Título original: Precious: Based on the novel ‘Push’ by Sapphire.
País: USA.
Duración: 109 min.
Género: Drama.
Interpretación: Gabourey Sidibe (Clareece “Precious” Jones), Mariah Carey (Sra. Weiss), Lenny Kravitz (John), Susan L. Taylor, Mo’Nique (Mary), Paula Patton (Srta. Rain), Sherri Shepherd, Stephanie Andujar (Rita), Chyna Layne (Rhonda), Angelic Zambrana (Consuelo).
Guión: Damien Paul; basado en la novela “Push” de Sapphire.
Producción: Lee Daniels, Sarah Siegel-Magness y Gary Magness.
Música: Mario Grigorov.
Fotografía: Andrew Dunn.
Montaje: Joe Klotz.
Diseño de producción: Roshelle Berliner.
Vestuario: Marina Draghici.
Distribuidora: Filmax.
Estreno en España: 5 Febrero 2010.
No me cabe ninguna duda que si la presente edición de los óscars hubiera mantenido el formato de ediciones previas con cinco nominadas a mejor película una de ellas habría sido ésta, probablemente junto a “Avatar”, “En tierra hostil”, “Up in the air” y Malditos bastardos”. Con esto no digo que sea mejor que otras (particularmente me gustan más “Up” o “Distrito 9”), pero hay que reconocer que es uno de los títulos imprescindibles del 2009.
“Precious” fue la gran triunfadora del pasado festival de Sundance y es la bandera que este año ondea el cine independiente estadounidense, tras llevarse un buen puñado de premios de la crítica.
El máximo responsable de esta película es Lee Daniels, un director que comenzó como representante de actores y que debutó brillantemente como productor con “Monster’s ball”, otro dramón de tomo y lomo con el que Halle Berry ganó el óscar a mejor actriz. Ahora, en su segunda película como director, aborda un tema comprometido, el de la marginación social.
Lo primero que llama la atención de “Precious” es su planteamiento como drama. A pocos minutos de comenzar su visionado uno se da cuenta que el personaje principal se encuentra atrapado en un auténtico infierno personal, sobretodo y más que por sus características físicas por su situación social y por la presencia de esa madre cuasi demoniaca que borda Mo’Nique (debería ganar todos los premios de este año) y sin embargo hay en la película algo que la hace llevadera pese a su dureza, que te permite “respirar” a pesar de lo terrible que es la situación de Precious. Seguramente ese algo es la esperanza, que late en la película gracias a la rotunda presencia de Gabourey Sidibe desarrollando un personaje que, pese a todo, intuyes que no se va a rendir. Quizás esto uno lo sepa por las inserciones de esos momentos oníricos en los que Precious sueña con una realidad mejor y que terminan por ser algo repetitivos, pero lo cierto es que lo que le da fuerza a esta película es el espíritu de autosuperación de toda ella.
El director adapta una novela de la poetisa Sapphire y lo hace de una manera realista, sin evitar toda la crudeza del argumento pero sin buscar la lágrima fácil, lo cual para mi gusto tiene un enorme mérito porque fácilmente podría haberse convertido su película en un dramón lacrimógeno y no lo es. Es más bien un documento duro e impactante de una realidad terrible que es de una chica negra pero que bien podría haber sido de cualquiera.
Es curioso, he leído recientemente que parte de la comunidad negra estadounidense ha dado la espalda a la película por el tratamiento que se hace del personaje de Precious ya que rechazan su actitud derrotista o victimista y porque quizás no encajan la buena acogida que ha tenido la película entre la clase media blanca (por cierto, en el pase en que vi la película aquí en España el espectador tipo era una mujer blanca, de entorno a los sesenta años, cosa que no deja de ser digna de estudio)....Yo la verdad es que me hago cruces. Me parece que Precious no es derrotista, aunque el personaje sufre una evolución e inicialmente no está preparado para luchar contra su situación (¡por Dios, tiene 16 años!) y esta película desarrolla todo menos una cuestión racial como se deja claro en el momento en que la asistenta social (sorprendente Mariah Carey) pregunta a Precious si cree que es blanca o negra.....es que da exactamente igual. Precious es negra sí, pero lo que expone la película son las dificultades para salir adelante cuando eres diferente a los demás, cuando la gente te llama “vaca o elefante”, cuando tu padre se aprovecha de ti y tu madre te odia, cuando vives en la miseria y cuando tienes dos hijos no deseados con apenas 16 años y no sabes cómo afrontarlo porque no tienes pareja.
A parte de un drama intenso e impactante, “Precious” me parece un soplo de esperanza, una película conmovedora que llega y emociona desde la sensibilidad y que hace comprender mejor a los demás y conciencia mejor que mil campañas publicitarias de que hay personas que viven en condiciones muy duras y precisan ayuda.
La relación de Precious con la Señorita Rain (Paula Patton, también vista en “Reflejos”, “Deja vu” y “Hitch”) es de lo mejor a nivel emotivo y sentimental que hemos visto este año en un cine porque, como ya he dicho, sin recursos facilones para buscar la lágrima, conmueve y convence y demuestra por comparación con la relación de Precious con su madre (absolutamente terrorífica) que el afecto consigue lo que nunca conseguirá la violencia y la imposición. Cuando está por fin preparada para explicar su dolor a los demás Precious dice “El amor no ha hecho nada por mí. El amor me ha golpeado, me ha violado, me ha llamado animal, me ha hecho sentir despreciable, me ha hecho enfermar”, pero las personas que conoce a lo largo de esta película le permiten cambiar ese punto de vista.
En definitiva una película muy recomendable, que impacta, que emociona, que trasmite muchas cosas y que permite relativizar los problemas propios y entender mejor los de los demás. Una película necesaria.
Por cierto, en los créditos uno de los personajes dice que es ¡¡¡Lenny Kravitz!!!! No he podido comprobar si es el cantante ¿Es así?
La película ha sido nominada a 6 óscars: mejor película, mejor director, mejor actriz, mejor actriz secundaria, mejor guión adaptado y mejor montaje.
País: USA.
Duración: 109 min.
Género: Drama.
Interpretación: Gabourey Sidibe (Clareece “Precious” Jones), Mariah Carey (Sra. Weiss), Lenny Kravitz (John), Susan L. Taylor, Mo’Nique (Mary), Paula Patton (Srta. Rain), Sherri Shepherd, Stephanie Andujar (Rita), Chyna Layne (Rhonda), Angelic Zambrana (Consuelo).
Guión: Damien Paul; basado en la novela “Push” de Sapphire.
Producción: Lee Daniels, Sarah Siegel-Magness y Gary Magness.
Música: Mario Grigorov.
Fotografía: Andrew Dunn.
Montaje: Joe Klotz.
Diseño de producción: Roshelle Berliner.
Vestuario: Marina Draghici.
Distribuidora: Filmax.
Estreno en España: 5 Febrero 2010.
No me cabe ninguna duda que si la presente edición de los óscars hubiera mantenido el formato de ediciones previas con cinco nominadas a mejor película una de ellas habría sido ésta, probablemente junto a “Avatar”, “En tierra hostil”, “Up in the air” y Malditos bastardos”. Con esto no digo que sea mejor que otras (particularmente me gustan más “Up” o “Distrito 9”), pero hay que reconocer que es uno de los títulos imprescindibles del 2009.
“Precious” fue la gran triunfadora del pasado festival de Sundance y es la bandera que este año ondea el cine independiente estadounidense, tras llevarse un buen puñado de premios de la crítica.
El máximo responsable de esta película es Lee Daniels, un director que comenzó como representante de actores y que debutó brillantemente como productor con “Monster’s ball”, otro dramón de tomo y lomo con el que Halle Berry ganó el óscar a mejor actriz. Ahora, en su segunda película como director, aborda un tema comprometido, el de la marginación social.
Lo primero que llama la atención de “Precious” es su planteamiento como drama. A pocos minutos de comenzar su visionado uno se da cuenta que el personaje principal se encuentra atrapado en un auténtico infierno personal, sobretodo y más que por sus características físicas por su situación social y por la presencia de esa madre cuasi demoniaca que borda Mo’Nique (debería ganar todos los premios de este año) y sin embargo hay en la película algo que la hace llevadera pese a su dureza, que te permite “respirar” a pesar de lo terrible que es la situación de Precious. Seguramente ese algo es la esperanza, que late en la película gracias a la rotunda presencia de Gabourey Sidibe desarrollando un personaje que, pese a todo, intuyes que no se va a rendir. Quizás esto uno lo sepa por las inserciones de esos momentos oníricos en los que Precious sueña con una realidad mejor y que terminan por ser algo repetitivos, pero lo cierto es que lo que le da fuerza a esta película es el espíritu de autosuperación de toda ella.
El director adapta una novela de la poetisa Sapphire y lo hace de una manera realista, sin evitar toda la crudeza del argumento pero sin buscar la lágrima fácil, lo cual para mi gusto tiene un enorme mérito porque fácilmente podría haberse convertido su película en un dramón lacrimógeno y no lo es. Es más bien un documento duro e impactante de una realidad terrible que es de una chica negra pero que bien podría haber sido de cualquiera.
Es curioso, he leído recientemente que parte de la comunidad negra estadounidense ha dado la espalda a la película por el tratamiento que se hace del personaje de Precious ya que rechazan su actitud derrotista o victimista y porque quizás no encajan la buena acogida que ha tenido la película entre la clase media blanca (por cierto, en el pase en que vi la película aquí en España el espectador tipo era una mujer blanca, de entorno a los sesenta años, cosa que no deja de ser digna de estudio)....Yo la verdad es que me hago cruces. Me parece que Precious no es derrotista, aunque el personaje sufre una evolución e inicialmente no está preparado para luchar contra su situación (¡por Dios, tiene 16 años!) y esta película desarrolla todo menos una cuestión racial como se deja claro en el momento en que la asistenta social (sorprendente Mariah Carey) pregunta a Precious si cree que es blanca o negra.....es que da exactamente igual. Precious es negra sí, pero lo que expone la película son las dificultades para salir adelante cuando eres diferente a los demás, cuando la gente te llama “vaca o elefante”, cuando tu padre se aprovecha de ti y tu madre te odia, cuando vives en la miseria y cuando tienes dos hijos no deseados con apenas 16 años y no sabes cómo afrontarlo porque no tienes pareja.
A parte de un drama intenso e impactante, “Precious” me parece un soplo de esperanza, una película conmovedora que llega y emociona desde la sensibilidad y que hace comprender mejor a los demás y conciencia mejor que mil campañas publicitarias de que hay personas que viven en condiciones muy duras y precisan ayuda.
La relación de Precious con la Señorita Rain (Paula Patton, también vista en “Reflejos”, “Deja vu” y “Hitch”) es de lo mejor a nivel emotivo y sentimental que hemos visto este año en un cine porque, como ya he dicho, sin recursos facilones para buscar la lágrima, conmueve y convence y demuestra por comparación con la relación de Precious con su madre (absolutamente terrorífica) que el afecto consigue lo que nunca conseguirá la violencia y la imposición. Cuando está por fin preparada para explicar su dolor a los demás Precious dice “El amor no ha hecho nada por mí. El amor me ha golpeado, me ha violado, me ha llamado animal, me ha hecho sentir despreciable, me ha hecho enfermar”, pero las personas que conoce a lo largo de esta película le permiten cambiar ese punto de vista.
En definitiva una película muy recomendable, que impacta, que emociona, que trasmite muchas cosas y que permite relativizar los problemas propios y entender mejor los de los demás. Una película necesaria.
Por cierto, en los créditos uno de los personajes dice que es ¡¡¡Lenny Kravitz!!!! No he podido comprobar si es el cantante ¿Es así?
La película ha sido nominada a 6 óscars: mejor película, mejor director, mejor actriz, mejor actriz secundaria, mejor guión adaptado y mejor montaje.