La imagen se constriñe en un formato reducido para expresar la opresiva realidad que vive una madre cuyo hijo adolescente da muestras evidentes de ser un inadaptado. El dilema que recorre las, para mi gusto, un tanto excesivas más de dos horas de película, es si esa madre debe internar a su hijo o cuidarlo ella misma. Una pregunta al aire que lanza el director y que invita al debate porque no es fácil de resolver. El drama y la angustia sobrevuelan en todo momento, pero (y esto es lo mejor) todo está tratado con delicadeza y buen gusto y late de inicio a fin cierta esperanza que emana de lo bien construidos e interpretados que están los tres personajes principales y en especial esa mujer, madre joven y decidida, optimista , que no duda en coger los problemas por los "cuernos", enfrentarlos y tomar decisiones.
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