domingo, 16 de septiembre de 2012

“El topo” (Thomas Alfredson, 2011)

Magnífica adaptación de la novela de espionaje de John Le Carré, pero también una película muy exigente, compleja, intrincada, lenta y críptica. Hay que tener ganas de montar el puzzle y querer algo más que entretenerse para encontrarle el punto, de lo contrario indigestión fílmica asegurada.



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Título original: Tinker, tailor, soldier, spy.
Países: Reino Unido, Francia y Alemania.
Duración: 127 min.
Género: Thriller, espionaje.
Interpretación: Gary Oldman (George Smiley), Colin Firth (Bill Haydon), Tom Hardy (Ricki Tarr), John Hurt (Control), Mark Strong (Jim Prideaux), Benedict Cumberbatch (Peter Guillam), Stephen Graham (Jerry Westerby), Ciarán Hinds (Roy Bland), Toby Jones (Percy Alleline), David Dencik (Toby Esterhase).
Guión: Bridget O’Connor y Peter Straughan; basado en la novela homónima de John le Carré.
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner y Robyn Slovo.
Música: Alberto Iglesias.
Fotografía: Hoyte van Hoytema.
Montaje: Dino Jonsäter.
Diseño de producción: Maria Djurkovic.
Vestuario: Jacqueline Durran.
Distribuidora: DeAPlaneta.
Estreno en Reino Unido: 16 Septiembre 2011.
Estreno en España: 23 Diciembre 2011.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años





Densa y críptica intriga de espionaje tremendamente exigente para el espectador pero también apasionante e hipnótica para quien le encuentre el gusto a entrar en su juego de silencios, miradas, pausas y a esa metódica tarea que consiste en ir uniendo las piezas a partir del constante pero sutil flujo de información que se va dando con las imágenes.

Obvia casi decir después de este preámbulo que si uno ve cine como un mero pasatiempo, ésta no es su película y seguramente acabe rendido y desconectado a los pocos minutos de visionado así que imagino que las deserciones en los cines durante su periodo de distribución serían numerosas y desde luego habrá que ser muy osado para emitirla en cualquier televisión en horario de primetime sin temer perder el empleo. Vamos, que estamos ante una película complicada, difícil de asimilar y de digestión pesada para quien no tenga un cierto espíritu experimental en esto de ver cine.























Thomas Alfredson, el director, lleva haciendo cine desde mediados de los noventa en Suecia y ha estrenado ya un puñado de películas pero hasta ese fascinante thriller de terror que era “Déjame entrar” (2008) no se hizo famoso más allá de sus fronteras. Ahora ha firmado esta adaptación de la novela de John Le Carré contando con un equipo espectacular (en él se encuentra también el compositor español Alberto Iglesias firmando una banda sonora que fue nominada al óscar) y un reparto de relumbrón en el que pululan actores en alza como Benedict Cumberbatch (véase la serie “Sherlock”) y otros siempre eficaces como John Hurt, Colin Firth, Toby Jones, Tom Hardy, Mark Strong o, por supuesto, Gary Oldman (nominado a mejor actor por este trabajo).

La película recibió además de las dos nominaciones mencionadas otra más como mejor guión adaptado y es que, en efecto, Alfredson y sus guionistas, logran salir airosos en la adaptación a la pantalla de una trama muy compleja de explicar con imágenes. De nuevo, como ocurriera con “Déjame entrar” la forma en qué está desarrollada la trama es tan importante como ésta y nos encontramos ante un argumento de espionaje más o menos clásico pero contado de una forma novedosa y peculiar.

Indudablemente no es fácil zambullirse en el maremagnum de intrigas a las que hay que encontrarles sentido y las piezas argumentales quedan inicialmente muy dispersas. Darle forma al conjunto y terminar de montar el rompecabezas exige un visionado atento y escrutador con el que no cualquier espectador va a disfrutar sobretodo porque la información se va dando con cuentagotas, muchas veces con imágenes o escenas a las que hay que encontrar sentido sin una confirmación explícita a través de diálogos o voces en off que nos ayuden. De hecho, sólo en dos o tres ocasiones el director nos hecha un cable a través de las deducciones del personaje de Gary Oldman. En cierto sentido la película recuerda a aquella otra de Francis Ford Coppola, “La conversación” o incluso a la obra maestra de Michelangelo Antonioni “Blow up”, ambas complejas a más no poder y en las que apenas hablaban los protagonistas.

El núcleo argumental es la investigación en plena guerra fría (años 70’s) que se encarga a George Smiley para descubrir a un topo soviético en el servicio de inteligencia británico. La complicación llega conforme surgen las subtramas de los agentes dobles, los juegos de apariencias y se multiplican los nombres en clave: Control, Circus, Carla, Brujería, Calderero, Sastre, Soldado, Espía (Los cuatro últimos remiten al título original y a los cuatro personajes sospechosos). Es difícil no perderse en algún momento y si uno se pierde queda irremediablemente a merced de la deserción, Sin embargo, si se logra disfrutar con la intriga es posible que entren ganas de hacer un segundo visionado para descubrir detalles que se hayan pasado por alto.

Estamos ante una película complicada, críptica, densa, es decir, es una de esas películas que encantan a la crítica porque resulta personal, distinta, minuciosa y muy trabajada desde la dirección; pero que desespera al espectador para quien dos horas de su vida frente a una pantalla son simplemente un rato de entretenimiento. El cuidado que Alfredson pone en cada escena, su gusto por sorprendernos visualmente en ciertos momentos, sus elegantes movimientos de cámara, lo bien que va exponiendo la información relevante a través de imágenes, su estilo pausado y lo bien que casa con el argumento y esa atmósfera especial que consigue con decorados y tonos ocres a mucha gente les va a traer al pairo mientras que a otros les va a parecer fascinante. Hay que saber decidir bien a qué grupo se pertenece antes de verla.

Ah, un consejo, es mejor no hacer mucho caso del trailer....su estilo, su montaje dinámico, nada tiene que ver con el verdadero ritmo de la película, mucho más pausado. Además la trama es mucho más complicada de desentramar que lo que el trailer parece querer dar a entender.



MIS ESCENAS FAVORITAS    ¡¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!!!

- La escena inicial en la que el agente enviado a Budapest observa su entorno en el punto de encuentro con el informador ruso y decide marcharse dando lugar al tiroteo.
- La imagen de los maletines con información clasificada subiendo los pisos del “Circus” vista desde el interior del montacargas.
- La escena en la que Control reúne a su cúpula para informarles de que existe un topo entre ellos.
- La escena en la que se ve a varios personajes dentro de un coche y les molesta una mosca.
- El búho entrando por la chimenea de la clase y “profesor” acabando con él con un bate.
- Está muy bien explicada la escena de la fiesta de fin de año a la que los recuerdos de los personajes vuelven varias veces porque dispone de información crucial para la trama en forma de miradas y silencios.
- El momento en que Peter, por orden de Smiley, sube al archivo a recuperar una información clasificada y cómo la hace salir del edificio en secreto burlando la vigilancia.
- El agente Tarra sobresaltado por un carnicero a sus espaldas que corta la carne cuando él iba a hacer una llamada secreta.
- El momento en que van a interrogar a Prideux y le asustan asesinando allí mismo a otro personaje.
- Las reuniones con el Ministro o su secretario son las principales fuentes de información explícita y clara que disponemos como espectadores para ir atando cabos.
- La sutil forma en la que amenazan a Esterhase cuando Smiley habla con él en la pista de un aeropuerto y un avión llega al fondo (visualmente es también magnífica).
- La conclusión, explicando las consecuencias de la resolución de la investigación sólo con la yuxtaposición de imágenes y escenas y sonando de fondo “La mer” de Charles Trénet.