombre” está considerada una de las mejores películas del cine francés y más concretamente de un subgénero policiaco francés conocido como “Polar”. Fue rodada en 1967 por Jean Pierre Melville a partir de la novela de Joan McLeod y trata sobre un asesino a sueldo contratado para un encargo y perseguido de cerca por la policía (lo dejamos ahí porque lo interesante de la película es ir descubriendo qué ocurre).

No se trata de un título al uso sino un thriller con un trabajado suspense y una factura muy especial (impresionante penumbra la que domina por ejemplo en todos los interiores), un buen ejemplo de la película “de autor”, en la que más que lo que ocurre (que también tiene su miga) importa la forma en que el director lo transmite, siguiendo al protagonista, Jef Costello (Alain Delon), caminando de un lado a otro de la ciudad, en soledad y en silencio, aportando información con esas idas y venidas y con la interacción con otros personajes. Melville, a pesar de ser un declarado seguidor del cine noir del Hollywood clásico, filma de forma muy peculiar, ajeno a cualquier tipo de moda, la película es de las que podríamos denominar “lentas”, pero lo es porque cada escena se toma su tiempo y en la mayoría de ellas domina el silencio; sin embargo esos silencios, esas miradas sin palabras, el ir y venir no son superfluos, hay información en cada toma que debemos utilizar para dar sentido al argumento (por ejemplo, sabemos que Costello es elegante, minucioso y metódico por la mera forma en la que se pone su gabardina o encaja su sombrero).

Es una película que se introduce en el mundo criminal y policiaco, pero también es una película sobre la soledad y sobre la esencia de un tipo de personaje, un tipo de asesino a sueldo, eficaz, efectivo, escurridizo, enigmático, con un profundo sentido del deber, el honor y el agradecimiento.

Nada más comenzar vemos los títulos de crédito con una imagen de fondo que es ilustrativa de lo que va a ser la película, toda una declaración de principios: un plano general de la habitación solitaria y en penumbra de Costello, con éste tumbado en la cama fumando en silencio, con los únicos sonidos de su pájaro piando en la jaula (animal que por cierto usa para saber si alguien ha penetrado en su vivienda) o de los coches en la calle. Antes de que la película arranque un texto del libro de los samuráis (El Bushido): “No hay soledad más profunda que la del samurai, salvo de la un tigre en la selva...tal vez..”

El silencio y la inmovilidad son dos aspectos con los que juega Melville, aunque no hay que dejarlos pasar como suplérfluos sino que hay que buscar pistas en ellos para no llegar al final completamente perdidos y para hacer encajar todas las piezas del pequeño puzzle que propone el autor. Ya avanzo que su final, abierto, es una propuesta para que cada uno de nosotros dé sentido a la película aunque, por otra parte, hay pistas en lo que se dice y lo que no se dice, en lo que se ve y en lo que se intuye, para construir las respuestas a todos los porqués que nos van surgiendo. Melville realmente propone un juego con su silencio y el de sus personajes que consiste en descubrir qué hay más allá de lo evidente. Aviso que para ello es importante prestar atención aun cuando parece que no “pasa nada” porque la información está en las tomas para quien sepa descubrirla.

Este es un tipo de cine que requiere de un espectador implicado y activo, dispuesto a indagar en las motivaciones de los personajes sin conocer demasiado sobre lo que piensan. El director no nos ayuda a conocer qué piensa Costello con una voz en off, podría haberlo hecho pero no le interesa, no forma parte de sus intenciones tras la cámara. Los sentimientos y las intenciones no son explícitas, pero las podemos deducir por las acciones y los comportamientos de los personajes. Sólo la policía y en concreto el comisario (magnífico François Perier) son explícitos y sólo de ellos sabemos qué pretenden y anticipamos sus movimientos, el resto es imprevisible y hay que ir atando cabos, aunque si se presta atención sí resulta evidente qué pretende Costello incluso al final (como única pista diré que es un hombre agradecido y respetuoso con su código de conducta) y eso aún cuando tanto nosotros como el resto de personajes nos quedamos perplejos.

Seguramente lo más valorado de esta película y de su director es la capacidad para reformular el cine negro con una nueva visión y un formato distinto. No es una película sencilla porque el espectador debe esforzarse al no encontrarse con los códigos habituales del cine de género, pero entendida esta pretensión y vistos los resultados no cabe otra cosa que aplaudir el logro. “El silencio de un hombre” tiene la virtud de ser distinta, de impactar, de causar desconcierto y en su día fue revolucionaria y se anticipó a su época. Hoy ya no nos resulta tan atípica sobretodo después de ver algunos títulos en los que ha influido en estilo o argumento como “La conversación (F.F. Coppola, 1973), “Chacal” (Fred Zinneman, 1973), “Ronin” (John Frankenheimer, 1998), “Ghost dog” (Jim Jarmusch, 1999) o la más reciente “El americano” (Anton Corbijn, 2010).

Alain Delon logró con este personaje, cercano al del samurai de la cultura japonesa (de ahí la referencia inicial) un icono cinematográfico y en gran parte se hizo famoso gracias a él. Jef Costello es un tipo tan apuesto como enigmático, hierático y encerrado en sí mismo. No resulta improbable cómo reaccionan las mujeres de la película con él debido a ello, a pesar de que demuestra no saber amar (su condición no se lo permite porque se rige por otros códigos en los que el honor, la lealtad y el silencio son inviolable) y tampoco es extraña la meticulosidad con la que el superintendente se toma su trabajo después de toparse con él. La presencia de Delon ayuda a que esas escenas en silencio en las que simplemente la cámara le sigue en, a veces, largos planos secuencias resulten efectivos. El cine actual, centrado en la diversión por encima de todas las cosas, habría relegado al olvido esos planos, pero a Melville está claro que lo que le interesa es mostrar la soledad de ese personaje ya sea en el silencio de su piso o por las bulliciosas calles de París.

En suma, una película diferente, a la que cuesta aferrarse al principio de su visionado, pero que va interesando poco a poco y atrapándote en su peculiar estilo, obligándote a descifrar lo que oculta lo aparente y a sacar conclusiones de cada escena aparentemente banal. Una película muy recomendable para todo aquel para el que cine sea algo más que un mero entretenimiento.



MIS ESCENAS FAVORITAS (¡¡¡CUIDADO, HAY SPOILERS!!!!

- Jef robando un coche con un manojo de llaves y acudiendo a un garaje clandestino para cambiar la matrícula.
- Todo lo que acontece en la comisaría en la rueda de reconocimiento (en especial en relación al hombre que dice no ser muy observador: “Pues menos mal que no era usted observador” le contesta el comisario).
- La forma en que Jef escapa en el Metro de sus perseguidores.
- Los dos encuentros con el intermediario.
- La escena en la que instalan el micrófono (es lenta y el micrófono que ponen resulta un poco ridículo porque es fácil de descubrir, pero demuestra la meticulosidad de la policía y los escasos medios que disponen a pesar de su buen trabajo).
- La conversación entre el comisario y la amante de Jef (escena sencillamente sensacional, en la que el gendarme presiona con calculada sutileza).




viernes, 8 de julio de 2011

Grandes escenas - Barn dance -"Siete novias para siete hermanos"

“Piratas del Caribe 4, en mareas misteriosas” (Rob Marshall, 2011)

**
Título original: Pirates of the Caribbean: On stranger tides.
País: USA.
Duración: 137 min.
Género: Acción, aventuras, comedia.
Reparto: Johnny Depp (capitán Jack Sparrow), Geoffrey Rush (Héctor Barbossa), Penélope Cruz (Angélica), Ian McShane (Barbanegra), Kevin R. McNally (Gibbs), Astrid Bergès-Frisbey (Syrenia), Sam Claflin (Philip Swift), Stephen Graham (Scrum), Tamayo Perry (pirata), Gerard Monaco (oficial español), Óscar Jaenada (el español), Paul Bazely (Salaman), Deobia Oparei (pirata), Keith Richards (capitán Teague). Guion: Ted Elliott y Terry Rossio; basado en los personajes creados por Ted Elliott, Terry Rossio, Stuart Beattie y Jay Wolpert; basado en la novela de Tim Powers. Producción: Jerry Bruckheimer.
Música: Hans Zimmer.
Fotografía: Dariusz Wolski.
Montaje: David Brenner y Wyatt Smith.
Diseño de producción: John Myhre.
Vestuario: Penny Rose.
Distribuidora: Walt Disney Studios Motion Pictures Spain.
Estreno en USA: 20 Mayo 2011.
Estreno en España: 20 Mayo 2011.


Evidentemente la Disney se ha apuntado otro tanto con la cuarta parte de “Piratas del Caribe”, sobretodo en lo económico, ya que ha funcionado muy bien en taquilla y se ha colocado como una de las películas con más recaudación de todos los tiempos superando los mil millones de dólares, eso sí, otra cosa bien distinta es que cumpla las expectativas de lo que se espera de ella en función de esos números, porque ni es “Avatar”, ni “Titanic” y mucho menos “El señor de los anillos”.

En realidad se intuye que eso poco les importa siempre y cuando la saga siga haciendo caja y hay que reconocer que “Piratas del Caribe” en lo que sí ha demostrado ser buena es en eso de generar dinero y lo seguirá haciendo (si os esperáis hasta el final de los títulos de crédito tendréis claro que así será que, por cierto, en esta ocasión el guiño no es tan tontorrón como otras veces, al menos sirve para no dejar argumentalmente un cabo suelto).

Para esta cuarta entrega algún cambio importante. Para empezar desaparecen de la función Orlando Bloom y Keira Knightley y aparece por primera vez Penélope Cruz, cuyo personaje (Angélica, la hija de Barbanegra) viene a ser algo así como la versión femenina y por pura antítesis “machorra” de Jack Sparrow así que a buen entendedor pocas explicaciones bastan, el guión, introduce la “guerra de sexos” como un ingrediente cómico más, aunque a decir verdad no me parece que lo aprovechen bien del todo. La actriz española cumple, siempre lo hace, a mí nunca me disgusta, otro asunto es que siempre esté a la altura de “Volver”. En este caso no se le puede pedir más, tampoco tiene opción dado su personaje y su estado. Fijaros que a menudo aparece con mucha vestimenta encima y sin excederse en las escenas de acción porque estaba embarazada (en alguna incluso se nota).

Y cambia también el director porque Gore Verbinski se descabalga ya de la saga quizás deseoso de experimentar con otros proyectos (véase la curiosísima “Rango”) y contratan a Rob Marshall, el director de “Chicago”, “Memorias de una Geisha” o “Nine” al que se han lanzado todos los trastos para explicar el resbalón de esta película (sí, tanto a mí como a otros nos parece que no está a la altura de las anteriores). A mí hasta ahora Rob Marshall me ha parecido un director correcto, sin más, no ha sobredimensionado nunca los títulos que ha filmado, más bien al revés, pero no es un mal director de encargo, es de suponer que los estudios están contentos con él. En este caso se le ve menos hábil en las escenas de acción que su predecesor y quizás por ese lado la película se resiente un poco (véase la escena del enfrentamiento con las sirenas por ejemplo).














El argumento gira en torno a la búsqueda de la fuente de la eterna juventud y no digo más para no destripar cosas, pero también porque poco más hay salvo alguna subtrama que para mi gusto sobra completamente (me refiero sobretodo a la de la sirenita ¿no están los actores para matarlos?) y que a fin de cuentas alarga innecesariamente el metraje provocando descensos de interés que terminan por hacer aburrida la película en más de un momento.

En cualquier caso hay aspectos que hacen atractiva esta película y que explican su éxito económico: Johnny Depp y Geoffrey Rush por supuesto ya que a Óscar Janeada el montaje no le deja lucirse porque acorta a nada su participación (Jack Sparrow y Barbosa son seguramente lo mejor de “Piratas del Caribe”), la dirección artística (decorados, ambientación), la espectacularidad de la puesta en escena (hay que reconocer que no se ahorran un céntimo para que visualmente nos encante ya sea con tomas aéreas, los magníficos exteriores, travellings y todo tipo de trucos de cámara) y por supuesto el hecho de que es una película de aventuras, acción y comedia que garantiza que casi todos queramos verla para pasar un rato entretenido (no sé si en este caso lo será tanto, yo aviso, aunque hay varias escenas tan espectaculares como siempre). Y desde luego la fecha de estreno está muy bien calculada, justo en la época de “vacas flacas” en Hollywood, cuando ya han pasado todos los grandes títulos de los óscars y lo estrenos son flojitos porque aún no ha llegado la época veraniega y sus blockbusters.

En definitiva una película de entretenimiento que hay que ver para seguirle la pista a la saga, pero que probablemente defraudará porque no es tan divertida ni tan conseguida como las anteriores (al menos como las dos primeras, porque a mí la tercera también me dejó algo indiferente) y que incluso puede llegar a aburrir porque su argumento no da realmente para las dos horas y pico que dura. Seguramente nos quedaríamos más contentos con un guión un poquito mejor que no fuera una mera espina dorsal de varias escenas de acción y con un metraje más ajustado pero mejor condimentado.



MIS ESCENAS FAVORITAS (¡¡¡OJO HAY SPOILERS!!!!)

- La escena inicial en la que Jack Sparrow escapa (es escasamente verosímil, pero de lo más entretenido de la película).
- Todo lo relacionado con el muñeco de vudú.
- El ataque de las sirenas (no porque Marshall lo ruede bien, sino porque es uno de los pocos momentos trepidantes de verdad”)
- La escena de amor de la sirena y su enamorado iría en el apartado de mis peores escenas favoritas ¡¡¡qué bajón de actores!!!!

miércoles, 6 de julio de 2011

“La colina” (Sidney Lumet, 1965)

*****
Género: Drama, Bélica
País: Gran Bretaña
Reparto: Sean Connery (Joe Roberts), Harry Andrews (R.S.M. Wilson), Ian Bannen (Harris), Alfred Lynch (George Stevens), Ossie Davis (Jacko King), Roy Kinnear (Monty Bartlett), Jack Watson (Jock McGrath), Ian Hendry (Staff Sergeant Williams),
Michael Redgrave (Oficial médico),
Productor: Kenneth Hyman
Guión: Ray Rigby, R.S. Allen basado en su obra teatral
Fotografía: Oswald Morris
Música: Art Noel y Don Pelosi
Montaje: Thelma Connell
Fotografía: Oswald Morris
Duración: 123 minutos


Aunque está considerada casi unánimemente como una de las mejores películas de Sydney Lumet, no es “La colina” de las más conocidas de su autor, pues siempre se suelen citar antes “Doce hombres sin piedad” (1957), “Serpico” (1973), “Tarde de perros” (1975), “Network, un mundo implacable” (1976), “Veredicto final” (1982) o su última película y la más reciente “Antes que el diablo sepa que has muerto“ (2007). En cualquier caso se trata sin duda de una de esas películas que te engancha desde el principio y no te suelta hasta el final.

El argumento trata sobre una prisión británica al norte de África en una fecha indefinida en torno a la Segunda Guerra Mundial a la que envían a los soldados insubordinados o indisciplinados para “meterlos en vereda” mediante una intensa instrucción que incluye unos mortales ejercicios bajo un sol de justicia sobre una colina de arena construida dentro del recinto. En concreto la narración se centra en la llegada de cinco nuevos prisioneros entre los que destaca Joe Roberts (Sean Connery), un oficial que se negó a acatar una orden de ataque en la que perecieron todos sus compañeros y que se convierte en blanco de las iras del Sargento Williams (Ian Hendry), un tipo que parece disfrutar con el castigo físico a sus subordinados con la acquiesciencia de su superior, el Sargento Mayor Wilson (Harry Andrews).

La película es un valiente alegato que pone en tela de juicio los mecanismos de la jerarquía militar por cuanto el cumplimiento de una orden puede respetar los principios del ejército pero ir en contra de la lógica o de la humanidad. Como temas de fondo hay varios: la duda de si el fin justifica los medios cuando se trata de adquirir una disciplina, la idoneidad de la estructura jerárquica militar o las relaciones que se establecen dentro de un pelotón como metonomia de las que se establecen en la sociedad (el hecho de que uno de los cinco prisioneros, King (Ossie Davis), sea negro, está utilizado también para concienciar sobre el racismo). La película es por todo ello valiente y Sydney Lumet parece apuntar que no está en contra del sistema militar, pero que sí lo pone en duda por cuanto se basa en órdenes y no todos los hombres que las dan son ecuánimes. En realidad el gran tema de la película es el abuso de poder y el argumento lo desarrolla de manera magnífica.
Uno de los aspectos que más fuerza le dan a la película son los personajes. El Sargento Williams (Ian Hendry) es un claro precedente de tipos tan odiosos como el Sargento Hartman de “La chaqueta metálica” o el Amon Goeth de “La lista de Schindler”. Sus apariciones en escena provocan literalmente al espectador porque utiliza su posición de poder para someter a sus prisioneros de la celda 8, aunque el Sargento Mayor Wilson (Harry Andrews) no se queda a la zaga en un papel más odioso si cabe por cuanto hace la vista gorda a todos los desmanes siempre con la escusa de una disciplina que para nosotros, que conocemos todas las perspectivas como espectadores, resulta caprichosa y sui géneris. Los dos actores que los interpretan están soberbios.

No lo están menos los cinco detenidos, encabezados por un Sean Connery perfecto en su papel de Roberts, un oficial rebelde que no está dispuesto a obedecer órdenes fuera de toda lógica y por Ossie Davis, King, que padece todo tipo de vejaciones por ser negro y se une a la causa de Roberts. Junto a ellos Barlett y McGreeth representan la cobardía, el egoísmo, la traición; Stevens es la víctima propiciatoria y el argumento se completa con el jefe médico y el Sargento Harris, que es la antítesis de Williams. La crítica no obstante, más efectiva y despiadada que Lumet hace a través de un personaje es la del máximo responsable del correccional militar, un tipo que está preocupado sólo por las prostitutas, que ha perdido por completo el mando y que ignora qué ocurre entre los hombres a su cargo. Las interpretaciones de todo el elenco (la mayoría secundarios de lujo que hemos visto en infinidad de series y películas) son esenciales para que los mecanismos argumentales del guión funcionen y la película sea todo lo intensa que quería Lumet.

El director hace también un gran trabajo confeccionando su película como un drama psicológico en el que el blanco y negro de la fotografía, los primerísimos planos, los contrapicados y la posición de la cámara (a veces usando la técnica de la cámara en mano) son muy importantes para causar sensación de claustrofobia. Están también muy elaboradas las secuencias exteriores en el campo de entrenamiento, con elegantes movimientos cenitales como el que da inicio a la película y casi siempre luciéndose en los planos secuencia con numerosos extras de fondo ejercitándose, que es algo que aumenta notablemente la sensación de asfixia física que se quiere dar a entender. Otro aspecto del que se habla mucho sobre esta película es el tratamiento que se da al personaje de Williams, casi siempre con la cara oculta en sombras para enfatizar su malévola presencia. En general podríamos decir que Lumet desarrolla una dirección excepcional, adelantada a su tiempo. Pese al blanco y negro la película no resulta por ello “antigua” sino que los encuadres y las imágenes parecen modernos, actuales. Es una película para la que ha pasado muy bien el tiempo y no es de extrañar que ganara el premio a la mejor producción británica en aquel 1965.



MIS ESCENAS FAVORITAS (¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!)

- La escena inicial, cenital, recorriendo todo el campo de detenidos, sobrevolando la colina, explicando el escenario en el que van a tener lugar los hechos.
- Son geniales casi todas las escenas en las que aparece Harry Andrews, pero entre todas ellas destacaría aquella en la que los reclusos parecen amotinarse y los apacigua dando muestras de un cinismo sin límites.
- La escena en la que los cinco detenidos tienen que subir y bajar la colina “sólo seis veces”. Incluso como espectadores nos parece que no es excesivo, pero con esta escena comprendemos que sí lo es, máxime cuando Lumet intercala otra escena nocturna en la que un soldado sin petate prueba a subir y bajar la colina y sólo soporta hacerlo un par de veces.
- Los oficiales encabezados por Williams con las porras sobre la colina.
- La escena en la enloquece Stevens.
- La escena clave de la película, que explica toda la tesis de fondo que ésta encierra es aquella en la que Roberts habla con King en privado en su celda, le explica qué ocurrió para que le detuvieran y por qué actuó como lo hizo.
- Por supuesto son grandiosas las escenas en las que se resuelve el conflicto, con los interrogatorios y el ir y venir de varios personajes.

lunes, 4 de julio de 2011

“La mujer pirata” (Jacques Tourneur, 1951)

****
País: EE.UU.
Intérpretes: Jean Peters (Captain Anne Providence), Louis Jourdan (Pierre François LaRochelle), Debra Paget (Molly), Herbert Marshall (Dr. Jameson), Thomas Gomez (Barbanegra), James Robertson Justice (Red Dougal)
Guión: Arthur Caesar, Philip Dunne
Música: Edward B. Powell, Franz Waxman
Fotografía: Harry Jackson
Montaje: Robert Fritch
Productor: George Jessel
Producción: 20th Century Fox Studios
Color (Technicolor)
Duración: 81 min.
Género: Aventuras

La idea de una mujer pirata como protagonista de una película no es ninguna extravagancia que se le ocurriera a Jacques Tourneur, en realidad el personaje del Capitán Providence, que encarna Jean Peters, se basa en una verdadera pirata, Anne Bonny, que junto con Mary Read fue una de las dos mujeres piratas más famosas del siglo XVIII. Sí que es libre el argumento que firmaron Arthur Caesar y Philip Dunne, basándose en una historia corta del historiador y novelista Herbert Ravenal Sass, que depara más de una sorpresa y giro imprevisible que asegura un visionado en el que no se pierde interés.

Seguramente el estilo narrativo clásico y el argumento son los fuertes de una película que tiene más que ver con la novela de aventuras que con el cine de acción tal y como hoy lo entendemos así que poco o nada tiene que ver este film con la saga de Piratas del Caribe (cine de acción en toda regla) y sí mucho más con títulos del Hollywood clásico como “El capitán Blood”, “El halcón de los mares”, “El temible burlón” y tantos otros altamente recomendables de aquella época del subgénero de piratas del que recomendaría uno que siempre pasa más desapercibido que es “Los contrabandistas de Moonfleet” de Fritz Lang. Con el cine de piratas actual poca o ninguna conexión, quizás la mera coincidencia de que Jean Peters sea a esta película lo que Geena Davis fue a “La isla de las cabezas cortadas”, aunque aquel es un título bastante poco logrado de Renni Harlin y el que nos ocupa merece mucho más la pena.

La historia que cuenta es la del Capitán Providence (Anna), mujer al mando del Queen Sheeba (“Reina de Saba” en la traducción española), que se la tiene jurada a los ingleses después de que mataran a su hermano y que se dedica a asaltar buques británicos por ello, gozando de las simpatías del mismísimo Barbanegra. En uno de sus asaltos Anna conoce a Pier François LaRochelle (correcto sin más Louis Jordan), marino francés capitán del Molly O’Brien, retenido por los ingleses y que tiene en su poder el mapa del botín de un conocido pirata.

No destripo más pero aseguro que el argumento tiene sus quiebros y requiebros con su mucha dosis de aventuras, sus gotitas de romance y varias sorpresas inesperadas que hacen a la película muy entretenida de principio a fin, máxime cuando tiene una duración escasa pero idónea (dudo que mayor duración le hubiera dado más interés, aunque sí es cierto que la conclusión llega un poco de sopetón). Por supuesto, ya he avisado que es una película que nada tiene que ver con el cine de acción actual, los encuadres, movimientos de cámara y la puesta en escena no son alambicadas sino simplemente efectivas porque lo que le importa a Tourneur es más la narración que su envoltorio técnico, aunque fuera un director que cuidaba al máximo todo el aspecto visual (obsérvese lo bien que se usa la pantalla de fondo para los escenarios naturales fingidos en estudio) y la fotografía tenga un atractivo tono colorista e incluso onírico en muchos momentos (véanse esos cielos en el crepúsculo o la noche). Tienen estos grandes directores del cine clásico una especial habilidad para crear ambientes de ensoñación, en cierto modo idealistas, romántico y poéticos, muy cercanos a la corrección de la narrativa decimonónica.

Jacques Tourneur fue responsable de películas tan destacadas como ”La mujer pantera” (1942), ”Yo anduve con un zombie” (1943) o ”Retorno al pasado” (1947), “La noche del demonio” (1957) y “La mujer pirata” podemos citarla como uno de sus mejores títulos.

En su día esta película constituyó todo un “tour de force” para Jean Peters, actriz más conocida por su belleza y sensualidad que por sus papeles, puesto que tuvo que asumir un rol poco femenino sin perder su sensualidad, una ambigüedad que le venía muy bien argumentalmente a Tourneur. Seguramente este papel ha quedado en su filmografía como el más recordado junto con un puñado de títulos entre los que destacan “Manos peligrosas“ (1953), “Niágara“ (1953), “Apache“ (1954), “Creemos en el amor“ (1954) o “Viva Zapata“ (1952).

En definitiva un buen entretenimiento, una narración clásica que es un título importante en la filmografía de todos sus participantes, director y actores y que debe verse como un relato de aventuras y no tanto como una película de acción, que para eso ya tenemos a Jack Sparrow y compañía.




MIS ESCENAS FAVORITAS (CUIDADO CONTIENE SPOILERS)

- La pelea inicial de Anna con Barbanegra en “The black anchor” (magnífica clase de esgrima de Jean Peters a lo Errol Flynn).
- El momento en que atracan en la ensenada secreta y cómo preparan los cañones defensivos (puro cine de aventuras piratas).
- Un noble británico convenciendo a LaRochelle para que actúe como pirata a cambio de recuperar su barco después de la negativa de otro a hacerlo en un club privado (el porqué de la piratería explicado en unos breves planos).
- La batalla naval (los efectos se “ven” pero tienen el encanto de lo clásico)
- El imprevisible final con Barbanegra apareciendo con su barco, la resolución y lo que ocurre en la Isla de la Muerte (brillante por inesperado).