sábado, 28 de noviembre de 2009

"Ponyo en el acantilado" (Hayao Miyazaki, 2008)




****
Título original: Gake no ue no Ponyo
País: Japón
Fecha de estreno: 24/04/2009
Duración: 100 min.
Género: Familiar, Animación, Aventuras
Calificación: Apta para todos los públicos
Reparto: Yuria Nara, Hiroki Doi, Jôji Tokoro, Tomoko Yamaguchi, Yuki Amami, Kazushige Nagashima, Akiko Yano, Shinichi Hatori, Tokie Hidari, Emi Hiraoka
Guión: Hayao Miyazaki
Web: www.ghibli.jp/ponyo
Distribuidora: Aurum
Productora: Toho Company, Nippon Television Network Corporation (NTV), Studio Ghibli, DENTSU Music And Entertainment, Mitsubishi, Hakuhodo DY Media Partners, Walt Disney Company, The, Asahi Soft Drinks Company, Lawson, Yomiuri Shimbun


Supongo que a estas alturas a ningún aficionado a la animación se le escapa que estamos viviendo una época dorada de este género a nivel cinematográfico con varios estudios compitiendo por sacar uno o dos títulos al año y entre los que los pesos pesados se encuentran la norteamericana Pixar y los japoneses Estudios Ghibli.

El "buque insignia" de Ghibli es Hayao Miyazaki, el maestro de la animación japonesa, que desde que colaborara con Isao Takahata en las series Heidi, Marco, Ana de las Tejas Verdes o La abeja Maya para el estudio Zuiyô Enterprise se ha dedicado a la animación tradicional llegando hasta nuestros días con un puñado de trabajos soberbios, auténticas obras maestras del género.

La filmografía de Hayao Miyazaki cabe calificarla de "impresionante":

Lupin III: El castillo de Cagliostro (Rupan sansei: Kariosutoro no shiro), 1979 ****
Nausicaä del valle del viento (Kaze no tani no Naushika), 1984 ****
El castillo en el cielo (Tenku no shiro Rapyuta), 1986 ****
Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro), 1988 ****
Nicky, la aprendiz de bruja (Majo no takkyūbin), 1989 ***
Porco Rosso (Kurenai no buta), 1992 ****
La princesa Mononoke (Mononoke Hime), 1997 ****
El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi), 2001 *****
El castillo ambulante (Hauru no ugoku shiro), 2004 ****
Ponyo en el acantilado (Gake no ue no Ponyo), 2008 ****

Particularmente su obra maestra es "El viaje de Chihiro", óscar a mejor película de animación, y su producción más reciente me resulta la mejor, sin que eso suponga un demérito para las anteriores películas, ya digo que simplemente son apreciaciones y gustos personales porque desde un punto de vista objetivo toda su obra resulta exquisita.

"Ponyo en el acantilado" es otra delicia visual al nivel de sus últimos trabajos, pero regresando de alguna manera al tono más infantil de "Mi vecino Totoro", quizás más asequible para los espectadores más jóvenes.

Si se piensa a fondo "Ponyo" viene a ser una revisitación del clásico de la sirenita pero tamizado por la idosincrasia del cine de Miyazaki, que gusta de entremezclar el mundo real con un peculiar mundo de "dioses" en el que visualmente casi todo es posible.

El conflicto producido por el encuentro entre los seres humanos y los "dioses" le ha dado a Miyazaki sus mejores resultados en los últimos años y vuelve a repetir la fórmula en esta ocasión porque Ponyo no es realmente la sirenita, es un ser ajeno a la realidad, con capacidad para hacer "magia" y de amar a su amigo Sosuke de forma tan inocente como destructivas son las fuerzas de la naturaleza que provoca su incursión en el mundo real. Me encanta esto de Miyazaki, realmente no hay buenos ni malos en sus películas, al menos entre sus dioses, sólo hay fuerzas de la naturaleza, energías, seres que simplemente actuando como son y como han sido creados provocan consecuencias que escapan a su control o su deseo. Ponyo en este caso solo quiere estar y querer a Sosuke, pero en su afán, la naturaleza se desequilibra y se producen Tsunamis. Me parece que esta seña de identidad en todo el cine de Miyazaki es un magnífico recurso para demostrar que es un error etiquetar a los demás como buenos o malos ya que lo importante es entenderlos.

Esta película resulta conmovedora, como todas las de este director, pero como sucedía con Totoro el personaje de Ponyo resulta especialmente atractivo para el público más infantil y todos los acontecimientos se centran en su relación con otro niño pequeño, Sosuke, por lo que la perspectiva es esencialmente infantil y de un tono amable. Además no se prodiga demasiado en requiebros abstractos ni argumentales ni visuales como sí ocurría por ejemplo con "La princesa Mononoke" o "El viaje de Chihiro" y la trama viene a ser una aventura infantil no muy difícil de seguir pese a la interacción entre la realidad y la ficción.

Como todas las películas de Miyazaki, las fuerzas desatadas de la naturaleza y la intervención de los "dioses" da lugar a las imágenes más impactantes, de las que yo destacaría en este caso al momento, fascinante, en que Ponyo persigue corriendo sobre las olas a Sosuke o las escenas en que Ponyo y Sosuke usan el pequeño barquito de juguete para navegar y buscar a la madre de éste.

También resulta especialmente atractivo el diseño del pueblo en el que vive Sosuke con su madre y el faro que es también su casa, que se ven casi siempre con una perspectiva aérea muy del gusto de Miyazaki como se puede comprobar en muchos de los argumentos de sus otras películas.

En definitiva una película ideal para dejar volar la imaginación de los peques pero también para recuperar la infancia e introducirse en un mundo mágico que nadie recrea mejor que Hayao Miyazaki, un director único.