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Directores de la mayoría de capítulos: Michael Rymer, Michael Nankin, Rod Ardí, Sergio Mimica-Gezzan, Robert M. Young, Edward James Olmos
Principales guionistas: Glen A. Larson, Ronald D. Moore, Bradley Thompson, David Weddle, Mark Verheiden
Principales Productores: David Eick, Harvey Frand, Ron French, Glen A. Larson, Paul M. Leonard, Ronald D. Moore, Bradley Thompson, Mark Verheiden, David Weddle, Michael Angeli, Michael Rymer, Michael Taylor
Música: Bear McCreary, Richard Gibbs
Principales montadores: Andrew Seklir, Jacques Gravett, Julius Ramsay, Michael O'Halloran
Edward James Olmos (Almirante Adama), Mary McDonnell (presidenta Roslin), Jaime Bamber (Lee “Apollo” Adama), James Callis (Gaius Baltar), Tricia Helfer (Número 6), Grace Park (Boomer), Katee Sackhoff (Kara “Strubuck” Thrace), Michael Hogan (Coronel Tigh), Aaron Douglas (“Jefe” Tyrol), Tahmoh Penikett (“Helo” Agathon), Alessandro Julián (Gaeta), Kandyse McClure (Dualla), Donnelly Rodees (doctor Cottle), Nicki Clyne (Cally), Bodie Olmos (Hot Dog), Michael Trucco (Samuel Anders), Leah Cairns (Margaret), Rekha Sharma (Tory), Paul Campbell (Billy), Kate Vernon (Ellen Tigh), Richard Hatch (Tom Zarek), Richard Hatch (Hardball), Callum Keith Rennie (Leoben), Dean Stockwell (Cavil), Lucy Lawless (D'Anna Biers)
Productoras: British Sky Broadcasting (BSkyB), David Eick Productions, NBC Universal Televisión, R&D TV, Stanford Pictures, Universal Media Studios (UMS)
Más información : http://www.imdb.com/title/tt0407362/fullcredits#cast
Antes de hablar de Battlestar Galáctica 2003 nos tenemos que remontar al año 1978 nada menos, que es cuando se estrenó “Galáctica, estrella de combate” en TVE (sí, por entonces, sólo emitían TVE y la UHF, que a alguno le sonará a tecnología neandearthal) y si tenías mucha suerte o mucha pasta podías verla hasta en color, lo cual era el no va más porque se vendía esta serie como la más cara hasta la fecha.
Aunque hoy en día las series de ciencia-ficción y la fantasía están al orden del día y los efectos especiales los puede hacer casi cualquiera en su ordenador, por entonces eran géneros de segunda fila y se hacían muy poquitas películas y series así que para los que nos gustaba era algo así como un trébol de cuatro hojas en la programación televisiva. Los productores de la Universal encargados de aquella primera versión de Galáctica con Glen A. Larson a la cabeza, fueron muy “cucos” y aprovecharon el tremendo tirón comercial de “Star wars”, más conocida en España como “La guerra de las galaxias” para lanzar una serie que bebía de ésta claramente y de alguna serie previa como “1999” y que le dio buenos resultados a la cadena ABC ¡¡¡Qué tiempos!!!! El argumento consistía en una batalla entre los humanos de la flota espacial liderada por la nave Galáctica y los Cylons, una civilización de robots sin miramientos que se parecían mucho a los soldados imperiales de Star Wars pero que pretendían ser mucho más amenazadores. La serie, que no reparaba en gastos, fue un bombazo en España pero no cuajó y tuvo sus problemas legales precisamente por esos parecidos evidentes que llevaron a un enfrentamiento en los juzgados entre 20Th Century Fox y la Universal que terminó sobreseído en 1980. El caso es que tras una prometedora primera temporada de 22 episodios, la segunda tuvo muchos problemas y la serie se canceló tras otros 10 episodios dejándonos a muchísimos seguidores con ganas de más y tarareando la pegadiza banda sonora de Stu Philips (eso a los que les gustó la segunda temporada, que era bastante peor porque no contaba con gran parte de los actores principales y sólo se mantenía Lorne Greene).
Dos décadas después, en plena edad de oro de las series de televisión (en la que aún nos encontramos), concretamente en 2003, volvía a retomarse el enfrentamiento entre Cylons y humanos, con un nuevo planteamiento y con la garantía del éxito de otras series de ciencia-ficción como “Star Trek”, “Babylon V” o “Stargate”. Como suele ocurrir con este tipo de series se estrenaron dos episodios piloto en forma de miniserie y a continuación se iniciaba la primera temporada. Al final hemos podido ver 75 episodios en 4 temporadas y la serie concluyó en el 2009, aunque ya se ha estrenado en Estados Unidos una precuela llamada “Caprica”. Además la serie ha contado con alguna película para la televisión y los llamados webpisodios, que se emitían en internet.
Esencialmente “Battlestar galáctica” es una nueva formulación de la antigua serie, pero para no versionarla desarrolla los acontecimientos cuarenta años después de aquella. En líneas generales el mapa de acontecimientos parte de una idea: la humanidad surgió en el planeta Kobol y después se extendió por varias colonias, pero los robots cylons que usaban se rebelaron y se produjo una guerra (la que se relata en la primera serie). La primera guerra cylon culminó con un pacto de no agresión y se estableció una base estelar como punto fronterizo entre los dos territorios, pero pasados cuarenta años los cylons, más avanzados, deciden traspasar la frontera y destruir Cáprica, la sede de las colonias humanas (este es el comienzo de la segunda serie).
Para no destripar el argumento de la serie (que está plagado de sorpresas de las que mejor no hablar) sólo decir que a lo largo de las cuatro temporadas se explican los acontecimientos posteriores al nuevo ataque cylon y el desarrollo de la segunda guerra entre cylons y humanos.
Esencialmente estamos ante una serie de ciencia-ficción, pero lo novedoso es que no se opta por el fantástico como componente primordial, sino curiosamente, por un tono realista (uso de la cámara, puesta en escena, iluminación, decorados, argumentos y actuaciones contribuyen a ello) que conduce muchas veces los argumentos por temáticas como la política, los conflictos sociales y personales o la religión, dando una profunda dimensión dramática a la historia y a los personajes. De hecho en muchos episodios, no siempre afortunados (alguno resulta más pesado), hay una profunda carga existencialista que lleva a los protagonistas a plantearse aspectos como su destino, su importancia vital o su papel en el cosmos y ello sucede tanto en un bando como en otro porque si algo caracteriza a Battlestar galáctica es su intento por situarse con ecuanimidad a ambos lados del enfrentamiento alejándose de tratamientos maniqueos y demostrando que no hay buenos y malos sino circunstancias que condicionan un comportamiento y reacciones ante esas circunstancias que terminan o no siendo buenas decisiones.
Debido a todo esto la serie cuenta con una doble baza: por un lado el encanto propio de la ciencia-ficción, con unos efectos visuales notables (magníficas casi todas las escenas con las naves, usando a menudo una cámara “nerviosa” que se acerca o aleja en zoom provocando una interesante sensación realista y de profundidad) y por otro lado la profundidad dramática. Siendo además una serie coral los guionistas pueden aprovechar para retratar distintas circunstancias a través de los personajes (todos magníficamente interpretados por un elenco sencillamente espectacular) y en ese sentido se convierte en un interesantísimo maremagnum de temas y subtemas.
Particularmente debo confesar que he recorrido la serie con altibajos de interés (quizás el único pero), no porque la serie no funcionara sino porque aunque hay un asunto global, que es la guerra entre humanos y cylons, existen dentro de la misma varios arcos argumentales formados por varios episodios con su inicio y su fin y no todos ellos me atraen por igual. También ocurre que existen capítulos en los que algún personaje filosofa para mi gusto en demasía (a menudo suele ser Gaius Baltar) y aunque ello aporta ese peculiar toque existencialista que tiene la serie, te aleja un poco del drama bélico, que es lo que a mí realmente me parece fascinante.
En cualquier caso se trata de una serie densa y pensada para un público adulto, que te va atrapando y no te suelta, que te ofrece muchísimas cosas con las que disfrutar o con las que pensar. Resulta una magnífica mezcla entre evasión y drama trascendente y posee el raro privilegio de sorprenderte cuando pensabas haber atado todos los cabos por lo que es altamente recomendable para un público muy amplio, no sólo el amante de la ciencia-ficción y no sólo el que busque cuarenta minutos de evasión cada cierto tiempo. En cierto modo “Battlestar galáctica” ejemplifica la mayoría de edad de la ciencia-ficción, trasciende lo que es puro entretenimiento y goza de las mejores virtudes de un género que siempre ha pretendido ser trascendente porque en él se unen la evasión, la ciencia y la filosofía.
Por supuesto la serie ha contado con un amplio reconocimiento de crítica y público y ha conseguido numerosos premios y nominaciones pues no en vano es una de las series punteras de los últimos años, con un estilo propio muy definido y característico que la hace diferente y única.
Me gustaría repasar los grandes momentos de la serie pero no quiero destripar ninguno para quien no la haya visto, puesto que una de sus mejores virtudes, a parte de todo lo dicho, es que no resulta tan previsible como resulta inicialmente. De hecho los guionistas hacen evolucionar mucho a los personajes y esa evolución es el germen de la multitud de sorpresas (un ejemplo curioso que no dice nada del argumento para que os hagais una idea: incluso hacen “engordar” a Lee Adama tras una crisis personal y lo tienen varios episodios con el maquillaje encima).
Sin duda el que sea una serie dramática con muchos personajes le da una gran riqueza argumental. El trabajo de los guionistas es espectacular porque lejos de centrarse en un grupo de protagonistas (en la serie original eran esencialmente Adama, Apollo y Starbuck) encontramos un elenco amplísimo y lo bueno es que todos los actores están magníficos destacando siempre, claro, a Edward James Olmos (“Miami vice”) y Mary McDonnell (“Bailando con lobos”) que son nuestros favoritos a priori por ser los más conocidos aunque poco a poco uno va teniendo sus propios favoritos entre los personajes (yo me quedaría con Kara Thrace, Número 6 (impresionante presencia la de Tricia Helfer, auténtico icono de la serie), el Coronel Tigh y Helo) y entre los actores (extraordinario James Callis y desde luego Edward James Olmos). Como curiosidad decir que aparece el Apollo de la primera serie (Richard Hatch) en un papel secundario aunque también importante como el disidente Tom Zarek.
Y antes de concluir, comentar sobre el final que me parece magnífico. No era fácil concluir una serie que podría haber continuado ad infinitum y cerrar una complejísimo argumento coral repleto de intereses y relaciones. Pienso que el argumento principal queda concluido de una manera acertada y de hecho la idea del final conecta perfectamente con un poso mitológico y legendario de nuestra propia cultura que “casa” a la perfección con lo que es la “esencia” de la serie. Seguramente prolongar más la misma habría sido un error porque se habría caído en la reiteración y los guionistas han conseguido en cambio cerrar todos los hilos sueltos del guión, aunque otra cosa es que guste como se ha hecho (a mí sí me gusta, quitando alguna cosita que pienso que no era necesaria o que podría haberse resuelto de otro modo como el destino final de las naves, ya digo, no hacía falta). El final es intenso, dramático y esperanzador a la vez, coherente con lo que se ha visto con anterioridad y sorprendente también. Si no es un final perfecto considero que se le acerca mucho, desde luego lo es la escena en que Adama y Tigh hablan sobre el destino final de Galáctica en el último episodio, es antología de la televisión.
En definitiva, una serie grandiosa, que merece muy mucho la pena ver.
NOTA FINAL: Por cierto, quedan aún sorpresas por disfrutar del Universo de la serie. Por supuesto “Caprica” pero también un telefilm que está rodando Edward James Olmos que narra el ataque de los cylons a las colonias desde su perspectiva.
Otros posts en Vianews:
http://www.via-news.es/index.php?option=com_content&view=article&id=2441&catid=26&Itemid=76
http://www.via-news.es/index.php?option=com_content&view=article&id=2568&catid=26&Itemid=76
Directores de la mayoría de capítulos: Michael Rymer, Michael Nankin, Rod Ardí, Sergio Mimica-Gezzan, Robert M. Young, Edward James Olmos
Principales guionistas: Glen A. Larson, Ronald D. Moore, Bradley Thompson, David Weddle, Mark Verheiden
Principales Productores: David Eick, Harvey Frand, Ron French, Glen A. Larson, Paul M. Leonard, Ronald D. Moore, Bradley Thompson, Mark Verheiden, David Weddle, Michael Angeli, Michael Rymer, Michael Taylor
Música: Bear McCreary, Richard Gibbs
Principales montadores: Andrew Seklir, Jacques Gravett, Julius Ramsay, Michael O'Halloran
Edward James Olmos (Almirante Adama), Mary McDonnell (presidenta Roslin), Jaime Bamber (Lee “Apollo” Adama), James Callis (Gaius Baltar), Tricia Helfer (Número 6), Grace Park (Boomer), Katee Sackhoff (Kara “Strubuck” Thrace), Michael Hogan (Coronel Tigh), Aaron Douglas (“Jefe” Tyrol), Tahmoh Penikett (“Helo” Agathon), Alessandro Julián (Gaeta), Kandyse McClure (Dualla), Donnelly Rodees (doctor Cottle), Nicki Clyne (Cally), Bodie Olmos (Hot Dog), Michael Trucco (Samuel Anders), Leah Cairns (Margaret), Rekha Sharma (Tory), Paul Campbell (Billy), Kate Vernon (Ellen Tigh), Richard Hatch (Tom Zarek), Richard Hatch (Hardball), Callum Keith Rennie (Leoben), Dean Stockwell (Cavil), Lucy Lawless (D'Anna Biers)
Productoras: British Sky Broadcasting (BSkyB), David Eick Productions, NBC Universal Televisión, R&D TV, Stanford Pictures, Universal Media Studios (UMS)
Más información : http://www.imdb.com/title/tt0407362/fullcredits#cast
Antes de hablar de Battlestar Galáctica 2003 nos tenemos que remontar al año 1978 nada menos, que es cuando se estrenó “Galáctica, estrella de combate” en TVE (sí, por entonces, sólo emitían TVE y la UHF, que a alguno le sonará a tecnología neandearthal) y si tenías mucha suerte o mucha pasta podías verla hasta en color, lo cual era el no va más porque se vendía esta serie como la más cara hasta la fecha.
Aunque hoy en día las series de ciencia-ficción y la fantasía están al orden del día y los efectos especiales los puede hacer casi cualquiera en su ordenador, por entonces eran géneros de segunda fila y se hacían muy poquitas películas y series así que para los que nos gustaba era algo así como un trébol de cuatro hojas en la programación televisiva. Los productores de la Universal encargados de aquella primera versión de Galáctica con Glen A. Larson a la cabeza, fueron muy “cucos” y aprovecharon el tremendo tirón comercial de “Star wars”, más conocida en España como “La guerra de las galaxias” para lanzar una serie que bebía de ésta claramente y de alguna serie previa como “1999” y que le dio buenos resultados a la cadena ABC ¡¡¡Qué tiempos!!!! El argumento consistía en una batalla entre los humanos de la flota espacial liderada por la nave Galáctica y los Cylons, una civilización de robots sin miramientos que se parecían mucho a los soldados imperiales de Star Wars pero que pretendían ser mucho más amenazadores. La serie, que no reparaba en gastos, fue un bombazo en España pero no cuajó y tuvo sus problemas legales precisamente por esos parecidos evidentes que llevaron a un enfrentamiento en los juzgados entre 20Th Century Fox y la Universal que terminó sobreseído en 1980. El caso es que tras una prometedora primera temporada de 22 episodios, la segunda tuvo muchos problemas y la serie se canceló tras otros 10 episodios dejándonos a muchísimos seguidores con ganas de más y tarareando la pegadiza banda sonora de Stu Philips (eso a los que les gustó la segunda temporada, que era bastante peor porque no contaba con gran parte de los actores principales y sólo se mantenía Lorne Greene).
Dos décadas después, en plena edad de oro de las series de televisión (en la que aún nos encontramos), concretamente en 2003, volvía a retomarse el enfrentamiento entre Cylons y humanos, con un nuevo planteamiento y con la garantía del éxito de otras series de ciencia-ficción como “Star Trek”, “Babylon V” o “Stargate”. Como suele ocurrir con este tipo de series se estrenaron dos episodios piloto en forma de miniserie y a continuación se iniciaba la primera temporada. Al final hemos podido ver 75 episodios en 4 temporadas y la serie concluyó en el 2009, aunque ya se ha estrenado en Estados Unidos una precuela llamada “Caprica”. Además la serie ha contado con alguna película para la televisión y los llamados webpisodios, que se emitían en internet.
Esencialmente “Battlestar galáctica” es una nueva formulación de la antigua serie, pero para no versionarla desarrolla los acontecimientos cuarenta años después de aquella. En líneas generales el mapa de acontecimientos parte de una idea: la humanidad surgió en el planeta Kobol y después se extendió por varias colonias, pero los robots cylons que usaban se rebelaron y se produjo una guerra (la que se relata en la primera serie). La primera guerra cylon culminó con un pacto de no agresión y se estableció una base estelar como punto fronterizo entre los dos territorios, pero pasados cuarenta años los cylons, más avanzados, deciden traspasar la frontera y destruir Cáprica, la sede de las colonias humanas (este es el comienzo de la segunda serie).
Para no destripar el argumento de la serie (que está plagado de sorpresas de las que mejor no hablar) sólo decir que a lo largo de las cuatro temporadas se explican los acontecimientos posteriores al nuevo ataque cylon y el desarrollo de la segunda guerra entre cylons y humanos.
Esencialmente estamos ante una serie de ciencia-ficción, pero lo novedoso es que no se opta por el fantástico como componente primordial, sino curiosamente, por un tono realista (uso de la cámara, puesta en escena, iluminación, decorados, argumentos y actuaciones contribuyen a ello) que conduce muchas veces los argumentos por temáticas como la política, los conflictos sociales y personales o la religión, dando una profunda dimensión dramática a la historia y a los personajes. De hecho en muchos episodios, no siempre afortunados (alguno resulta más pesado), hay una profunda carga existencialista que lleva a los protagonistas a plantearse aspectos como su destino, su importancia vital o su papel en el cosmos y ello sucede tanto en un bando como en otro porque si algo caracteriza a Battlestar galáctica es su intento por situarse con ecuanimidad a ambos lados del enfrentamiento alejándose de tratamientos maniqueos y demostrando que no hay buenos y malos sino circunstancias que condicionan un comportamiento y reacciones ante esas circunstancias que terminan o no siendo buenas decisiones.
Debido a todo esto la serie cuenta con una doble baza: por un lado el encanto propio de la ciencia-ficción, con unos efectos visuales notables (magníficas casi todas las escenas con las naves, usando a menudo una cámara “nerviosa” que se acerca o aleja en zoom provocando una interesante sensación realista y de profundidad) y por otro lado la profundidad dramática. Siendo además una serie coral los guionistas pueden aprovechar para retratar distintas circunstancias a través de los personajes (todos magníficamente interpretados por un elenco sencillamente espectacular) y en ese sentido se convierte en un interesantísimo maremagnum de temas y subtemas.
Particularmente debo confesar que he recorrido la serie con altibajos de interés (quizás el único pero), no porque la serie no funcionara sino porque aunque hay un asunto global, que es la guerra entre humanos y cylons, existen dentro de la misma varios arcos argumentales formados por varios episodios con su inicio y su fin y no todos ellos me atraen por igual. También ocurre que existen capítulos en los que algún personaje filosofa para mi gusto en demasía (a menudo suele ser Gaius Baltar) y aunque ello aporta ese peculiar toque existencialista que tiene la serie, te aleja un poco del drama bélico, que es lo que a mí realmente me parece fascinante.
En cualquier caso se trata de una serie densa y pensada para un público adulto, que te va atrapando y no te suelta, que te ofrece muchísimas cosas con las que disfrutar o con las que pensar. Resulta una magnífica mezcla entre evasión y drama trascendente y posee el raro privilegio de sorprenderte cuando pensabas haber atado todos los cabos por lo que es altamente recomendable para un público muy amplio, no sólo el amante de la ciencia-ficción y no sólo el que busque cuarenta minutos de evasión cada cierto tiempo. En cierto modo “Battlestar galáctica” ejemplifica la mayoría de edad de la ciencia-ficción, trasciende lo que es puro entretenimiento y goza de las mejores virtudes de un género que siempre ha pretendido ser trascendente porque en él se unen la evasión, la ciencia y la filosofía.
Por supuesto la serie ha contado con un amplio reconocimiento de crítica y público y ha conseguido numerosos premios y nominaciones pues no en vano es una de las series punteras de los últimos años, con un estilo propio muy definido y característico que la hace diferente y única.
Me gustaría repasar los grandes momentos de la serie pero no quiero destripar ninguno para quien no la haya visto, puesto que una de sus mejores virtudes, a parte de todo lo dicho, es que no resulta tan previsible como resulta inicialmente. De hecho los guionistas hacen evolucionar mucho a los personajes y esa evolución es el germen de la multitud de sorpresas (un ejemplo curioso que no dice nada del argumento para que os hagais una idea: incluso hacen “engordar” a Lee Adama tras una crisis personal y lo tienen varios episodios con el maquillaje encima).
Sin duda el que sea una serie dramática con muchos personajes le da una gran riqueza argumental. El trabajo de los guionistas es espectacular porque lejos de centrarse en un grupo de protagonistas (en la serie original eran esencialmente Adama, Apollo y Starbuck) encontramos un elenco amplísimo y lo bueno es que todos los actores están magníficos destacando siempre, claro, a Edward James Olmos (“Miami vice”) y Mary McDonnell (“Bailando con lobos”) que son nuestros favoritos a priori por ser los más conocidos aunque poco a poco uno va teniendo sus propios favoritos entre los personajes (yo me quedaría con Kara Thrace, Número 6 (impresionante presencia la de Tricia Helfer, auténtico icono de la serie), el Coronel Tigh y Helo) y entre los actores (extraordinario James Callis y desde luego Edward James Olmos). Como curiosidad decir que aparece el Apollo de la primera serie (Richard Hatch) en un papel secundario aunque también importante como el disidente Tom Zarek.
Y antes de concluir, comentar sobre el final que me parece magnífico. No era fácil concluir una serie que podría haber continuado ad infinitum y cerrar una complejísimo argumento coral repleto de intereses y relaciones. Pienso que el argumento principal queda concluido de una manera acertada y de hecho la idea del final conecta perfectamente con un poso mitológico y legendario de nuestra propia cultura que “casa” a la perfección con lo que es la “esencia” de la serie. Seguramente prolongar más la misma habría sido un error porque se habría caído en la reiteración y los guionistas han conseguido en cambio cerrar todos los hilos sueltos del guión, aunque otra cosa es que guste como se ha hecho (a mí sí me gusta, quitando alguna cosita que pienso que no era necesaria o que podría haberse resuelto de otro modo como el destino final de las naves, ya digo, no hacía falta). El final es intenso, dramático y esperanzador a la vez, coherente con lo que se ha visto con anterioridad y sorprendente también. Si no es un final perfecto considero que se le acerca mucho, desde luego lo es la escena en que Adama y Tigh hablan sobre el destino final de Galáctica en el último episodio, es antología de la televisión.
En definitiva, una serie grandiosa, que merece muy mucho la pena ver.
NOTA FINAL: Por cierto, quedan aún sorpresas por disfrutar del Universo de la serie. Por supuesto “Caprica” pero también un telefilm que está rodando Edward James Olmos que narra el ataque de los cylons a las colonias desde su perspectiva.
Otros posts en Vianews:
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