miércoles, 20 de mayo de 2009

“X men orígenes: Lobezno” (Gavin Hood, 2009)

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País: USA.
Duración: 107 min.
Género: Acción, ciencia-ficción.
Interpretación: Hugh Jackman (Logan/Lobezno), Liev Schreiber (Víctor Creed/Dientes de Sable), Danny Huston (William Stryker), Dominic Monaghan (Chris Bradley), Ryan Reynolds (Wade Wilson/Masacre), Taylor Kitsch (Remy LeBeau/Gambito), will.i.am (Wraith), Lynn Collins (Kayla), Daniel Henney (David North/Agente Zero), Kevin Durand (Frederick J. Dukes/La Mole).
Guión: David Benioff y Skip Woods.
Producción: Lauren Shuler Donner, Ralph Winter, Hugh Jackman y John Palermo.
Música: Harry Gregson-Williams.
Fotografía: Donal McAlpine.
Montaje: Megan Gill y Nicolas de Toth.
Diseño de producción: Barry Robison.


“Lobezno” ejemplifica lo que el cine estadounidense ofrece hoy en día desde los grandes estudios para atraer al público que potencialmente llena los cines en época estival, mucha acción, personajes con glamour (en este caso una apuesta segura porque la trilogía de “X men” funcionó muy bien y el careto de Hugh Jackman es hoy por hoy garantía de taquilla) y un ritmo visual bastante elevado que hace que uno no pueda salir del cine enfadado ya que, como mínimo, se le ha pasado el rato rápido.

En fin, sí, la película es entretenida, pero no puedo dejar de pensar que este tipo de películas me gustaban más antes y no sé muy bien si es porque ya he visto muchas de este tipo y ésta no deja de ser otra más o porque realmente es flojita. En cualquier caso deduzco que no soy un buen espectador para esta película porque en general lo que he sondeado no ha sido tan negativo como mi opinión. Lo curioso es que sí he disfrutado con las dos primeras “X men” (con las que “Lobezno” tiene poquito que ver, la verdad), con los “Batman” de Nolan o con los “Spiderman” de Raimi por poner varios ejemplos.

A mí que Lobezno haga un derrape inverosímil ayudándose de sus garras, que se lance sobre un helicóptero y lo destruya, que Wraith entre en una sala sorteando balas con dos katanas, que Gambito escale paredes con dos bastones o que Lobezno, dientes de sable y Wraith peleen como lo hacen provocando ese sumun de la destrucción que es el final me deja frío y es así porque me parece todo excesivo, porque no lo veo creíble y no me emociona. Y cualquiera al leer esto puede decir ¿qué esperas de una película de este tipo? Pues es que yo pienso que hasta en el fantástico y en las películas de superhéroes tiene que haber una suerte de realismo. Es decir, los personajes pueden ser capaces de hacer cosas increíbles, pero tiene que haber siempre una coherencia, que no puedan hacer “cualquier cosa” y “porque sí” y esto es lo que me parece en esta película y no en todas las que he citado antes. Al menos las dos primeras “X men” de Bryan Singer sí tenían esa coherencia, si emocionaban, si te atrapaban en la trama y en la intriga interna de la película (la tercera era floja floja, como ésta y curiosamente fue la que más recaudó para nuestra desgracia porque los estudios en lo que más se fijan es en eso).

“Lobezno” arranca fuerte con unos títulos de crédito iniciales prometedores pero nada más comenzar, con las primeras escenas uno ya se queda K.O. pensando ¿y qué más? Por no hablar de que se desaprovecha por completo lo que podría haber sobredimensionado argumentalmente la película que es la tensa relación cada vez a peor entre “Lobezno” y “Dientes de sable” o el drama romántico de “Lobezno” o incluso su soledad en un momento dado. Cuando la película, justo a mitad, parece querer remontar y nos regala los momentos más emotivos en el encuentro entre Lobezno y los dos ancianos de nuevo entramos en la vorágine de los efectos especiales y la intensidad sólo es visual. La película va dando tumbos en ese sentido y tan pronto te engancha como te vuelve a soltar, que curiosamente es casi siempre cuando quieren noquearte a base de efectos visuales, que por otro lado no siempre están conseguidos (¡¡¡Vaya bazofia por cierto la sorpresita con careto virtual incluido al final!!! que enlaza esta película con la primera “X men” como si de una precuela se tratara).

Argumentalmente la película sí cumple bien el papel de explicar los orígenes de Lobezno con coherencia pero el guión da para bien poco y el director, Gavin Hood (extrañísima elección de la productora porque había dirigido anteriormente “Totsi” y “Expediente Anwar” que nada tienen que ver) se pierde con escenas pirotécnicas seguramente impuestas por lo que 20Th Century Fox y Marvel creen que va a impactar más. Realmente lo que impacta, al menos a mí, es que dejen trabajar a directores como Bryan Singer que saben lo que se hacen o que dejen actuar a Hugh Jackman y Liev Schrieber que podrían haber dado mucho más de sí únicamente hablando y sin tanta pelea que al final termina siendo insulsa (y digo estos dos actores porque el resto, en general, bastante flojitos). Una pena, me he quedao casi como estaba y esperaba mucho más, la verdad.