miércoles, 23 de diciembre de 2015

“Star Wars VI: El retorno del jedi” (Richard Marquand, 1983)

Una digna conclusión de la primera trilogía de Star Wars que tiene sus peros y no convence tanto como sus predecesoras (en gran parte a causa de los Ewoks), pero que cierra con emoción e intensidad el arco argumental.

*****
Título original: Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi
País: Estados Unidos
Duración: 134 min.
Género: Aventuras, Acción, Ciencia ficción, Fantástico
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Reparto: Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Billy Dee Williams, Anthony Daniels, Peter Mayhew, Sebastian Shaw, Ian McDiarmid, Frank Oz, James Earl Jones, David Prowse, Alec Guinness, Kenny Baker, Warwick Davis,
Guión: George Lucas, Lawrence Kasdan
Distribuidora: 20th Century Fox Home Entertainment España S.A.
Productora: Lucasfilm
Dirección artística: Fred Hole, James L. Schoppe
Diseño de producción: Norman Reynolds
Fotografía: Alan Hume, Alec Mills
Montaje: Duwayne Dunham, George Lucas, Marcia Lucas, Sean Barton, T.M. Christopher
Música: John Williams
Producción: Howard G. Kazanjian Rick McCallum
Producción ejecutiva: George Lucas



Siempre me ha parecido “El retorno del jedi” una película infravalorada. A mi juicio es un final más que digno de la sagrada primera trilogía de Star Wars y consigue no sólo entretenernos a un nivel similar a “El imperio contraataca” sino además, terminar las tramas abiertas con un acertado crescendo dramático final.

Lucas contrató para ella como director a Richard Marquand, mientras él se dedicaba a controlar la producción (no quería que se le disparar el presupuesto) y rodar algunas escenas de segunda unidad, aunque dicen los mentideros que al final se encargó de casi todo (hasta tal punto que Marquand estuvo a punto de desaparecer de los créditos, cosa que finalmente no ocurrió), así que podemos decir que Lucas realmente controló de primera mano la conclusión de la que pasará a la posteridad como su obra magna.



La expectación que se había generado con esta tercera parte en su día fue descomunal. Hay que pensar que entonces no había internet, empezó a ponerse el marcha el mercado del video (con lo que al fin se pudieron visionar las películas anteriores fuera de un cine) y el final de “El imperio contraataca” había dejado a todos los propios y ajenos al fenómeno sociológico con una agridulce sensación de ansiedad.

La producción no fue fácil. Por entonces no se podían eliminar los créditos al comienzo de las películas ya que estaba regulado así por los sindicatos de guionistas y directores y al insistir en hacerlo Lucas se convirtió en un renegado, perdió sus lazos con la Fox y tuvo que negociar su anisada plena libertad creativa con Paramount (con quienes ya había trabajado como productor en  “En busca del arca perdida”), pero no pudo contar con ningún director que perteneciera al sindicato y de ahí la elección del escocés Marquand que, realmente, era un mandado a sus órdenes. Se añadió además el problema que al saber que estaba rodando la conclusión de Star Wars el precio de todo se disparaba, así que tuvieron que inventar un nombre ficticio para la producción: “Blue harvest” (os sonará de alguna parodia como la de "Padre de familia") con la que abaratar costes.

La película es realmente un díptico con dos partes bien diferenciadas. La primera concluye la trama relacionada con el rapto de Han Solo que había dejado en el aire “El imperio” y resulta casi un homenaje al cine negro aunque en un microcosmos repleto de extraños seres. La segunda parte es una conclusión repleta de acción y con un montaje en paralelo a tres bandas en la que la emoción se va disparando poco a poco. La bisagra de ambos es un nuevo y crucial encuentro de Luke Skywalker con Yoda que sirve de contrapunto “espiritual” y descanso entre el arranque y el desenlace. Desde mi punto de vista el ritmo narrativo es perfecto y a pesar de que la acción se detiene o acelera puntualmente, el espectador asiste a muchos acontecimientos que se le pasan en un suspiro, por lo que yo destacaría esta película como un entretenimiento absoluto.



Precisamente ese tono lúdico y alguna decisión controvertida como la inclusión de los Ewoks en la trama son los motivos por los que para gran parte de la crítica y los seguidores es un título inferior a los dos anteriores de la saga, pero aunque lo sea, sigue rayando a gran nivel sin desmerecer los logros previos.

Lo cierto es que guiado por su olfato como productor, que a mediados de los 80’s era poco menos que infalible Lucas, en su mejor momento, tomó diversas decisiones arriesgadas. Siguió apostando por criaturas extrañas de complejísimo manejo para poblar su particular mundo de los bajos fondos galácticos y optó por otras más entrañables para ganar público y lanzar un guiño irónico.....Los Ewoks no sólo son una concesión a un público distinto al habitual (y un magnífico gancho para vender peluches), también dan a entender que una civilización de avanzada tecnología puede ser derrotada por otra más sencilla. A mucha gente no les gusta su aparición en Star Wars porque lo ven como un primer paso de la infantilización de la saga que se produce con la segunda trilogía. A mí particularmente no me molestan porque además creo que funcionan mejor que gran parte del CGI que se usó después y, si nos ponemos quisquillosos, no son ellos los que vencen al Imperio, sino que es Chewbacca el que cambia el rumbo de los acontecimientos apoderándose con su ayuda de un AT ST imperial, acción crucial no suficientemente reivindicada en favor de los wookies.

Sea como fuere y gusten o no las decisiones para esta tercera entrega de Star Wars, el caso es que detrás de todas ellas volvió a haber un extraordinario trabajo de producción que sería premiado con 5 nominaciones a los óscars (banda sonora, dirección artística, sonido, efectos sonoros) y el premio a los mejores efectos visuales. Sólo pensar en las dificultades para rodar todo lo que acontence en la guarida de Jabba ya merece premios y el final no le va a la zaga.

Como las anteriores, el éxito en taquilla fue descomunal, recuperando y superando con creces lo invertido. La clave de ello es que no sólo finaliza bien la trilogía a la altura de las expectativas creadas, sino que resulta entretenidísima y un gran regalo para quien le gusta el cine de evasión y entretenimiento. Después de aquello tuvimos que esperar dieciséis años para disfrutar un nuevo título de Star Wars en un cine.


MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO CONTIENE SPOILERS!!!

-         Todo lo que acontece en la guarida de Jabba posee un tono de suspense e inquietud al principio que resulta muy atractivo al “entrar” en la película.
-         De nuevo la versión extendida perjudica la película con la inserción del número de musical en la guarida de Jabba, que no está al tono del resto.
-         Esa Leia en “biquini” provocó en su día entre los adolescentes auténtico rubor. Lucas supo jugar muy bien con la sensualidad de la jovencísima Carrie Fisher frente a esa bola asquerosa que era Jabba The Hut.
-         El enfrentamiento de Luke con el Rancor está francamente conseguido y me encanta ese momento en que, una vez muerto el monstruo, el carcelero rompe a llorar.
-         De nuevo en el guión volvieron a estar espléndidos con ciertas líneas de diálogo que han quedado para el recuerdo de todos: “Yo desaparezco un rato y a todos les entran delirios de grandeza” (Han)
-         El encuentro de Luke con Yoda de nuevo está muy logrado, sobretodo porque la marioneta logra emocionarnos. Es duro decirlo así, pero la marioneta actúa en ese momento mejor que Mark Hammill.
-         Yoda le avisa a Luke que “el tamaño no importa” y parece ser un vaticinio de lo que va a pasar después con los Ewoks. Gusten o no, que una tecnología inferior y seres en apariencia inferiores sean claves para una victoria ofrecen una lectura similar a la de “El señor de los anillos” y es una buena lección para aprender porque además lo que derrota al Emperador es el exceso de confianza en su plan y en la superioridad del lado tenebroso de la Fuerza.

-         Una de las escenas de acción de la película es la persecución de las motos-jet y se le ocurrió a Dennis Muren mientras rodaban en los bosques de secuoyas de California.
-         La charla de Luke y Leia que provoca finalmente los celos de Han. Muy conseguido ese equívoco y un hábil manejo de la información y la motivación de los personajes.
-         La conclusión en paralelo en Endor, la batalla espacial y el encuentro entre Luke y el Emperador está muy bien ideado y tanto el montaje como el crescendo dramático, reforzado por la banda sonora, funcionan muy bien.
-         Hay guiños entre los personajes que pueden pasar desapercibidos. En “El imperio contraataca” Han Solo es un chulo simpático, un tipo individualista con exceso de confianza y cuando Leia le dice que le quiere antes de que lo congelen le responde “Lo sé”. En “El retorno del jedi” Leia crece en importancia y peso específico, mientras que Han Solo tiene que agradecer a sus amigos que le hayan salvado. Es el momento perfecto para que Leia le devuelva la frase y lo hace cuando son rodeados por las tropas imperiales en la puerta del generador de energía del escudo de la nueva Estrella de la Muerte en Endor.
-   La escena de Luke con Vader cuando éste se quita el casco a punto de morir y le dice “Ya me has salvado” es uno de los momentos más emotivos de toda la saga. Además cierra el círculo que abre el Episodio I, cuando se revela que Annakin es "el elegido". El shock cuando se termina de ver la primera trilogía es que el verdadero protagonista de Star Wars entre los episodios I y  VI es que es Annakin, el personaje que finalmente vence a los Sith y trae el equilibrio a la fuerza.