miércoles, 19 de septiembre de 2018

“Han Solo, una historia de Star Wars” (Ron Howard, 2018)

Si la ves con muchas expectativas te defraudará, si la ves sin ellas probablemente te gustará más de lo que creías a tenor de comentarios y resultado en taquilla. "Han Solo" es esencialmente cine de acción y aventuras correcto y a la vez poco arriesgado porque responde a una fórmula que entretiene pero que no apasiona y te deja un tanto indiferente tras el visionado, cosa que no convencerá al fan pero dejará más o menos contento al resto.

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Título original: Solo: A Star Wars Story
País: Estados Unidos
Duración: 135’
Género: Aventuras, Acción, Ciencia ficción
Reparto: Alden Ehrenreich, Donald Glover, Emilia Clarke, Woody Harrelson, Phoebe Waller-Bridge, Thandie Newton, Warwick Davis, Clint Howard, Spencer Wilding, Paul Bettany, Jon Kasdan, Richard Dixon
Distribuidora: The Walt Disney Company
Productora: Walt Disney Pictures, Lucasfilm
Director de fotografía: Bradford Young
Diseño de producción: Neil Lamont
Guión: Jon Kasdan, Lawrence Kasdan
Montador: Chris Dickens




Desgraciadamente y en mi opinión, “Han Solo: una historia de Star Wars” es un título correcto y entretenido pero menor en la saga, y digo “desgraciadamente” no sólo porque para mi esta saga tiene un significado sentimental muy especial (crecí con ella) y me toca en lo personal, sino porque pienso que La Disney no pretendía ni de lejos que los nuevos títulos de Star Wars estuvieran por debajo de un determinado nivel medio que esta película sobrepasa ligeramente en la dirección no pretendida.

Que desde producción han puesto interés y dinero está claro viendo las escenas de acción, los efectos especiales o incluso el reparto (que tira más que nunca en la saga de actores más o menos de moda y probado buen hacer como Emilia “Daenerys” Clarke, Woody Harrelson, Thandie Newton, Paul Bettany o Donald “Atlanta” Glover). Incluso se ha apostado por un director consolidado y eficiente como Ron Howard (aunque después de despachar a los directores de "Lluvia de albondigas", lo cual da cuenta de que la producción no debió ser nada sencilla) y se ha dejado el guión en manos de Lawrence Kasdan (ligado a la saga gracias a sus guiones para los episodios V, VI y VII) y a su hijo. A priori todo buenos mimbres.


El resultado en taquilla en cambio no ha sido bueno, más bien un batacazo, recaudando en todo el mundo tres veces menos que “Rogue one” por ejemplo. Lo que cabe preguntarse es el porqué de este resbalón y yo creo que la razón principal es que se han tomado varias decisiones conservadoras que han afectado a todos los apartados de la película, que no se ha sabido enganchar al público potencial con un argumento que realmente le apasione y a consecuencia de ello no ha funcionado el boca a oreja o más bien el efecto contagio en las redes sociales, si acaso el efecto contrario. Disney realmente no ha arriesgado, ha ido a lo seguro haciendo un producto digno pero mediocre, una película de consumo fácil, un servicio a los fans que pretende únicamente entretener y hacer caja. No es que sea algo malo per se, es que hay mucha gente que esperamos bastante más y claro, al no tenerlo te quedas indiferente. Cabe preguntarse si el principal problema de esta saga sea precisamente ese, que hay muchas expectativas y un nivel de exigencia bastante alto.

Para empezar la producción de “Han Solo” arrancó con un hándicap muy relevante y es que el protagonista no podía ser Harrison Ford por edad por la sencilla razón de que lo que cuenta son los comienzos del personaje. Eso ya era un reto casi imposible de superar porque muchos espectadores realmente no quieren ver a otro actor en la piel del personaje. El mero hecho de sustituir a Ford por un actor más joven ya era, por tanto, una tarea difícil de solventar y así ha sido. Es posible que en la valoración final de la película si no convence Han Solo la culpa no sea de Alden Ehrenreich, físicamente cuadra más o menos , no es un mal actor y no lo hace mal, pero viendo las películas parece que estamos ante un personaje diferente. No tiene ni el carisma, ni el cinismo, ni la presencia y capacidad de conquistar al público que tenía aquel Han Solo que dibujó Harrison Ford (también estamos hablando de uno de los iconos de la historia del cine e igualarlo es tarea casi imposible). Podemos obviar esta circunstancia en cierto modo, justificarlo pensando que su personaje es joven y aún no ha forjado su personalidad posterior, pero aunque desde ese punto de vista podamos pasarlo por alto, no podemos pasar por el alto el hecho de que como espectadores esperamos y queremos un personaje que nos “enamore” mucho más.


No obstante no me parece ese el problema clave porque el Han Solo de Ehrenreich es distinto pero más o menos funciona (como también funcionaron otros Bond que no eran Connery), esencialmente lo que creo que afecta más a esta película es que propone una fórmula argumental manida y una estructura narrativa lineal que pueden funcionar para entretener, pero fracasan estrepitosamente en eso que en realidad es tan complicado que consiste en zarandearte, deslumbrarte y emocionarte. La película se hace larga, empieza más o menos bien, pierde fuelle, sucumbe en un tramo intermedio que debería haber sido más corto y remonta un poco al final, pero la sensación general que produce es la de haber visto una más de acción y te deja indiferente, que es casi lo peor, ya que al menos la segunda trilogía que hizo Lucas generó fieles y detractores y suscitó un intenso debate que hizo que se hablara mucho de ella. En esta ocasión ni eso, ni fascina ni cabrea demasiado con lo cual a tu salida del cine no te da por intercambiar opiniones en redes sociales y ya sabéis lo que eso hoy en día, nula repercusión.

La película cuenta con todos los ingredientes necesarios para funcionar y que todos ya sabéis, una dirección correcta y efectiva, una producción en la que no han reparado en gastos, un magnífico equipo técnico para resolver los retos de varias escenas de acción destacadas, una banda sonora épica que entra fácil por el oído (John Powell es un muy digno sucesor de John Williams), una buena fotografía (para mi gusto están sobreexplotando la fotografía oscura para ilustrar escenarios decadentes) y seguramente nadie podrá decir que es una mala película o que le haya aburrido.


Otra cosa muy diferente es si convence y apasiona y al menos yo, que se podría decir que soy fan incondicional, puedo asegurar muy a mi pesar que a mí no lo ha hecho. Y no lo ha hecho porque pienso que le sobra metraje (al menos veinte minutos para mi gusto); porque creo que si reinicias una saga tienes que tener algo interesante que contar y aunque el pasado de los personajes principales de la saga pueda serlo en este guión encuentro poco realmente interesante (nos cuentan muchas cosas que ya sabíamos y otras que me interesan poco); porque creo que hay escenas forzadas para buscar la espectacularidad y porque algunas de esas escenas, por rocambolescas, erosionan un dramatismo que sin embargo se intenta conseguir de otras formas; porque los momentos en teoría emocionantes me dejan frío; porque los personajes no me atrapan, ni empatizo con ellos, no me hacen vibrar como creo que deberían y porque veo pequeñas peguitas aquí y allá, decisiones de producción y de guión que yo habría evitado o cambiado.

En resumen, creo que han caído en esta película en la rutina, en la repetición de la fórmula y ha faltado lo más importante, la emoción, la intensidad, la magia. Disney es un productora todopoderosa, más ahora si cabe después de comprar 20Th Century Fox, en sus manos está no desperdiciar la ocasión y seguramente no lo hará. No esperamos de una película de Star Wars un correcto título de acción, sin más, esperamos que para nosotros sea la película de aventuras y acción del año cuando menos y no es el caso. El reto es si lo consiguen en los próximos títulos anunciados: “Star Wars 9” (2019), “Boba Fett” o la anunciada trilogía de Rian Johnson. Y aún hay otro proyecto del que casi nada se sabe, otra trilogía más de la que se encargarían los productores de la serie “Juego de Tronos”. Por favor, no “queméis” la franquicia.