martes, 23 de junio de 2015

“Jurassic world” (Colin Trevorrow, 2015)


Reconozco que disfruté en el cine como un enano, quizás simplemente porque la acción funciona y resulta tan espectacular como cabía esperar, pero cada vez que pienso en el guión se me hunde la nota que le pongo. ¿No podían haber hecho la misma película sin semejantes delirios argumentales? Lo de los velocirraptores y lo de Ingen no hay por donde cogerlo y hay demasiados parecidos con la trilogía original demostrando una falta de ideas alarmante. ¡¡¡Qué grande lo que hizo Spielberg!!!

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Título original: Jurassic World..
País: EEUU.
Duración: 124 min.
Género: Acción, ciencia-ficción, aventuras.
Reparto: Chris Pratt (Owen Grady), Bryce Dallas Howard (Claire Dearing), Ty Simpkins (Gray), Nick Robinson (Zach), Irrfab Khan (Simon Masrani), Vincent D’Onofrio (Vic Hoskins), Jake Johnson (Lowery), Omar Sy (Barry), BD Wong (Henry Wu), Courtney James Clark (Sarah).
Producción ejecutiva: Steven Spielberg.
Estreno en España: 12 Junio 2015.
No recomendada para menores de 12 años.







Perfecta como película veraniega y para pasar el rato porque es cierto que entretener entretiene. Eso sí, argumentos como éste antes se hacían con cuatro perras y ahora con todo lujo de medios porque devuelven con creces lo invertido en ellos. La pela manda.




¿Quién puede resistirse a una película de acción con dinosaurios? A juzgar por el taquillazo que está teniendo “Jurassic World” yo diría que poca gente. En concreto yo desde “Parque Jurásico” (Steven Spielberg, 1993) confieso que no puedo y eso aún sabiendo que todas las entregas posteriores han bajado el nivel y que es muy difícil superarlo, cosa que tampoco es absolutamente necesario mientras la película en cuestión entretenga.

En el fondo se trata de eso, cine de evasión, un rato agradable de entretenimiento ante la pantalla y no es preciso mucho más, para eso se paga la entrada y eso es lo que se espera. “Jurassic World” ofrece lo que promete en ese sentido, así que podríamos decir que nadie se sentirá engañado y va a ver más o menos lo que espera.

Durante gran parte de la película me lo pasé de lujo. Efectos sonoros y visuales de última generación para que los bichejos te sobrecojan, pequeñas dosis de humor en torno a Chris Pratt (es evidente que lo quieren convertir en el nuevo Harrison Ford y tiene todo para serlo), acción bien filmada con una puesta escena muy cuidada y una banda sonora de Michael Giacchino a la altura.....los peros llegan con el guión que, eso sí, me pareció francamente flojo.

Los chavales que se acerquen a un “Parque jurásico” por primera vez se lo van a pasar de vicio (o incluso mal en algún caso porque la película no se corta con algún momento especialmente truculento y muestra varias muertes sin andarse con remilgos). El problema es que los que tenemos ya unos cuantos años llevamos tres parques jurásicos vistos y un sinfín de películas de acción y hay reiteraciones y momentos que chirrían, que chirrían mucho.

 
Punto a favor me parece que por fin nos muestren lo que siempre quisimos ver y no pudimos. El Parque que ideara John Hammond y tuvo que cerrar, por fin abierto y con todo lujo de avances y seguridad. Personalmente hubiera preferido que me contaran la reapertura (le veo más posibilidades argumentales) y no tanto la crisis de unas horas provocada por otro capricho científico (más de lo mismo, esta gente no aprende, pero no sólo es que no aprenda sino que encima se la juega con una idea que sólo podía salir mal, ya lo entenderéis si la véis). Sea como fuere, el argumento elegido da juego para la acción que se nos vende, pero para rizar el rizo, hacen reaparecer a Ingen con otra idea descabellada que no hay por donde cogerla y cuya razón de ser no es otra que convertir el tramo final de película en algo absolutamente delirante (podemos dejar pasar en el arranque la, por otro lado, emocionante escena de Owen a lo “domador”, pero lo de los velocirraptores flanqueando la moto...en fin).

Soy partidario de la espectacularidad en el cine de acción, pero me desconectan las películas que para superar otras anteriores llevan las situaciones más allá de la lógica. Pienso que dentro de las reglas de juego que propone una película (aunque sea fantástica o de ciencia-ficción) hay ciertos límites que es preferible no traspasar para que no se pierda sensación de verosimilitud, credibilidad y dramatismo. En “Jurassic World” me da la sensación que el director rueda muy bien toda la película consiguiendo una tensión muy adecuada en todas las escenas de acción, logrando casi siempre el dramatismo adecuado para que nosotros como espectadores nos removamos en la butaca (magnífica toda la escena del dinosaurio que amenaza al protagonista mientras se oculta bajo un vehículo o el ataque de los pterodáctilos)  y sin embargo el guión le pone a prueba con escenas que se podían haber evitado (ya digo que lo de los velocirraptores en el tramo final no hay quien se lo trague y sólo es un ejemplo).


También hay en el guión subtramas que más o menos ya hemos visto en parques jurásicos anteriores, desarrolladas de otra forma pero que básicamente vienen a ser lo mismo: la ambición industrial o militar que representa Ingen (en esta ocasión desafiando todo sentido común), el anhelo científico por ir más allá (en un parque que cerró antes de arrancar no tiene sentido jugársela otra vez creando híbridos más peligrosos), problemas familiares (otra vez), niños amenazados (una constante recurrente para atrapar al público infantil), choque de caracteres para crear una chispa romántica....Quizás es que a la hora de hacer el guión no les ha importado mezclar material ya usado porque en el fondo esta entrega viene a ser un reboot de la saga, pero pienso que algunas cosas no eran necesarias y se podría haber hecho la misma película sin caer en reiteraciones ni en rizos que no eran absolutamente imprescindibles (otro ejemplo, no viene a cuento que Claire vaya todo el rato en tacones o que se desabroche la camisa para ser más “Lara Croft” salvo para que Bryce Dallas Howard luzca encantos claro). Es evidente que lo único que parece importarles a los productores es epatar y eso está muy bien en una película de entretenimiento, pero no hace falta poner innecesariamente  en riesgo la credibilidad del conjunto. Por suerte, Colin Trevorrow como director no lo ha hecho mal y su película es eficaz.

Pues eso, entretenida y espectacular mucho (como atracción de feria funciona), pero con bastantes pegas de guión, una constante demasiado habitual en el cine de evasión actual.