“Moonrise kingdom” (Wes Anderson, 2012)

Sólo quien haya visto ya alguna película de Wes Anderson sabrá a qué atenerse ante esta comedia de tono jocoso y naif y fondo dramático, que juguetea con el argumento convirtiéndolo en una pequeña gamberrada kitch sobre un chaval de los scouts caquis de la isla de New Penzance.

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País: EEUU.
Duración: 95 min.

Género: Comedia dramática.

Reparto: Bruce Willis (capitán Sharp), Edward Norton (jefe de tropa de los scouts), Bill Murray (Sr. Bishop), Tilda Swinton (servicios sociales), Jason Schwartzman (primo Ben), Frances McDormand (Sra. Bishop), Kara Hayward (Suzy), Jared Gilman (Sam). 
Guión: Wes Anderson y Roman Coppola.

Producción: Jeremy Dawson, Scott Rudin, Steven Rales y Wes Anderson.

Música: Alexandre Desplat.

Fotografía: Robert Yeoman.

Diseño de producción: Adam Stockhausen.

Vestuario: Kasia Walicka Maimone.

Distribuidora: Alta Classics.

Estreno en USA: 25 Mayo 2012.

Estreno en España: 15 Junio 2012.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años.

Las películas de Wes Anderson  poseen algo especial, el encanto de la impronta personal, de la creatividad y de la búsqueda de la hilaridad a toda costa. En realidad sus películas hablan de asuntos sobre los que hemos leído infinidad de películas, en esencia dramas personales, pero los envuelve de una forma peculiar, disfraza lo dramático de un toque naif, excéntrico y divertido que es lo que hace que penetremos en sus historias con curiosidad y con más de una sonrisa.

Nominada recientemente a los Globos de Oro como mejor comedia, hay que señalar que “Moonrise kingdom” no es lo que se dice una película para echarse unas risotadas, más bien es una gamberrada infantil con apariencia inocente pero un fondo muy serio con la que más que estruendosas risas el que se atreva a verla quedará perplejo y sonreirá al comprobar las muchas ocurrencias de puesta en escena y argumentales que se van sucediendo siempre con esa musiquilla chisposa como fondo dando al conjunto un tono desenfadado.

El inicio es ya una declaración de intenciones y una buena pista para saber qué se va a ver luego, así que quien quede en fuera de juego es mejor que se abstenga y cambie de canal o de DVD si es el caso. Más  complicado cambiar de planes es verla en un cine, pero puede que más de uno se sorprenda resistiendo el embite y encontrándole el punto a una película que parece una broma, pero que va muy en serio. Simplemente es que el director no quiere hablar de lo de siempre del mismo modo, sino sorprendernos y hacerlo desde una perspectiva distinta (frikie dirán muchos).

El arranque nos sitúa en una casa en la isla de New Penzance, la cámara la recorre arriba y abajo en travellings y vemos a sus habitantes, su extrañísimo diseño interno y una niña que mira con unos anteojos (es Sussy). A continuación un extraño tipo con un chillón abrigo rojo y un gorro verde nos sitúa en el lugar ya mencionando y en el año 1965 y pasamos a ver el campamento de los scouts caquis donde se encuentra Sam, el protagonista....Todo lo que vemos posee un diseño extraño, peculiar con un toque pueril. Esa es la magia de esta película y del cine de Wes Anderson....vamos a ver un drama personal disfrazado de comedia hilarante.

El que el envoltorio, la historia que se nos cuenta guste o no es un tema muy personal. Particularmente a mí me parece entretenida por lo curioso que resulta ir descubriendo lo excéntrico de situaciones y personajes, pero lo que es indudable es que la carga de profundidad sí resulta interesante.

La película viene a ensalzar los paraísos perdidos de la infancia, la poderosa magia del primer amor condimentando con la inocencia propia de la edad y el frenesí vital del descubrimiento. El protagonista es un scout también de la propia vida y del amor, Tiene doce años, las convenciones sociales impiden que pueda hacer lo que quiera, así que todo lo que decide emprender en esta historia tiene un halo de ilusionada aventura, de reto personal, de feliz acontecimiento y sin embargo, los adultos que le rodean se ven atrapados en existencias insulsas y carentes de esa vitalidad  ¿No me diréis que no es para ponerse a pensar?

Claro, el director esto no nos lo explica, al revés, parece que no está tomando el pelo con una historia imposible, que linda lo fantástico y que resulta de un insultante tono infantiloide.....Bueno, lo de “insultante” quizás lo piense quien se tome las cosas muy en serio. Se trata más bien de lo contrario, que sepamos disfrutar de las excentricidades, que recuperemos un poco nuestro lado infantil y apostemos por un argumento y un tono diferente al habitual, más jocoso y juguetón que de costumbre.

Debo decir que no la considero tan redonda como “Fantástico Mr. Fox” o “Los Tenembaums”, pero la capacidad para sorprender de Wes Anderson sin renunciar a su estilo propio parece inagotable.....Ya estoy esperando su siguiente película.

MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡¡NO LEER, CONTIENE SPOILERS!!!!

-         El arranque de la película con la cámara moviéndose en travellings horizontales y verticales por la casa de los Bishops y alejándose para mostrarnos la casa desde la lejanía es genial.

-         Desde el mismo inicio Anderson quiere dejar claro que su estilo filmando también quiere resultarnos divertido: la aparición del tipo con el abrigo rojo y el gorro verde parece adentrarnos en un documental chorrón dado lo que nos va enseñando. Es una forma de relativizar también las cosas. Puede que para los habitantes de New Penzance sea muy importante la ruta de los Chichochaw, pero para el resto del universo hace gracia.....bueno, pues seguramente así son nuestras propias circunstancias para todos los demás.

-         Otra muestra de lo absurdo que puede resultar algo fuera de contexto se demuestra con la revisión diaria que observamos al jefe de los scouts del campamento al comienzo de la película.

-         Todos los personajes que pululan por la historia son geniales y excéntricos. Destaca el grupo de scouts y entre ellos “Ojo vago”  (qué risas con esa chorrada de apodo). Otro toque genial es el de la señora Bishop hablando con sus hijos o su marido en la casa con un megáfono.

-         Me encanta el uso que se hace de los primásticos no sólo para caracterizar al personaje de Suzzy, sino también para que descubramos cosas que ella sabe o sepamos dónde se encuentran ciertos personajes.

-         El encuentro de Sam y Suzzy y su posterior jornada juntos en la playa tiene un fascinante atractivo como aventura infantil de descubrimiento. Allí se dan además sus primeros besos y se dicen que se quieren y él descubre uno de sus más íntimos secretos simplemente hablando con ella: roba libros de la biblioteca. Todo posee un magnético tono de inocencia.

-         La escena en la que nos explican cuál ha sido el intercambio epistolar entre Suzzy y Sam es genial tanto desde el punto de vista del montaje como del guión.

-         Otra escena genial es cuando el grupo de scouts acude a buscar a Sam y a Suzzy y todo lo que ocurre es absurdo pero divertidísimo. Repleto de ironía está ese momento en que uno de los scouts le dice a Suzzy “No debería ser amiga suya”, ella le pregunta por qué y él le contesta con un machete en la mano: “Porque está loco”..

-         Los diálogos no tienen desperdicio y a menudo dejan algunas ideas interesantes como ese momento en que Sam le dice a Suzzy: “Los poemas no siempre tienen que rimar, sólo ser creativos” o ese momento en que realmente se condensa la moraleja de la película en un intercambio de frases: ¿qué quieres ser de mayor? / Quiero vivir aventuras, no quedarme estancado.

-         La “historia de amor” de los dos protagonistas posee magia y se ve claramente en la escena en la que bailan en la playa y se besan o en la escena de la boda scout: “Estamos enamorados, sólo queremos estar juntos ¿qué tiene de malo?”.

-         La charla del capitán Sharp a Sam está cargada de sabiduría y experiencia: “¿A qué viene tanta prisa? Tienes toda la vida por delante”

-         Otra escena magnífica es la charla entre los Bishop en la cama que vemos desde una toma cenital: son abogados, están casados, han construido una vida juntos en un lugar paradisiaco y tienen una amplia familia, pero el tedio, la rutina, la falta de aventuras e ilusiones los ha hecho sucumbir en una existencia aburrida y monótona sin alicientes. El sr, Bishop incluso parece que se ha quedado incluso sin sangre en las venas.

-         El desenlace es lo más gamberro de la película, seguramente habrá mucha gente a la que no le guste porque es lo más naif y de hecho a mí es lo que menos me gusta, pero realmente el guión cierra bien todos los hilos.

-         Destaca ese final en el que vemos a Sam en casa de los Bishop pintando. Cuando su “padre” le llama y tiene que irse, la cámara baja para ver qué está pintando y descubrimos que es la playa en la que estuvo con Suzzy, seguramente el recuerdo de una aventura que marcará toda una vida.