martes, 1 de noviembre de 2011

“Divorcio a la italiana” (Pietro Germi, 1961)

*****
Título original: Divorzio all'italiana
Guión: Alfredo Giannetti, Ennio De Concini, Pietro Germi
Fotografía: Leonida Barboni, Carlo Di Palma
Escenografía: Carlo Egidi
Vestuario: Dina Di Bari
Música: Carlo Rustichelli
Montaje: Roberto Cinquini
Producción: Franco Cristaldi
Reparto: Marcello Mastroianni, Daniela Rocca, Stefania Sandrelli, Leopoldo Trieste, Odoardo Spadaro, Margherita Girelli, Angela Cardile, Lando Buzzanca, Pietro Tordi, Ugo Torrente, Antonio Acqua, Bianca Castagnetta
País. Italia
Duración: 120'


Pietro Germi presentó en 1961 uno de los grandes títulos del cine italiano, coescrito por Ennio de Concini, Alfredo Giannetti y el propio director, galardonado con el óscar al mejor guión original y nominado a mejor dirección y mejor actor (Marcello Mastroianni).

Aprovechando el hecho de que el divorcio civil no estaba permitido en la Italia de la época pero el código penal era tolerante con las venganzas por cuestiones de honor, De Concini elaboró un argumento en el que el barón Ferdinando “Fefé” Cefalú (Marcello Mastroianni) de la localidad ficticia de Agramonte (eso sí, situada en Sicilia), cansado de su empalagosa y cejijunta mujer Rosalía (Daniela Rocca) tras más de diez años de matrimonio, urde un método para “deshacerse” de ella y poder estar así junto a su joven prima Ángela (Stefania Sandrelli), hija de su tío y vecino Don Calogero, que también está enamorada en secreto de él.

La película adopta tono de comedia desde el primer momento, gracias a la perspectiva de Fefé, un tipo tan afectado (atención a cómo fuma y al tic del ruidito que hace con la boca) y caprichoso como aburrido de su vida acomodada y cansado de una mujer que le agobia, y que a menudo nos cuenta lo que piensa a modo de narrador en off, en realidad se trata de un gran cínico que nos hace gracia porque sus pretensiones y su proceder están tratados de una forma cómica, no obstante al describir su relación con Ángela, Germi se acerca al melodrama.

Realmente lo que sobredimensiona a la película no es el tono romántico, sino la carga satírica y tragicómica que apunta a la sociedad del momento y una suerte de humor negro que realmente no deja títere con cabeza. La película está llena de ingenio y se acentúa también visualmente toda situación que pueda resultar divertida buscando siempre la hilaridad (véanse las escenas de cama entre Fefé y Rosalía por ejemplo o aquellas en las que Fefé imagina como acabar con su mujer por ejemplo metiéndola en la pila donde se hace jabón o dejándola morir en arenas movedizas).

El caso muestra lo irónico de una situación que no deja de ser absurda puesto que se solucionaría con diálogo y comprensión, pero que está condicionada por las reglas de una sociedad trasnochada, regida por valores de otro tiempo. Es una forma inteligente de criticar los códigos de la sociedad siciliana y por tanto los valores más arraigados de la Italia profunda en la que los barones siguen siendo tratados con reverencia a pesar de vivir en un palacio destartalado, donde las mujeres son el centro de todas las conversaciones y sus curvas el foco de todas las miradas, donde los cuernos te hacen ser el centro de las peores habladurías si no los vengas y donde todo el mundo conoce a quién recurrir para hacerlo si no se tienen fuerzas (Fefé en este caso no quiere recurrir al señor Matara porque eso le supondría una vida entera de dependencia).
















La película es entretenida y parece superficial, pero en el fondo se están poniendo en tela de juicio la sociedad, las costumbres, los principios y códigos de honor, las relaciones familiares y sociales, los mecanismos de la justicia, la pomposidad de las clases más elevadas o el clero, el machismo, el matrimonio...Además Mastroianni, el protagonista, empatiza con nosotros pese a ser representante de una aristocracia caduca pero sabemos que será víctima de sus propias obsesiones. El plano final así lo demuestra y nos hace el guiño de que la historia no termina realmente, sino que vuelve a empezar.


MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!!



- Una de las razones por las que Fefé deja sola a su mujer con su amante es que va a asistir al estreno de “La dolce vita” que es todo un acontecimiento “porque se ven orgías” y “mujeres”. Si lo pensamos un poco se trata de Marcelo Mastroianni viéndose a sí mismo, pero Fefé regresa a casa mientras se proyecta la película para tratar de sorprender a su mujer.

- El encuentro de Fefé con Ángela en la playa, después de que éste haya dejado a Rosalía reposando bajo la arena para curar sus males musculares con una sombrilla tapándole la cara.

- Las escenas en la cama de Fefé y Rosalía, en las que se observan sus problemas, su distanciamiento, las razones por las que ella le agobia a él: ¿Me quieres? ¿Cuánto, cuánto? Y cuando ella ya se ve con su amante, poniendo de escusa que tiene jaqueca.

- Fefé acudiendo al rescate de Ángela cuando el tío Caloggero pretende darle una paliza en el palacio.

- Las escenas en las que Fefé pasea por el pueblo ya sea para que la gente se fije en las curvas de Rosalía o cuando ya todo el mundo sabe que es un “cornudo”: las caras de conmiseración o de ofrecimiento del mafioso del lugar no tienen desperdicio.