jueves, 2 de junio de 2011

“Rio” (Carlos Saldanha, 2011)

***
País: EEUU.
Duración: 96 min.
Género: Animación, comedia.
Doblaje original: Anne Hathaway (Perla), Jesse Eisenberg (Blu), Leslie Mann (Linda), Jamie Foxx (Nico), George Lopez (Rafael), Jemaine Clement (Nigel), Rodrigo Santoro (Tulio), Tracy Morgan (Luiz).
Guion: Don Rhymer.
Producción: Bruce Anderson y John C. Donkin.
Música: John Powell.
Fotografía: Renato Falcao.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en USA: 15 Abril 2011.
Estreno en España: 8 Abril 2011.

Reconozco que nada más salir de la película lo primero que pensé es que el Comité Olímpico brasileiro había escrito el guión y financiado el rodaje de esta película, porque te entran unas ganas locas de ir a Río de Janeiro y el 2016 empieza a no quedar tan lejos ¿quién lo diría?

Luego ya me di cuenta indagando un poco que el director es Carlos Saldanha, responsable de las tres entregas (hasta la fecha) de “Ice age” (La edad de hielo) y de “Robots”, brasileño para más señas, así que las cosas me empezaron a cuadrar más.

Lo cierto es que tampoco está mal quitarle el sambenito cinematográfico a Río de Janeiro tras películas con tantas aristas como “Ciudad de Dios” o “Tropa de élite” que son un atracón de la más dura realidad en las favelas y que si no habéis visto os recomiendo que veáis. “Río” es, como no podía ser de otro modo al ser una película de animación para toda la familia, una película para entretenerse y sonreír cuando menos y también un espectáculo visual gracias al 3D, a sus dibujos panorámicos y a su colorido.

Muy en la línea de “Ice age” Carlos Saldanha apuesta por los animalillos como protagonistas y en concreto por Blu, un guacamayo en extinción que ha vivido toda su vida en Minessota en cautividad y no sabe volar; pero además aquí entran en juego también personajes humanos, la dueña de Blu (Linda) y un científico ecologista (Tulio) que pretende perpetuar la especie llevando a éste junto a Perla, una hembra salvaje de la selva amazónica.

Ya os podéis imaginar que el guión trabaja el choque entre el animal de compañía y el salvaje, entre la ciudad y la selva y entre comodidad y aventura y tiene su toque ecologista de fondo. Además la historia incorpora la mafia de las favelas a través de un pequeño ladronzuelo, de modo muy inocente y amable todo hay que decirlo, así que el argumento se amolda más a los más pequeños de la casa para los que está pensado toda la parte central de la película, que se basa en el ir y venir de los guacamayos (a los que se unen dos pajarillos), sueltos por la selva y la ciudad y perseguidos por una banda de monos liderados por una cruel cacatúa (genial en algún momento) que son el punto fuerte para el público más adulto porque a fin de cuentas son los que permiten soltar unas cuantas carcajadas.

La historia de fondo en sí es bastante tópica, pero el desarrollo entretiene porque apuesta decididamente por la acción y la comedia y en cuanto arranca ya no para hasta el final.

Me gustaron especialmente todas las escenas en las que se juega con el entorno de los personajes, aquellas en las que se ve el carnaval o la selva, los números musicales (no tanto por las canciones en sí, como por la coreografía, el colorido de todos ellos y por supuesto la banda sonora basada en la samba de John Powell) y las escenas en las que los personajes se desplazan, huyen o vuelan. En concreto el momento en que intentan enseñar a volar a Blu y puede verse Rio desde el cielo es espectacular y en cierto modo recuerda las sensaciones que nos proporcionó “Avatar” en su día.

Y también me gustaron los monos, que atesoran algunos de los momentos cómicos más logrados, de una manera similar a como lo hacían los pingüinos en “Madagascar”. Es curioso, pero casi lo de menos son los protagonistas porque todo lo que les rodea resulta más atractivo. De hecho ¿no resulta un poco cargante Blu? Buen tipo, sí, pero cargante. En fin, no sólo importa lo que le pasa a Blu, es una escusa para todo el carrusel de situaciones con las que se busca entretener a toda costa.

En definitiva una comedia romántica de acción más que se apunta un tanto en el terreno de la animación y que es ante todo una película de evasión y entretenimiento, lo cual no es poco si lo que se busca es precisamente pasar un rato divertido. Quizás no esté a la altura de los Pixar, pero tampoco se puede pedir que todas las películas de animación logren la excelencia. ¿Entretiene? La respuesta es sí, por tanto: misión cumplida.