martes, 2 de agosto de 2011

“Cisne negro” (Darren Aranofsky, 2010)

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Título original: Black swan.
País: EEUU.
Duración: 110 min.
Género: Drama, thriller psicológico.
Reparto: Natalie Portman (Nina), Vincent Cassel (Thomas Leroy), Mila Kunis (Lily), Barbara Hershey (Erica), Winona Ryder (Beth).
Guión: Mark Heyman, Andrés Heinz y John McLaughlin; basado en un argumento de Andrés Heinz.
Producción: Mike Medavoy, Arnold W. Messer, Brian Oliver y Scott Franklin.
Música: Clint Mansell.
Fotografía: Matthew Libatique.
Montaje: Andrew Weisblum.
Diseño de producción: Thérèse DePrez.
Vestuario: Amy Westcott.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en USA: 3 Diciembre 2010.
Estreno en España: 18 Febrero 2011.
No recomendada para menores de 12 años.


Sí, la verdad es que me lo he tomado con calma para reseñar una de las mejores películas del último año, candidata a 5 óscars entre los que estaba el de mejor película y por la que Natalie Portman ganó el premio a mejor actriz.

En pleno estado de gracia tras conquistarnos a muchos con su fantástica “El luchador”, Darren Aranofsky redondeó su trayectoria previa con esta película que pasará a la historia por la actuación de Natalie Portman y en la que, de alguna forma hizo confluir sus logros fílmicos tanto en el drama (véase la mencionada “El luchador”) como en la exploración psicológica de personajes (véase la no menos excelente aunque difícil de digerir “Réquiem por un sueño”).

“Cisne negro” es lo que parece pero también resulta sorprendente porque no te topas con lo que esperas si sólo te sueltan de qué va sin profundizar en los intríngulis. Hagamos la prueba: os puedo decir a quienes no la hayais visto que trata sobre una bailarina de ballet (Natalie Portman) que ansía conseguir un papel en la representación de “El lago de los cisnes” que organiza un prestigioso director artístico de una compañía de Nueva York (Vicent Cassel). Quienes la hayáis visto os daréis cuenta que así es, pero que sólo he descrito la punta del iceberg y es que el argumento tal cual sólo es eso, la punta de un gigantesco iceberg con el que Aranofsky explora los claroscuros de un personaje con luces y sombras.






















Particularmente esta película me pareció magnífica, te atrapa, te zarandea, te noquea y te abruma y convierte un drama en una auténtica pesadilla. Alerta quien la quiera ver porque seguramente termine descuadrando y porque seguramente no se esperan los excesos tanto estilísticos como argumentales con los que Aranofsky transforma la narración. El director usa todo tipo de recursos a su alcance (cámara, iluminación, puesta en escena, montaje, interpretaciones e incluso decoración) para desconcertarnos y llevarnos a su terreno, que consiste esencialmente en la exploración fílmica de una obsesión enfermiza.

Seguramente la mejor forma de ver “Cisne negro” es sin información previa, dispuesto a dejarse llevar, que pienso que es la manera en la que el impacto anímico es mayor pero lo que probablemente más me gustó de la película es que aún con algo de información a priori terminas KO a posteriori. Verla es en cierto modo una experiencia traumática, pero también fascinante. Literalmente penetras en el interior del personaje de Natalie Portman (Nina Sayers) y acabas compartiendo sus fantasmas, sus anhelos y sus deseos más que verlos en cabeza ajena y desde luego el resultado es más terrorífico que dramático.

Aranofsky demuestra toda su valía tras la cámara porque nos maneja a su antojo provocándonos distintas sensaciones que son un camino hacia el conocimiento. En el fondo la película es una exploración del interior del Nina, de su luz y de su oscuridad, de su parte positiva y de su parte negativa, de su cisne blanco y su cisne negro y en ese juego Aranofsky está representando también el propio “Lago de los cisnes”.

La actuación de Natalie Portman es por supuesto sobresaliente y pocas veces ha habido más justicia en la concesión de un óscar (por cierto el doblaje es magnífico, pero la versión original espectacular), pero sería injusto no destacar también a Vicent Cassel y sobretodo a Barbara Hershey y Mila Kunis (por mucho que su relación con Macaulay Culkin y la declaración que le hizo un marine hayan sido los motivos por los que más se ha hablado de ella). En mi opinión el reparto trabaja al completo a un altísimo nivel.




















Aclarado en las líneas anteriores que sólo se parece a clásicos del cine sobre ballet como “Paso decisivo” o “Las zapatillas rojas” en el tema central yo diría que esta película se acerca más bien a otras como “Eva al desnudo”, “Repulsión”, “El inquilino” o el anime “Perfect blue” (Aranofsky reconoce la influencia de las dos películas de Polanski en concreto) pero barnizada por un toque de thriller psicológico que sólo podía conseguir Aranofsky, un amante de los excesos con la cámara y la puesta en escena, que en más de un momento pueden producir un notable agobio en función de la sensibilidad del espectador. En concreto la historia parece perder “suelo” de pronto en su tramo final y se tambalea en una suerte de loca ensoñación que torna en pesadilla (¡¡¡malditos dibujos!!!) y que hace que todo a partir de ese momento resulte de digestión difícil. Seguramente ahí reside su magia y también da razones a detractores para argumentar todo lo contrario y también los hay porque es una película que no deja indiferente porque o fascina o se la tacha de plato de mal gusto.

Tan importantes como las actuaciones son la posición de la cámara, la intensidad de la iluminación, los juegos de luces y sombras, el montaje, el contraste entre lo que parece y lo que es...Una puesta de escena muy estudiada en suma que habla muy bien de todo el equipo técnico y mucho mejor si cabe de Aranofsky.

Y desde luego la película es la inmersión en el interior de un personaje, pero también la materialización del propio “Lago de los cisnes” y la exploración del blanco y el negro, de las luces y las sombras, del bien y el mal que reside realmente en todos nosotros.

Recomiendo verla a toda costa, pero que conste que en la videoteca nunca ocupará las estanterías del drama sino del thriller psicológico y que hay que tener un poco de estómago ¡¡¡Cuidado con esto!!!! Y ya he dicho mucho, hubiera sido mejor toparse con el “pastel” de sopetón, aunque tampoco es recomendable si se es especialmente impresionable.



MIS ESCENAS FAVORITAS ¡¡¡¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!!!!

- Las primeras escenas en las que Nina se enfrenta a la prueba primero y a su madre después.
- Nina quedándose sola a ensayar.
- El enfrentamiento de Nina con su madre cuando vuelve a casa después de una noche de diversión.
- Casi todas las escenas de Barbara Hershey (Erica Sayers) con su hija, pero sobretodo aquella que le corta las uñas.
- Nina masturbándose sola en su habitación (una de las escenas criticadas por “excesivas” pero que resulta especialmente reveladora).
- La paranoia expresada de mil formas de manera visual con los cuadros, con espejos que no devuelven la imagen real, con imágenes intercaladas en el montaje, con sombras....
- La escena final en la que Nina se transforma literalmente en el cisne negro.