domingo, 17 de mayo de 2009

"Escondidos en Brujas" (Martin McDonagh, 2008)

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Guión: Martin McDonagh.
País: Reino Unido.
Duración: 107 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Colin Farrell (Ray), Brendan Gleeson (Ken), Ralph Fiennes (Harry), Clémence Poésy (Chloë), Jérémie Rénier (Eirik), Thekla Reuten (Marie), Jordan Prentice (Jimmy).
Producción: Graham Broadbent y Pete Czernin.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Eigil Bryld.
Montaje: Jon Gregory.
Diseño de producción: Michael Carlin.
Vestuario: Jany Temime.



“Escondidos en Brujas” es la primera película del dramaturgo Martín McDonagh que también firma el guión y trata sobre dos delincuentes irlandeses que se refugian en la ciudad belga de Brujas a la espera de órdenes de su jefe. Donagh construye una película peculiar sobre la amistad y la fatalidad a medio camino entre comedia negra y drama a partir de un guión que si se caracteriza por algo es por la pura imprevisibilidad. Cuando el espectador está frente al argumento no puede anticipar nada de lo que va a ver y queda sorprendido una y otra vez, probablemente esto es lo mejor de la película.

El año 2008 “In bruges”, que ese es su título original, se convirtió en una de las sorpresas agradables del año, más que nada porque poco se esperaba de ella y resultó muy por encima de las expectativas. Pienso que el gran acierto a parte de un guión bien urdido y original es una dirección muy correcta y el buen hacer de los protagonistas aunque al contrario que la mayoría de críticos a mí Colin Farell no me termina de convencer en su papel, está algo sobreactuado, como Ralph Fiennes que en cambio sí me parece que actúa mejor. Desde luego para mi gusto el que se sale, como casi siempre, es un magnífico Brendan Gleeson, que borda su personaje y el enano, perdón “menudo” Jordan Prentice, que termina convirtiéndose en protagonista de uno de los momentos más impactantes de la película. También hay que destacar la banda sonora y la ambientación en la ciudad de Brujas.

En definitiva una película que sorprende, sobretodo si de ella no se espera mucho. Sobretodo lo que no ha de hacerse es verla como una comedia tal y como se quiso vender, porque aunque haya mucho humor negro, mucha mala leche de fondo, mucho escepticismo y fatalidad , no se trata de una película para reír en modo alguno, aunque se termine sonriendo en más de una ocasión.