lunes, 16 de enero de 2012

“The artist” (Michel Hazanavicius, 2011)

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Guion: Michel Hazanavicius.
País: Francia.
Duración: 98 min.
Género: Drama, comedia, romance.
Reparto: Jean Dujardin (George Valentin), Bérénice Bejo (Peppy Miller), John Goodman (Al Zimmer), James Cromwell (Clifton), Penelope Ann Miller (Doris), Missi Pyle (Constance), Malcolm McDowell, Ed Lauter.
Producción: Thomas Langmann y Emmanuel Montamat.
Música: Ludovic Bource.
Fotografía en blanco y negro: Guillaume Schiffman.
Montaje: Anne-Sophie Bion y Michel Hazanavicius.
Diseño de producción: Laurence Bennett.
Vestuario: Mark Bridges.
Distribuidora: Alta Classics.
Estreno en Francia: 12 Octubre 2011.
Estreno en España: 16 Diciembre 2011.

Acaba de ganar el Globo de oro a mejor comedia y/o musical, en su día fascinó en Cannes (donde Jean Dujardin se llevó el premio a mejor actor) y va conquistando espectadores que quedan rendidos poco a poco, tanto críticos como gente “de a pie” lo cual es algo insólito. Es altamente probable que “The artist” termine ganando el óscar a mejor película del 2011 y acumulando elogios incluso de los que hoy son más reticentes a verla y yo diría que todo esto es motivo de gran alegría para todos aquellos para los que el cine es algo más que un mero entretenimiento.

“The artist” es una pequeña joya intemporal, que no pertenece a hoy ni a ayer, es para siempre y es para el cine. Sé que es contraproducente decirlo y sé que es difícil contagiar entusiasmo si además informas que es muda, sí MUDA, de principio a fin, con carteles cuando los actores dicen algo que no se entiende por meras expresiones.....Es curioso comprobar el efecto que esto produce ¿Muda? ¿Y te ha gustado? ¿Te ha gustado mucho? ¡¡¡Sí, un 10 sobre 10!!!!













Entra dentro de la lógica que el cine mudo sea etiquetado como cosa de otro tiempo, como Shakespeare y Cervantes lo son para el mundo literario por mucho que los apreciemos como grandes escritores. Una cosa es la calidad y otra muy distinta lo que es moderno y se ajusta al tiempo presente y sus peculiaridades. Apreciamos las grandes obras del pasado de cualquier arte o expresión artística, pero no siempre es un buen momento para disfrutarlas. Se precisa un interés añadido, un cierto espíritu investigador y no todos tenemos tiempo, ganas y curiosidad para ello.

El cine mudo que, encima, es ¡¡¡en blanco y negro!!!, funciona con unos códigos que ya no se usan y requiere esfuerzo porque no siempre es entretenido, huele a “naftalina” y en algún caso resulta “acartonado” o parece “apolillado”. Podemos ver alguna película de Charles Chaplin e incluso la disfrutaremos pero solo recuperarla de la estantería de la videoteca implica una gran fuerza de voluntad y notable decisión. No digamos ya para los programadores de las televisiones, que saben que cine mudo equivale a canal que se zapea rápidamente y que no tiene audiencia, así que relegado queda en las parrillas a las madrugadas y a las minorías de los canales temáticos, vamos, como el cine en blanco y negro (es injusto y terrible porque habrá gente que jamás vea “Casablanca”, “Cayo largo”, “La fiera de mi niña”, “El tesoro de Sierra Madre” o “El apartamento”). Por todo esto hace falta arrestos para hacer una película muda hoy en día, hay que ser muy buen director para que entretenga y convenza y hay que ser un auténtico hipnotizador para convencer de que una película muda merece la pena ser vista pagando una entrada de cine.














El caso es que “The artist” obra el milagro y es el título idóneo para gritar a los cuatro vientos que el cine mudo y en blanco y negro también puede merecer la pena. En realidad “The artist” es cine en esencia, porque sus imágenes contagian estados de ánimo, porque te atrapa de inicio a fin y no te suelta, porque te conmueve, te alegra, te zarandea y te hace salir del cine bailando claqué y queriendo vivir.

Pienso que cuando se habla sobre películas hay que saber a quién se recomiendan porque no todos somos iguales ni tenemos los mismos gustos o apetencias, ni siquiera la misma sensibilidad o curiosidad. No recomendaría el cine de Tarantino a cualquiera como tampoco pienso que le vaya a gustar a todo el mundo el cine japonés o el musical, pero en el caso de “The artist” creo que es una película que puede gustarle más o menos a gente de todo tipo y de todas las edades, sencillamente porque es entretenida y porque logra interesarte y llegarte. Y no digo que a todos guste por igual porque sí debo admitir que su argumento, la historia que cuenta, es un poco facilona e incluso previsible, quizás lo más endeble de una película perfecta en sí misma; pero recomendable sí, os la recomiendo a todos porque merece la pena verla.

Un actor cuya última película ha sido un éxito sale del estreno triunfador, posando para las cámaras y esbozando una sonrisa poderosa y contagiosa, una de sus fans pierde el equilibrio y tropieza con él, se miran y rompen a reír.....Es una escena en la que no es preciso que digan ni una sola palabra para que entendamos que él está radiante, que ella siente admiración, que el encontronazo produce una situación de tensión, que él rompe el hielo con su sonrisa, que ella agradece la reacción con otra sonrisa, que surge un chispazo, un interés personal, que hay un flechazo.....Todo “The artist” está construida de este modo, con escenas muy estudiadas en las que lo importante son las imágenes, la expresividad de los actores, sus gestos, sus miradas, lo que no dicen y todo está engarzado de tal forma que resulta entretenido, dinámico, fluido. No "pesa" que sea muda, terminas por aceptarlo sin mayor problema.













Jean Dujardin, actor con sonrisa y pose de asombroso parecido con Gene Kelly, ha conseguido ya unos cuantos premios por su interpretación portentosa capaz de animarnos y entristecernos la tarde en tan solo unos minutos; pero pienso que el “alma” de la película es esa Bérénice Bejo que parece salida del mismo molde físico de la más famélica Maribel Verdú y que con su inacabable sonrisa, su infinito desparpajo y su mirada de niña buena te convence de que es la paternaire que necesita George Valentin a su lado para que todos acaben como unas castañuelas y en el juego del te quiero pero no te tengo, el vengo y me voy está el quiz de esta película que te emociona y te pone los congojos de corbata varias veces siempre que la montaña rusa que es su argumento remonta cuando estaba a punto de pararse. Y el contrapunto cómico, porque esta película es drama, es melodrama, es musical y es comedia, el perrito y un maravilloso John Goodman.

Todo me parece excepcional en esta película, dirección, puesta en escena, actuaciones, todos los aspectos técnicos, la banda sonora, la fotografía, la ambientación....Es una película perfecta en sí misma porque otras pueden gustar más por su argumento, pero con esta idea, con la intención para la que está hecha esta película es imposible hacerla mejor. Y encima es un homenaje que se hace el cine a sí mismo, es cine dentro del cine, un viaje al pasado, un alegato por el cine mudo, una explosión de talento y de emociones, un crisol autorreferencial en el que encontramos guiños a muchísimas películas que forman parte de nuestro recuerdo: las mudas evidentemente, “Vértigo”, “Ciudadano Kane”, “Sucedió una noche”, "Días sin huella" etc, etc. Y lo más evidente, el rescate del musical clásico, porque para nadie escapará que el argumento, desarrollando ese momento en que acaba el cine mudo y comienza el sonoro, es como si le hubieran dado la vuelta del revés a “Cantando bajo la lluvia”,con la que guarda muchos puntos en común entre los que también está esa impagable sensación que es salir del cine más feliz e ilusionado que cuando has entrado.

Es una película increíble y es digno de aplauso que se hayan atrevido a hacerla hoy en día. Se nota que su director ama el cine y que está hecha por gente y para gente que también siente fascinación por él. No queda mucho más que decir salvo recomendarla vivamente y verla. Espero no equivocarme pero el próximo mes de Febrero estoy convencido que ganará un saco de óscars, pero lo mejor es que ahí queda para que podamos verla cuando queramos y que hace el cine algo aún más grande. LA PELÍCULA DEL AÑO


MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!!

Todas las escenas de esta película son magníficas e inolvidables, pero por seguir las pautas habituales digamos unas cuantas:




- El primer encuentro entre George Valentin y Peppy Miller en la salida del cine, momento en que surge el flechazo.
- George y su perro tratando de recuperar un poco de alegría en la relación del primero con su mujer.
- George Valentin viendo tras una pantalla en los estudios unas piernas interesantes y el juego de baile que hace con la dueña de dichas piernas.
- Las “tomas falsas” en las que George no puede dejar de reír junto a Peppy.
- Peppy Miller en su camerino abrazándose a la americana y como si en una actuación de mimo estuviera haciendo qué esta le abrace como fuera George Valentin.
- La pesadilla “SONORA” de George Valentin después de que su productor le comunique que se va a poner de moda el cine sonoro.
- El encuentro en la escaleras de los estudios simbolizando el descenso de George Valentin y la ascendente irrupción de Peppy Miller.
- La escena del restaurante en la que George Valentin malinterpreta las palabras de Peppy Miller a los periodistas.
- George descubriendo sus objetos en una escena que nos recuerda a “Ciudadano Kane”.
- La sorpresa al final de la subasta en la que descubrimos quién y por qué compra los objetos de George Valentín.
- George mirándose a un espejo para recordarse con traje de etiqueta mientras le mira un policía y suena la música de “Vértigo”.
- George perdiendo los nervios en su casa y destrozando sus películas pero salvando una, en la que aparece con Peppy.
- El perro corriendo fuera de la casa y acudiendo a un policía que se encuentra en la calle para pedirle ayuda.
- El emocionante momento en que vemos a Peppy conduciendo hacia la casa de George al final de la película.
- Los números musicales, en especial ese en el que bailan claqué George y Ppey para convencerle al productor de lo que pueden hacer juntos.
- Hay varias escenas de Clifton leal a George hasta que no le queda más remedio que abandonarlo que te encogen literalmente el ánimo.
- El reencuentro al final entre George y Peppy, en el que queda claro lo que sienten el uno por el otro.