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Para mi gusto la mejor película de Alex de la Iglesia hasta la fecha, una comedia dramática redonda sobre un grupo de amigos que se sientan a cenar dispuestos a compartir todo lo que les llegue a los móviles. Pese a desarrollarse prácticamente en un único escenario no aburre sino todo lo contrario, la puesta en escena está muy lograda, los actores perfectos cada uno en su papel y las lecturas que pueden sacarse de ella todas muy interesantes tanto para debatir como para reflexionar ya que habla del matrimonio, la paternidad, las relaciones personales, las nuevas tecnologías...Y además el final, aunque tiene "sorpresa", no me rechina como otros del director. No es de extrañar el tremendo éxito de público y crítica que obtuvo, pero sí que se olvidaran de ella los Goyas.
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