¡¡¡¡Impresionante el final de “Perdidos”!!!!! Y ahora me explico a fondo....
Ayer no fui uno de los afortunados que pudieron madrugar para ver la televisión en los puntos de encuentro habilitados para ello (cines y bares sobretodo) o en su casa, así que tuve que ver el colofón más esperado de la historia de la televisión en España en “diferido”. Y sí, habéis leído bien, digo “afortunados” porque aunque la cadena Fox se quedara sin parte del audio y Cuatro tuviera problemas con los subtítulos (no debe ser nada fácil la sincronización) y con cinco minutos “perdidos” (ja ja qué ironía) que no emitió, a ver quién es el guapo que puede decir que ha visto el final de una serie norteamericana incluso antes de que se emitiera por aquellos lares (y esto es rotundamente cierto porque Cuatro al no emitir apenas anuncios se adelantó a las cadenas estadounidenses en dar la conclusión). Además somos “afortunados” también porque el mero hecho de haber disfrutado de una serie que nos ha hecho esperar como lo hemos hecho su final es razón suficiente para estar contentos.
Hoy los periódicos nacionales han titulado, incluso en portada, cosas como “Más perdidos con perdidos” (la Vanguardia), “Un final que deja incógnitas sin resolver desata la polémica entre los seguidores” (El País), “Cuatro, perdida en el final de Lost” (El Mundo), “Los(t) 6 minutos perdidos” (ABC), “Perdidos en Perdidos” (La Razón), “Un final cobarde malogra el genio creativo de seis años de Perdidos” (El periódico de Aragón). Yo, particularmente, estoy de acuerdo en que el final ha sido desconcertante, sorprendente, inesperado y que te deja noqueado literalmente, pero para nada estoy de acuerdo con las valoraciones negativas y mucho menos con que sea un final “cobarde” sino precisamente todo lo contrario.
Al margen de que guste o no guste la conclusión nadie puede negar que la serie ha sido un acontecimiento social y que también lo está siendo su final sobretodo porque después de habernos tenido a toda la audiencia “cogida de la mano” esperando respuestas, sin aliento frente al televisor, contando los días para una nueva emisión, hablando unos con otros, maquinando teorías, dejándonos los dedos en opiniones en foros de internet o la lengua en parrafadas a veces infinitamente más rebuscadas que su argumento, al final nos ha zarandeado de tal modo que nos ha desasido y ahora los perdidos no son los habitantes de la isla sino nosotros fuera de ella (si no te tomas las cosas demasiado en serio hay que reconocer que tiene su gracia e incluso su punto de coherencia).
El caso es que la legión de incondicionales se ha escindido en dos bandos: los que están indignados por el final y lo consideran una tomadura de pelo y los que le vemos a la resolución una total coherencia con lo que es la serie realmente. No voy a tratar de convencer a nadie de mi punto de vista, allá cada cual porque además yo también me quedé desconcertado con el final y aún lo estoy rumiando y porque considero que es sano y positivo que haya diferentes puntos de vista, que en definitiva todos somos distintos y es lógico que las cosas no gusten a todos por igual. Es comprensible por ejemplo que mucha gente esperara una solución para todas sus preguntas, máxime cuando parecía que era eso lo que se prometía. Lo que sí pretendo con este comentario es que se entienda que la opción escogida es tan válida como otra cualquiera.
Por darle un poco de estructura al comentario anticipo que desde mi punto de vista el final es coherente con la serie tanto como producto comercial como creativo. Quizás no tanto como fenómeno mediático y televisivo, pero estoy convencido que a los productores, creadores y guionistas eso es lo que menos les ha importado una vez que acordaron que la serie concluiría definitivamente con la sexta temporada. Es decir, si les importara la audiencia, si necesitaran continuar con la serie esta conclusión sería la menos acertada porque han dividido la opinión aunque, eso sí, han dejado a una legión de espectadores con ganas de saber más (lo que les vendrá muy bien en la venta de DVDS en los que, por otro lado, ya han anunciado que habrá información adicional como la había en el juego “The lost experiencie”).
Desde un punto de vista creativo pienso que el final es coherente porque concluye las líneas argumentales que realmente deberían importar a la audiencia televisiva (el destino de los protagonistas esencialmente) y han contado todo lo que querían contar dejando para la interpretación personal los aspectos más peliagudos, que esos sí, exigen seguramente más de un visionado y atar muchos cabos sueltos a idea, en una tarea de auténticos frikies. Harina de otro costal es que guste o no esa conclusión, sobretodo cuando se esperaba algo completamente diferente, mucho más mascadito, razonado y transparente. El caso es que no lo es y si uno quiere buscar más respuestas ha de buscar las suyas propias y no es tan difícil alcanzarlas, aunque requiera un esfuerzo complementario (a mí me gusta cuando me obligan a ello porque siento que me consideran inteligente). El mío creo que ya lo tengo, aunque no pienso compartirlo, al menos de momento y hasta que el puzzle me cuadre del todo, que uno nunca sabe si se le ha colado alguna pieza donde no es y éste es puzzle de muchas piezas.
La pregunta es ¿cómo debería haber sido el final de “Perdidos” para que hubiera gustado de forma mayoritaria? Yo pienso que ese final no existe porque siempre algún sector de opinión habría quedado defraudado con las explicaciones y que, ante esa perspectiva, ante las expectativas despertadas, ante los ríos de comentarios vertidos, los guionistas han optado por un final que procura contentar a todos: quien no busca extraños intríngulis a las historias debería bastarle el reencuentro de los personajes, la emoción desbordante del capítulo final, la comprensión de que el amor es el que hace posible una realidad o no realidad mejor y quien busca dobles sentidos e interpretaciones, conclusiones abstractas, metafóricas, míticas o científicas quedan numerosas posibilidades para infinitas lecturas. Si se piensa de este modo ha de admitirse que el final de “Perdidos” tiene una conclusión sencilla (quizás en exceso) por un lado y otra más compleja, más rica, más profunda y llena de recovecos para quien quiera seguir participando en el juego que propone la serie.
Reflexionando en alto pienso que realmente lo importante de las series de televisión (e incluso de todo lo que hacemos) no es la meta, sino el proceso, el camino hasta ella. En una serie lo realmente importante no es como acaba que, en definitiva, es algo fugaz y efímero que queda para el recuerdo, sino todo el tiempo que la hemos disfrutado (quizás por eso muchas grandes series defraudan en su último capítulo, porque nunca la conclusión está a la altura de lo esperado). En ese sentido “Perdidos” es una serie modélica porque incluso para los que ahora se sienten defraudados ha conseguido que permanecieran hipnotizados durante años por su trama, un poco en la línea de lo que consiguió en menor medida “Twin peaks” en los 90’s (con la que, por cierto, “Lost” guarda una cierto paralelismo en lo que a final desconcertante se refiere).
Y por su puesto yo no creo que la conclusión sea torpe, improvisada o una tomadura de pelo, sino todo lo contrario. Me resisto a pensar que la espina dorsal de la serie no estuviera pensada desde el principio como así nos aseguraron. Sí que parece obvio que la serie se alargó a seis temporadas y muchas subtramas de las temporadas cuarta y quinta especialmente parecen un intento por despistar a una audiencia probablemente más inteligente de lo que los guionistas pensaron. Probad a pensar globalmente en la serie prescindiendo de las temporadas centrales ¿no os parece que si hay una mayor unidad argumental? ¿no os parece que sí se nota una mayor coherencia entre inicio y conclusión? Es cuestión de pensarlo. Estoy convencido que de la reflexión, de las teorías que se viertan a partir de ahora y de los fabulosos comentarios que irán surgiendo irá ofreciéndose un poco de luz para los que ahora solo ven tinieblas argumentales (Para empezar remito al fantástico artículo de Nacho Vigalondo: http://blogs.elpais.com/nachovigalondo/2010/05/live-alone-die-together-el-final-de-lost.html). Esto es sin duda lo mejor, “Perdidos” no ha acabado, no ha hecho más que empezar. Si lo mejor de la serie eran las teorías, las charletas con los amigos, las discusiones y los puntos de vista contrastados, eso no ha muerto....el final del camino no ha llegado, los personajes se han encontrado, pero nosotros seguimos “Perdidos”.
Grandiosa explicación: http://pjorge.com/2010/05/24/lost-17-18-the-end/