martes, 4 de junio de 2013

“Amor” (Michael Haneke, 2012)


La película europea del 2012, un drama sobre la vejez que disecciona el proceso vital por el que un matrimonio de ancianos llega al umbral de la muerte y que lo hace sin concesiones al público mostrando la situación en toda su crudeza.

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Título original: Amour.
Título internacional: Love.
Guión: Michael Haneke.
Países: Francia, Austria y Alemania.
Duración: 127 min.
Género: Drama.
Reparto: Jean-Louis Trintignant (Georges), Emmanuelle Riva (Anne), Isabelle Huppert (Eva), Alexandre Tharaud (Alexandre), William Shimell (Geoff).
Producción: Margaret Menegoz, Stefan Arnd, Veit Heiduschka y Michael Katz. Fotografía: Darius Khondji.
Montaje: Nadine Muse y Monika Willi.
Diseño de producción: Jean-Vincent Puzos.
Vestuario: Catherine Leterrier.
Distribuidora: Golem.
Estreno en Francia: 24 Octubre 2012.
Estreno en España: 11 Enero 2013.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Recomendada única y exclusivamente para quienes sepan cómo filma Haneke y lo que pretende conseguir y para quienes tengan la fuerza suficiente para presenciar algo por lo que todos pasamos en cabeza ajena o pasaremos en propia pero sobre lo que no nos gusta pensar...evidentemente es una película trascendente y muy bien hecha, pero hay que tener ganas e interés en verla, si no es mejor abstenerse.


Con esta película el director austriaco, Michael Haneke ganó el óscar a mejor película de habla no inglesa, la Palma de oro en Cannes, varios premios del cine europeo incluyendo el de mejor película, el César en Francia....por fin su trayectoria cinematográfica fue recompensada de forma unánime por crítica y público.

En cambio, y esto es algo que hay que advertir y que debe saberse, ni su cine ni ésta película tan reconocida son fáciles ni asequibles. Al revés, si por algo se caracteriza este director es por lo que te exige como espectador. No se puede decir que sus películas se disfruten, más bien se sufren y, eso sí, te dejan un poso que gana peso conforme te alejas del momento del visionado, quizás porque todo se relativiza y lo que queda es la sensación de haber sido zarandeado y de haber visto algo completamente distinto a lo habitual.

Desde ya recomendaría a todo aquel que entienda el cine como un mero pasatiempo que no viera esta película. No pretende entretener ni divertir. Es dura y es directa y evita ser conmovedora o aliviarnos con lo que vemos en ella, al revés, va al grano, a la esencia misma y al meollo sin artificio alguno: volverse viejo, perder las fuerzas e incluso la cordura, situarse en el umbral de la muerte es doloroso y terrible, mucho más cuando te sucede junto a un ser tan querido como puede ser tu marido o tu mujer y pierdes la esperanza porque no hay ya vuelta atrás.



Lo que cuenta esta película es simple: el proceso por el que un matrimonio de dos personas ya muy ancianas se va descomponiendo al ir perdiendo ella sus facultades físicas y mentales. Para mostrárnoslo Haneke no utiliza los recursos a los que estamos acostumbrados en otras películas y series como una banda sonora emotiva o momentos conmovedores que nos remueven por dentro y terminan transformando nuestra empatía por los personajes en lágrimas, no, este director podríamos decir que es la antítesis de Spielberg (y lo cito porque considero que es uno de los que mejor saben hacer lo que he dicho y ha influido en ese aspecto a toda una generación de directores que han seguido sus pasos).

Tampoco construye una historia y la desarrolla que sería algo con lo que nos sentiríamos cómodos narrativamente hablando...si por algo se caracteriza Haneke es por construir sus películas de tal modo que como espectadores nos sentimos incómodos y lo que vemos nos trastorna o nos inquieta o nos crispa. Marcas de estilo son por ejemplo las imágenes fijas, las escenas muy largas aún cuando da la impresión de que nada o muy poco sucede y los fueras de campo. Es cierto que con todo ello “estira” el tiempo y lo convierte en algo más real y tangible y también es cierto que no ver lo que queda fuera de la pantalla produce un cierto suspense por saber qué ocurre, pero todo forma parte de una forma de hacer cine que muchos espectadores no soportan.

Esta claro que Haneke hace el cine que quiere hacer y filma lo que quiere filmar. De ahí viene parte de la admiración que provoca en la crítica. Si algo puede decirse de él sin temor a equivocarse es que no se “vende” a públicos mayoritarios. Él hace lo que quiere y tú decides si te convence o no cómo lo hace. Así como la crítica está rendida a él por esto y muchas otras cosas, es perfectamente comprensible que gran parte del público rechace su forma de filmar. Desde luego “Amour” es, a pesar de que trata un tema interesante y al que deberíamos enfrentarnos todos, una película que para verla necesitas echarle un par de bemoles tanto por lo que cuenta por cómo lo cuenta convirtiéndose así en uno de los óscars a mejor película extranjera más atípicos de la historia de la Academia de Hollywood (por otra parte y a mi juicio completamente merecido) ya que no es eso lo que se suele premiar.

Al inicio de la película vemos a Anne muerta dentro de una habitación cerrada, descubierta por los bomberos. A continuación nos topamos con una imagen fija de un público en un teatro esperando el arranque de una representación, hemos retrocedido en el tiempo y nos van a contar qué ha pasado. Esa toma se mantiene durante bastante rato y nos obliga a buscar a Georges y Anne, un matrimonio mayor, profesores ambos de música clásica, los protagonistas, entre el público. Creo que es inevitable pensar que entre toda esa gente son dos personas más, ni más ni menos importantes que el resto, como lo seríamos cualquiera de nosotros en una situación similar.....Esa es la forma en la que Haneke sugiere ciertas ideas. Su película trata sobre ese matrimonio, sobre cómo se han hecho mayores pero se tienen el uno al otro y sobre cómo van a enfrentar la llegada de la muerte...Son dos personajes, pero podríamos ser cualquiera.





A partir de esa primera imagen se suceden a lo largo de la película una serie de escenas y situaciones yuxtapuestas una tras otra en la que no se nos cuenta una historia sino el progresivo deterioro de Anne y lo que Georges debe enfrentar. El director no se regodea en momentos truculentos ni en escenas emotivas (aunque los hay), más bien muestra de todo, también escenas cotidianas, el desarrollo es frío y muy lento, vas viendo lo que ocurre desde una cierta distancia y en ningún momento lo que sientes te desborda, digamos que observas todo como un proceso normal teniendo en cuenta el problema que deben enfrentar. Sin embargo me parece una de las películas más tristes y conmovedoras que he visto nunca, lo que sucede te termina calando el ánimo hasta lo más profundo porque lo sientes verosímil y tremendamente real, porque intuyes que te están mostrando lo que ya ha ocurrido a algún familiar tuyo o alguna persona cercana y que nunca llegaste a ver o precisamente porque lo viviste y fue más o menos así.

No nos gusta que nos hablen ni hablar de la muerte, no nos gusta sentirnos viejos ni pensar en la vejez, así que una película como ésta lo haga y lo haga de esta forma, acentuando cada minuto que transcurre con ese tempo tan lento y encogiéndonos el ánimo con dos personas que se intuyen buenas como Georges y Anne (geniales los dos actores por cierto) y que vemos que sufren puede llegar a hacerse insoportable. Por otro lado es casi mágico que alguien haya conseguido tal pericia cinematográfica como para llevar a cabo este proyecto sorprendiéndonos con su planteamiento y a la vez removiéndonos con lo que cuenta.

Es pues esta película terrible y hermosa a un tiempo, una experiencia dura como espectadores pero un regalo cinematográfico para quien sepa apreciarlo. Desde luego es un título que no puede dejarte indiferente: o lo aprecias o lo rechazas, en realidad muy en la línea de todo el cine de su director.

Particularmente me parece que es dificilísimo hacer esta película y que quede como ha quedado y que hay que tenerlos muy bien puestos para hacerla o al menos tener las ideas muy claras de lo que quieres conseguir sin que te importe demasiado el aplauso o el rechazo.....Haneke se arriesgó al máximo y obtuvo el aplauso, sobretodo de la crítica y de quienes han visto mucho cine y adoran las propuestas diferentes, porque lo que no cabe duda es que nadie ha hecho una película como ésta. De hecho no recuerdo ninguna película, salvo la adaptación del cómic “Arrugas” que trate sobre la vejez y sus implicaciones con tanta clarividencia y valentía. Es dura, sí, muy dura, pero es tan verosímil y despiadada como la vida misma.