El pasado domingo se concedieron por vigésimo quinta vez los premios Goya que entrega la Academia del cine español y la victoria fue para una película que pocos esperaban.
No es la primera vez que ocurre que el premio gordo va para la que menos se espera, para esa película que parece que ha entrado en el cuarteto de escogidas como “de tapadillo”. En su día ya ganaron “La soledad” o “Tesis”, que parecían meras comparsas, pero el caso es que pienso que se hizo justicia.
Repasando las cuatro nominadas a mejor película, todas ellas con méritos obvios, pienso que “Pan negro” era la más merecedora del premio por mucho que su victoria haya cogido a mucha gente por sorpresa. Tendrá gracias a ello la oportunidad de hacer más caja porque en su llegada a los cines pasó sin pena ni gloria (¡¡¡cuántas películas se nos escapan así!!!), con las nominaciones reapareció en cartelera y por supuesto ahora mucha gente dudosa se va a animar a verla.
“Buried” parecía que sólo con la nominación ya había conseguido el premio por aquello de que en definitiva es una película en cierto modo “experimental” de esas que provocan ríos de tinta y comentarios por doquier pero que pueden atragantarse a determinado público.
“Balada triste de trompeta” venía avalada por el triunfo en el Festival de Venecia y seguramente es uno de los mejores trabajos del Alex de la Iglesia más transgresor e incisivo, aunque quizás debido a eso y a la reciente refriega respecto a la Ley Sinde y su decisión de dimitir como presidente, también era una apuesta poco segura.
“También la lluvia” creo que era la mejor película junto con la ganadora y pienso que la lucha en las papeletas de votación habrá estado entre ambas, pero Iciar Bollaín tenía la desventaja de haber vencido ya con “Te daré mis ojos” y de que Agustí Villaronga no sólo no lo había hecho sino que parece ser un tipo que cae muy bien y a pulso se lo ha ganado a juzgar por su sencillez y humildad.
“Pan negro” no es una película que vaya a gustar a todos los públicos por igual, es una película “de autor”, es una propuesta distinta, un drama intenso y duro y a la vez poseedor de un intenso lirismo. Evidentemente no es una película de ni para masas como el año pasado lo fue “Celda 211”, pero es una dignísima ganadora y seguramente la mejor película del año en el cine español, en eso yo estoy de acuerdo ya digo que con perdón de “También la lluvia”.
Sobre la gala decir que tengo la impresión de que con los años ha terminado siendo aquello que pretendía no ser. Nació con el afán de distanciarse de los óscars imprimiendo un humor muy propio y un tipo de gala como muy “hispana”, pero el tiempo ha dado la razón a la forma de hacer televisión de los estadounidenses, que llevan ya muchos años en ello y saben de qué va el invento. El glamour se ha ido imponiendo (mucho más este año al celebrarse nada menos que en el Teatro real), la alfombra roja ha ido ganando peso, Buenafuente es tan elegante y divertido como los presentadores de los óscars y todo el montaje y la puesta en escena televisiva está pensada para que los que ven la gala desde casa se cansen lo menos posible (montajes audiovisuales, algún número musical, lectura rápida de nominados).....Lo que cansa y hace la gala pesada, que son los agradecimientos, seguirán cansando por siempre porque ¿a ver quién es el guapo que les quita a los vencedores sus minutos de gloria? Por mí que se quede todo como está.
En esta gala en concreto creo que Buenafuente volvió a demostrar que a él estas cosas se le dan como a nadie, consiguió aliviar la tensión respecto al tema que sobrevoló la gala, la polémica sobre la Ley Sinde (fingió una resurrección después de su “muerte” al final de la gala del año anterior y bajando de las alturas comentó nada más empezar “esto ha sido una descarga legal”) y condujo la ceremonia a mi juicio de forma correcta y eso que con el gag del micrófono que distorsiona la voz a lo “El hormiguero” pienso que se le fue un poco la pinza. La verdad es que no estuvo especialmente inspirado en sus intervenciones, risas arrancó las justas, pero aún así su labor me pareció apropiada.
El número musical estuvo cuco, sin más, sin ser extraordinario, tampoco hay que pedir peras al olmo y creo que hubiera sido mejor si solo canta Tosar (y con esto no desmerezco al resto, lo que quiero decir es que Luis Tosar es grandioso); las intervenciones de los actores presentado correctas, en este caso me gustaron más algunas parrafadas de los premiados, en especial la de Karra Elejalde por enrevesailla y barroca y la de Mariscal al recoger el Goya a mejor película de animación con Trueba (muy buena pinta esa “Chico y Rita”) porque fue el momento de más animoso y efusivo apoyo a que se siga haciendo cine español.
El momento más tedioso la entrega de cortos y eso que lo amenizó el móvil de Pascual Maragall, que tuvo que pedir disculpas por no apagarlo y después la gala fue oscilando en subidas y bajadas de interés con “picos” como la emotiva recogida del premio a mejor actriz revelación a la niña de “Pa negre”, el discurso de Alex de la Iglesia (luego hablo de él), la aparición de Jimmy Jump (que “huele” a preparada por mucho que Buenafuente se mostrara indignado), el cantadísimo y merecidísimo Goya a mejor actor para Javier Bardem y por supuesto los premios gordos que acaparó la película de Agustí Villaronga, un tipo que parece de una sencillez abrumadora. A mí las parodias de las películas nominadas no me gustaron demasiado, pero reconozco que tenían su ingenio y entre premio y premio quedaban bien televisivamente hablando.
Muy larga se hizo la lectura de agradecimientos de Mario Camus, el Goya de honor, pero teniendo en cuenta el mal trago por el que tuvo que pasar y la inmensa calidad de sus películas (recomiendo efusivamente que se vean ¡¡¡eso es cine!!!) se le perdona todo.
En general un poco lo de siempre, que es la pega que ponen los que se aburren y la virtud que aprecian los que se divierten. Particularmente no pido mucho más, es lo que puede esperarse de una entrega de premios. Lo importante para el cine español es que fue la segunda gala más vista de la historia y que hubo cerca de 15 millones de espectadores siguiéndola.
En cuanto a Alex de la Iglesia, a su discurso, a la decisión de dimitir tras la gala pienso que en sus dos años ha sido uno de los directores más inquietos y comprometidos con la causa y que la Academia lo ha notado y pienso que, como a todo el que se sitúa en el epicentro de un fregao sin tomar una posición clara, ha recibido palos por todas partes, pero aplaudo su iniciativa porque me parece la única lógica en el tema en cuestión. Su discurso bueno e interesante y lleno de sentido común....lo mejor que podría hacer el cine español es utilizar internet y no luchar contra él porque seguramente pueda convertirse en uno de sus mejores aliados para publicitarse y darse a conocer.
No es la primera vez que ocurre que el premio gordo va para la que menos se espera, para esa película que parece que ha entrado en el cuarteto de escogidas como “de tapadillo”. En su día ya ganaron “La soledad” o “Tesis”, que parecían meras comparsas, pero el caso es que pienso que se hizo justicia.
Repasando las cuatro nominadas a mejor película, todas ellas con méritos obvios, pienso que “Pan negro” era la más merecedora del premio por mucho que su victoria haya cogido a mucha gente por sorpresa. Tendrá gracias a ello la oportunidad de hacer más caja porque en su llegada a los cines pasó sin pena ni gloria (¡¡¡cuántas películas se nos escapan así!!!), con las nominaciones reapareció en cartelera y por supuesto ahora mucha gente dudosa se va a animar a verla.
“Buried” parecía que sólo con la nominación ya había conseguido el premio por aquello de que en definitiva es una película en cierto modo “experimental” de esas que provocan ríos de tinta y comentarios por doquier pero que pueden atragantarse a determinado público.
“Balada triste de trompeta” venía avalada por el triunfo en el Festival de Venecia y seguramente es uno de los mejores trabajos del Alex de la Iglesia más transgresor e incisivo, aunque quizás debido a eso y a la reciente refriega respecto a la Ley Sinde y su decisión de dimitir como presidente, también era una apuesta poco segura.
“También la lluvia” creo que era la mejor película junto con la ganadora y pienso que la lucha en las papeletas de votación habrá estado entre ambas, pero Iciar Bollaín tenía la desventaja de haber vencido ya con “Te daré mis ojos” y de que Agustí Villaronga no sólo no lo había hecho sino que parece ser un tipo que cae muy bien y a pulso se lo ha ganado a juzgar por su sencillez y humildad.
“Pan negro” no es una película que vaya a gustar a todos los públicos por igual, es una película “de autor”, es una propuesta distinta, un drama intenso y duro y a la vez poseedor de un intenso lirismo. Evidentemente no es una película de ni para masas como el año pasado lo fue “Celda 211”, pero es una dignísima ganadora y seguramente la mejor película del año en el cine español, en eso yo estoy de acuerdo ya digo que con perdón de “También la lluvia”.
Sobre la gala decir que tengo la impresión de que con los años ha terminado siendo aquello que pretendía no ser. Nació con el afán de distanciarse de los óscars imprimiendo un humor muy propio y un tipo de gala como muy “hispana”, pero el tiempo ha dado la razón a la forma de hacer televisión de los estadounidenses, que llevan ya muchos años en ello y saben de qué va el invento. El glamour se ha ido imponiendo (mucho más este año al celebrarse nada menos que en el Teatro real), la alfombra roja ha ido ganando peso, Buenafuente es tan elegante y divertido como los presentadores de los óscars y todo el montaje y la puesta en escena televisiva está pensada para que los que ven la gala desde casa se cansen lo menos posible (montajes audiovisuales, algún número musical, lectura rápida de nominados).....Lo que cansa y hace la gala pesada, que son los agradecimientos, seguirán cansando por siempre porque ¿a ver quién es el guapo que les quita a los vencedores sus minutos de gloria? Por mí que se quede todo como está.
En esta gala en concreto creo que Buenafuente volvió a demostrar que a él estas cosas se le dan como a nadie, consiguió aliviar la tensión respecto al tema que sobrevoló la gala, la polémica sobre la Ley Sinde (fingió una resurrección después de su “muerte” al final de la gala del año anterior y bajando de las alturas comentó nada más empezar “esto ha sido una descarga legal”) y condujo la ceremonia a mi juicio de forma correcta y eso que con el gag del micrófono que distorsiona la voz a lo “El hormiguero” pienso que se le fue un poco la pinza. La verdad es que no estuvo especialmente inspirado en sus intervenciones, risas arrancó las justas, pero aún así su labor me pareció apropiada.
El número musical estuvo cuco, sin más, sin ser extraordinario, tampoco hay que pedir peras al olmo y creo que hubiera sido mejor si solo canta Tosar (y con esto no desmerezco al resto, lo que quiero decir es que Luis Tosar es grandioso); las intervenciones de los actores presentado correctas, en este caso me gustaron más algunas parrafadas de los premiados, en especial la de Karra Elejalde por enrevesailla y barroca y la de Mariscal al recoger el Goya a mejor película de animación con Trueba (muy buena pinta esa “Chico y Rita”) porque fue el momento de más animoso y efusivo apoyo a que se siga haciendo cine español.
El momento más tedioso la entrega de cortos y eso que lo amenizó el móvil de Pascual Maragall, que tuvo que pedir disculpas por no apagarlo y después la gala fue oscilando en subidas y bajadas de interés con “picos” como la emotiva recogida del premio a mejor actriz revelación a la niña de “Pa negre”, el discurso de Alex de la Iglesia (luego hablo de él), la aparición de Jimmy Jump (que “huele” a preparada por mucho que Buenafuente se mostrara indignado), el cantadísimo y merecidísimo Goya a mejor actor para Javier Bardem y por supuesto los premios gordos que acaparó la película de Agustí Villaronga, un tipo que parece de una sencillez abrumadora. A mí las parodias de las películas nominadas no me gustaron demasiado, pero reconozco que tenían su ingenio y entre premio y premio quedaban bien televisivamente hablando.
Muy larga se hizo la lectura de agradecimientos de Mario Camus, el Goya de honor, pero teniendo en cuenta el mal trago por el que tuvo que pasar y la inmensa calidad de sus películas (recomiendo efusivamente que se vean ¡¡¡eso es cine!!!) se le perdona todo.
En general un poco lo de siempre, que es la pega que ponen los que se aburren y la virtud que aprecian los que se divierten. Particularmente no pido mucho más, es lo que puede esperarse de una entrega de premios. Lo importante para el cine español es que fue la segunda gala más vista de la historia y que hubo cerca de 15 millones de espectadores siguiéndola.
En cuanto a Alex de la Iglesia, a su discurso, a la decisión de dimitir tras la gala pienso que en sus dos años ha sido uno de los directores más inquietos y comprometidos con la causa y que la Academia lo ha notado y pienso que, como a todo el que se sitúa en el epicentro de un fregao sin tomar una posición clara, ha recibido palos por todas partes, pero aplaudo su iniciativa porque me parece la única lógica en el tema en cuestión. Su discurso bueno e interesante y lleno de sentido común....lo mejor que podría hacer el cine español es utilizar internet y no luchar contra él porque seguramente pueda convertirse en uno de sus mejores aliados para publicitarse y darse a conocer.
PALMARÉS
Película
Pa negre
Director
Agustí Villaronga (Pa negre)
Interpretación masculina protagonista
Javier Bardem (Biutiful)
Interpretación femenina protagonista
Nora Navas (Pa negre)
Actor revelación
Francesc Colomer (Pa negre)
Actriz revelación
Marina Comas (Pa negre)
Guión original
Chris Sparling (Buried)
Interpretación masculina de reparto
Karra Elejalde (También la lluvia)
Interpretación femenina de reparto
Laia Marull (Pa negre)
Fotografía
Antonio Riestra (Pa negre)
Guion adaptado
Agustí Villaronga (Pa negre)
Música original
Alberto Iglesias (También la lluvia)
Canción original
Que el soneto nos tome por sorpresa (Jorge Drexler, por Lope)
Montaje
Rodrigo Cortés (Buried)
Director novel
David Pinillos (Bon apetit)
Dirección artística
Ana Alvargonzález (Pa negre)
Dirección de producción
Cristina Zumarraga (También la lluvia)
Diseño de vestuario
Tatiana Hernández (Lope)
Maquillaje y / o peluquería
J. Quetglas, P. Rodríguez y N. Sánchez (Balada triste de trompeta)
Sonido
U. Garai, M. Orts y J. Muñoz (Buried)
Efectos especiales
R. Abades y F. Piquer (Balada triste de trompeta)
Película europea
El discurso del rey (Ton Hooper)
Película hispanoamericana
La vida de los peces (Matías Bize, Chile)
Película documental
Bicicleta, cuchara, manzana (Carles Bosch)
Película de animación
Chico y Rita (F. Trueba, J. Mariscal y A. Errando)
Cortometraje de ficción
Una caja de botones (María Reyes Arias)
Corto de animación
La bruxa (Pedro Solís)
Corto documental
Memorias de un cine de provincias (Ramón Margareto)
Goya de honor
Mario Camus
TOTAL
Pan Negro 9
También la lluvia 3
Buried 3
Balada triste de trompeta 2
Lope 2
Biutiful 1
Bon Appetit 1
El discurso del rey 1
La vida de los peces 1
Chico & Rita 1