miércoles, 27 de febrero de 2019

"First man (el primer hombre" (Damien Chazelle, 2018)


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En su tercera película, Damien Chazelle, que ya es por méritos propios con 34 años, uno de los directores más destacados de Estados Unidos, sigue explorando géneros y formas de expresión cinematográfica. Esta vez se centra en la figura de Neil Armstrong y en el viaje a la luna (muchas veces contado pero nunca así). Lo que pretende es explicar en clave de drama y de una forma realista el coste humano de semejante hazaña. Su cámara se concentra en primeros planos y un punto de vista subjetivo y sigue al astronauta en su casa y en su preparación, escaneando en su rostro y actitud su crisis existencial (que la tuvo por la muerte de una hija). Lo que pretende es mostrarnos la dificultad del proyecto, explicar cómo le afectan a él y a su familia los sacrificios que tuvo que hacer, como el viaje en sí a la luna lejos de ser un momento épico debió ser una experiencia claustrofóbica y terriblemente arriesgada. La película está bien hecha y la idea es buena, el resultado no tanto porque se hace larga, repetitiva y resulta fría, no emociona y te deja un poso amargo.