****
#PatriciaLópezArnaiz #AntoniodelaTorre #MarinaGuerola #JuliánLópez #PilarPalomero #Cine #CineEspañol #CineDrama #Cinecostumbrista
Con su tercera película, la zaragozana Pilar Palomero se confirma como una de las figuras más interesantes del actual cine español sobretodo teniendo en cuenta que no sólo dirige con ese estilo tan suyo, sino que también firma los guiones de sus películas. En esta ocasión sigue los pasos de Isabel y su hija Madalen cuidando de Ramón, ex de aquella y padre de ésta, que se encuentra enfermo. Presenta la situación con cierto suspense, aclarando las posiciones de los personajes poco a poco, tomándose su tiempo, dejándonos ver cómo se relacionan unos con otros con no mucho más que diálogos y primeros planos. De este modo consigue una descripción poética del drama que cuenta y se nos va ganando poco a poco, conmoviendo, despertando nuestra empatía hasta hacer esa historia un poco nuestra. Es un tipo de cine de imágenes hermosas e íntimas, de cadencia lenta, de trasfondo dramático pero tono poético, contemplativo en algún momento, humanista, existencial y por todo ello a contracorriente del mundo que vivimos, más cercano a la vida y al cine español de los ochenta o noventa, algo muy autóctono, muy próximo, muy reconocible para quienes sumamos años y menos para las nuevas generaciones. Y cuando acabas de verla, conmovido, serenamente emocionado te das cuenta de lo sumamente complicado que es hacer una película como ésta, contando tantas cosas con tan poca chicha argumental. No se la recomendaría a todo el mundo porque es un cine más bien adulto e introspectivo, pero quién acepte la propuesta le va a encantar.