miércoles, 28 de abril de 2010

“El libro de Eli” (Albert Hughes y Allen Hughes, 2010)

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Título original: The book of Eli.
País: EEUU.
Duración: 120 min.
Género: Acción, drama, ciencia-ficción.
Interpretación: Denzel Washington (Eli), Mila Kunis (Solara), Gary Oldman (Carnegie), Michael Gambon (George), Jennifer Beals (Claudia), Ray Stevenson (Redridge), Frances de la Tour (Martha), Evan Jones (Martz), Joe Pingue (Hoyt), Tom Waits (ingeniero).
Guión: Gary Whitta.
Producción: Broderick Johnson, Andrew A. Kosove, Joel Silver, David Valdes y Denzel Washington.
Música: Atticus Ross.
Fotografía: Don Burgess.
Montaje: Cindy Mollo.
Diseño de producción: Gae Buckley.
Vestuario: Sharen Davis.
Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España.
Estreno en EEUU: 15 Enero 2010.
Estreno en España: 18 Marzo 2010.


La verdad es que me imagino a los productores de esta película juntándose y diciendo:

- “Parece que el tema del futuro postapocalíptico vende ¿por qué no hacemos “La carretera” pero en plan acción?”
- “¿Pero si eso ya se hizo? Se llamaba “Mad Max”
- “Da igual, a la gente ya se le ha olvidao y ahora los efectos visuales permiten hacer otro tipo de virguerías visuales que les encantan a los chavales que llenan los cines”.

A continuación me imagino a los tropecientos productores (véase la lista de los créditos) frotándose las manos y con Joel Silver (gurú donde los haya del cine comercial) a la cabeza estudiando las posibilidades para engordar todo lo posible la taquilla.

En efecto, esta película está hecha por y para la taquilla, es un producto cinematográfico de fácil consumo, una película para pasar el rato sin mayores pretensiones. No quiere decir esto nada malo, pero tampoco nada bueno. Es lo que es y ya está, ha de asumirse antes de verla para no llevarse a engaño.

Dicho lo dicho debo reconocer que si me interesó fue única y exclusivamente por Denzel Washington y Gary Oldman, sin cuya presencia en el reparto nunca hubiera visto esta película y bueno, una vez vista la olvidas, pero al menos entretiene, que no es poco aunque más por su fuerza visual que por el impacto de un argumento, que es flojo flojo flojo.

Argumentalmente trata de un tipo, Eli (Denzel Washington) que viaja en solitario por un país desolado, gris y peligroso custodiando un poderoso libro que intuye será la salvación de la humanidad por su contenido. La idea no está mal pero hubiera quedado mejor en un mundo como el de “Fahrenheit 451” (interesantísima película de François Truffaut) que no en éste, pero ya digo que el argumento no hay que tomárselo muy en serio, es una mera escusa. En su camino se interpone Carnegie, el típico malo malísimo que borda Gary Oldman (¿cuánto le pagarán por hacer siempre el mismo papel?, mucho, eso seguro) y que es otra escusa para lo verdaderamente importante.

¿Y qué es lo importante en esta película? Pues pasar el rato, cual barraca de feria, que el cine también es eso, así que de inicio a fin podéis intuir que todo son saraos de acción, escenas en las que el bueno se enfrenta a los malos con mayor o menor espectacularidad, ayudado o a solas, con arco y flechas o catana. Gracias al cielo Denzel Washington consigue que su personaje interese (cosa que no logra nadie más en la película salvo quizás ese pedazo de mueble ropero que es Ray Stevenson, al que vimos en la magnífica serie “Roma”) y así uno va avanzando en la historia con un cierto interés.

Tampoco está mal la forma en que los hermanos Albert y Allen Hughes resuelven visualmente las escenas de acción (anteriormente lo más destacado que han hecho fue la adaptación del cómic de Alan Moore, “From hell”, que se tituló “Desde el infierno” y que particularmente me pareció interesante). Los directores logran no quedarse solo con montajes alambicados y efectos especiales, que también, y aportan algunas soluciones dignas de mención que hacen concebir ciertas esperanzas si llega un guión interesante a su poder: véase la escena con la imagen fija en la que se ve la sombra de Eli cargándose a todo lo que se le acerca. Probablemente las soluciones visuales de la película sean lo mejor de ésta y la hacen curiosa al menos dentro de lo que es.

Lo peor seguramente el desfile de una serie de personajes secundarios que hacen que el argumento se vaya por unos derroteros que terminan por hacerte perder el interés porque están metidos con calzador en la historia y ese final que se hace largo larguísimo en el que cobra importancia el personaje de Solara para desgracia de nuestra paciencia.

En fin, que si uno se toma en serio el argumento saldrá cabreado del cine, pero que si no, puede asimilarse la película como producto de entretenimiento y acción, sin más. Otro más en definitiva, aunque eso sí, con su personaje silbando la cancioncilla de “Érase una vez en América” y su regusto a remozado de “Mad Max”, “Soy leyenda” o “La carretera”, que son guiños cinéfilos que siempre gustan (lo digo con ironía, por si no se capta). Lo dejamos con dos estrellas por aquello de que hay pelis peores y porque Denzel Washington siempre resulta pinturero.