Por su contención sentimental y estilística está en las
antípodas de su película anterior "Los amantes pasajeros", quizás por
eso su acogida ha sido diametralmente opuesta y ha tenido notable éxito en el
extranjero porque recuerda en cierto modos a los títulos de la mejor etapa de
Almodóvar. En cambio a mí no me llega todo ese torrente acallado de
sentimientos que entierra en sus silencios y elipsis, se me hace larga y el
apoyo de la Academia española me resulta compensatorio y muy político.
Guión: Pedro Almódóvar.
País: España.
Duración: 95 min.
Género: Drama.
Reparto: Emma Suárez, Adriana Ugarte, Inma Cuesta, Rossy de
Palma, Michelle Jenner, Pilar Castro, Nathalie Poza, Darío Grandinetti, Daniel
Grao.
Música: Alberto Iglesias.
Estreno en España: 8 Abril 2016.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12
años.
Después de ver “Julieta” mi principal conclusión es que me
siento ajeno a su público. No puede ser de otro modo dado que la sensación
final es que no me ha llegado como seguramente pretendía ese torrente de
emociones sepultadas con el silencio de la protagonista, una mujer que prefiere
enterrar su dolor con el paso de los años con una resignación estoica que, a mi
juicio, resulta fría y distante y
difícil de hacer tuya. No me aburre (aunque puede hacerlo a causa de su ritmo)
y no me provoca rechazo, pero es una película que me va perdiendo poco a poco y
que terminé viendo con lánguido desinterés en su tramo final.
Y en cambio, como espectador intuyes que Almodóvar era justo
lo que quería hacer, quizás en contraposición con el desparrame de su denostada
película anterior “Los amantes pasajeros”, quizás porque quería transmitir
sentimientos que son muy suyos y no le importaba que no conectaran con el
público mayoritario o quizás porque pretendía hacer un ejercicio de estilo
convirtiendo los silencios en recurso expresivo, no en vano su película iba a
llamarse precisamente “Silencio”.
Sea como fuera me debato al escribir sobre la película entre
una cierta indeferencia personal y la necesidad de destacar la valentía como
“Autor” del director manchego. Creo que es un poco lo que le va a ocurrir en su
carrera comercial, no gustará demasiado en general, pero sí conquista a sus
seguidores y a la crítica especializada. La recepción de hecho en festivales y
países habitualmente rendidos a Almodóvar como Francia, ha sido buena. La
Academia española del cine la ha elegido además para representar a España en los
óscars en detrimento de “La novia” y “El olivo” que personalmente me gustan más
y me parece que tenían más opciones de ser elegidas en el quinteto final de
escogidas y eso sólo puede significar que también tendrá el beneplácito en los
Goyas para recibir nominaciones importantes. Desde mi punto de vista no se
podrá quejar Almodóvar porque lo que antes le negaron ahora se lo van a
devolver con menos méritos.
No sé dónde ni a quién leí que “Julieta” tiene mucho de
autobiográfico, en el sentido de que Almodóvar con los años se ha refugiado en
su propia soledad y en su silencio, como su protagonista. No me extrañaría
porque todo su cine está salpicado de cosas suyas e intuyo que cuando escribe
sus guiones lo hace volcando parte de su ánimo. El caso es que eso convierte a
“Julieta” en una película no apta para todos los públicos, en el sentido
diametralmente opuesto a su cine más irreverente y transgresor, porque es todo
lo contrario, un remanso empapado de melancolía y tristeza interior. A mí lo
que no me termina de convencer es que espero de un argumento así que me
emocione y me conmueva y lo primero casi nada, más lo segundo.
Sí le veo a la película más méritos en el terreno puramente
artístico. Su atmósfera delicadamente amarga me parece que está bien conseguida,
las actrices cumplen (aunque personalmente me ha gustado Emma Suárez mucho más
en otros trabajos y seguramente pueda premiársele en éste) y narrativamente me
gusta el vaivén entre pasado y presente y esa elipsis tan comentada por la que
la protagonista se hecha unos años encima quitándose una toalla que lleva en la
cabeza y pasa de ser Adriana Ugarte a Emma Suárez (se va a convertir en el
icono de esta película). El guión me parece bastante interesante y me gusta la
simbología que usa por el suspense que provoca, aunque lo del ciervo por
ejemplo te deje momentáneamente desconcertado. Reconozco que Almodóvar sabe
además lo que tiene entre manos, lo que quiere conseguir y cómo lograrlo, pero
de la misma manera que en otros melodramas tan suyos yo me sentía ajeno porque
no conectaba emotivamente con sus personajes en esta ocasión me vuelve a pasar
lo mismo. Donde yo querría desgarro interior y emoción, él se limita a una
resignación casi mística, que será muy loable desde un punto de vista crítico,
pero a mí me pierde.
Creo también que muchas películas han de verse en un momento
concreto para disfrutarlas como merecen. También creo que cada título tiene su
público. El caso es que en mi caso ni era éste el momento ni soy un buen
público potencial y, desde luego, en mi experiencia como seguidor del cine de
Almodóvar no es ésta de mis películas favoritas.