lunes, 8 de marzo de 2010

"Avatar" (James Cameron, 2009)

*****
Guión: James Cameron.
País: USA.
Duración: 162 min.
Género: Acción, ciencia-ficción, fantástico.
Interpretación: Sam Worthington (Jake Sully), Zoë Saldana (Neytiri), Sigourney Weaver (Dra. Grace Augustine), Michelle Rodriguez (Trudy), Giovanni Ribisi (Selfridge), Joel David Moore (Norm), C.C.H. Pounder (Mo’at), Wes Studi (Eytukan), Laz Alonso (Tsu’Tey), Stephen Lang (coronel Quaritch), Matt Gerald (Lyle). Producción: James Cameron, Jon Landau y Rae Sanchini.
Música: James Horner.
Fotografía: Mauro Fiore.
Montaje: James Cameron, John Refoua y Stephen Rivkin.
Diseño de producción: Rick Carter y Robert Stromberg.
Vestuario: Mayes C. Rubeo y Deborah Lynn Scott.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en USA: 18 Diciembre 2009.
Estreno en España: 18 Diciembre 2009.


Tiempo ha habido para mascar a fondo “Avatar” tres meses después de su estreno y con los óscars ya concedidos y me reafirmo en mis impresiones iniciales sobre la misma: SUPER ESPECTÁCULO de los grandes, de esos que hacen grande al cine en lo que a entretenimiento y evasión se refiere.

La verdad es que he esperado a hablar de la película para ver cómo quedaba en mi recuerdo, para no dejarme llevar por la euforia tras su visionado y tratar de ser más objetivo, para conocer las reacciones que provocaba y los resultados en los premios y me he arriesgado mucho porque hubiera sido, paradójicamente, muy difícil defenderla si hubiera arrasado en los óscars. Al final sólo ha ganado tres (fotografía, dirección artística y efectos visuales) de los nueve a los que aspiraba (película, director, montaje, sonido, montaje de sonido y banda sonora) siendo derrotada por “En tierra hostil”.

Es curioso, suele ocurrir que cuando una película pensada por y para entretener es aplaudida y reconocida, triunfa y arrasa en los premios y la taquilla surge siempre una corriente en su contra. Esto ya ha pasado muchas veces en la historia del cine y la sensación que me provoca siempre es que hay mucha gente a la que le gusta opinar al contrario que la mayoría y ser “especiales”. ¿A quién no le gusta formar parte de la minoría de qualité, con gusto, con pedigrí? A mí desde luego, como a todos (creo), pero a veces hay que reconocer que lo que gusta a mucha gente es porque está realmente bien hecho, bien elaborado.

Lo que me ha sorprendido en el caso de “Avatar” después de ganar premios (entre ellos el de mejor película dramática en los Globos de oro) y de ser nominada a nueve óscars es que siendo una película de género fantástico, tono idealista y en cierto modo romántico y corte ecologista ha sido arrinconada por gente que en otro momento la hubiera ensalzado precisamente por ser lo que es. En concreto si Cameron hubiera estrenado esta película cuando la concibió, allá por 1994, estoy convencido que mucha gente que ahora le ha puesto peros entonces la hubiera apoyado ciegamente. Es curioso cómo ha cambiado el mundo del cine porque para quienes no lo sepan, ver una película como “Avatar” en los 70’s, los 80’s o los primeros 90’s hubiera sido una experiencia inusual, ya que el cine fantástico estaba en un segundo o tercer plano. También lo ha sido ahora, luego hablo de ello, pero es como si nos hubiéramos acostumbrado ya a que el cine fantástico sea de qualité y ya no es preciso defender películas como “Avatar” para “empujarlo”, para conseguir que tenga un reconocimiento artístico.

También es cierto que no se ha planteado este año la lucha en los óscars como una lucha entre “cine artístico” y “cine de evasión” porque si se piensa a fondo casi todo el cine norteamericano está pensado por y para entretener y casi todas las películas nominadas a mejor film este año (salvo quizás “Precious”, “An education” y sobretodo “Un tipo serio”) están hechas con un ojo puesto en el público y en lo que pueda interesarle y serle más entretenido, más que en hacer una obra de arte. En concreto “En tierra hostil” es una película de acción y está pensada para producir tensión y congoja y ser una experiencia muy “física”, muy de atracción de feria en la mejor tradición del cine de evasión; pero sí se ha querido enfrentar el tono idealista y fantástico de “Avatar” con un tono más realista de “En tierra hostil”.

Me resulta un poco irónico que se haya hablado de la simplicidad del guión de “Avatar” o de que su argumento venga a ser algo así como una “Pocahontas” futurista. Si hablamos de simplicidad argumental “En tierra hostil” también es simple. Desde luego los guiones complejos y más elaborados de este año venían firmados por el Tarantino de “Malditos bastardos”, los Coen con “Un tipo serio” o los responsables de “Up in the air”, “Precious” o “Up”. Desde mi punto de vista no me parece lógico poner en duda la película de James Cameron por su guión, por mucho que se nos cuente una historia algo típica y que no sea de los mejores de este año (que a parte Cameron nunca ha sido un guionista brillante, simplemente correcto), me parece más bien un arma lícita para ponerle “peros” a “Avatar” aunque dudo mucho que sea adecuado usarla porque la intención de Cameron no era la de hacer el guión de los guiones.

Creo que a veces se nos escapa que la intención de lo que se quiere hacer es muy importante. Vamos, que uno cuando corre una maratón no va al sprint porque no es lo que quiere y lo que quería Cameron con “Avatar” era contar una historia de una manera que nunca antes se hubiera hecho. Por decirlo de otro modo, si a Tarantino o a Almodóvar lo que les importa son los guiones, a Cameron lo que le importan son los avances técnicos y proporcionar al público una experiencia única, nunca antes vivida. De acuerdo, la historia de “Avatar” o su guión no son “El padrino” pero es que no se pretendía eso, lo que se pretendía era que todo aquel que viera la película quedara noqueado con el 3D, con un mundo nunca visto como Pandora y con una aventura fascinante y visualmente sorprendente y todo eso James Cameron lo consigue con creces.

También pienso que en realidad la derrota en los óscars a Cameron le ha venido muy bien. Hay que tener en cuenta que “Avatar” era su película siguiente después de “arrasar” con “Titanic” y tras una trayectoria espectacular en la que siempre ha ido a más después de firmar algunas de las películas más entretenidas y brillantes del cine de acción y aventura de la historia del cine (su filmografía, a excepción de la floja “Piraña 2” quita el hipo: “Terminator”, “Aliens, el regreso”, “Abyss”, “Terminator 2”, “Mentiras arriesgadas”), se estaba formando una corriente de opinión que lo pone en duda (también debido a su tono altivo en muchas ocasiones y a comentarios como el que hizo al ganar “Titanic”: “I’m the king of the world” que me parece más una manifestación de alegría pero que muchos consideran una prueba de pedantería). Es como si se quisiera hacer un poco de menos su importancia después de conseguir que “Avatar” y “Titanic” se hayan convertido en las dos películas más taquilleras de la historia del cine. Y le ha venido bien ser derrotado porque una segunda victoria “de calle” en los óscars creo que hubiera sido negativo para alguien tan minucioso y perfeccionista como él y sobretodo para nosotros como espectadores (más que nada porque ser vencido le “picará” en el orgullo y le obligará a superarse, quién sabe si en la continuación o continuaciones de “Avatar” que ya están previstas).



Para mí “Avatar” fue una experiencia extraordinaria, entretenimiento puro y duro (el mejor posible), algo nunca experimentado en el cine y es una película que hay que ver obligatoriamente, al menos una vez, en pantalla grande y con gafas 3D porque para eso ha sido concebida.

Cameron ha tardado más de diez años en filmar esta película desde que hizo la anterior que fue “Titanic” en 1997 (entre medias ha firmado los documentales “Misterios del Titanic” y “Aliens of the deep”). Durante todo este tiempo a lo que se ha dedicado es a mejorar aspectos técnicos, a hacer avanzar las posibilidades técnicas del mundo del cine sobretodo en lo que a tres dimensiones y filmación digital se refiere. Su importancia como cineasta no es la de lograr un ritmo narrativo perfecto, ideal para el espectador amante del cine de evasión, que también; su importancia radica en el trabajo realizado para ir más allá gracias a la técnica fílmica.

“Avatar” si es especial sobretodo lo es por su formato visual. Ha sido rodada con una cámara de alta definición co-diseñada por el propio Cameron, se ha usado una nueva técnica de captura de movimiento que permite rodar con actores viendo los fondos ficticios al mismo tiempo (esto nunca se había hecho antes), se ha mejorado dicha captura de movimiento (la usada por la compañía Weta para crear a Gollum) mediante un sistema que permite mayor fidelidad y detallismo (esto se aprecia sobretodo en los primeros planos de las expresiones faciales de los Na’vi) y se ha mejorado sustancialmente la experiencia de las tres dimensiones de forma que el espectador parece más integrado en el escenario.

Cuando te sientas en tu butaca a ver “Avatar” te sumerges literalmente en una realidad distinta y penetras en un mundo nuevo nunca visto disfrutando además de un rosario de escenas espectaculares que te dejan boquiabierto (en especial cualquiera de las que los na´vi vuelan). A mí particularmente me parece de un mérito extraordinario porque es casi el máximo que se le puede pedir a una película de acción y evasión: entretenimiento, adrenalina a tope y sentir algo distinto. En concreto esa primera escena en la que el soldado Jake Sully se hace con el cuerpo de su Avatar no sólo me parece fascinante, sino que pienso que constituye para todos nosotros, la entrada a un universo nuevo ¿O es que alguien duda que la realidad virtual, el mundo audiovisual y el futuro del fantástico será eso? Estoy convencido que los videojuegos subjetivos terminarán siguiendo la estela de “Avatar”, que se podrá vivir realidades distintas como en esta película y que podremos viajar o vivir experiencias que nunca antes imaginamos poder vivir de una manera similar a como lo hacen los personajes de Sam Worthinghton o el de Sigourney Weaver. Estoy convencido que en ese sentido “Avatar” es una pionera, la puerta de entrada a algo mucho más grande y espectacular.

La película tiene más o menos un 40% de real y un 60% de digital y hay un enorme trabajo detrás de todo lo que es específicamente visual. No es nada fácil integrar realidad y ficción de la forma tan fabulosa como se hace en esta película y aunque no dudo que los resultados son mejorables, lo que se ve en pantalla me parece mucho más espectacular de lo que en principio podría esperarse. Quizás de lo que peque un poco esta película es precisamente de ser tan espectacular porque el frenesí visual, el deseo de Cameron de entretener y abrumar con la acción a toda costa puede ser excesivo y hacérsele “indigesto” a alguien. Desde luego a mí no, pero entendería que alguien se sintiera sobrepasado por la avalancha de imágenes.

En lo que a la historia que cuenta se refiere sí que hay un poco o un mucho de “Pocahontas” futurista y sí que hay un cierto tono “maniqueo” de buenos contra malos, de militares contra ecologistas, de ciencia contra tradición pero lo curioso y lo interesante es que a un lado está el ser humano y en el otro lado están los extraterrestres na’vis y como espectadores nos identificamos con ellos y la película consigue que entendamos y nos situemos a un lado que no es ajeno (me interesa y me gusta mucho cómo lo consigue Cameron, demuestra saber cómo “manejar” a su público).

Lo que siempre me ha cautivado de James Cameron es que, al margen de sus pretensiones técnicas, piensa en el público, en lo que quiere ver y en cómo transmitirlo. No es nada fácil lograr el nivel de entretenimiento y de implicación con lo que cuenta que logra en sus películas. Siempre consigue “meternos” en la historia, zarandearnos, provocarnos tensión, emoción, implicarnos y siempre logra que sus películas se pasen en un suspiro. Parece fácil pero no lo es (o lo harían todos los directores) y mucho menos cuando de lo que habla es de unos seres azules con cola que viven en otra realidad y hablan otro idioma (totalmente inventado por cierto).

Independientemente de premios, de reconocimientos, de que guste más o menos la película, pienso que James Cameron ha sacado adelante con nota (mucha nota desde mi punto de vista porque jamás he vivido experiencia igual) un proyecto mastodóntico y dificilísimo de llevar a cabo. Haced la prueba, pensad en que lo que cada escena conlleva, en que cada toma lleva una decisión sobre dónde poner la cámara, cómo solucionar el encuadre y cómo solucionar lo que se quiere contar. Imaginaros como los directores de “Avatar” por un momento....las soluciones y el resultado proporcionado por Cameron son mucho más espectaculares si se piensan de lo que en un principio parece.

GRANDIOSA E INOLVIDABLE PELÍCULA!!!!!!