miércoles, 7 de septiembre de 2022

"The Crown" (series de TV, 2016) Temporada 1

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Lo que más llama la atención al acercarse a esta serie creada por Peter Morgan y basada en su obra de teatro es la exquisita y monumental producción de Netflix. La ambientación quita literalmente el hipo y sólo por ella ya merecería la pena verla, pero sus virtudes son tantas que estamos hablando de una serie absolutamente fuera de categoría. Basada en hechos reales pero con un guión que ahonda tanto en los conflictos personales como los políticos y se esmera tanto en los personajes como en la historia en sí, la primera temporada consta de diez episodios y cuenta la llegada al trono de la reina Isabel II a primeros de los años 50 y se extiende hasta 1956 cuando Inglaterra perdió el control del Canal de Suez. Podemos asistir, por tanto, a varios episodios históricos relevantes mientras la reina se asentaba en el poder y Winston Churchill cumplía sus últimos años como primer ministro, pero incluso más que ellos (capítulos muy interesantes y alguno desconocido por mí como el de la niebla tóxica) son especialmente atractivos los problemas personales de todos los implicados: el retiro por amor del heredero legítimo de Inglaterra y a la postre duque de Windsor; el segundo plano rebelde y desubicado en el que queda Felipe como consorte; los problemas maritales con Isabel; las dificultades políticas para hacer honor al cargo de monarca; la inoportuna y poca conveniente relación entre la princesa Margarita y Peter Townsed y la relación con los sucesivos primeros ministros (en este caso con Churchill). Sabedores de que manejan material importante los creadores y responsables de la serie la han dotado de elegancia a todos los niveles y han contado con guiones muy trabajados, de diálogos magníficos y escenas en las que los actores, todos muy bien escogidos (sobresalientes sobretodo Claire Foy, Matt Smith, John Litgow y Vanessa Kirby) se lucen. Hay que advertir que la serie tiende al drama porque analiza todo el peso y la responsabilidad que recaen sobre la monarquía, pero a la vez no elude mostrar sus defectos y debilidades, todo siempre con gran sutileza, con escenas que se toman su tiempo para que veamos muchos matices en rostros,  actitudes y situaciones de los personajes y algunas veces con cierta ambigüedad que el espectador informado sabrá interpretar. Una auténtica delicia.