sábado, 28 de noviembre de 2009

La saga de “Crepúsculo”


De pronto, un día, oímos hablar de "Crepúsculo", una novela de Stephanie Meyer publicada en 2005 que se decía estaba siendo un éxito rotundo de ventas en Estados Unidos y al poco tiempo se empezó a escuchar que se había convertido en una serie, que tenía continuaciones tanto o más exitosas y que se había pensado en hacer una saga cinematográfica. Los artículos en revistas y periódicos se multiplicaron, la televisión y el cine presentaron trailers y anuncios y de pronto nos encontramos todos ante un fenómeno sociológico y mundial muy en la línea en cuanto a repercusión de "Harry Potter" o "Millenium" ante el cual da igual que tengas o no interés, porque te rodea quieras o no.

La saga de “Crepúsculo” es pues un buen ejemplo de los fenómenos mediáticos mundiales de la actualidad que, independientemente de su calidad, arrastran una legión de seguidores y nos rodean sin remisión. Uno no está al día si no ha visto, leído o ambas cosas “Crepúsculo”, lo cual es producto de operaciones de marketing y por tanto hay que entender que hay mucho de producto comercial en la saga.

Por otro lado está el hecho de que dudo que ningún producto comercial lanzado a escala mundial pueda serlo sin poseer unos méritos, un cierto poder de captación, un cierto encanto.

Ante “Crepúsculo” hay dos posiciones extremos posibles, la de quienes se dejan llevar por sus méritos (por pequeños que sean) y quedan atrapados en la maraña del impacto mediático y la de quienes rechazan el producto por el mero hecho de serlo, por el mero hecho de crear a su alrededor una parafernalia con la que por principios no se está de acuerdo. Hay en cambio una tercera posición en la que me gustaría situarme que es la de quien pretende valorar el fenómeno de una manera objetiva viendo en él sus aspectos positivos y negativos.

Pienso que la legión de fans que por ejemplo arroparon a los actores en la presentación de “Luna nueva” en Madrid a mediados de noviembre (supongo que mayoritariamente si no unánimemente público femenino) se quedan solo con lo que les atrae de la saga que es su tono romántico, el punto morbosillo del argumento y en el caso de las películas la percha de los actores. En el caso de los detractores y enemigos acérrimos pienso que se quedan con lo negativo que resulta que en la sociedad actual importe más el porte físico o sea tan importante el sentimentalismo desaforado que desprende esta saga.

A mí personalmente no me interesa ni lo primero ni lo segundo. Sólo me interesa si un libro o una película me atrapan, me emocionan, me llegan, me entretienen y yendo ya al grano hablaré sobre el “Crepúsculo” y la “Luna nueva” cinematográficos que es de lo que puedo hablar porque los he visto.



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Título original: Twilight
País: Estados Unidos
Fecha de estreno: 05/12/2008
Duración: 122 min.
Género: Drama, Romance, Thriller, Fantástico
Reparto: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Billy Burke, Ashley Greene, Nikki Reed, Jackson Rathbone, Kellan Lutz, Peter Facinelli, Cam Gigandet, Taylor Lautner
Guión: Melissa Rosenberg
Distribuidora: Aurum Producciones
Productora: Summit Entertainment, Maverick Films, Goldcrest Pictures, Imprint Entertainment, Temple Hill Entertainment, Twilight Productions


“Crepúsculo” me gustó, le encontré un punto interesante porque el planteamiento era de una cierta originalidad al presentar una historia de amor entre un vampiro y una humana sin caer en la ñoñería. De hecho se aprovechaba bastante bien el morbo y el conflicto que emanan del argumento y de la idea original, se incorporaba el plus de lo que supondría el encuentro en el ambiente cotidiano de un instituto, el fantástico se inmiscuía de manera efectiva en el mundo real y visualmente su directora Catherine Harwicke (responsable de la interesante “Thirteen” apostaba por un estilo indie e independiente que resultaba novedoso y peculiar).

Por su puesto “Crepúsculo” no era la mejor película posible (en poco tiempo se estrenó “Déjame entrar” y con un argumento similar aunque un planteamiento radicalmente distinto lo demostró), pero era una película correcta, entretenida y atrapó a mucha gente por su tono romántico y porque sus actores estaban muy bien escogidos para crear una legión de admiradoras adolescentes, especialmente Kristen Stewart, Robert Pattison y Taylor Lauttner (y con esto no digo que sean buenos actores, digo que están bien “escogidos”). Particularmente eché de menos que la película desarrollara más el componente terrorífico o fantástico del argumento y que se centrara tanto en el microcosmos de la adolescencia-juventud, pero es que al menos en la saga cinematográfica por lo que se ha apostado es por ello, por el melodrama adolescente y no por el fantástico adulto. Quizás se entienda mejor si digo que no se trata de una película fantástica de vampiros, sino más bien de un melodrama en que los personajes son chavales de dieciséis años que no pueden estar juntos porque Bella es humana y Edward un vampiro que la condenaría si se dejara llevar por lo que desea. No sé si se entiende, pero pienso que la sutil diferencia es la clave tanto del rechazo de unos como de la pasión de otros ¿o debería decir “otras”?.

Lo bueno que tenía “Crepúsculo” creo que era sobretodo su directora Catherine Harwicke tanto por el estilo visual que imprimió a la película, que la hacía diferente y con cierto halo de película independiente, como por lo bien que convirtió los devaneos sentimentales de los adolescentes protagonistas en una incursión en el mundo de los institutos tamizada por el toque fantástico que supone el que algunos de ellos sean vampiros y por el particular tono lírico que tenían las imágenes (aunque parte de la crítica considera que todo ello era responsabilidad del director de fotografía y del montaje). La trama y el ritmo de la película además eran apropiados y no se echaban de menos las dosis de acción típicas de este tipo de películas, que no llegaban hasta el final y que probablemente no estuvieron tan bien resueltas o al menos a mí no me convencieron del todo (quizás porque Harwicke era no era tan buena opción para las escenas de acción o porque los recursos para los efectos visuales eran escasísimos).




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Título original: The Twilight Saga: New Moon
País: Estados Unidos
Año: 2009
Fecha de estreno: 18/11/2009
Duración: 130 min.
Género: Romance, Thriller, Terror, Fantástico
Calificación: No recomendada para menores de 13 años
Reparto: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Ashley Greene, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Kellan Lutz, Nikki Reed, Jackson Rathbone, Bronson Pelletier
Guión: Melissa Rosenberg
Distribuidora: Aurum
Productora: Summit Entertainment

En “Luna nueva”, tras el éxito mundial de la primera parte, se nota un planteamiento diferente por completo. La productora, Summit, tras toparse con un rotundo éxito económico (les costó 30 millones de dólares hacerla y recaudaron más de diez veces más) y después de las dificultades con Harwicke en el rodaje decidieron sustituirla por Chris Weitz, el director de “La brújula dorada”, un director “de encargo” y a las órdenes de producción para hacer una película visualmente más asequible, más luminosa, más proclive a dar a su público lo que quería ver (incluidos torsos desnudos de sus protagonistas femeninos que son jaleados con gritos y gemidos en las plateas, en fin, un argumento a favor de los detractores).

El caso es que visualmente “Luna nueva” ya no es peculiar y argumentalmente se centra sobretodo en los devaneos sentimentales de sus protagonistas resultando en muchos momentos pastelona, lenta cuando pretende ser melancólica y sentimental y ñoña en algunos momentos cuando el morbo debería impedirlo, perfecta para el público al que quiere atrapar pero ya no tan atractiva para el resto. No dudo que habrá muchísimas chicas jóvenes y chicos quizás también (aunque la emoción masculina se activa con resortes muy diferentes) que quedarán atrapados por el tono romántico y melancólico de la película, pero dudo que resistan esas sensaciones en su memoria o en visionados posteriores porque los actores distan mucho de trasmitir realmente lo que pretenden (la mejor del trío principal me parece no obstante Kristen Stewart) y la película se ve afectada por una importante falta de intensidad que sólo se recupera en los pocos momentos en los que se opta por la acción (tampoco bien resuelta pero sí más trepidante al menos).

El triángulo sentimental tenía su interés, pero lo realmente poderoso en esta continuación desde el punto de vista argumental era el acoso de Victoria y el asunto de los Volturi que han quedado en un segundo plano porque a la productora le interesaba más tener en pantalla todo el tiempo posible a sus tres actores principales y en especial a Taylor Lauttner con su impresionante físico o a Robert Pattison con sus rasgos angulosos y su expresión inquietante obnubilando a adolescentes. Pienso que ha sido un error porque eliminando o acelerando escenas en las que se toman demasiado tiempo o se insiste en exceso en primeros planos en los que apenas pasa nada, se podría haber dado más tiempo a las subtramas.

En definitiva una película argumentalmente entretenida, pensada esencialmente para un público adolescente pero que, en realidad, pese a su descomunal éxito comercial a nivel mundial, está peor resuelta de lo que podría haberlo estado (al menos es inferior a la primera parte y se ha desaprovechado lo bueno que aquella aportaba). Para demostrarlo solo diré que no se siente miedo cuando debería haberlo (¿alguien lo siente cuando los licántropos se transforman?), que no hay la tensión que debería haber en las escenas en que se busca (¿acaso la hay al final en el desenlace, que se resuelve de manera facilona y torpe) y que el conflicto sentimental de la protagonista no es tan intenso como debería (la relación de Bella con Edward y Jacob y sus dudas daban para muuuuuucho más).
La curiosidad: Javier Aguirresarobe como director de fotografía.

La tercera parte llegará en junio, ya está rodada y la presentará el director David Slade (“Hard Candy” y “30 días de oscuridad”) y la cuarta aún está en fase de preproducción. Veremos qué nos deparan las continuaciones, en principio “Eclipse” según cuentan quienes han leído las novelas tiene más meollo.