jueves, 20 de mayo de 2010

“El erizo” (Mona Achache, 2009)


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Título original: Le hérisson.
País: Francia.
Duración: 100 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Josiane Balasko (Renée Michel), Garance Le Guillermic (Paloma Josse), Togo Igawa (Kakuro Ozu), Anne Brochet (Solange Josse), Ariane Ascaride (Manuela López), Wladimir Yordanoff (Paul Josse), Sarah Le Picard (Colombe Josse), Jean-Luc Porraz (Jean-Pierre), Gisèle Casadesus (señora de Broglie), Mona Heftre (señora de Meurisse).
Guión: Mona Achache; inspirado libremente en la novela “La elegancia del erizo”, de Muriel Barbery.
Producción: Anne-Dominique Toussaint.
Música: Gabriel Yared.
Fotografía: Patrick Blossier.
Montaje: Julia Grégory.
Dirección artística: Yves Brover.
Vestuario: Catherine Bouchard.
Distribuidora: Alta Classics.
Estreno en Francia: 3 Julio 2009. Estreno en España: 11 Diciembre 2009.

Cada vez se abre más la brecha en el cine moderno entre el cine de evasión y el cine de autor, entre el cine de los grandes estudios norteamericanos y el cine del resto del mundo y esta película es una prueba de ello como tantas otras europeas, sudamericanas o asiáticas.

No me gusta y no me parece justo encasillar porque el cine USA también hace sus películas “de autor”, pero en el caso de “El erizo” parece difícil que pudiera haber surgido en una industria como la estadounidense. De hecho es difícil concebir una película como ésta en otra cinematografía que no sea la francesa (quizás la argentina, pero hubiera tenido una sensibilidad diferente).

La película es una adaptación de la novela “La elegancia del erizo”, que la escritora Muriel Barbery publicó en 2006 a través de la editorial Gallimard y en líneas generales trata de dos vecinas, la portera Renée (mujer cincuentona de apariencia simple y desmañada) y Paloma (una niña de doce años con inquietudes de superdotada). Poco más voy a decir para no destripar intríngulis que forman parte del encanto de la película, sólo que Paloma nos quiere contar con su cámara cuál su entorno, los por qués de su última decisión (imprescindible que no la cuente aquí porque no se interpretaría adecuadamente) y por qué piensa que la señora Renée es como un erizo.

El caso es que uno comienza a ver “El erizo” desde el primer momento sabiendo que es una película ajena a modas y peculiar en cierto modo. Me pregunto ¿Quién puede ir a ver una película que se titula así sin saber un poco más? Reconozco que a mí me ha costado verla aunque había leído y oído buenas cosas de ella, pero ¿con ese título mas propio de un episodio de fauna o National geographic?

Si conviene aclarar que pese a su temática y a su concepción sorprenderá sobretodo por su sensibilidad, por su tono desenfadado y porque lejos de ser un drama se acerca mucho más a la comedia costumbrista, lo cual la hace cercana a algunos títulos recientes del cine francés como “Bienvenidos al norte” (no tienen nada que ver argumentalmente pero sí genéricamente).

La directora, Mona Achache, consigue en su ópera prima una película que nadie más ha hecho y que nadie más podría hacer como ella, tiene un sello personal, un poso agridulce (subrayado por la fantástica banda sonora de Gabriel Yared) que termina por conquistarte, por atraparte en las redes de la realidad cotidiana de unas personas que están lejos pese a estar cerca. Por así decirlo la cámara abre puertas para que esencialmente tres personajes se encuentren (el tercero en discordia hay que descubrirlo viendo la película, pero adelanto que resulta elegante, magnético y cercano y no podría ser de otro modo porque parece personificar toda la experiencia y sabiduría de su cultura). Los actores, por su puesto, tienen mucho que ver en que la película emocione y conmueva y especialmente una Josiane Balasko que hace uno de los mejores papeles de su carrera.

Por su puesto no recomiendo esta película a quien crispe en la butaca o el sillón el que una película se base en diálogos o en reflexiones, quien acuda al cine a evadirse con una subida de adrenalina (para eso mejor “Crank”, que es más de ese tipo) o quien prefiera aventuras y acción. Un sí sin paliativos para quien disfrute indagando en personajes y situaciones, en sus relaciones y en encuentros y desencuentros. “El erizo” encierra en sí misma una metáfora y el querer descubrirla es condición sine qua non para que esta película pueda gustar.

Una pregunta al aire ¿cuántos erizos conoces?

NOTA: El trailer recoge bien el espíritu de la película, pero yo prefiriría no haberlo visto antes de verla.