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Título original: Clash of the titans.
País: USA.
Duración: 106 min.
Género: Acción, aventuras, fantástico.
Interpretación: Sam Worthington (Perseo), Liam Neeson (Zeus), Ralph Fiennes (Hades), Gemma Arterton (Io), Alexa Davalos (Andrómeda), Jason Flemyng (Calibos/Acrisio), Danny Huston (Poseidón), Mads Mikkelsen (Draco), Pete Postlethwaite (Spyros), Luke Evans (Apolo), Izabella Miko (Athena), Liam Cunningham (Solon), Hans Matheson (Ixas), Nicholas Hoult (Eusebio).
Guión: Phil Hay, Travis Beacham y Matt Manfredi; basado en la película “Furia de titanes” (1981), dirigida por Desmond Davis y escrita por Beverly Cross.
Producción: Basil Iwanyk y Kevin De La Noy.
Música: Ramin Djawadi.
Fotografía: Peter Menzies Jr.
Montaje: Martin Walsh y Vincent Tabaillon.
Diseño de producción: Martin Laing.
Vestuario: Lindy Hemming.
Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Estreno en USA: 2 Abril 2010.
Estreno en España: 31 Marzo 2010.
Esta “Furia de titanes” del director Louis Leterrier (“Danny the dog”, “Transporter 2” y “El increíble Hulk”) es la típica película de evasión y aventuras plagada de efectos especiales y dirigida para pasar el rato, es decir, lo que llamamos “cine espectáculo” y siempre me surgen dudas con este tipo de películas sobre la puntuación que otorgarles.
Para ser más claro dudaría entre dos estrellas o tres sobre cinco ¿Doy por bueno que la película me ha entretenido, que es para lo que está hecha o me pongo puntilloso y le saco pegas, porque tenerlas las tiene? Pues no sé, supongo que el mero hecho de haberme entretenido debería ser suficiente, así que le pongo tres (que intuyo que con el tiempo y la perspectiva se convertirá en un dos), pero si se lee esta reseña para decidir si verla o no, que se sepa el porqué del tres.
Argumentalmente el asunto es bastante sencillo y se basa, evidentemente, en la mitología griega y en otra película de 1981 de Desmond Davies con el mismo título. Perseo (con la geta del últimamente ubicuo Sam Worthington que ya hemos visto en menos de un año en “Terminator salvation” y “Avatar”), hijo de Zeus y Danae se enfrenta a la ira de Hades contra los reyes de Argos, que ha decidido enviar al Kraken contra la ciudad si no sacrifican a la princesa Andrómeda en un plazo de una semana. A partir de esta premisa todo consiste en aventura, acción y muchos efectos especiales.
Evidentemente las imágenes, en su mayoría, son espectaculares y la aventura destila épica gracias a los típicos recursos de este tipo de cine: unos efectos especiales de última generación, un sonido envolvente y grandilocuente y una banda sonora rimbombante y atronadora. Mantener la boca abierta está garantizado y el ritmo visual de la película es adecuado, así que podríamos decir que Leterrier ese ha convertido en un director de encargo eficaz para la taquilla (esta vez a las órdenes de Warner Bros. Y Legendary pictures).
Ahora bien, si nos ponemos exigentes es cuando la película cojea. Seámoslo sólo para no ser conformistas (el que quiera entretenimiento sin más, que no lo dude y se vaya a ver la película sin leer más, pocas películas habrá en estos momentos que lo sean tanto).
Lo primero que me gustaría destacar es que, aunque se intenta cuidar un poco el meollo argumental y presentar adecuadamente a los personajes (cosa que es menos habitual en el cine de acción de lo que parece y nos gustaría) no se logra darles la profundidad necesaria. Simplemente se dan meros esbozos, una explicación somera que nos permita saber los porqués de la acción, pero se echa de menos una mayor implicación emocional con todos ellos. Voy a explicarlo de otro modo: sí se ve por ejemplo en el padre adoptivo de Perseo (magnífico Pete Postlewhite) dolor, humanidad y afecto. Es un personaje que llega y que está bien desarrollado a pesar de su escasa presencia en pantalla, pero el resto de personajes tienen escaso arraigo en nuestro ánimo, poco más o menos se nos dice quienes son y se les pone a actuar, no hay mucho tiempo para nada y la gente en el cine quiere acción (es lo que habrán pensado los productores). El propio Perseo, al que Worthington no da apenas profundidad emocional, es simplemente una máquina de matar (un poco a lo Terminator) y eso inevitablemente nos deja emocionalmente fríos viendo la película. Pasa lo mismo con Liam Neeson y Ralph Fiennes, que desarrollan en teoría el principal enfrentamiento dramático de la película y están para matarlos, parecen interpretar con desinterés (especialmente Fiennes). Pienso que esto es un lastre desde un punto de vista emocional que era preciso porque se trata de una película épica. No ocurre en todos los casos, milagrosamente algunos personajes logran atraparnos gracias a la interpretación de sus actores pese a sus escasos minutos (un logro a tener en cuenta, sobretodo por parte de Mads Mikkelsen, Draco).
Por otro lado la película se toma un cierto tiempo en su presentación, necesario para explicar los resortes argumentales de la historia, pero rápidamente se pasa a la acción en sí que es el verdadero leit motiv de la película. Por esta vez voy a estar de acuerdo con los productores en que lo que la gente quiere ver en el cine es lo que se ve en el segundo tramo de película, acción continua casi sin respiro, pero sólo porque la primera parte no termina de estar bien desarrollada y seguramente el haber dosificado mejor las escenas de acción hubiera dado más empaque a la película. Todo eso por no hablar de unos diálogos un poquito flojos, cargados de frases rimbombantes para la galería.
Tengo además de esto la sospecha de que los efectos especiales, que no son de ninguna compañía de efectos visuales de las importantes, no soportarán bien el paso del tiempo porque en algún momento “cantan” un poquito (flojita flojita Medusa, mucho mejor Pegaso) y a veces el querer rizar el rizo es contraproducente porque resta credibilidad. Indudablemente las imágenes con los escorpiones gigantes, con Medusa o con el Kraken son visualmente impresionantes, pero resultan excesivos y tarde o temprano serán superados porque esto de la tecnología avanza que da gusto.
Así pues, una película que entretenida lo es un rato, que os lo hará pasar bien y soltar adrenalina, que a veces es de lo que se trata, pero que no deja de ser la última gran película de acción, la película palomitera del momento y será superada y olvidada That’s enterteinment, que no es poco. A mí me gusta (siendo consciente de sus peros, claro).
Título original: Clash of the titans.
País: USA.
Duración: 106 min.
Género: Acción, aventuras, fantástico.
Interpretación: Sam Worthington (Perseo), Liam Neeson (Zeus), Ralph Fiennes (Hades), Gemma Arterton (Io), Alexa Davalos (Andrómeda), Jason Flemyng (Calibos/Acrisio), Danny Huston (Poseidón), Mads Mikkelsen (Draco), Pete Postlethwaite (Spyros), Luke Evans (Apolo), Izabella Miko (Athena), Liam Cunningham (Solon), Hans Matheson (Ixas), Nicholas Hoult (Eusebio).
Guión: Phil Hay, Travis Beacham y Matt Manfredi; basado en la película “Furia de titanes” (1981), dirigida por Desmond Davis y escrita por Beverly Cross.
Producción: Basil Iwanyk y Kevin De La Noy.
Música: Ramin Djawadi.
Fotografía: Peter Menzies Jr.
Montaje: Martin Walsh y Vincent Tabaillon.
Diseño de producción: Martin Laing.
Vestuario: Lindy Hemming.
Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Estreno en USA: 2 Abril 2010.
Estreno en España: 31 Marzo 2010.
Esta “Furia de titanes” del director Louis Leterrier (“Danny the dog”, “Transporter 2” y “El increíble Hulk”) es la típica película de evasión y aventuras plagada de efectos especiales y dirigida para pasar el rato, es decir, lo que llamamos “cine espectáculo” y siempre me surgen dudas con este tipo de películas sobre la puntuación que otorgarles.
Para ser más claro dudaría entre dos estrellas o tres sobre cinco ¿Doy por bueno que la película me ha entretenido, que es para lo que está hecha o me pongo puntilloso y le saco pegas, porque tenerlas las tiene? Pues no sé, supongo que el mero hecho de haberme entretenido debería ser suficiente, así que le pongo tres (que intuyo que con el tiempo y la perspectiva se convertirá en un dos), pero si se lee esta reseña para decidir si verla o no, que se sepa el porqué del tres.
Argumentalmente el asunto es bastante sencillo y se basa, evidentemente, en la mitología griega y en otra película de 1981 de Desmond Davies con el mismo título. Perseo (con la geta del últimamente ubicuo Sam Worthington que ya hemos visto en menos de un año en “Terminator salvation” y “Avatar”), hijo de Zeus y Danae se enfrenta a la ira de Hades contra los reyes de Argos, que ha decidido enviar al Kraken contra la ciudad si no sacrifican a la princesa Andrómeda en un plazo de una semana. A partir de esta premisa todo consiste en aventura, acción y muchos efectos especiales.
Evidentemente las imágenes, en su mayoría, son espectaculares y la aventura destila épica gracias a los típicos recursos de este tipo de cine: unos efectos especiales de última generación, un sonido envolvente y grandilocuente y una banda sonora rimbombante y atronadora. Mantener la boca abierta está garantizado y el ritmo visual de la película es adecuado, así que podríamos decir que Leterrier ese ha convertido en un director de encargo eficaz para la taquilla (esta vez a las órdenes de Warner Bros. Y Legendary pictures).
Ahora bien, si nos ponemos exigentes es cuando la película cojea. Seámoslo sólo para no ser conformistas (el que quiera entretenimiento sin más, que no lo dude y se vaya a ver la película sin leer más, pocas películas habrá en estos momentos que lo sean tanto).
Lo primero que me gustaría destacar es que, aunque se intenta cuidar un poco el meollo argumental y presentar adecuadamente a los personajes (cosa que es menos habitual en el cine de acción de lo que parece y nos gustaría) no se logra darles la profundidad necesaria. Simplemente se dan meros esbozos, una explicación somera que nos permita saber los porqués de la acción, pero se echa de menos una mayor implicación emocional con todos ellos. Voy a explicarlo de otro modo: sí se ve por ejemplo en el padre adoptivo de Perseo (magnífico Pete Postlewhite) dolor, humanidad y afecto. Es un personaje que llega y que está bien desarrollado a pesar de su escasa presencia en pantalla, pero el resto de personajes tienen escaso arraigo en nuestro ánimo, poco más o menos se nos dice quienes son y se les pone a actuar, no hay mucho tiempo para nada y la gente en el cine quiere acción (es lo que habrán pensado los productores). El propio Perseo, al que Worthington no da apenas profundidad emocional, es simplemente una máquina de matar (un poco a lo Terminator) y eso inevitablemente nos deja emocionalmente fríos viendo la película. Pasa lo mismo con Liam Neeson y Ralph Fiennes, que desarrollan en teoría el principal enfrentamiento dramático de la película y están para matarlos, parecen interpretar con desinterés (especialmente Fiennes). Pienso que esto es un lastre desde un punto de vista emocional que era preciso porque se trata de una película épica. No ocurre en todos los casos, milagrosamente algunos personajes logran atraparnos gracias a la interpretación de sus actores pese a sus escasos minutos (un logro a tener en cuenta, sobretodo por parte de Mads Mikkelsen, Draco).
Por otro lado la película se toma un cierto tiempo en su presentación, necesario para explicar los resortes argumentales de la historia, pero rápidamente se pasa a la acción en sí que es el verdadero leit motiv de la película. Por esta vez voy a estar de acuerdo con los productores en que lo que la gente quiere ver en el cine es lo que se ve en el segundo tramo de película, acción continua casi sin respiro, pero sólo porque la primera parte no termina de estar bien desarrollada y seguramente el haber dosificado mejor las escenas de acción hubiera dado más empaque a la película. Todo eso por no hablar de unos diálogos un poquito flojos, cargados de frases rimbombantes para la galería.
Tengo además de esto la sospecha de que los efectos especiales, que no son de ninguna compañía de efectos visuales de las importantes, no soportarán bien el paso del tiempo porque en algún momento “cantan” un poquito (flojita flojita Medusa, mucho mejor Pegaso) y a veces el querer rizar el rizo es contraproducente porque resta credibilidad. Indudablemente las imágenes con los escorpiones gigantes, con Medusa o con el Kraken son visualmente impresionantes, pero resultan excesivos y tarde o temprano serán superados porque esto de la tecnología avanza que da gusto.
Así pues, una película que entretenida lo es un rato, que os lo hará pasar bien y soltar adrenalina, que a veces es de lo que se trata, pero que no deja de ser la última gran película de acción, la película palomitera del momento y será superada y olvidada That’s enterteinment, que no es poco. A mí me gusta (siendo consciente de sus peros, claro).