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País: USA.
Duración: 118 min.
Género: Drama, musical, romance.
Interpretación: Nicole Kidman (Claudia Jenssen), Kate Hudson (Stephanie), Daniel Day-Lewis (Guido Contini), Penélope Cruz (Carla), Marion Cotillard (Luisa Contini), Sophia Loren (la mamma), Judi Dench (Lilli), Fergie (Saraghina), Ricky Tognazzi (Dante), Giuseppe Cederna (Fausto), Elio Germano (Pierpaolo).
Guión: Michael Tolkin y Anthony Minghella; sobre el libreto de Arthur Kopit para el musical “Nine”; basado a su vez “8 ½” (1963) de Federico Fellini.
Producción: Marc Platt, Harvey Weinstein, John DeLuca y Rob Marshall.
Música: Andrea Guerra.
Fotografía: Dion Beebe.
Montaje: Claire Simpson y Wyatt Smith.
Vestuario: Colleen Atwood.
Distribuidora: Wide Pictures y DeAplaneta.
Estreno en USA: 25 Diciembre 2009.
Estreno en España: 22 Enero 2010.
Desde hace unos años y en concreto desde el éxito de “Moulin rouge” (2001) y el triunfo de “Chicago” en los óscars allá por 2002, el musical ha experimentado un importante auge en el cine estadounidense después de los 90’s, en los que pareció caer un poco en el olvido salvo contadas excepciones como “The commitments” o los clásicos de Disney, siempre enfocados al musical gracias a la aportación de Alan Menken y Howard Ashman. Cada año alguna productora apuesta por un musical para el que se aportan los mejores recursos y el mejor equipo técnico, pensando en que tendrá repercusión en taquilla y en los premios de la industria. Es lo que ha pasado con “Ray” (2004), “Rent” (2005), “En la cuerda floja” (2005), “Dreamgirls” (2006), “Sweeney Todd” (2007), “Hairspray” (2007), “Encantada” (2007), “Cadillac records” (2008), “Mamma mia” (2008) y ahora con “Nine”.
Rob Marshall, director de “Nine” fue el responsable precisamente de “Chicago” y tras el relativo fracaso que supuso “Memorias de una geisha”, que estuvo por debajo de lo que se esperaba de ella, ha querido repetir viejos éxitos.
“Nine” está basada en el musical ideado por Maury Yeston en los años 70’s, que trasladaba a Broadway el bloqueo creativo que Fellini explicaba en su película semi-autobiográfica “Ocho y medio” y que curiosamente interpretó Antonio Banderas durante algún tiempo en Estados Unidos.
Desde el primer fotograma se nota el lujo y los medios técnicos con los que cuenta Rob Marshall, parecidos de hecho a los que tuvo en sus películas anteriores, toda la maquinaria de producción del todopoderoso Harvey Weinstein a su disposición. En ese sentido la película es una auténtica gozada porque todo está muy cuidado y se nota un grandísimo esmero en los detalles, desde el vestuario a los decorados, la fotografía, la puesta en escena, las coreografías.....es de esas películas luminosas, festivas, espectaculares desde su propia concepción y por supuesto, el reparto es absolutamente irrepetible, quita el hipo. Solo por esto habrá mucha gente que irá a ver la película y que dará por bueno el pagar la entrada.
Ahora bien ¿es “Nine” una película a la altura de todo el despliegue realizado? Particularmente pienso que no o al menos, me parece, que no está a la altura de lo que pretendían conseguir especialmente porque flojea creo yo el componente dramático y me explico: la interpretación de Daniel Day Lewis, que no entro en si es buena o mala, resulta fría y distante, cierto es que el personaje de Guido Contini difícilmente puede caer bien porque en definitiva es un hombre que no respeta a su mujer y que se debate entre sus amantes y una crisis creativa que no llegamos a comprender porque no se nos explica bien, el caso es que termina dándonos un poco igual lo que le pasa cuando no debería ser así. Además todas las actrices salvo quizás Marion Cotillard, a quien sí se le ve un brillo especial en los ojos y se “nota” el sufrimiento de su personaje y un poco Penélope Cruz, que tiene un personaje agradecido con el que también puede trasmitir cierta “pasión”, parecen simplemente cumplir con su parte sin el arrebato necesario (tampoco sus papeles les dan mucho juego salvo en los números musicales).
Lo que es puramente la parte “narrativa” resulta pesada, por momentos lenta y demasiado preocupada por los encuadres y poco por el desarrollo dramático y como espectadores, hay que decirlo sin rodeos, nos aburrimos. Sólo con los números musicales parecen Marshall y los actores encontrarse a gusto y la película cobra vida. Si uno lo piensa es lo que verdaderamente vale la pena, es cuando en el cine parece surgir una fuerza especial de la pantalla. Me gustaron especialmente los números de Fergie “Be italian” (seguramente lo mejor de la película) y de Kate Hudson (dispone del número con más fuerza visual y musical), pero realmente el plato fuerte es Marion Cotillard, que es la que se come literalmente la pantalla y expresa sentimientos en su actuación (por el contra una pena lo poco aprovechada que está Nicole Kidman). El número de Penélope Cruz es correcto y lo resuelve bien, sin más, y el resto me parecen correctos pero no me gusta demasiado que todos se resuelvan en un decorado, que creo que es como si Marshall prefiriera expresarse en el decorado de un teatro y eso le quita posibilidades a la película como musical.
Vamos, que aunque los números musicales están bien, aunque cualquiera apreciará el esfuerzo que se realizado en todos los aspectos de producción en esta película y aunque el reparto de por sí es ya interesante la película resulta larga y los personajes no terminan de llegar lo suficiente. Podríamos decir que se trata de una fiesta musical sin “alma”.
País: USA.
Duración: 118 min.
Género: Drama, musical, romance.
Interpretación: Nicole Kidman (Claudia Jenssen), Kate Hudson (Stephanie), Daniel Day-Lewis (Guido Contini), Penélope Cruz (Carla), Marion Cotillard (Luisa Contini), Sophia Loren (la mamma), Judi Dench (Lilli), Fergie (Saraghina), Ricky Tognazzi (Dante), Giuseppe Cederna (Fausto), Elio Germano (Pierpaolo).
Guión: Michael Tolkin y Anthony Minghella; sobre el libreto de Arthur Kopit para el musical “Nine”; basado a su vez “8 ½” (1963) de Federico Fellini.
Producción: Marc Platt, Harvey Weinstein, John DeLuca y Rob Marshall.
Música: Andrea Guerra.
Fotografía: Dion Beebe.
Montaje: Claire Simpson y Wyatt Smith.
Vestuario: Colleen Atwood.
Distribuidora: Wide Pictures y DeAplaneta.
Estreno en USA: 25 Diciembre 2009.
Estreno en España: 22 Enero 2010.
Desde hace unos años y en concreto desde el éxito de “Moulin rouge” (2001) y el triunfo de “Chicago” en los óscars allá por 2002, el musical ha experimentado un importante auge en el cine estadounidense después de los 90’s, en los que pareció caer un poco en el olvido salvo contadas excepciones como “The commitments” o los clásicos de Disney, siempre enfocados al musical gracias a la aportación de Alan Menken y Howard Ashman. Cada año alguna productora apuesta por un musical para el que se aportan los mejores recursos y el mejor equipo técnico, pensando en que tendrá repercusión en taquilla y en los premios de la industria. Es lo que ha pasado con “Ray” (2004), “Rent” (2005), “En la cuerda floja” (2005), “Dreamgirls” (2006), “Sweeney Todd” (2007), “Hairspray” (2007), “Encantada” (2007), “Cadillac records” (2008), “Mamma mia” (2008) y ahora con “Nine”.
Rob Marshall, director de “Nine” fue el responsable precisamente de “Chicago” y tras el relativo fracaso que supuso “Memorias de una geisha”, que estuvo por debajo de lo que se esperaba de ella, ha querido repetir viejos éxitos.
“Nine” está basada en el musical ideado por Maury Yeston en los años 70’s, que trasladaba a Broadway el bloqueo creativo que Fellini explicaba en su película semi-autobiográfica “Ocho y medio” y que curiosamente interpretó Antonio Banderas durante algún tiempo en Estados Unidos.
Desde el primer fotograma se nota el lujo y los medios técnicos con los que cuenta Rob Marshall, parecidos de hecho a los que tuvo en sus películas anteriores, toda la maquinaria de producción del todopoderoso Harvey Weinstein a su disposición. En ese sentido la película es una auténtica gozada porque todo está muy cuidado y se nota un grandísimo esmero en los detalles, desde el vestuario a los decorados, la fotografía, la puesta en escena, las coreografías.....es de esas películas luminosas, festivas, espectaculares desde su propia concepción y por supuesto, el reparto es absolutamente irrepetible, quita el hipo. Solo por esto habrá mucha gente que irá a ver la película y que dará por bueno el pagar la entrada.
Ahora bien ¿es “Nine” una película a la altura de todo el despliegue realizado? Particularmente pienso que no o al menos, me parece, que no está a la altura de lo que pretendían conseguir especialmente porque flojea creo yo el componente dramático y me explico: la interpretación de Daniel Day Lewis, que no entro en si es buena o mala, resulta fría y distante, cierto es que el personaje de Guido Contini difícilmente puede caer bien porque en definitiva es un hombre que no respeta a su mujer y que se debate entre sus amantes y una crisis creativa que no llegamos a comprender porque no se nos explica bien, el caso es que termina dándonos un poco igual lo que le pasa cuando no debería ser así. Además todas las actrices salvo quizás Marion Cotillard, a quien sí se le ve un brillo especial en los ojos y se “nota” el sufrimiento de su personaje y un poco Penélope Cruz, que tiene un personaje agradecido con el que también puede trasmitir cierta “pasión”, parecen simplemente cumplir con su parte sin el arrebato necesario (tampoco sus papeles les dan mucho juego salvo en los números musicales).
Lo que es puramente la parte “narrativa” resulta pesada, por momentos lenta y demasiado preocupada por los encuadres y poco por el desarrollo dramático y como espectadores, hay que decirlo sin rodeos, nos aburrimos. Sólo con los números musicales parecen Marshall y los actores encontrarse a gusto y la película cobra vida. Si uno lo piensa es lo que verdaderamente vale la pena, es cuando en el cine parece surgir una fuerza especial de la pantalla. Me gustaron especialmente los números de Fergie “Be italian” (seguramente lo mejor de la película) y de Kate Hudson (dispone del número con más fuerza visual y musical), pero realmente el plato fuerte es Marion Cotillard, que es la que se come literalmente la pantalla y expresa sentimientos en su actuación (por el contra una pena lo poco aprovechada que está Nicole Kidman). El número de Penélope Cruz es correcto y lo resuelve bien, sin más, y el resto me parecen correctos pero no me gusta demasiado que todos se resuelvan en un decorado, que creo que es como si Marshall prefiriera expresarse en el decorado de un teatro y eso le quita posibilidades a la película como musical.
Vamos, que aunque los números musicales están bien, aunque cualquiera apreciará el esfuerzo que se realizado en todos los aspectos de producción en esta película y aunque el reparto de por sí es ya interesante la película resulta larga y los personajes no terminan de llegar lo suficiente. Podríamos decir que se trata de una fiesta musical sin “alma”.