martes, 10 de marzo de 2009

"El lector" (Stephen Daldry, 2008)



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Título original: The reader
País: Estados Unidos, Alemania
Año: 2008
Duración: 123 min.
Género: Drama
Calificación: No recomendada para menores de 18 años
Reparto: Kate Winslet, Ralph Fiennes, Alexandra Maria Lara, Bruno Ganz, David Kross, Volker Bruch
Guión: David Hare, Bernhard Schlink
Distribuidora: On Pictures
Productora: Mirage Enterprises, The Weinstein Company, Neunte Babelsberg Film
Fotografía: Chris Menges, Roger Deakins
Montaje: Claire Simpson
Música: Nico Muhly
Productor: Anthony Minghella, Arno Neubauer, Charlie Woebcken, Donna Gigliotti, Redmond Morris, Sydney Pollack
Productor ejecutivo: Bob Weinstein, Harvey Weinstein

“El lector” fue sin duda una de las películas destacadas del 2008 y así se reconoció en la edición de los óscars, en la que Kate Winslet se hizo por fin con el premio a mejor actriz y en la que la película optaba además a los premios de mejor película, mejor dirección, mejor guión adaptado y mejor fotografía.

Stephen Daldry, su director, suma con esta película su tercera nominación de la Academia Hollywoodiense y en efecto, construye un magnífico drama con el holocausto judío como telón de fondo y una historia de amor o, mejor dicho, de pasión en primer término en la que hay mucho de lo que ya hubo en su anterior película “Las horas”, es decir, un sumo cuidado por la exposición narrativa y mucha insinuación, mucho sentimiento soterrado, mucha emoción contenida expresada a través de un ritmo cadencioso de escenas en las que priman las miradas y lo que se dice entrelíneas de cada diálogo.

Lejos de su primera película, “Billy Elliot”, más asequible, el cine de Daldry exige un espectador maduro, aficionado al melodrama, más capaz para disfrutar con lo que sólo se insinúa y con paciencia para disfrutar un tipo de cine diferente al habitual (no creo que seamos conscientes del ritmo visual al que las películas de acción y las series no han acostumbrado pero se han convertido en la norma audiovisual a la que todo el mundo estamos acostumbrados).

En este cine los actores cobran un especial protagonismo y en esta ocasión son el joven David Cross y por su puesto, Kate Winslet, los que se apoderan del interés del espectador con una relación en pantalla que es el gran acierto de esta película por cómo está contada y por como deja el poso tan profundo para que el desenlace tenga la carga de profundidad anímica que tiene ya cuando aparece en escena un Ralph Fiennes que parece tan alicaído como su personaje.

Una buena película para un público muy concreto. Generalizar nunca es apropiado, pero las salas están llenas de gente mayor y de mediana edad, por algo será y es que cada género tiene su público aunque en este caso pienso que disfrutarla o no es una cuestión de sensibilidad y de estar con el ánimo adecuado. Muchas veces se va al cine para evadirse y si es así ésta no es la película idónea para hacerlo.