viernes, 9 de octubre de 2015

“El desconocido” (Dani de la Torre, 2015)

Trepidante thriller de acción con una puesta en escena elegante y un desarrollo con nervio ideal para enganchar al público de inicio a fin. Si no termina de ser redonda quizás sea porque en el fondo resulta más previsible de lo que parece. En cualquier caso un título a aplaudir siendo la ópera prima de su director.

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País: España.
Duración: 98 min.
Género: Thriller.
Reparto: Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Goya Toledo, Elvira Mínguez, Fernando Cayo, Antonio Mourelos, María Mera, Ricardo de Barreiro.
Guión: Alberto Marini.
Música: Manuel Riveiro.
Estreno en España: 25 Septiembre 2015.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.









Recomendada para quienes disfrutan con los argumentos adrenalíticos y van al cine evadirse y si no les convence del todo el cine español igual de paso se llevan una sorpresa.
 


Hace no tanto, una película española como “El desconocido” era inconcebible y todo un acontecimiento porque no se hacían thrillers de acción. Ahora mismo no es tan rara avis e incluso coincide en cartelera con otra de acción que también es comedia, “Anacleto, agente secreto”. Algo ha progresado el cine español que se lanza también a la acción y apuesta por un tipo de cine en el que el principal objetivo es evadir al público de sus problemas cotidianos con nervio y adrenalina.

Dani de la Torre, que firma la película como director, acomete un proyecto ambicioso siguiendo la estela de Daniel Monzón y “Celda 211” o “El niño”, Alberto Rodríguez y “Grupo 7” o allende los mares Jaume Collet-Serrat que en Estados Unidos ha ido coleccionando pelotazos de taquilla con “Sin identidad”, “Non stop” o “Una noche para sobrevivir”. Es ambicioso porque sigue durante la hora y cuarenta de película a un banquero en cuyo coche alguien ha metido una bomba con la sana intención de que los espectadores disfruten de un rato de entretenimiento (y/o angustia) con una montaña rusa audiovisual y lo hace sin reparar en virtuosismos en la puesta en escena: travellings, tomas aéreas, planos secuencias, primeros planos, montaje dinámico, cámara nerviosa....desde luego un despliegue sobresaliente de recursos para contar la historia dela forma más impactante posible y en un escenario de excepción, una La Coruña lluviosa, otoñal, de cielo plomizo que confiere también al conjunto una ambientación muy especial.

Yo diría que es una ópera prima más que prometedora, una de esas películas a las que casi quitas importancia inconscientemente porque te han hecho pasar un rato en un suspiro con una línea argumental aparentemente sencilla. 



Avanzo que la película no me parece redonda, para mi gusto tiene aquí y allá cosas mejorables (en el fondo como todas) y me deja ligeramente frío al final (quizás porque en el fondo y a pesar de las sorpresas puntuales todo resulta algo previsible), lo cual me fastidia un poco porque bajo la epidermis de la acción laten varios dramas colaterales que tenían potencial suficiente “carne” para dejarnos anímicamente muy tocados en las butacas; pero a pesar de ello me gustaría romper una lanza a favor de este director y ésta su primera película porque creo que hay que estar muy seguro de uno mismo o tenerlos cuadrados para emprender un primer proyecto de estas características y hay que ser muy bueno para que te salga así de bien.

Desde luego ayuda mucho que en el papel protagonista figure Luis Tosar, que por sí solo convierte en verosímil y cercano cualquier papel y consigue que te conmueva incluso embutido en el pellejo de un empleado de la banca que le ha sacado los cuartos a sus clientes, cosa que por estos lares y en estos tiempos le convierte en diana propiciatoria y víctima sin perjuicio moral para cualquier hijo de vecino. Y en general el resto del reparto es un buen reparto, aunque yo me quedaría con la “hija” de Luis Tosar y con la policía, Elvira Mínguez y su antagonista Espinosa (Fernando Cayo) que pienso que son quienes consiguen que la película gane enteros cuando aparecen en pantalla. Concretamente hay un subargumento a mitad del desarrollo que me interesa y me gusta especialmente. Se abre con un elegante plano secuencia con la cámara en la chepa de Elvira Mínguez y explosiona cuando ésta se encuentra con el encargado del despliegue policial, Fernando Cayo, porque del choque entre sus dos maneras de entender la crisis brotan algunos de los mejores diálogos.

Así pues, si se quiere una película con nervio, para pasar el rato, trepidante en muchos momentos, digna representante de un nuevo y emergente cine español que se codea con el mejor cine de acción de todo el mundo, véase esta “El desconocido”.