domingo, 5 de septiembre de 2010

“Airbender, el último guerrero” (M. Night Shyamalan, 2010)


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Título original: The last Airbender.
País: EEUU.
Duración: 105 min.
Género: Acción, aventuras, fantástico.
Reparto: Noah Ringer (Aang), Nicola Peltz (Katara), Jackson Rathbone (Sokka), Dev Patel (príncipe Zuko), Seychelle Gabriel (princesa Yue), Aasif Mandvi (comandante Zhao), Shaun Toub (Iroh), Cliff Curtis (Ozai).
Guión: M. Night Shyamalan; basado en la serie animada “Avatar: The last Airbender”, creada por Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko.
Producción: M. Night Shyamalan, Sam Mercer y Frank Marshall.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Andrew Lesnie.
Montaje: Conrad Buff.
Diseño de producción: Philip Messina.
Vestuario: Judianna Makovsky.
Distribuidora: Paramount Pictures Spain.
Estreno en USA: 2 Julio 2010.
Estreno en España: 6 Agosto 2010.

Definitivamente es imposible defender más a M. Night Shyamalan a toda costa. Ya había costado con “La joven del agua” y algo menos con “El incidente”, pero todo lo que en su día fueron halagos con “El sexto sentido”, “El protegido” y con “Señales” han terminado convirtiéndose en “peros”, que con esta última “Airbender, el último guerrero” son ya unánimes. El caso es que a mí, particularmente, es un director que hasta ahora me había convencido y en el que aún sigo creyendo, le veo algo especial, pero es que su última película es indefendible.

Puntualizo ahora y doy más precisión a mi comentario. No creo que Shyamalan haya dejado de ser un director interesante, pero sí creo que se ha traicionado a sí mismo, que pienso que es lo peor que podía hacer. Da la sensación como si los reveses de la crítica, no tanto de público (sus películas salvo “La joven del agua” que sí fue un resbalón importante no han ido tan mal en taquilla) le hubieran convencido de que debía dar un giro a su cine. Hasta ahí bien, se puede aceptar, pero lo que no es lógico es que renuncies a tí mismo, a tu estilo, a tus señas de identidad, a lo que hace que tu cine, bueno o malo, sea diferente. Pienso yo, vamos.

Shyamalan en esta ocasión ha querido ir a lo fácil y demostrar a los estudios que también sabe hacer caja y sabemos que ha sido él el responsable porque es el director, pero además firma el guión y ha puesto dinero para la película como coproductor junto a Frank Marshall y Sam Mercer. Se ha dejado de juegos con el fuera de plano, se ha dejado de experimentos visuales y narrativos, ha renunciado en gran parte al suspense que caracteriza todas sus narraciones y se ha concentrado en una historia que, en teoría, debería funcionar por sí sola y en las escenas de acción como único leit motiv de su película y bueno, sí, ha conseguido una película entretenida, veraniega, visualmente impactante en muchos momentos, pero también fallida. En esta ocasión Shyamalan sí ha naufragado y pienso que ha sido así porque ha renunciado a sí mismo y ha intentado hacer algo que, admitámoslo, se le da peor, se le da mal o ¿acaso no chirrían muchas escenas de acción, especialmente las que están desarrolladas a cámara lenta?

La película está basada en la serie manga “Avatar, the last airbender” (le han cambiado el título para no enfrentarse a comparaciones con la película de James Cameron) que obtuvo un importante éxito en Estados Unidos a través del canal Nickelodeon y que, al parecer, descubrieron con regocijo los hijos de Shyamalan convenciéndole para que hiciera la versión fílmica así que ya aviso, estamos ante una trilogía que seguramente el director planificó como su tabla de salvación económico-artística, ya veremos como le sale. Dudo mucho que se descabalgue a Shyamalan de las continuaciones por dos razones: es el alma mater de la saga y además él toma un tercio de las decisiones, no se va a rendir, así que dependiendo de cómo funcione en taquilla estamos asistiendo quizás a su defunción fílmica, aunque aún espero que se dé cuenta de sus errores.

La trama argumental da juego, nos cuenta la historia de Aang, un chico destinado a ser el nuevo Avatar, un ser capaz de hablar con los espíritus y a través de ellos controlar los cuatro elementos, pero de modo muy similar a los lamas y al budismo, ha de aprender a dominar sus poderes y debe cobrar consciencia de su importancia par dar equilibrio a un mundo que sin él está en guerra, amenazado por la nación del fuego, que quiere imponerse a las demás.

Ya digo que el mero argumento de la serie puede entretener y más teniendo en cuenta que los efectos especiales impactan en muchas escenas. A ojos no muy exigentes la película puede servir, pero siéndolo, hay infinidad de peros y pegas que podríamos ir enumerando, hagámoslo con unas pocas:

¿por qué eliminar el leve tono cómico de la serie pretendiendo dar más dramatismo e intensidad al argumento si al final no lo tiene? Parece que la película pretendiera ser épica, pero es todo menos eso.

¿quién ha hecho tan horrible casting? (el mejor de la función es sin duda el maestro del fuego, Shaun Tobb; Ang, Noah Ringer y el príncipe Zuko, Dev Patel pueden pasar; pero es que Katara, Incola Peltz y Sokka, Jackson Rathbone están para sacrificarlos y podrían ser importantes para justificar los actos de Aang).

¿por qué no ha aprovechado Shyamalan para proporcionar suspense al relato como sólo él sabe hacer (el final no me vale, me pareció incluso chapucero acabar así porque no hay una justificación narrativa a esa conclusión, parece sacado de la manga para sorprender sin más)?

¿por qué no se ha aprovechado mejor la relación entre los personajes para hacer la película más emotiva, más emocionante, más intensa?

¿por qué la narración en sí de los acontecimientos, la explicación de los porqués de cada personaje están tan descuidado y solo parece importar las escenas de acción?

Estamos sin duda ante una gran ocasión perdida, ante una película que está muy por debajo de lo que podría haber sido. No debe valernos que es entretenida y que el envoltorio es atractivo (música, efectos, escenas de acción), eso no es lo que debería ser, tendría que resultar trepidante, emocionante, espectacular y no lo es y esta vez sí, esta vez creo que el principal responsable es M. Night Shyamalan, nunca pensé que llegaría a decir esto. Sigo confiando en él porque su filmografía le avala y es dispone de una buena renta, pero cada vez resulta más difícil hacerlo. Más que esperar temo ya la continuación.