lunes, 21 de noviembre de 2011

“La saga Crepúsculo: Amanecer, parte I” (Bill Condon, 2011)

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Título original: The Twilight saga: Breaking dawn – Part 1.
País: EEUU.
Duración: 117 min.
Género: Drama, fantástico, romántica.
Reparto: Kristen Stewart (Bella Swan), Robert Pattinson (Edward Cullen), Taylor Lautner (Jacob Black), Dakota Fanning (Jane), Michael Sheen (Aro), Maggie Grace (Irina), Ashley Greene (Alice), Nikki Reed (Rosalie Hale), Jackson Rathbone (Jasper Hale), Billy Burke (Charlie Swan), Kellan Lutz (Emmett), Anna Kendrick (Jessica), Peter Facinelli (Dr. Carlisle Cullen), Lee Pace (Garrett), Elizabeth Reaser (Esme Cullen), Julia Jones (Leah), Jamie Campbell Bower (Cayo).
Guión: Melissa Rosenberg; basado en la novela de Stephenie Meyer.
Producción: Wyck Godfrey, Karen Rosenfelt y Stephenie Meyer.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Guillermo Navarro.
Montaje: Virginia Katz.
Diseño de producción: Richard Sherman.
Vestuario: Michael Wilkinson.
Distribuidora: Aurum.
Estreno en USA: 18 Noviembre 2011.
Estreno en España: 18 Noviembre 2011.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

A estas alturas ya a nadie coge desprevenido esta saga de “Crepúsculo” para la que es recomendable tener entre 15 y 25 años, ser mujer o aspirar a ello y haberse empapuzado las novelas en las que se basa. No es que el resto de la población mundial no pueda verla (de hecho viendo los sobresalientes resultados en taquilla queda constancia que el fenómeno es más global y yo mismo soy prueba de ello), pero ya digo que el tramo de edad y género aludido son seguramente los que más disfrutarán esta película (95% de la sala de cine donde la vi).













Así como la primera entrega era una mezcla entre cine teenager y experimento fantástico-indie, lo cual le daba un cierto encanto para un profano como yo; una vez defenestrada Catherine Hardwicke, directora de aquella, la saga pasó a ser un producto de estudio con todo lo que esto tiene de bueno y malo. Con semejante “caramelo” para sus arcas era lógico que una productora relativamente pequeña y nueva como Summit Entertainment (comenzó en 1998) apostara por lo seguro y decidiera no arriesgar. Se optó por una factura preciosista (la fotografía, ambientación y dirección artística lo son), se prefirió un soundtrack efectista (sonido muy cuidado como en toda producción de terror y pese a que lamentablemente “Crepúsculo” poco tenga de miedo y banda sonora rimbombante, en este caso de Carter Burwell), se contrataron directores de encargo que no impusieran criterios propios (esta vez Bill Condon, responsable de películas muy correctas como “Dioses y monstruos”, “Kinsey” o “Dreamgirls”) y se trabajó en las bazas seguras, a saber, argumento de las novelas y trío de actores protagonistas (la legión de fans de Robert Pattinson y Taylor Lautner asegura por sí sola el éxito de cada entrega).

El resultado responde perfectamente a lo que las fans esperan y es entretenido para el resto (para mi gusto sin más y con pegas), así que el éxito en taquilla, que es lo que importa, está asegurado en una nueva operación comercial que les sale bordada, máxime cuando deciden dividir la última novela en dos entregas siguiendo la costumbre reciente de muchas adaptaciones (“Harry Potter” o “El Hobbit” entre llas) que puede tener una intención creativa, no digo que no, pero también económica.

Reconociendo no ser la persona más indicada para contagiar entusiasmo con esta película mi impresión es que han desperdiciado una gran oportunidad para hacer un melodrama fantástico que daba mucho juego aunque en la parte positiva quiero pensar que la saga puede estar reclutando a un nuevo público potencial para un género que antes sólo les llamaba la atención cuando adoptaba otras formas (véanse “La princesa prometida” o “Sturdust”).

“Amanecer” arranca con una primera mitad que hará las delicias de muchas chicas casaderas o en búsqueda de su “príncipe azul”, pero creo que esa no era su mejor baza argumental y me da la sensación que tampoco se le ha sacado todo el partido posible porque la carga emocional con la que se podía haber jugado era mucho mayor que la “late” en pantalla (para mi gusto es el tramo más endeble y discutible de toda la saga). Para que se me entienda me parece que el primer acto es muy sentimental, pero muy poco emocionante. Su segunda mitad sí se adentra en “fangos” más interesantes, no olvidemos que estamos ante la historia de una humana que se enamora de un vampiro y a quien pretende un hombre lobo y que sufre un embarazo que es todo menos algo “amable”....Posibilidades para sobrecogernos con un relato de impacto las había y por momentos la película parece querer derivar hacia lo mórbido y malsano, pero un producto de estas características no se lo puede permitir y todo se queda en un mero apunte cuidadosamente autocensurado. No quiero dar la impresión con esto de que hubiera sido mejor adentrarse por esos terrenos, pero sí dejar claro que “Amanecer” podría haber sido otra cosa, como casi lo fue “Crepúsculo”.














No dudo que una aplastante mayoría de las personas que tuvieran afán por ver esta entrega habiendo disfrutado de las anteriores, volverán a salir contentas del cine (se ha hecho una película a su medida), pero a muchos nos queda una inequívoca sensación de que con los mismos ingredientes y un poco más de riesgo podría haberse conseguido algo mejor, quizás poniendo el acento en lo que ha quedado átono y no tanto en lo que se ha acentuado, quizás apostando más por el thriller fantástico y no tanto en un melodrama que para mi gusto no acaba de funcionar bien. Es decir, de acuerdo que las fans quedarán contentas con la escena de la boda, con el paradisiaco entorno de la luna de miel, con el torso desnudo de Taylor Lautner (concesión total a la galería) a los cinco segundos de película, con la cara de no haber roto un plato y la caballerosa “humanidad” de Edward Cullen o con el nuevo enfrentamiento de criaturas de la noche; pero argumentalmente yo al menos echo en falta más emoción (tanto si hablamos de lo sentimental como de la acción). Lo que de verdad importaba y podía hacer buena a “Amanecer” era un buen desarrollo de los conflictos: Jacob vs Edward, las dudas de bella, la conveniencia de la boda, sus consecuencias, lobos vs vampiros, Edward vs. sus instintos, Jacob vs sus celos...Tengo la sensación de que todo podría haber sido mejor, mucho más intenso, mucho más emotivo; pero ya digo, es una sensación personal y subjetiva y no dejo de ser alguien ajeno el fenómeno sociológico que constituye esta saga.

En resumidas cuentas, que recomendaría la película a quienes ya disfrutaron con las anteriores (aunque a mí el primer acto me parece el peor de toda la saga) y a un sector muy concreto de público en el que yo y otros como yo quedaríamos fuera....No pasa nada, tiene que haber cine para todos los gustos y todos los públicos.

La resolución eso sí tendrá que esperar hasta noviembre del año que viene y promete más acción a juzgar por la escena final que os poderéis si no os quedais a los títulos de crédito finales.