domingo, 27 de abril de 2008

"En busca del arca perdida" (Steven Spielberg, 1981)

OBRA MAESTRA

Título original: Raiders of the Lost Ark
Nacionalidad: USA
Duración: 115 min.
Género: AventuraS
Guión: Lawrence Kasdan
Intérpretes: Karen Allen, Ronald Lacey, Alfred Molina,Denholm Elliott, Paul FreemaN, Harrison Ford,John Rhys-Davies
Música: John Williams
Fotografía: Douglas Slocombe
Montaje: Michael Kahn
Producción: Frank Marshall
Producción ejecutiva: George Lucas


Normalmente puntúo las películas de 1 a 5 de mala a muy buena, pero siguiendo la estela del gran Carlos Pumares, al que hace tiempo escuchaba cada noche en su “Polvo de estrellas” de Antena 3 creo que hay películas que el tiempo convierte en OBRAS MAESTRAS. Son esas películas que da igual cuántas veces ves porque siempre te transportan, te hacen olvidar todo y te proporcionan el máximo disfrute que le pides a una película. Particularmente yo pienso que esto es algo que determina no sólo que te guste, sino que todo sea perfecto, que encaje, que esté bien realizado y que sobrepase la prueba del tiempo, que es el mejor juez sobre si algo (sea cine, literatura o arte de cualquier tipo) es realmente bueno.

¿Qué os puedo contar de “En busca del arca perdida” que no sepáis? ¿Quién no la ha visto? No sólo eso ¿quién no la ha visto y la ha disfrutado más de una vez? Es un clásico del cine, un título indispensable en cualquier buena colección. Una película que hay que ver y que nadie tiene miedo de recomendar porque ¿Hay alguien a quien no le guste? Para mi gusto es de esas películas inolvidables que son absolutamente perfectas.

Hagamos un poco de historia y dejadme ponerme en plan “abuelo cebolletas”, pero es que “En busca del arca perdida” tiene además un fuerte arraigo sentimental en mí y en toda una generación que no podemos dejar a un lado. Se estrenó en 1981 y para entonces aún en muchas casas en España veíamos televisión en blanco y negro y en la televisión eran normales ciclos de películas de aventuras como las de Errol Flynn No estábamos acostumbrados a las películas de acción y aventuras en el cine, el montaje era mucho más pausado que el de ahora, no existían las series de fantástico y acción que ahora pueblan las televisiones y si uno quería ver películas era mucho más complicado que ahora si uno no quería pasar por taquilla. El cine aún era un sacrosanto espacio al que se iba a ver esos grandes títulos que sólo se podían ver en él. Es importante saber el contexto para entender lo que supuso Spielberg y en este caso “En busca del arca perdida”.

Recuerdo que allá por las navidades de 1981 quien no había ido o iba a ver “En busca del arca perdida” era algo así como un paria. Mis padres, que no solían ir demasiado al cine, hicieron colas y tardaron dos semanas en conseguir entradas así que imaginaros qué acontecimiento el mero hecho de ir a verla. Todo el mundo hablaba de ella y se decía maravillas. Para colmo en Zaragoza su estreno en octubre de ese año es todavía más mítico porque se produjo en un cine, el Fleta, ahora en reconstrucción. Vamos, a lo que voy con toda esta introducción personal es que para nadie esta película era una película más y que para nada ir a ver esta película era como ir a ver cualquiera de las muchas películas de acción que vemos.

“En busca del arca perdida” cambió la forma de entender el cine de aventuras y reformuló el género como en su día hiciera “Star Wars” con la ciencia-ficción y me refiero claro al episodio IV, el primero. Spielberg llenaba con artículos sobre su corta filmografía las revistas. Era el director de “El diablo sobre ruedas”, “Encuentros en la tercera fase” y sobretodo “Tiburón”, pero aún era alguien abriéndose paso en el aprecio de crítica y público a base de grandes hits como éste y sólo era el principio, ya sabéis lo que ha sido después.

Aquel año 1981 en lo que a cine se refiere fue magnífico. Como botón de muestra deciros que “En busca del arca perdida” aspiraba a 8 óscars de los que ganó cuatro (montaje, dirección artística, efectos visuales y sonido) más otro especial, pero no fue la película triunfadora de la edición (lo fue “Carros de fuego”) y tampoco la que más nominaciones tenía (le superaban “Rojos” con doce y “En el estanque dorado” con nueve). Además fue el año de “Ragtime”, “Atlantic city”, “Ausencia de malicia”, “Excalibur”, “Atmósfera cero” o “La mujer del teniente francés” (os recomiendo todas ellas). A “En busca del arca perdida” se la apreció, pero sobretodo como producto de evasión, de consumo de masas, pero la crítica sólo la apreció tímidamente y su reconocimiento ha llegado después cuando se ha entendido su contribución y se ha constatado que Spielberg no es sólo un director de productos de entretenimiento.

Cuando uno estudia pormenorizadamente los títulos de crédito la verdad es que las personas que participaron en esta producción quitan el hipo por lo que han sido después. Os dejo a vosotros la tarea de rastrear los créditos (siempre hay que hacerlo mientras se disfruta de la banda sonora que cierra la película, acostumbraros a ello porque merece la pena y porque a veces hay “recompensa”) pero sí voy a llamar la atención en que tras el guión estaba Lawrence Kasdan, que tras la producción estaba George Lucas (y seguirá estando cuando dentro de poco estrenen la cuarta parte), que en el montaje estaba Michael Kahn y que componiendo la música y en absoluto y total estado de gracia estaba John Williams. ¿Hay alguien que no identifique a Indiana Jones con la fanfarria que compuso John Williams? ¿Hay alguien a quien no se le pongan los pelos de punta escuchando la banda sonora? Lo señalo porque es lo que te produce esta película después de haberla visto cinco o seis veces como yo. Todavía te emociona, te eriza todo el cuerpo y te lo hace pasar como un crío. Es como regresar a la infancia y revivirla. Eso no tiene precio y sólo es posible por lo magníficamente hecha que está.

La vimos ayer un grupo de amigos y creo que la volvimos a disfrutar como el primer día. Yo todavía me maravillo de escenas como la inicial con la huida de Indiana Jones por los prados hacia el helicóptero, la pelea junto al avión con el mostrenco nazi, las varias persecuciones que hay o la escena de la camioneta iniciada cuando Indiana aparece a galope con un caballo bajando por un montículo y los nazis dan un respingo en los asientos de sus vehículos como entendiendo que nada va a detener al héroe....esos momentos son irrepetibles, son historia del cine, historia de nuestra vidas y más aún con la banda sonora poniéndonos la carne de gallina y haciendo estallar los índices de adrenalina de nuestro cuerpo. ¿Cuándo habéis sentido sensaciones similares en un cine o viendo otra película? Esta película es única.

Podría hablar horas y horas sobre ella, sobre lo bien que combina aventura, emoción y esas gotitas de comedia que humanizan a los personajes y los hacen tan cercanos a nosotros; sobre esas geniales líneas de diálogo y la multitud de guiños de todo tipo que se nos hacen; sobre lo bien hilvanadas que están cada una de las escenas para conseguir que la historia se pase en un suspiro (porque si algo es esta película es la quintaesencia del entretenimiento); sobre la magnífica construcción de personajes (el de Indiana Jones, un icono cultural del siglo XX), sobre lo magníficos que son todos los aspectos técnicos con los que se dio un acabado perfecto al conjunto. Es una película para disfrutar y sobre la que hablar todo el tiempo del mundo, aunque nada mejor que disfrutarla si no se ha visto o volverla a ver con la más mínima escusa y qué mejor que la llegada a finales del mes de Mayo de este 2008 de la cuarta entrega. Por cierto, creo que Shia Lebouf, no sé por qué, va a tomar el testigo de Harrison Ford y es PERFECTO.