Magnífica continuación y para muchos la mejor película de Star Wars. No sólo es una montaña rusa de emociones y acción, además penetra en un territorio argumental más oscuro y místico, te zarandea con los giros de la historia y su final te deja con irresistibles ganas de más. Y, por si esto no fuera suficiente, consolidó los logros técnicos de su predecesora con un producción de efectos artesanal, pero que es un hito en la historia del cine.
Título original: Star Wars: Episode V - The empire strikes back
País: Estados Unidos
Duración: 124 min.
Género: Aventuras, Acción, Ciencia ficción, Fantástico
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Reparto: Mark Hamill (Luke Skywalker), Harrison Ford (Han Solo), Carrie Fisher (Princesa Leia), Billy Dee Williams (Lando Calrissian), Anthony Daniels (C3PO), David Prowse (Darth Vader), Peter Mayhew (Chewbacca), Kenny Baker (R2D2), Frank Oz (Yoda), Alec Guinness (Obi Wan)
Guión: Leigh Brackett, Lawrence Kasdan
Historia original: George Lucas
Distribuidora: 20th Century Fox
Productora: Lucasfilm
Dirección artística: Alan Tomkins, Harry Lange, Leslie Dilley
Diseño de producción: Norman Reynolds
Efectos especiales: Anne Polland, Carol Bauman, David H. Watkins, Don Bies, Giovanni Donovan, Harold Weed, Mark Siegel, Nick Allder, Wendy Morton
Fotografía: Peter Suschitzky
Maquillaje: Barbara Ritchie, Graham Freeborn, Kay Freeborn, Nick Maley, Stuart Freeborn
Montaje: George Lucas, Marcia Lucas, Paul Hirsch, T.M. Christopher
Música: John Williams
Producción: Gary Kurtz Rick McCallum
Producción asociada: Jim Bloom, Robert Watts
Producción ejecutiva: George Lucas
3 nominaciones a los Óscars (BSO, dirección artística y sonido)
Ganó el óscar a mejor sonido y otro especial por sus efectos especiales
Yo recomendaría la película a todo el mundo porque no tiene un momento de respiro. Si te gusta el fantástico y/o la ciencia-ficción es de visión obligatoria y si te gusta Star Wars será difícil que encuentres una producción mejor.
Nadie pudo anticipar en 1977 el éxito que iba a tener la primera entrega de Star Wars, de hecho ni la propia 20Th Century Fox (mucho menos United Artists y Universal que no aceptaron la propuesta de Lucas para su desgracia), así que el impacto social que tuvo desbordó a todos y sobretodo convenció de la necesidad de seguir con el plan de Lucas de hacer, cuando menos, dos continuaciones más. Como dice la canción de “Cabaret”, money makes the world go round.
“La guerra de las Galaxias” cambió el concepto del cine de entretenimiento y “El imperio contraataca” y “El retorno del jedi” consolidaron la visión que tenía George Lucas del mismo. El gran artífice de ese cambio en un momento en que se hacía un cine muy distinto, pudo ya rodar la segunda parte de su saga con independencia, poniendo su propio dinero, sin depender del mecenazgo de un estudio y aplicando sus ideas sin interferencias ajenas. El resultado, allá por 1980, fue una continuación que todavía hoy resulta hipnótica.
Para mi generación “La guerra de las Galaxias” es un título mítico sobretodo por ser la primera película de la saga de Star Wars, por su capacidad evocadora y porque nos traslada a nuestros más queridos sueños de infancia. Su relevancia además de fílmica es sobretodo sentimental. “El imperio contraataca” ofrece un plus, cuenta con un amplísimo respaldo de la crítica y hay una opinión muy extendida de que es el mejor título a nivel cinematográfico que nunca se ha hecho de Star Wars. A mí me resulta casi imposible decidir, pero reconozco que es trepidante, que es más oscura y por tanto más apasionante y sobretodo que te remueve, que te angustia y que te deja con ganas de más.
Fue demoledor asistir aquel mes de diciembre de 1980 a la escena final de “El imperio contraataca” ¿Cómo, nos van a dejar tres años así, a la espera? Argumentalmente deja todos los hilos abiertos y ofrece un crescendo interruptus con un final amargo que realmente te deja insatisfecho, con ganas de que te cuenten más. Por entonces no había videos para recuperar la película unos meses después del estreno (mucho menos DVDS o Blue Rays, que ni existían), así que te quedabas con alma en vilo y sin más Star Wars hasta 1983 (eso si no comprabas la multitud de merchandising que fueron sacando, muy avispado comercialmente Lucas). Os podéis imaginar lo que fue eso para los chavales como yo, pura angustia repleta de preguntas sin respuesta y ansia de fan sostenida durante años.
Como producción “El imperio contraataca” es uno de los más grandes desafíos que ha habido en la historia del cine. Con el éxito de “La guerra de las Galaxias”, la propia 20Th Century Fox propuso la continuación, pero George Lucas sólo contó con ellos para la distribución en agradecimiento a la confianza depositada en él, la financiación corrió de su bolsillo para disponer de total libertad creativa. No obstante se vio de pronto con la enorme responsabilidad de estar a la altura de lo que se esperaba de él y de no fallarse a sí mismo justo cuando había empezado a construir su imperio audiovisual.
Enfrascado en consolidar los cimientos de su imperio fílmico (hay que tener en cuenta que crea Industrial Light & Magic para la saga y su propia productora), Lucas se vió superado y contrató a alguien de máxima confianza, un antiguo profesor, Irvin Keshner para la dirección y él se dedicó a controlar la producción. No era nada fácil, el doble de presupuesto debía “notarse” en pantalla, el guión debía relanzar la historia con nuevos y sorprendentes giros y había que mantener el nivel de la primera película y a ser posible superarlo. A mi juicio consiguió todo con nota.
En el guión participaron un emergente Lawrence Kasdan y la veterana Leigh Brackett (colaboradora habitual de Howard Hawks) y a mi juicio lograron el mejor libreto de toda la saga. Al ser el nodo de todo el arco argumental de la trilogía debían darle enjundia e interés antes del colofón y para ello idearon varios giros (a cual más sorprendente) y desmenuzaron la trama en varias líneas argumentales cuidando muchísimo los personajes (cosa que Keshner también hizo trabajando a fondo con los actores) aportando a los acontecimientos una destacada dosis de drama, emoción e intensidad. Además como los personajes se separan el desarrollo avanza en paralelo y eso dinamiza el visionado alternando entre la aventura y acción de la trama de Han Solo y Leia y ese tono más místico y espiritual que encontramos en el encuentro entre Luke y Yoda.
La película logra un gran equilibrio interno entre drama y espectáculo, entre lo íntimo y lo espectacular y además multiplica los focos de interés argumental. No sólo quedamos impactados visualmente por la acción gracias a los efectos especiales, también dejan huella en nuestro visionado los sutiles devaneos entre Han Solo y Leia (los diálogos y el jueguecito de conquista que se llevan entre ellos no tiene desperdicio), el encuentro de Luke con Yoda o las sorpresas que depara el tramo final.
A nivel visual la película es apabullante. Una de las primeras escenas, el ataque de los AT AT walkers a la base rebelde de Hoth te deja ya sin habla nada más empezar (ayuda mucho a parte de la puesta en escena la banda sonora de John Williams, que seguramente es también la más lograda de todas las películas). Lejos de los sofisticados efectos visuales generados por ordenador de hoy en día, entonces trabajaron sobretodo con maquetas y de una forma más artesanal, lo cual impresiona todavía más por la cantidad de trabajo que se intuye tras cada escena. Ver alguno de los documentales del “cómo se hizo” es revelador, sobretodo porque el perfeccionismo artesanal del que hablo no sólo se queda en aeronaves o artefactos, sino también en seres animados. Baste decir que sólo el trabajo con animatronics supuso logros nunca antes conseguidos. Aseguran que Yoda es una de las marionetas más complejas jamás rodadas y lo cierto es que su expresividad corporal, sus gestos, sus facciones hubieran sido dignas de la interpretación de un gran actor y son esenciales para garantizar la enorme fuerza dramática e importancia que tiene el encuentro con Luke.
Conocer los intríngulis del rodaje es darse cuenta que la empresa fue un continuo más difícil todavía de un enorme mérito: complicadísima filmación en Noruega, tuvieron que inventarse el ataque del Wampa a Luke para justificar que su rostro quedara desfigurado (al parecer pudo haber muerto en un accidente de coche), enormes dificultades para rodar todo lo que acontece en Dagobah con Yoda (Frank Oz, alumno aventajado de Jim Henson, consiguió el milagro de hacerlo tan creíble como un personaje real) y en el tramo final complejos problemas de presupuesto que Lucas fue solventando poco a poco....todo estuvo rodeado de dificultad pero se resolvió con indudable talento.
Ni que decir tiene que la puesta en escena es magistral, no ya sólo por lo bien que están resueltas muchas escenas complejísimas de rodar, sino porque le dan el tono perfecto a cada momento ya sea una escena de acción, una disputa romántica, un apunte cómico o una conversación mística variando planos según se requiera, lo que demuestra una minuciosa planificación previa. Me gusta mucho por ejemplo como al principio, en la base rebelde de Hoth muchos planos de Han y Leia se filman en contrapicado realzando a los personajes y evitando de paso gasto en decorado o esas tomas generales de Vader cuando llega al destructor mientras le espera una formación de tropas de asalto y suena la pegadiza marcha imperial impresionando por el tono épico y la fuerza militar que exhibe.
Particularmente lo que más me gusta, al margen de todo el fascinante aparato técnico, es que la historia y los personajes se apoderan por completo de tu interés. No es sólo lo que sucede sino todo lo que hay detrás, ese pasado de los personajes que vamos conociendo con cuentagotas, las relaciones entre ellos, las traiciones, los anhelos, los afectos y desafectos….Y también esa suerte de filosofía espiritual, ese tono místico que surge del concepto de la fuerza.
Yoda le dice a Luke “Por mi tamaño me juzgas ¿verdad? Y no deberías hacerlo. Para mí el aliado la fuerza es y es un poderoso aliado. La vida la crea y la hace crecer. Su energía nos rodea y nos une. Nosotros dos seres luminosos somos. Tú esta materia bruta y debes sentir la fuerza a tu alrededor, aquí, entre tú y yo. El árbol, la roca, por todas partes, sí, incluso entre la tierra y la nave”. El momento posterior, cuando Luke cree imposible levantar su X-wing del pantano y Yoda se presta a ello y la eleva mientras suena el crescendo orquestal de la banda sonora de John Williams es pura magia del cine. Acabas de emocionarte viendo a una marioneta alzar una nave espacial, pero el caso es que funciona y te deja los pelos como escarpias.
El hecho de que los personajes ya hayan sido presentados hace ahorrar mucho tiempo en el desarrollo y “El imperio contraataca” va al grano desde el principio. Arranca de forma impactante con Luke perdido en su ronda por el planeta helado y los acontecimientos uno tras otro no se detienen hasta el final por lo que es una película entretenidísima y apasionante. Y aún así, no todo es acción y aventura, el guión es magnífico y ofrece otras cosas, no olvida el sentido del humor ni en los peores momentos (casi siempre gracias a C3PO y R2D2, aunque suele unírseles Han Solo con comentarios socarrones e irónicos) y trabaja también la tensión sexual no resuelta entre Han Solo y Leia, que como el resto de tramas, va in crescendo y nos regala varios diálogos que no tienen desperdicio:
Han Solo a punto de irse
Han: “Supongo que esto es todo (Leia no le contesta), no te entristezcas por mí, hasta la vista princesa”
Leia le persigue por los pasillos
Han: “Oh, vamos, tú quieres que me quede por lo que sientes por mí”
Han: “¿Por qué me sigues, temías que me fuera sin darte un beso?”
Leia: Preferiría antes a un Wookie
Han: “Eso se puede arreglar, avisaré a Chewie”
A parte, esta entrega tiene un gran peso específico dentro de la primera trilogía ya que desvela gran parte de la información relevante y necesaria para que atemos cabos sueltos y comprendamos la profundidad dramática de los acontecimientos que van a producirse en el desenlace y, cuenta con escenas cruciales, alguna de ellas no sólo en la serie sino en la historia del cine como ese secreto revelado que aún hoy en día causa estupor entre las nuevas generaciones que ven la película (los videos sobre las reacciones al “Yo soy tu padre” que pueden verse en youtube dan fe de ello). Y no es la única escena con sorpresa, hay más.
Por todo esto estamos ante una gran película en la que todos los aspectos de la producción se cuidaron con extremado mimo y hay que pensar que si “La guerra de las galaxias” supuso lo máximo que un gran estudio podía ofrecer a partir de las ideas de un joven que quería revolucionar la forma de entender el cine de evasión, “El imperio contraataca” representó el máximo logro que ese nuevo talento podía ofrecer.
MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡OJO, CONTIENE SPOIILERS!!!
- Luke en la gruta del Wampa alcanzando la espada de luz justo a tiempo
- Han abriendo las tripas de su montura para mantener caliente a Luke mientras construye un refugio: “Por fuera hueles mal, pero por dentro, que peste”.
- Toda la escena del ataque de los AT AT walkers.
- Vader llegando al destructor y desfilando entre sus tropas mientras suena la marcha imperial.
- Vemos por un segundo como Vader se está poniendo el casco y debajo de este su cabeza denuda llena de heridas.
- Los devaneos dialécticos de Han y Leia tienen muchísima química. Todas esas escenas culminan en un beso que C3P0 interrumpe de forma muy divertida.
- La persecución del Halcón Milenario por el campo de asteroides y cómo se oculta en una gruta que no es una gruta.
- Todo lo que ocurre en Dagobah, a parte de que está muy bien filmado tiene varios momentos geniales como cuando de pronto Yoda cambia de gesto y pasa de ser un mero duendecillo al maestro Jedi.
- El momento en que Yoda levanta la nave de Luke ante la sorpresa de éste: “No puedo creerlo” / “Ya, por eso has fallado”.
- El emperador avisando a Vader que Luke es el hijo de Skywalker: esa revelación que descubre por una perturbación en la fuerza cambia sus planes.
- La conversación cuando un inexperto Luke se marcha precipitadamente de Dagobah sin terminar su entrenamiento para ayudar a sus amigos: Obi Wan dice “Este chico es nuestra única esperanza” / Yoda: “No, hay otro” (En realidad Yoda le deja ir aunque no esté preparado porque piensa que no es su única posibilidad y eso argumentalmente hace pensar al espectador que, efectivamente, Luke, puede morir porque no es indispensable).
- La impactante traición de Lando Calrissian y el momento en que meten a Han Solo en carbonita: Leia: “Te quiero” / Han: “Lo sé”
- El enfrentamiento entre Luke y Vader con la revelación del final, uno de los momentos míticos de la historia del cine por su intensidad, por lo bien resuelta que está y por lo que nos impacta.
- La escena final, viendo a Lando Calrissian que se aleja para buscar a Han Solo sólo nos resuelve una cosa: Luke recupera su mano gracias a una prótesis mecánica. Todo lo demás queda en el aire, es un maremágnum de dudas y tener que esperar tres años para saber qué pasaba era pura angustia fílmica.