En mi opinión uno de los capítulos más flojos de la serie, aunque eso significa únicamente que no me pareció tan redondo o no me gustó tanto como otros. La base argumental sigue siendo apasionante, un cómico fracasado da voz a un personaje animado de un programa de televisión que termina convirtiéndose en candidato a las elecciones. Se trataba de demostrar cómo alguien que le dice a la gente lo que quiere oir a través de los medios de comunicación de masas puede llegar a ser relevante y gozar de un apoyo masivo. Quizás no está tan bien resuelto o no engancha tanto como lo hacen otros episodios porque se excede en la caricatura y quizás un argumento de corte político no es lo más atractivo como producto de evasión por lo que no se ve con tanta facilidad como otros, el caso es que el trasfondo sí es muy potente y de alguna forma anticipó lo que ocurrió en las elecciones de Estados Unidos tan sólo cuatro años después. Trump no es un personaje de animación pero curiosamente ganó a muchos votantes del mismo modo que Waldo, lo cual debería hacernos reflexionar sobre qué votamos y sobre cómo nos influyen para que votemos lo que votamos.