No todas las películas tienen que ser un gran proyecto, ni un producto de entretenimiento para grandes públicos, también hay películas más modestas que aportan otro tipo de disfrutes. El cine permite un amplio abanico de propuestas y entre ellas está retratar personas y lugares, costumbres, ambientes sociales... Precisamente eso hace muy bien esta película que, simplemente, reuniendo a cuatro amigas de Cornellá, logra describir tipos y vivencias autóctonos que en el futuro sólo serán testimonio de parte de la época que vivimos. El argumento se cuenta en una línea, pero en este caso lo importante son las conversaciones y esos encuentros y desencuentros marcados por códigos de barrio, complicidades y el sentido de pertenencia a un microcosmos común.Ya digo, una película de argumento muy sencillo que, en cambio, vi con mucho agrado y me dejó una buena impresión gracias a la autenticidad, el desparpajo y la verosimilitud que desprenden las cuatro protagonistas femeninas (auguro amplio recorrido cinematográfico para ellas y espero que también para la directora).
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