martes, 11 de marzo de 2025

"Los años nuevos" (Movistar +, 2024)

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Si lees esta mini reseña tienes que saber que no puedo ser objetivo con nada que haga Rodrigo Sorogoyen porque por A o por B me parece un absoluto genio y nada de lo que ha hecho me parece menos que notable o sobresaliente. Dicho esto y hecho el aviso te puedo decir que "Los años nuevos", miniserie de diez capítulos para Movistar +, me parece la serie del 2024, sin más. La idea de la serie consiste en asistir a la nochevieja o año nuevo de dos personajes a lo largo de varios años. Sorprendentemente cada capítulo es distinto al anterior (Sorogoyen usa varios recursos narrativos y fílmicos para ello), el contexto cambia y lo que sucede en pantalla te hace deducir qué ha pasado y lo que puede llegar pasar en un constante juego de deducciones y suposiciones que son todo un tratado sobre la amistad, la atracción, el deseo, el sexo, el amor, las relaciones personales, familiares o de pareja, el paso del tiempo, las frustraciones y anhelos vitales y la propia condición humana, con un cierto toque existencial. La serie se basa en diálogos, miradas, silencios, situaciones más o menos cotidianas y está plagada de pequeños detalles, guiños y giros que garantizan una experiencia distinta en cada entrega y varias sorpresas. El impacto no hubiera sido posible sin la presencia de los que me parecen dos actorazos y sin un guión tan bien urdido. Una de esas series que podría ver varias veces para sacarle todo el jugo, porque tiene y mucho, a pesar de tener una temática básicamente costumbristra y pegada a lo verosímil, que parecía no dar demasiadas opciones para descolocar. Aplaudo además cómo la serie refleja con tanto tino la realidad de nuestra generación, algo que no es fácil de reflejar y, en cambio, resulta reconfortante de ver porque transmite veracidad y proximidad. ¿Quién, entrado ya en cierta edad, no ha estado en algunas o muchas de la situaciones que se ven en esta serie? Solo por eso merece ya la pena, por pura empatía pero básicamente porque es una conmovedora, agridulce y atinadísima disección de las relaciones sentimentales. Una gozada, la disfruté muchísimo.