miércoles, 9 de diciembre de 2015

“El puente de los espías” (Steven Spielberg, 2015)


Muy buena película dotada de la atmósfera y clima de la guerra fría, con un Spielberg distinto a sus títulos más populares, más frío, menos pasional, pero en el que palpas calidad en cada escena. Como argumento de espías todo está soterrado, todo es sutil, en todo momento intuyes que suceden muchas más cosas de las evidentes aunque la lectura final sí es evidente: la desconfianza conduce a más desconfianza mientras que el respeto a todo lo contrario. Y destacar también la mano de los Coen en el guión, ayudan a dar verismo con cierta comicidad a una película muy seria, aunque Tom Hanks y Mark Rylance también humanizan la trama pese a no soltar ni una sonrisa.

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Título original: Bridge of spies.
País: EEUU.
Duración: 141 min.
Género: Espionaje, histórica.
Reparto: Tom Hanks (James B. Donovan), Alan Alda (Thomas Watters), Amy Ryan (Mary McKenna), Mark Rylance (Rudolf Abel).
Guión: Matt Charman, Ethan Coen y Joel Coen.
Producción: Kristie Macosko Krieger, Marc Platt y Steven Spielberg.
Música: Thomas Newman.
Fotografía: Janusz Kaminski. E
streno en España: 4 Diciembre 2015.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.




Recomendaría a todos aquellos con ganas de un relato inspirado en hechos reales, con factura clásica, con verdadero clima de espías y a los que no les importe que les den todas las implicaciones de un argumento mascadas.
 


Todo gran autor deja su sello en cada una de sus obras y Steven Spielberg no es menos, por supuesto (que el protagonista de “El puente de los espías” sea una persona íntegra, buen padre de familia y buen profesional es una de esas marcas de la casa); pero ¡cómo me gusta cuando Spielberg abandona ese cine que sabe que le funciona y se arriesga! Aunque le saliera un ladrillo con  Lincoln” y “Atrápame si puedes”, “Inteligencia artificial” y “Munich” no sean precisamente fáciles, todas estas películas han enriquecido su filmografía con atmósferas y estilos distintos y en todas se nota calidad y un trabajo enorme en cada fotograma.

“El puente de los espías” es otra de sus películas “a contracorriente”. Aún diré más, apuesta decididamente por ser distinta, el guión lo firman junto a Matt Charman los hermanos Coen (grandiosa aportación), que yo diría que representan como nadie la vocación de autoría en el cine de los Estados Unidos. Me apuesto lo que queráis a que esa frase recurrente “¿Ayudaría?” de Rudolf Abel (magnífico y oscarizable Mark Rylance) es idea de ellos, así como el surrealista encuentro del protagonista con el emisario soviético en el Berlín de la RDA.

El caso es que Spielberg se saca de la manga una película que no se parece a ninguna otra suya y que no se parece a ninguna otra que se haya visto, salvo quizás a otra de espías, pero no a lo James Bond y tampoco en plan parodia, como se estila ahora, ésta va en serio. Está inspirada en hechos reales, nos alecciona sobre la situación de Alemania y el mundo en plena guerra fría (año 1960), nos lleva al año en que se colocó el Muro de la vergüenza en la capital alemana y penetra en los circunspectos y ceremoniosos procedimientos judiciales de un Estados Unidos obsesionado con el comunismo.

La atmósfera del film es fría (de nuevo otro extraordinario trabajo de Janusz Kamisnki y van...), la ambientación tan opresiva como la propia guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, el desarrollo minucioso pero con mucha información soterrada que hay que hilar atendiendo a diálogos y también a gestos y miradas...El desarrollo está perfectamente narrado pero no es una película facilona, vamos, no te lo dan todo mascado y tienes que prestar atención porque igual se te escapa algún detalle importante si no lo haces. ¡¡¡Qué menos en una película de espías, pero de espías de verdad!!! No es “El topo”, ni “La conversación”, es más asequible que esas, pero yo invitaría a que hagáis ese ejercicio de máxima atención porque si no algo os lo perderéis. Hago cuatro preguntas (alguna más fácil que otra) a modo de ejemplo para reflexionar tras el visionado ¿Es la familia de Abel su verdadera familia?  ¿Es fortuito el robo del abrigo? ¿Ha piado el piloto norteamericano con los soviéticos? ¿Confían en Abel los rusos cuando hacen el intercambio?  Si sabéis responderlas sin dudas es que habéis estado atentos.


No sólo es una película que respeta la inteligencia del espectador, tiene una poderoso suspense interno y trata además un tema fascinante (toda una época y el sentir entre dos bloques políticos) que tiene su moraleja (otra marca Spielberg). Yo diría que la idea es que la desconfianza genera más desconfianza que crece de forma geométrica y provoca una pescadilla que se muerde la cola, mientras que el respeto, la humanidad, la comprensión y la empatía rompen el círculo vicioso y provocan el efecto contrario. Atención a la relación entre James B. Donovan y Rudolf Abel porque es la única sana y verdaderamente humana que hay en toda la película (descarto la familia del protagonista, que eso se da por supuesto). Ese “afecto” o llamémosle respeto entre uno y otro es lo que salva a uno y termina siendo una recompensa para el otro. Me encanta el momento en que Abel le cuenta a Donovan la historia del hombre corriente que un día hace algo especial (otro “made in” Spielberg, pero ¡¡¡qué grande!!!).

Y como quien más quien menos puede sentirse defraudado de que la película no sea el sumun del entretenimiento, decir que no todo puede palpitar al ritmo endemoniado de las nuevas tecnologías y el nuevo mundo audiovisual, que a veces una buena historia con algo que contar y de la que se puede aprender algo, debe contarse con cierta pausa, al modo clásico, como ésta y que no por eso es mejor ni peor, aunque sí sea necesaria para no olvidar nuestro pasado cuando de todos modos, no está tan lejano, pero parece ya pertenecer a otra época y otro mundo.

No sé donde leí o escuché que le fallaba el final a esta película porque quedaba lánguido. A mí me pareció sensacional. No hace falta remarcar siempre, ni acentuar los grandes momentos para que nos demos cuenta que lo son, no queremos que sea siempre una rimbombante banda sonora la que nos recalque un instante, no me gustaría ver siempre la misma película. Para mí el final es perfecto, con dos detalles y el resumen de lo que les pasará a los personajes no los dicen todo.



¡¡¡CUIDADO SPOILER!!!!

Spielberg hace dos paralelismos sin que nadie diga ni una sola palabra. James B. Donovan viaja en el metro en Estados Unidos, una mujer lee lo que ha hecho y le mira, pero ya no es con desprecio y esboza una sonrisa y por la ventana Donovan ve a unos chicos saltando verjas, ya no el Muro que vio en Berlín........Está todo explicado, a buen entendedor pocas palabras bastan. ¡¡¡¡Chapeau!!! ¿Qué fácil, no? Pues eso es CINE