lunes, 21 de julio de 2008

“Hancock” (Peter Berg, 2008)

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País: USA.

Duración: 92 min.
Género: Acción, fantástico, comedia.
Interpretación: Will Smith (Hancock), Jason Bateman (Ray), Charlize Theron (Mary), Eddie Marsan (Red), David Mattey (Man Mountain), Maetrix Fitten (Matrix), Thomas Lennon (Mike), Johnny Galecki (Jeremy).
Guión: Vy Vincent Ngo y Vince Gilligan.
Producción: Michael Mann, Akiva Goldsman, Will Smith y James Lassiter.
Música: John Powell.
Fotografía: Tobias Schliessler.
Montaje: Paul Rubell y Colby Parker Jr.
Diseño de producción: Neil Spisak.Vestuario: Louise Mingenbach.



Debo admitir que no soy el mejor espectador posible para el cine de superhéroes aunque soy mejor espectador de las adaptaciones de cómics que lector de los mismos. Las razones son puramente subjetivas y personales porque cuando vosotros seguramente devorabais las sagas gráficas de Superman, Spiderman, X-men y compañía mis lecturas eran otras (a mí siempre me gustaron más los don Mikis, Astérix y Tintines) y en mi casa no había costumbre de comprar ese tipo de cómics ni yo tenía costumbre de leerlos.

Comienzo así porque pienso que de algún modo se me pasó el arroz, en el sentido de que no aproveché el mejor momento para disfrutar con este tipo de aventuras en las que el héroe tiene que enfrentarse cada vez con un villano más difícil de vencer y ahora, con unos años más, el asunto sólo me interesa si el superhéroe tiene otros problemas que el mero hecho de vencer a su enemigo con los cuatro mamporros de turno. Estoy simplificando la cuestión al máximo, pero espero que se me entienda. Todos los superhéroes tienen problemas y una dimensión humana, ya lo sé, pero me interesan más cuanto más se preocupa el guionista tanto del cómic como de la película en hacerlos patentes, quizás porque aunque sean superhéroes todos queremos ver en ellos a personas, queremos identificarnos con ellos y queremos padecer el peligro que les rodea con ellos. No sé si estaréis de acuerdo pero pienso que todo argumento nos llega más si quien nos lo trasmite logra trasmitirnos las sensaciones que vive el protagonista porque así las hace nuestras.

En este sentido creo que por ejemplo los dos primeros “X-men” de Bryan Singer eran extraordinarios porque a parte de la acción, magníficamente rodada, todos y cada uno de los personajes se nos hacían cercanos gracias al fabuloso reparto y sus actuaciones; el primer “Spiderman” de Sam Raimi también está francamente bien para mi gusto, el “Hulk” de Ang Lee me parece mejor por todo lo dicho que el último; el “Superman” de Donner me emocionó cuando cree perder a Louis Lane y deja de ser un superhombre para sufrir una pérdida como hace todo ser humano y seguro que el próximo “Warchmen” nos encanta a todos porque el cómic guionizado por Alan Moore es sobretodo un drama en el que los personajes, pese a ser superhéroes, se dejan llevar por el deseo, la ambición, la venganza...

M. Night Shyamalan supó dar una vuelta de tuerca a los argumentos típicos de superhéroes y construyó una de sus mejores películas y una de las que, para mi gusto, es una de las mejores películas de superhéroes “El protegido” y consiguió hacerlo porque le dio la vuelta al planteamiento habitual con un guión que partía de una premisa distinta ¿qué ocurriría si el superhéroe no supiera que lo es? ¿qué ocurriría si el superhéroe sólo fuera una persona normal hasta que descubre que no lo es?

Pues bien, tras este amplio preámbulo y gracias a “El protegido” (con la que esta película tiene ciertos paralelismos al menos en parte de su planteamiento) llegamos a “Hancock”, una película sobre un superhéroe venido a menos, aquejado de una profunda depresión personal, afectado por la incomprensión y la desidia, borracho, descuidado, desmañado y despreocupado de todo, en definitiva, un personaje con problemas, con un transfondo que se nos hace próximo y con el que el espectador se puede identificar con facilidad (PRIMER ACIERTO, que podemos asignar al guionista vietnamita Vivent Ngo, que fue quien ideó el invento, aunque después el guión haya sido escrito y reescrito durante doce años).

La protagoniza Will Smith, un actor, que mejor o peor (ahí cada cual opinará a su gusto) es capaz de devorar como un agujero negro (perdón por el chiste) todo lo que se ve en pantalla (me refiero a que es un tipo que cae bien, que tiene porte, carisma y chispa, vamos que es una estrella, que si él aparece en escena no puedes dejar de mirarle) y está bien acompañado por el emergente Jasón Bateman y Charlize Theron (que vaya sorpresa, parecía que iba a ser una mera comparsa en esta película y ya os aviso que no) SEGUNDO ACIERTO

La dirige Peter Berg, director de la reciente “La sombra del reino” que va de la mano de uno de los directores y productores más importantes de Estados Unidos, Michael Mann (“Heat”, “el dilema”, “Ali”, “El último Mohicano” o “Corrupción en Miami”) y le da a la película un tono semidocumental de cámara nerviosa tratando de conseguir una sensación de realismo próxima a la que Paul Greengrass ha trabajado en sus últimas películas “United 73” o “El ultimátum de Bourne” lo cual intensifica la sensación de que nos encontramos ante un film atípico de superhéroes, que pretende ser realista y más próximo a nosotros. TERCER ACIERTO aunque luego comento lo que me parece una pega.

Y finalmente CUARTO ACIERTO: el argumento y el desarrollo del mismo son acertados, uno se entretiene viendo esta película, se sorprende con los giros de guión y la disfruta de principio a fin. Además para quien busque escenas de acción también las hay impactantes, tanto o más que las que estamos viendo en otras películas de este verano que siendo del mismo género pretendían conseguir lo mismo y que no me parecen tan acertadas como “Iron man” o “El increíble Hulk” y eso a pesar que los efectos especiales de “Hancock” no me parecen tan buenos (aún estando francamente bien en algunos casos como el descarrilamiento del tren o el momentazo de la ballena jaja).

Mi única pega sobre esta película es una cuestión meramente técnica. Me parece interesante que Peter Berg haya querido filmar utilizando la técnica de la “cámara en mano” para dar una sensación de realismo, pero creo que es un recurso que en algunos momentos no funciona bien. Me lo parece por ejemplo en las escenas de interiores, donde la tensión de las discusiones entre los personajes quizás quedaría mejor por procedimientos más clásicos como la alternancia de primeros planos o un movimiento leve de cámara. Creo que aquí sobrecarga la escena y el espectador se da cuenta del recurso porque te marea ligeramente, que es algo que no debería ocurrir.

Al margen de esta pega y de cualquier otra que pudiéramos sacarle, porque no es una película redonda aunque se le acerca mucho, pienso que “Hancock” es el ejemplo perfecto de cómo debería ser el cine de superhéroes y acción. Es equilibrada, entretenida, trepidante, tiene chispa, guiños humorísticos y también drama. Está bien contada, se pasa en un suspiro y sabe sorprenderte. Está claro que Will Smith es la estrella número uno del cine actual. Desde hace un tiempo todo en lo que interviene se convierte en un éxito. Por su puesto, él tiene mucho que ver en ello.