Dignísimo final a 11 años de arco narrativo y 22 películas en el que argumento y personajes, pero sobretodo personajes, se usan con acierto para transportarnos una vez más a uno de nuestros universos de ficción favoritos. He de confesar que el impacto emotivo fue incluso mayor en la película anterior, pero ésta no se queda atrás y culmina muy satisfactoriamente uno de los planes cinematográficos más ambiciosos de la historia del cine y la que es ya la saga de mayor éxito en taquilla. Sólo apuntar que me parece extraordinariamente difícil poner la guinda de forma tan sobresaliente a un reto tan complejo y ambicioso como el que se habían propuesto y a fe que lo han logrado, pero que aunque todo está cuidado con el máximo mimo, Marvel y Disney deben ser conscientes que el éxito pivota no en la acción o en los efectos especiales (magníficos en cualquier caso), sino en personajes que nos hacen vibrar, sentir y emocionarnos. Ójala sigan así.
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