Más que aceptable cierre de la trilogía, asumiendo siempre
la perspectiva de los simios y arriesgando con una aventura que deja la acción
en segundo plano, que en muchas ocasiones se detiene en el drama que rodea a
los monos y que pretende que nos identifiquemos con ellos. Por todo ello una
película a reivindicar aunque no sea redonda y se haga un pelín larga.
Magnífica la banda sonora, por cierto.
Título original: War for the Planet of the Apes
País: Estados Unidos
Duración: 0 min.
Género: Drama, Aventuras, Acción, Ciencia ficción
Reparto: Judy Greer, Woody Harrelson, Andy Serkis, Steve
Zahn, Max Lloyd-Jones, Ty Olsson, Sara Canning, Aleks Paunovic, Terry Notary,
Alessandro Juliani, Gabriel Chavarria, Chad Rook, Timothy Webber, Karin Konoval
Distribuidora: 20th Century Fox España
Productora: Chernin Entertainment, 20th Century Fox
Guión: Mark Bomback, Matt Reeves (según la novela de Pierre
Boulle)
Hay una aspecto muy a destacar en esta tercera entrega del
reboot de la saga “El planeta de los simios” y es que, el cambio de perspectiva
de la narración, está muy bien aprovechado. El relato lo conocemos desde el
punto de vista de los simios, concretamente desde el punto de vista de Caesar,
quedando de nuevo los humanos en un segundo segundísimo plano, convertidos en
antagonistas y Woody Harrelson en malo malísimo al uso de algunos malos del
cine clásico (con un tratamiento de su personaje que no me termina de convencer
pero da pie a interesantes lecturas y reflexiones sobre nuestra tendencia a
buscar buenos y malos en nuestros relatos, sobre nuestra visión del mundo como
seres humanos e incluso sobre política actual).
Ya pasaba esto en cierto modo en la primera entrega “El
origen”, pero después y en mi opinión “El amanecer” bajó un poco el listón al
derivar hacia un cine de acción sin complejos que en algún momento se
desmadraba buscando clarísimamente el favor de la taquilla. Esta tercera parte
no elude la acción, pero recupera lo que hacía tan estimable a la primera parte
ya que profundiza en los personajes y sus motivaciones, da pausa a la narración
cuando lo requiere y logra que empaticemos
y “suframos” con, no lo olvidemos, un grupo de monos generados por ordenador,
cosa que a pesar de la captura de movimiento y la maestría interpretativa de
Andy Serkis (otrora Gollum), no debe ser nada fácil si te embarcas en ello
detrás de una cámara.
Sigo pensando pasados unos días que el metraje de la
película se va de madre y que se podría haber contado lo mismo reduciendo los
142 minutos, que no se hacen largos pero se notan. No es un defecto grave en
una película que se muy fácilmente y que puede gustar a prácticamente cualquier
público por lo que se ha convertido en uno de los hits de este verano pasado y en
una sorpresa relativa al mejorar (y en esto está casi todo el mundo de acuerdo)
la segunda parte.
La pregunta es ¿por qué funciona tan bien? Mi respuesta a
eso sería que la narración no está forzada, que se cuida a los personajes y sus
relaciones de tal modo que los comprendes, que se combina bien dramatismo,
acción, aventura y un ligero tono de humor, que la acción-reacción de cada
escena tiene lógica interna, que todo está rodado con eficacia, claridad y vistosidad (es una película muy potente visualmente) y está muy logrado
el subrayado emocional que consigue la banda sonora y lo bien utilizados que
están los efectos visuales......esto que parece tan obvio es raro en el cine de
entretenimiento actual que es muy dado a subordinar los argumentos a los alardes técnicos. Aquí la técnica y los efectos se subordinan a la historia. Se nota que
para director y productores lo importante es contarla bien.
Las crìticas que he leído y escuchado son magníficas. En
efecto, es una película de acción y aventuras que está bien. Para mi gusto no
es sobresaliente y pienso que mucha gente la ha puesto así porque no se lo
esperaban y siempre es grato encontrarse una película como ésta un verano, que
suele ser temporada de blockbusters no siempre bien resueltos. El caso es
que si has seguido la saga, merece la pena no abandonarla porque está película merece bastante la pena.
Eso sí, cerrado el círculo y acabada la trilogía (que puede considerarse una precuela muy digna de la película original de 1968) espero que no insistan porque tal y como está ha quedado casi perfecto.
Eso sí, cerrado el círculo y acabada la trilogía (que puede considerarse una precuela muy digna de la película original de 1968) espero que no insistan porque tal y como está ha quedado casi perfecto.