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Título original: "Dark Victory"
Duración: 104 min
País: Estados Unidos
Guión: Casey Robinson basado en la Obra de George Emerson Brewer Jr. y Bertram Bloch
Música: Max Steiner
Fotografía: Ernest Haller
Reparto: Bette Davis, George Brent, Humphrey Bogart, Geraldine Fitzgerald, Ronald Reagan, Henry Travers, Cora Witherspoon, Dorothy Peterson, Virginia Brissac, Charles Richman, Herbert Rawlinson, Leonard Mudie, Fay Helm, Lottie Williams
Productora: Warner Bros. Pictures / First National Pictures
Género: Melodrama romántico
"Amarga victoria" fue uno de los grandes éxitos del año 1939, lo cual no es decir pocos debido a la extraordinaria cosecha de títulos de una de las temporadas más brillantes de la historia del cine y como muestra baste citar a: "Lo que el viento se llevó", "La diligencia", "El mago de Oz", "Adiós Mr. Chips", "Caballero sin espada", "Cumbres borrascosas", "Ninotchka", "Tú y yo" o "Beau Geste" entre muchas otras que son ya historia del cine.
En concreto esta película fue nominada a tres óscars (mejor película, actriz y banda sonora) aunque finalmente no ganó ninguno y tuvo un importante éxito de crítica y público aun cuando los productores no estaban muy seguros de su tirón en la salas y fue el empeño personal de Bette Davis la que la sacó adelante. No es de extrañar ya que, todo el argumento gira entorno al personaje femenino que interpreta y le valió una candidatura como mejor actriz y la oportunidad de demostrar una vez más sus enormes cualidades como actriz.
Particularmente pienso que los principales pros y contras de la película se centran precisamente en Bette Davis. Su presencia absorbe la atención y concentra el interés del espectador y eso aún cuando el reparto es extraordinario (pululan en un segundo plano actores como Humphrey Bogart o Ronald Reagan) y tanto George Brent (que interpreta al Dr. Frederick Steele) como Geraldine Fitzgerald (Ann King) están magníficos. El caso es que el personaje de Judith Traherne está hecho a la medida de una Bette Davis que puede hacer fluir todo su caudal interpretativo resultando altiva y pedante por momentos y encantadora y fascinante en otros, pero en lo que a mí respecta parte de la intensidad dramática se pierde debido a los claroscuros. Por decirlo de algún modo, no llega a caerme del todo bien el personaje y aunque su drama está bien urdido desde un buen guión y la historia conmueve, uno no deja de pensar que la verdadera felicidad del Dr.Steele estaría junto a Ann, la amiga de Judith, quizás una certeza que se vislumbra para que "atemos" el verdadero final feliz de la historia acabada la película. En cualquier caso este sólo es un reparo personal, los resortes del melodrama funcionan perfectamente.
La historia trata sobre una joven heredera de alta clase social a la que descubren un tumor cerebral maligno que acabará con su vida. Su médico, el Dr. Steele se enamora de ella, por lo que el drama está servido de principio a fin de la historia.
Esencialmente se trata de una película de diálogos e interiores que bien podría ser una obra de teatro. No obstante la resolución de las escenas y las brillantes actuaciones de todo el reparto evitan que la película caiga en la morosidad. En ese sentido resulta crucial el buen hacer de Bete Davis, una actriz con una gran intensidad capaz de atrapar la atención y el interés en cada escena y con cada gesto. Aunque casi todas las películas de la actriz se consideran brillantes a ésta le tenía ella un cariño especial quizás por el empeño con la que la sacó adelante a pesar de la reticencia del productor Jack L. Warner que no tenía fe en la fuerza de este melodrama. Davis demostró que se equivocaba, el argumento posee todos los ingredientes para provocar la lágrima en la platea y la prueba es que se han hecho posterioremnte un par de versiones más.
En definitiva, una película para los amantes del melodrama, de emociones y de pañuelo en mano que seguro entusiasmará a los que consideran a Bette Davis la mejor actriz de la historia.