Título original: Untraceable
País: USA.
Género: Thriller.
Interpretación: Diane Lane, Billy Burke, Colin Hanks, Joseph Cross, Mary Beth Hurt.
Guión: Robert Fyvolent, Mark R. Brinker y Allison Burnett.
Producción: Steven Pearl, Andy Cohen, Tom Rosenberg, Gary Lucchesi y Hawk Koch.
Música: Christopher Young.
Fotografía: Anastas Michos.
Diseño de producción: Paul Eads.
Duración: 100 minutos.
Después de la temporada de estrenos de los óscars, que en España llega entre Enero y mediados de Marzo, comienzan a estrenarse las primeras películas producidas el año siguiente en Estados Unidos y casi siempre son productos de segunda fila porque los títulos rompe taquillas llegan con el verano y las grandes producciones con pretensiones artísticas se dejan para final de año. Estoy hablando siempre de las grandes productoras.
En el caso de “Rastro oculto” partimos de la base de que es una película hecha para entretener y planificada para ello, sin más pretensiones, pero yo diría que de lo que podemos ver de ese cine post-óscars es de los títulos que mejor regusto pueden dejar. Su marcha en la taquilla USA no ha ido mal y seguramente eso es porque ofrece lo que promete y porque el director y la actriz protagonista consiguen que el espectador quede satisfecho con el resultado, aunque probablemente es una de esas películas que al cabo de un tiempo se olvidan en el maremágnum de thrillers similares de corte policiaco.
El director, Gregory Hoblit, es un director de encargo que sacó con buenos resultados capítulos de varias series como “La ley de los Ángeles”, “Canción triste de Hill Street” o “Policías de Nueva York” y que en su paso al cine ha realizado películas correctas pero que siempre han tenido “algo” que dejaba al espectador con buenas sensaciones al salir del cine. Ocurrió con “Las dos caras de la verdad”, “Fallen”, “Frequency” o “La guerra de Hart” que, pese a ser no ser de las grandes permanecen en nuestra memoria por ciertos golpes de efecto en sus argumentos.
“Rastro oculto” es para mi gusto la menos impactante de todas las películas de Hoblit y lo pienso porque carece de golpe de efecto, porque tarda en arrancar y porque el “malo” de la función que promete mucho al principio no termina de convencer y hay pegas en la historia, pero de esas no hablaré para que quien quiera las descubra y porque en el fondo no le pedía a esta película que no las tuviera, sólo quería un rato de evasión y eso me lo da. Sí que me parece que Diane Lane está francamente bien y que la “moraleja” puede anticipar interesantes debates y títulos cinematográficos que seguro que van llegando poco a poco desarrollando un subgénero nuevo dentro del policiaco.
En definitiva, una película que se puede ver, aunque quien la vea debe ser consciente que se va a encontrar un título que es al cine como el perrito caliente o la hamburguesa a la gastronomía. De vez en cuando ¿a quién no le gusta ir al McDonalds? (vaya, he terminado haciendo publicidad gratis)
En el caso de “Rastro oculto” partimos de la base de que es una película hecha para entretener y planificada para ello, sin más pretensiones, pero yo diría que de lo que podemos ver de ese cine post-óscars es de los títulos que mejor regusto pueden dejar. Su marcha en la taquilla USA no ha ido mal y seguramente eso es porque ofrece lo que promete y porque el director y la actriz protagonista consiguen que el espectador quede satisfecho con el resultado, aunque probablemente es una de esas películas que al cabo de un tiempo se olvidan en el maremágnum de thrillers similares de corte policiaco.
El director, Gregory Hoblit, es un director de encargo que sacó con buenos resultados capítulos de varias series como “La ley de los Ángeles”, “Canción triste de Hill Street” o “Policías de Nueva York” y que en su paso al cine ha realizado películas correctas pero que siempre han tenido “algo” que dejaba al espectador con buenas sensaciones al salir del cine. Ocurrió con “Las dos caras de la verdad”, “Fallen”, “Frequency” o “La guerra de Hart” que, pese a ser no ser de las grandes permanecen en nuestra memoria por ciertos golpes de efecto en sus argumentos.
“Rastro oculto” es para mi gusto la menos impactante de todas las películas de Hoblit y lo pienso porque carece de golpe de efecto, porque tarda en arrancar y porque el “malo” de la función que promete mucho al principio no termina de convencer y hay pegas en la historia, pero de esas no hablaré para que quien quiera las descubra y porque en el fondo no le pedía a esta película que no las tuviera, sólo quería un rato de evasión y eso me lo da. Sí que me parece que Diane Lane está francamente bien y que la “moraleja” puede anticipar interesantes debates y títulos cinematográficos que seguro que van llegando poco a poco desarrollando un subgénero nuevo dentro del policiaco.
En definitiva, una película que se puede ver, aunque quien la vea debe ser consciente que se va a encontrar un título que es al cine como el perrito caliente o la hamburguesa a la gastronomía. De vez en cuando ¿a quién no le gusta ir al McDonalds? (vaya, he terminado haciendo publicidad gratis)