domingo, 24 de octubre de 2010

“Cómo entrenar a tu dragón” (Chris Sanders y Dean DeBlois, 2010)

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Título original: How to train your dragon.
País: EEUU.
Duración: 98 min.
Género: Animación, aventuras, acción.
Doblaje original: Jay Baruchel (Hipo), Gerard Butler (Estoico), America Ferrera (Astrid), Jonah Hill (Patán Mocoso), Christopher Mintz-Plasse (Patapez), Kristen Wiig (Brusca), T.J. Miller (Chusco), Craig Ferguson (Bocapodrida).
Guión: Will Davies, Dean DeBlois y Chris Sanders; basado en el libro de Cressida Cowell.
Producción: Bonnie Arnold.
Música: John Powell.
Montaje: Darren Holmes y Maryann Brandon.
Dirección artística: Kathy Altieri y Pierre-Olivier Vincent.
Distribuidora: Paramount Pictures Spain.
Estreno en USA: 26 Marzo 2010. Estreno en España: 26 Marzo 2010.

La división de animación de Dreamworks se ha ido afianzando con el paso del tiempo y aunque, por supuesto, no llega al extraordinario nivel de Pixar ha de tenerse en cada nuevo título muy en cuenta.

Si echamos la vista atrás nos encontramos con algunos títulos francamente conseguidos desde que se estrenara “Antz” allá por 1998, después vinieron “Evasión en la granja” y las dos primeras partes de“Shrek”, “El espantariburones”, “Madagascar”, “Wallace y Gromit” en colaboración con Aardman Animations, “Over the edge”, “Ratónpolis” (una de mis favoritas y a mi juicio infravalorada quizás por su escasa suerte en taquilla) y cuando la compañía parecía flaquear un poco con títulos menores aunque siempre entretenidos como “Bee movie”, “Kung Fu panda”, “Madagascar 2” o “Monstruos contra alienígenas” llegó este año “Como entrenar a tu dragón” que con permiso de las dos primera entregas de “Shrek” a mí me parece la película más completa que han producido.

Casi todos los títulos de animación de Dreamworks se caracterizan por un notable sentido del humor, conscientes de que hacer reír o sonreír (que no es lo mismo) es una baza vital para ganar público de todas las edades, pero no siempre me han parecido atinados. La comedia les ha funcionado con altibajos por así decirlo, así que se ha operado un cambio de género que creo que les ha venido muy bien.

“Cómo entrenar a mi dragón” tiene momentos divertidos, que hacen reír, situaciones cómicas, pero ante todo es una película de aventuras, de acción incluso y habla sobre la amistad entre un niño y un dragón, sobre prejuicios, sobre relaciones paterno-filiales y sociales, es algo más que una película para niños y ahí radica su éxito sobretodo cuando ya ha quedado claro desde hace años que las películas de animación ya no son para los más pequeños, sino para toda la familia y atrás quedaron ñoñerías, canciones cursis y tratamientos edulcorados para no herir sensibilidades que es algo que pertenece a otros tiempos.

En esta película nos encontramos a un pueblo vikingo asolado por los ataques de feroces dragones, a cual más peligroso y el resultado de esos enfrentamientos son casas quemadas, animales de granja devorados o personas con miembros amputados. Bueno, lo estoy poniendo muy tétrico y no lo es tanto, pero quiero dar a entender que hay una amenaza seria, que se siente el peligro, lo que es poco habitual en una película de animación.

El protagonista es Hipo, un chaval inadaptado en su pueblo a pesar de ser el hijo del jefe, que cree que quiere ser como el resto, pero que realmente no lo es, lo que convierte en alguien especial. El tema es algo ya visto, pero lo cierto es que funciona, que te conmueve y atrapa tu interés y que funciona porque terminas identificándote con el personaje y sintiendo como tuyo todo lo que le pasa que es una gran aventura en la que tiene cabida un poquito de todo: cierto suspense, unas gotitas de inquietud, acción, sonrisas, emoción y más sorpresas de las que uno espera, la verdad.

El tema central es la amistad entre Hipo y un dragón (“Desdentado” le llama aunque sólo lo parece), el más veloz, el más peligroso, “Furia nocturna” que es un pleno acierto del equipo de diseño (terrible o amoroso según sus expresiones o la forma de sus ojos), al igual que el resto de personajes, que escapan un poco del trazo habitual al que estamos acostumbrados en la animación. Tiene además esta película algo que la hace especial y es su sentido de la espacialidad, logrado a través de una planificación de escenas que ponen el acento en los movimientos de la cámara, sobredimensionado así la acción como si de una película real se tratara (fijaros en que la cámara parece moverse por un espacio real y juega con ello, rodea a los personajes, hace travellings o vuela literalmente con los dragones y todas las escenas muestran fondos en los que están ocurriendo cosas con lo que se consigue un toque realista muy efectivo).

Por supuesto sonido, música, diseño, todo está muy cuidado y se coordina a la perfección para que la historia funcione. En este sentido la banda sonora de John Powell me parece magnífica y también el trabajo con el sonido que convierte a los dragones de hecho en seres más amenazadores sobretodo en el tramo final que es el no va más.

El film ha cosechado excelentes críticas aunque también otras que la consideran un mero videojuego transformado en película (será por las escenas de vuelo de los dragones, yo para nada estoy de acuerdo) y el caso es que suena con fuerza de cara a los óscars, aunque sólo sea en el apartado de mejor película de animación donde se encontrará con “Toy story 3” que sin duda es otra maravilla. Hasta entonces ya veremos, pero yo os recomiendo que la veais porque merece la pena.